Capítulo 1| Se me hizo tan fácil quererte.
Dos años atrás.
Me desperté a las 07:25 am como de costumbre, me quedo cinco minutos más en la cama para despertar del todo. Entonces apoyé mis pies sobre la alfombra y con pasos torpes me encamine hacia el baño, tenía que darme un baño y prepararme para ir a mi trabajo.
Me metí a la ducha y decido no tardar tanto como las últimas veces. Minutos después salgo de la ducha y caminé de vuelta a mi habitación, envuelta en una toalla me dirigí hacia mi armario escogiendo algo fresco para esta calurosa mañana.
Escogí ponerme una camiseta corta de rayas, con unos pantalones ajustados con un botón de cintura alta de color negro y botas militares con cordones de color blanco. Mi cabello corto caía hasta las alturas de mis hombros y opte por dejarlo suelto esta vez. Tampoco me esfuerzo en maquillarme, solo un poco de labial en los labios y delineador en los ojos.
Cuando estoy lista ordeno mi mochila y bajo a desayunar con mi padre, lo único que logro prepararme es un bol con cereal y leche, me siento al lado de papá quien leía el periódico.
— Aun no entiendo por qué trabajas en esa cafetería.— Dice, sin apartar la vista del periódico.
Y aquí vamos otra vez.
— Papá, sabes que no me gusta pedirte dinero y la verdad me gusta trabajar ahí.— Le digo.
Nina coloca frente a mí un plato con fresas recién cortadas y me pide que las coma. Le doy las gracias y mi animo a comerlas acompañada de mi bol con cereal y leche.
— Deberías concéntrate en tus estudios, pastelito.— Ruedo los ojos.— Es tu segundo año, debes esforzarte mucho.
No me gusta ese apodo.
— Me está yendo de maravilla en mis clases, así que no te preocupes por eso.— Le digo con orgullo.— Bueno ya me voy.— Me limpio la boca y me levanto.— Te amo.
— Pero no has terminado de...
Le doy un beso en la mejilla y me apresuro a lavarme los dientes, después me coloco mi mochila y me despido desde la entrada del comedor de mi padre y Nina.
Al salir de casa me apoyo contra la puerta y reviso mi celular con la esperanza de que Austin me haya escrito, pero no encuentro nada, solo veo nuestra foto de fondo de pantalla.
Bajo las escaleras de la entrada y abro la reja para salir e irme a mi trabajo de medio tiempo al café que por fortuna queda a una cuadra de la universidad.
Pero no dejo de pensar en Austin.
¿Debería escribirle yo?
¿O será mejor llamarlo?
— ¡Cata!— Exclamó una voz femenina a mi derecha.
Me giro y me encuentro a Lyna andando a toda velocidad en su linda bicicleta con canasto delantero y su casco de flores sobre la cabeza.
Lyna es mi mejor amiga y en unas semanas se ira con su familia a Corea del Sur ya que su madre se ha vuelto a casar y espera a su tercer hijo y han decido mudarse para allá, por suerte ella menaje el idioma gracias a su hermano menor Jung.
— Hola, Ly.— Saludo cuando ella frena a mi lado.— ¿Cómo estás?
— Muy bien, ¿ya vas al trabajo?— Asiento.— Seré tu primera cliente entonces.
— Perfecto.
Ella en su bicicleta me sigue el paso y nos fuimos charlando durante el camino, agradezco que no me haya preguntado por Austin. Se lo mucho que le enfada hablar del tema.
Cuando llegamos a mi lugar de trabajo la campanita de la entrada suena al abrir la puerta y las miradas de mis compañeros se posan sobre mi dándome la bienvenida.
Lyna le coloca la cadena de seguridad a su bicicleta y entra a sentarse en uno de los taburetes esperando a que mi compañero la atienda. Guardo mis pertenencias en el casillero y me coloco el delantal negro, como puedo me lo amarro y salgo lista para comenzar la jornada.
❣❣❣
Por fin me encontraba en casa y que mejor estar acostada en mi cama, son pasadas las nueve de la noche y desde que llegue de la universidad me he estado matando estudiando.
Me giré apoyando mi mejilla sobre mis manos y miro la foto de Austin que estaba sobre la mesita de noche.No he sabido nada de él en estos últimos días, ¿estará bien? Lo extraño mucho, pero las cosas entre nosotros no han ido muy bien este último tiempo y me ha pedido un tiempo.
¿Qué significa eso?
Mi celular vibra a mi lado y me siento bruscamente esperando a que sea un mensaje de mi novio pero no, es un mensaje de Lyna avisándome que pasara por mí para ir a la fiesta de su amiga.
Lo había olvidado por completo, la pobre me insistió toda la semana.
Me lo único que cambio de mi vestimenta es la camiseta de rayas por una crop top con estrellas amarillas. Me coloco un abrigo y reviso la hora, bajo por las escaleras y mi padre se encontraba bebiendo una taza de café revisando y firmando unos cuantos documentos.
— Voy a salir.— Le aviso.
— No llegues tan tarde, ¿bien?
— No te preocupes.
Cuando llegamos me encuentro con caras conocidas y algunos que otros chicos se me acercan a saludarme y otros como siempre intentando ligar, ¿acaso no saben que tengo novio? Todos conocen a Austin y eso significa quien soy yo.
Lyna tiró de mi brazo llevándome a la fuente de chocolate y noté el brillo en sus ojos, su hermano menor es alérgico el chocolate y no puede comerlo estando en casa o más bien en su casa no hay nada que contenga chocolate.
— Definitivamente este es el paraíso.— Me reí.— Por fin me he decido que estudiar cuando nos mudemos a Corea.
La miro.
— ¿En serio? Me alegro muchísimo.— Lyna me mira y me señala con la brocheta de malvavisco bañado en chocolate.— ¿Y qué vas a estudiar?— Le pregunté casi en un grito, la música cada vez estaba mucho más fuerte.
— Turismo y hospitalidad.— Sonrío.
Luego de eso unos chicos nos invitaron a bailar a lo que accedimos, saltamos, gritamos, reímos y nos tomamos unas cuantas fotos. Hasta que hubo un momento en que mis piernas ya no podían más y me aleje del grupo para ir a sentarme un rato.
— ¿Estas esperando a alguien?— Volteo a ver Joshua, me entrega un vaso a lo que yo acepto.— Es vodka.
Joshua es mi segundo mejor amigo, vamos a la misma universidad en diferentes carreras. Él estudia computación y tecnologías de información, me sorprende que este aquí digamos que no es un chico muy fan de las fiestas.
<< Tú tampoco...>>
— En realidad sí ¿por casualidad no has visto a Austin?— Le preguntó a lo que él negó con la cabeza.— Creí que estaría aquí, ya sabes, siempre lo invitan a las fiestas de fraternidades o de lo que sea.
— Yo acabo de llegar.— Dice.— ¿Aún no han hablado?
Bebo de mi trago antes de responder.
— No, he querido llamarlo pero quiero darle su espacio.— Admito.— Ya sabes...— Le enseño una sonrisa triste.— Para ti ¿Qué significa que te digan vamos a darnos un tiempo?
Joshua lo piensa un momento mirando el vaso con vodka en sus manos. Sus ojos me observan y tira de su labio inferior con los dientes.
— ¿Segura que quieres oírlo?
— Sí.
— Pues pedir un tiempo significa terminar una relación, oír eso con la esperanza de que se retomara la relación es algo que nunca va a pasar...— Alzo mi mano para que se tenga.
— Okey...ya entiendo.— Suspiro.
— Te aconsejo que vayas a buscarlo y que le pidas que sea claro contigo, Catt.— Joshua lleva su mano a la mía.— No esperes a que él lo haga, sinceramente dudo que Austin te busque.
Joshua tiene razón.
— Voy a llamarlo.
— ¿Ahora?
— Sí.— Le doy un beso en la mejilla y dejo el vaso sobre la mesita circular que estaba al lado izquierdo del sofá.
Paso por en medio la gente mientras marco el número de mi novio, estaba a punto de salir a fuera para hablar con él pero eso no sucedió. No, porque a unos metros logré verlo, logre ver a mi novio besándose devorándole los labios a una chica que desconozco.
Mis labios tiemblan y por un instante las manos me tiemblan, aprieto el celular entre mi mano y lo guardo en mi bolsillo.
Tardo unos minutos en asimilar lo que estaba viendo, a pasos torpes me voy acercando a ellos. Los ojos se me llenan de lágrimas pero no iba a darle el gusto en verme derramar ni una sola.
Cuando estoy frente a él le toco el hombro y sus labios dejan de besar el de la chica, sus ojos azules conectaron con los míos y fue cuando mi mano se estrella contra su mejilla tan fuerte que hace que su rostro gire con violencia.
— ¿Para esto querías un tiempo?— Escupí, en ese instante el silencio se apodera de toda la casa e incluso bajaron el volumen de la música.— ¿Sabes qué, Austin? Vete a la mierda, no pienso seguir desperdiciando mi tiempo contigo.
Salgo de la casa lo más rápido posible con mi corazón latir con violencia dentro de mi pecho. Me apresuro en caminar y contengo los sollozos, las lágrimas y el dolor por lo que acaba de ver.
<< ¿Qué demonios se le paso por la cabeza a ese imbécil?>>
Ni siquiera me doy el tiempo de asimilar todo lo que estaba pasando, comienzo a trotar hasta que me eché a correr cubriéndome la boca con mi brazo.
¿Por qué me hizo esto?
¿Por qué...?
Cuando Austin me pidió un tiempo pensé en demasiadas cosas buscando alguna respuesta de esa decisión pero nunca imagine que sería por alguien más.
¿Por qué no fue sincero entonces?
De pronto mi cuerpo choca con alguien y pido disculpas, la chica me mira con cara de pocos amigos y sigue caminando mientras que yo me quedo ahí parada con los ojos nublados al borde de derramar lágrimas.
— ¡Catalina!— El gritó de Austin inunda mis oídos, él detiene su auto frente a mí y se baja. Entonces intento echarme a correr de nuevo pero él fue más veloz y me tiró del brazo.— Catalina...— Doy un paso atrás, soltándome de su agarre.
— ¡¿Por qué lo hiciste!?— Intento mantener mi expresión seria, pero en cualquier momento iba a echarme a llorar.— ¡¿Por qué no fuiste sincero conmigo y así evitarnos todo esto!?— Lo empujo.
— Cata...— Intenta tocarme pero no lo dejo.
— Se me hizo tan fácil quererte, Austin.— Mi voz se quiebra.— S-se me hizo tan fácil confiar en ti...— Entonces me puse a llorar.
— Escúchame por favor, amor...— Me suplicó.— Lo que viste allá dentro tiene una explicación.— Toma mi rostro entre sus manos.
— ¿A-amor?— Humedeció sus labios.— N-no pienso darte una segunda oportunidad, Austin.— Sollocé.— N-no lo haré.
— Catalina, por favor escucha yo...
— C-como tú no lo hiciste lo haré yo.— Aparto sus manos de un golpe.— L-lo nuestro se acaba aquí y ahora.
— No...amor, escúchame.— Sus ojos azules se llenaron de lágrimas.
— N-no v-vuelvas a buscarme.— Sollocé entre lágrimas.
Dicho eso me doy media vuelta y sigo caminando, puedo oír la voz quebrada de Austin llamándome pero no miro atrás.
Nos conocíamos desde los dieciocho años, nos gustamos del primer día en que yo entre a ese salón de clases por primera vez. Mi último año escolar fue el mejor, Austin y yo comenzamos a salir y a conocernos hasta que meses después me pidió ser su novia a lo que yo acepte con tanta emoción. Lo quería demasiado y hace poco habíamos cumplido dos años de relación.
Yo di todo en esta relación y por eso me duele, di todo por él. Y no se en que momento nuestra relación fue apagándose porque eso fue lo que él me había dicho al pedirme un tiempo, necesitaba pensar y necesitaba tiempo para él.
Me detengo en una esquina esperando que el semáforo cambie a verde, no pasaba ningún vehículo pero yo no podía si quiera moverme. Estaba llorando como una niña pequeña y mis sollozos eran demasiado ruidosos.
<<La primera que vez que lloraste de esa manera fue cuando Kevin se fue...>>
Al cruzar la calle escucho el rugido del motor de un auto, me volteo y veo el auto de Austin siguiéndome entonces me apresuro a cruzar la calle y correr. Escucho el bocinazo y me detengo en la otra calle, cuando me volteo todo paso demasiado rápido.
Un auto venía a toda velocidad y el auto de mi ex novio no respeto el signo "pare" causando que el vehículo contrario chocará con demasiada violencia contra el auto de Austin sin darle tiempo de esquivarlo y todo paso en cámara lenta delante de mis ojos.
El auto de Austin se volteo una y otra vez deslizándose por la calle quedando a una cuadra en donde yo estaba. Mis piernas flaquean y siento el impacto del otro vehículo darse contra un palo de luz.
— A-Austin...— Musité.— N-no...— Le obligo a mis piernas moverse y comienzo a correr para ir ayudarlo.— ¡Austin!
— ¡Catalina detente!— Oí la voz de Joshua, pero yo seguí corriendo.
Busco mi celular para llamar al número de emergencia, entonces veo al pelinegro asomarse del auto volcado con la cabeza ensangrentada. Entonces gasolina comenzó esparcirse alrededor del auto volcado de mi ex novio y a pasos lentos me acerco.
Austin...
<<Corre...>>
— ¡¡AUSTIN!!— Chillé.
Sus ojos conectan con los míos y él sonríe, estaba por llegar pero entonces unos brazos me envuelven con brusquedad impidiéndome continuar. Fue entonces que el vehículo explotó envolviéndolo en llamas, cubrí mi rostro en el pecho de mi mejor amigo.
Y fue cuando me derrumbe por completa, no fui capaz de respirar, los brazos que me rodeaban se apretaron mucho más fuerte alrededor de mi cuerpo y todo se volvió oscuridad.
Muchas gracias por leer el primer capítulo. Espero se animen a seguir leyendo más y más <3
-Abrazo psicológico