La Revelación (Almas Perdidas...

By Ariana_Godoy

14.6M 1.7M 1.2M

[COMPLETADA] Ella es un vampiro convertido. Él es un vampiro purasangre. Ella aún se aferra a su humanidad, é... More

Prefacio
1. Taken
2. Bitten
3. Caught
4. Bled
5. Fought
6. Bound
7. Unbent
8. Dreamt
9. Fed
10. Dug
11. Found
12. Frozen
13. Felt
14. Shaken
15. Burst
16. Hurt
18. Born
19. Brought
20. Revealed.
21. Kissed
22. Wanted
23. Awaken
24. Confronted
25. Reunited
26. Controlled.
27. Loved
28. Marked
29. Unbound
30. Challenged.
31. Spoken
32. Frozen
33. Struck
34. Purified
35. La Revelación (Capítulo Final)
Almas perdidas en papel + Tour Latam

17. Known

355K 45.3K 14.7K
By Ariana_Godoy

-"La oscuridad no puede sacarnos de la oscuridad. Solo la luz puede hacerlo. El odio no puede sacarnos del odio. Solo el amor puede hacerlo".

-Martin Luther King.

XVII

Despierto para recibir la noche. Después de que Lyla me sanara, he descansado todo el día. Me duele un poco la cabeza, los recuerdos aún atormentándome; lucho para no pensar en eso. He recordado mucho sobre mi pasado, sobre mi familia, y eso me hace extrañar a alguien que antes no recordaba en lo absoluto: Milosh.

Él siempre fue dulce y amable conmigo. ¿Qué lo cambió? Todavía me pregunto por qué me odia tanto. Busco dentro de mi cabeza una razón, pero no puedo encontrar ninguna.

Los truenos resuenan afuera, anunciando que va a ser otra noche lluviosa. Me levanto y me cambio de ropa, lo último que quiero es caminar por ahí con sangre seca sobre mis prendas. Aunque no quiero pensar en la noche anterior, es imposible, es como si luchara contra mi propia mente, lo cual es absolutamente estúpido. Tarde o temprano tendría que enfrentar los hechos: mi padre solía torturarme desde que tenía ocho años, mi madre vivía sufriendo porque no podía hacer nada al respecto y mi hermano sintió impotencia y desesperación durante toda su infancia.

Y el último hecho que no quiero enfrentar: Shadow. Él no hizo nada para detener a mi padre, solo observó. He pensando que le importaba, pero obviamente no es el caso. Es mi culpa por ser tan ingenua: él es el vampiro Purasangre más antiguo de la Tierra, una raza que nace para ser fría. Ni siquiera sé por cuántos siglos ha vivido. ¿Por qué le importaría? Yo solo he sido una niña a la que se le ordenó observar y proteger, eso fue todo.

Respiro profundamente por primera vez en mucho tiempo. No me siento bien; estoy muy débil y, honestamente, me estoy hartando de sentirme así todo el tiempo, es como si mi cuerpo estuviera pasando por algo que no entiendo.

—¿Morgan?

Ian entra a mi compartimento. Su cabello castaño está mojado;, las gotas de agua goteando de el. Ha estado afuera bajo la lluvia. No tiene camisa, solo lleva puestos un par de jeans y está descalzo. ¿Ha estado cazando?

Puedo ver lo preocupado que está. Sus mejillas y labios se ven ligeramente rosados, lo que significa una sola cosa: se ha alimentado recientemente. Me observa, como si fuera a descubrir algo escudriñando mi rostro.

—¿Estás bien?

—Sí.

—¿Qué te pasó anoche?

—Realmente no quiero hablar de eso. —Es la verdad, no quiero hablar en absoluto.

—Hay algo que necesito decirte —comienza, y le hago un gesto para que continúe—. Es sobre tu hermano. Lo vi merodeando por aquí anoche. —Eso me hace salir de mi humor adormecido—. Estaba esperándote aquí para decírtelo, pero luego Aidan y ese Purasangre entraron contigo inconsciente.

—¿Estás seguro de que era él? —pregunto con esperanza.

—Sí, pero tienes que tener cuidado.

«¿Cuidado?», pienso. Entonces recuerdo las palabras de Milosh llenas de desprecio: «La única razón por la que no estoy terminando con tu existencia ahora es esa mascota que tienes a tu lado». Sé que Ian se refiere a esas palabras. ¿Milosh realmente me mataría si me ve?

—¿Crees que vino a echar un vistazo a nuestro escondite para poder volver más tarde y matarme? —pregunto casi leyendo la mente de Ian.

—¿Qué otra razón podría tener para venir aquí? —declara lo obvio después de nuestro último encuentro con Milosh. No puedo creer que estuviéramos hablando de la misma persona. Todos los recuerdos que tengo de mi hermano de mi niñez y de mi juventud eran buenos. éramos muy cercanos.

—¿Morgan? —me llama Ian, interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Sí?

—¿Estás segura de que estás bien?

—Sí. —Finjo una sonrisa. No puedo contar con la sangre de Shadow nunca más; y sé que Aidan no responderá a mis preguntas. Por lo tanto, solo tengo una última opción: Milosh. Agarro mi chaqueta de cuero porque va a ser una noche fría.

—¿A dónde vas? —pregunta Ian cuando paso junto a él—. ¿Morgan?

Me pongo la chaqueta y camino hacia la salida de la cueva. Salgo para caminar hacia el bosque. Mi amigo me sigue en silencio y yo me giro hacia él.

—No vendrás conmigo.

—¿A dónde vas? No digas que vas a...

—Sí, necesito hablar con Milosh.

—¿Qué? ¿Estás loca? Te va a matar. No puedes ser tan imprudente, Morgan.

—Sé lo que estoy haciendo —miento.

—No, ciertamente no lo sabes. Él te dijo que quería matarte. ¿Y qué haces? ¿Corres hacia tu muerte? No lo permitiré. Esto es más que estúpido. Lo siento.

—No empieces. No sabes nada de mí, Ian. Apenas me conozco a mí misma, así que no juegues a ser el hermano sobreprotector ahora. Tengo que hacer esto. —Sé que mis palabras lo lastiman, pero Ian puede ser terco.

—¡Estás equivocada! Yo sé cosas sobre ti. Odias ser la damisela en apuros, no te gusta la lluvia, amas ser independiente, y amas sentir la naturaleza porque te sientes parte de ella. —Hace una pausa—. Echas de menos la vista del cielo azul durante el día, porque el azul es tu color favorito. Te gusta correr rápido y saltar por los árboles...

—Detente —lo interrumpo, bajando la cabeza.

—Te conozco —dice tristemente—. No entiendo por qué no me dejas ayudarte. ¿Por qué no puedes hablar conmigo y decirme qué te sucede? Eres la persona más importante en mi vida, así que tengo el derecho de ser sobreprotector. Te necesito, Morgan, eres familia. Entiendo que no es fácil para ti hablar de tu pasado, pero sé que en el fondo quieres ser escuchada. Todos queremos eso. No tienes que soportar esto sola. —No sé que decir—. Y sueno como un humano emocional, lo sé. Tal vez sigo siendo humano dentro de mi corazón. No puedo ser un vampiro de sangre fría como tú dices que debería ser.

—Ian... —Pongo mi índice en sus labios—. Shhhh... —Lo miro directamente a los ojos—. Eres grandioso, no necesitas cambiar nada, eres maravilloso como eres. Lo siento por ser cruel contigo. —Le dedico una sonrisa honesta antes de bajar mi dedo.

—De hecho, disfruto cuando eres una perra. Es divertido. —Me devuelve la sonrisa.

—Es solo que... no estoy lista para hablar. —Las palabras salen de mi boca por sí solas.

—Entiendo —dice Ian—. Solo prométeme que hablarás conmigo cuando estés lista, ¿de acuerdo?

Asiento con la cabeza. Él envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me abraza suavemente. Me sorprende, pero es agradable. He pasado mucho tiempo sin recibir ese tipo de afecto. Se siente tan bien tener a alguien que se preocupa por mí. Entierro mi cara en el hombro desnudo de Ian.

—Gracias por tolerarme —le digo honestamente.

—Es un placer. —Da un paso atrás con una brillante sonrisa en su rostro.

—Tengo que irme. —Le doy la espalda—. Necesito hacer esto sola, por favor. —Necesito hacerlo sola. Además, no quiero que salga herido por culpa.

—Pero, Morgan...

—Por favor —lo interrumpo. No necesito darme la vuelta para saber que él se ha ido. Sonrío porque él respete mi decisión.

Corro por el bosque. Ian tiene razón, me encanta hacerlo. Me encanta sentir el viento acariciando mi piel, el sonido de las ramas bajo mis pies, el olor a madera... Disfruto la naturaleza. Aumento mi velocidad para ganar el impulso de saltar. Cierro los ojos, disfrutando de ese momento flotante en el aire antes de aterrizar nuevamente en el suelo.

Las gotas de lluvia caen sobre mí. Un rayo ilumina el bosque; sé que no es la mejor noche para salir, pero no tengo otra opción. Sigo mi camino hacia el territorio del Clan Caos.

Después de un tiempo, sé que estoy cerca de los límites del clan porque el desagradable olor a cruentus me golpea. Dos cruentus muy grandes están a pocos metros de distancia. Salto y aterrizo en la rama de un árbol para observarlos con cautela. Están tranquilos e inmóviles. No entiendo cómo un vampiro es capaz de controlar esas bestias salvajes. Reviso mis bolsillos para buscar mi daga, pero no la encuentro. «¡Estupendo! Muy inteligente, Morgan», me reprendo a mí misma.

La lluvia se hace más pesada. Me empapa las ropas en cuestión de segundos. Los cruentus gruñen en protesta; por supuesto que no les gusta el agua, bestias asquerosas.

Me recojo el pelo en una cola para que no me molestara cuando se moje. Me dejo caer del árbol, aterrizo en el suelo y me escondo detrás de su corteza. Asomo la cabeza para ver al cruentus, pero es difícil distinguirlo bien con tanta lluvia. Necesito un plan rápido para atacar; es el mejor momento para hacerlo. Su visión es limitada, lo cual es una ventaja para mí.

Estoy concentrada en el cruentus cuando siento una respiración cálida en mi oído.

Mi corazón casi se detiene cuando muevo la cabeza hacia la fuente de esa respiración. Me encuentro con esos grandes ojos verdes que son tan iguales a los míos. Estoy a punto de abrir la boca para decir algo cuando él la cubre con la mano.

—Shhh... No quieres llamar su atención, ¿verdad? —dice Milosh, haciendo un gesto al cruentus. Trago, sintiendo mi garganta seca.

Su cabello negro parece más largo que la última vez que lo vi. Se pega a su cara y frente, ya que está completamente empapado. Tiene ojeras claras debajo de sus ojos, sus mejillas y labios pálidos. Me dedica una sonrisa diabólica. Lucho, usando toda mi fuerza para liberarme de él, pero me empuja bruscamente contra el árbol. Milosh es mucho más fuerte que un vampiro corriente.

—Siempre supe que no eras normal, hermanita. Pero nunca pensé que fueras tan estúpida como para venir a mí por ti misma. Trato de hablar, pero mis murmullos quedan atrapados en su mano

—Sin embargo, debo admitir que estoy intrigado. —Mantiene esa sonrisa enfermiza en su rostro—. ¿Por qué vendrías a tu muerte?

Concentro mi fuerza en luchar contra él, pero es inútil. Me suelta, pero se queda cerca. Empujo su pecho para alejarlo, pero él sostiene mis manos encima de mí, presionándolas contra el árbol.

—¡Suéltame! —Intento patearlo.

—¿Por qué estás aquí? —pregunta en serio. Está lloviendo a cántaros.

—Vine aquí para hablar contigo.

—¿Hablar? ¿Sobre qué? —Es difícil escucharnos con el sonido de la lluvia torrencial cayendo sobre nosotros.

—Sobre nosotros.

Él se tensa.

—No hay tal cosa como un «nosotros» —dice amargamente. Saca una daga de su cinturón y la presiona contra mi cuello. Trato de alejarme de su contacto.

—Por favor, solo escúchame, después puedes matarme si quieres.

—Oh, créeme, te mataré —asegura. ¿Qué le ha pasado para cambiar así?—. Estoy esperando tus últimas palabras.

—Yo... no entiendo... —comienzo, el agua rodando por mi cara—. Éramos muy cercanos, nos queríamos. —Lo siento tensarse y su agarre en mis muñecas se aprieta—. ¿Qué nos pasó?

—De verdad no puedes recordar, ¿cierto? De lo contrario, no serías tan estúpida como para venir aquí y preguntar eso tan calmada —responde al tiempo que guarda su daga.

—Por favor, dime. Necesito saber —ruego. No me había dado cuenta de lo mucho que necesito saber.

Milosh me suelta y saca algo del bolsillo de su chaqueta. Me ofrece una hermosa daga.

—¿No te parece familiar? —pregunta, dándole la vuelta frente a mí. Cuando la toco, todo mi cuerpo late y siento ese horrible dolor dentro de mi pecho otra vez.

—¿Qué es esto? —La sensación punzante corre por mi cuerpo. Caigo de rodillas, sintiendo las hojas húmedas debajo de mí. Milosh se arrodilla frente a mí y agarra mi cara con brusquedad para mirarme con un odio puro.

—Esto es lo que usaste matar a nuestros padres hace ochenta y cinco años.


Continue Reading

You'll Also Like

50.8K 2.9K 42
Vanessa Bernard es una chica con ascendencia francesa que su sueño siempre a sido incursionarse en el mundo de la música, aunque ya tiene un par de t...
8.4K 659 32
Esta es la historia de Colombia y usa... cuentan la vida de cada uno y como fue que llegaron al presente...solo... diré que usa nunca vio unos ojos t...
75.8K 6.6K 120
Florentia nació como la hija ilegítima de la familia más rica del imperio. Había pensado que todo iría bien en su futuro. Pero su padre falleció, sus...
5.3K 1.3K 33
Una historia de amor, amigos adolescentes y muchos dramas... Lay cada vez más cerca de la muerte y rota por ese sentimiento destruido. Enid dolida p...