Pasión Italiana (Ya en Físico)

By danielacgalvis

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Bruno Lombardi. Frío,calculador y el hombre más poderoso de la mafia italiana, su mundo gira en reglas que na... More

《Sinopsis 》
-Personajes-
《Booktrailer》
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
CAPITULO 36
CAPITULO 37
CAPITULO 38
CAPITULO 39
CAPITULO 40
CAPITULO 41
CAPITULO 42
CAPITULO 43
CAPITULO 44
CAPITULO 45
CAPITULO 46
CAPITULO 47
CAPITULO 48
CAPITULO 49
CAPITULO 50
CAPITULO 51
Epilogo
Capítulo Extra
Próximamente en físico
Información sobre la venta del libro

CAPITULO 11

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By danielacgalvis

Canción: Oops i did it again (Cover)

Abro mis ojos y descubro que estoy en la habitación de Bruno, doy un leve vistazo, el edredón de la cama es totalmente negro,  algunas cosas están enchapadas en oro,me recuerda a la primera vez en que entre a su habitación en el hotel.

Sobre su mesa de noche hay una foto de Elisabetta en Sicilia parece muy reciente.

Me levanto de la cama mi cabeza da vueltas y el dolor punzante en mi sien se hace más fuerte, no pasan menos de unos minutos cuando una de las empleadas entra a la habitación con una charola con el desayuno.

- ¿Donde está el señor Lombardi?- le pregunto a la mujer.

- El señor salió, pero ordenó que usted no saliera de la habitació - la chica deja a un lado la fruta-
Con permiso señorita - sale de la habitación dejándome de nuevo sola.

Ninguno de los empleados me dira acerca de su paradero de eso estoy totalmente segura.¿Que tan solitario se sentirá Bruno? Fue claro con Oksana en que era un hombre muy ocupado para pensar en la soledad. Pero justo anoche su actitud frente a ese hombre me ha dejado muy pensativa.

Una vez consumo el desayuno, me doy una ducha y me cambio de ropa, la mujer ha traído a menbaco, por lo menos ha salido ileso del incendio.

¿Habrá sido provocado? Y si fue así, no quiero imaginar lo que Bruno hará si descubre quien fue. No deseo salir de la habitación y toparme con uno de sus hombres, estoy segura de que ha sido uno de ellos, alguien me quiere fuera de su vida empezando por ellos.

Decido regresar a la cama y tomarme un descanso, caigo de nuevo en un profundo sueño.

- ¡Papá! - me levanto de manera rápida de la cama, las gotas de sudor empeñan mi rostro y mi respiración sube.

Ha sido una horrible pesadilla.

- Camila ¿Estás bien? - siento su mano en mi muñeca, esta justo a un lado de donde me encuentro.

- Si, lo estoy - susurro-. Sólo he tenido un mal sueño.

- El médico te receto algunos medicamentos, inhalaste un poco de humo, pero estarás bien. Por fortuna llegue a tiempo.

- Gracias por todo, realmente estaba aterrada.

- He mandado a preparar una nueva habitación para ti, esta al lado de la mía. Veo que mis hombres no hacen bien las cosas como las pido.

- Agradezco lo que haces, pero no.es necesario he conseguido un nuevo departamento, no esta muy lejos del hotel.

- Entiendo que quieras marcharte, pero al menos quédate hasta que te recuperes.

- Yo...

- Di que sí - sonríe.

Doy un enorme suspiro.

- Me quedaré unos días nada más. Cuando estuvimos en Sicilia tu madre menciono que tenías veinti ocho años. ¿Hace cuanto estas en esto?

Bruno suelta una pequeña risa.

- Mamma sufre de demencia senil,ya te lo había dicho, no tengo veinti ocho,tengo treinta y dos, desde los quince estoy en esto. ¿Algo joven verdad?

Es mucho mayor que yo, diez años para ser exacta.

- ¿Porqué? Es decir... eras aún muy joven.

- No hagas más preguntas, quizás algún día te lo diga, anda toma tu medicina - me extiende una pastilla,mientras yo la tomo con un vaso de agua.

- Señor, lamento entrar de esa manera a su habitación - Simone se hace a un lado de la puerta pero no entra por completo a la habitación.

- ¿Qué sucede? Habla Simone.

- Encontramos a quien ocasionó el incendio en la habitación. Las cámaras reflejaron a quién lo hizo.

Bruno se levanta bruscamente de la cama, pasa sus manos por sus bolsillos y se para enfrente de Simone.

- ¿Quién ha sido?

- Carlo.

- Llámalo, dile que lo espero abajo - sale furioso de la habitación  y tira la puerta detrás de él.Acto seguido Simone sale detrás suyo.

Bruno matará a ese hombre, de eso estoy segura. Así que me coloco rápido los zapatos y bajó a toda prisa por las escaleras, lo encuentro frente a frente con el hombre que tiene su mirada puesta en sus zapatos.

- Siéntate Carlo - señala una silla. Mientras el hombre obedece y se sienta.

- Señor yo...

- ¡Cállate! Acá el único que va a hablar y a hacer las preguntas ¿Te crees muy listo verdad? ¿Te atreves a traicionarme?

- Señor....

- Cállate maldita basura.Dime antes de que te largues de este mundo ¡¿En que carajos estabas pensando cuando incendiaste la habitación?!

- Señor no me mate, tengo familia e hijos.

- Eso debiste pensarlo antes de ocasionar el incendio ¡Habla! - coloca el arma en su cabeza y el tiembla.

- ¡Bruno! No lo mates por favor, te lo pido, perdonalo - intervengo cuando todo se esta volviendo un verdadero caos.

- De ninguna manera,no me pidas eso - aprieta su mandibula.

- Ya estoy bien, por favor - mis manos se ajustan a la manga de su camisa y él aleja el arma de la cabeza de Carlo.

- Estas bien porque te salve, de lo contrario estarías ahora muerta.

- No lo hagas...

- No me iré hasta que me digas la puta razón por la que incendiaste la habitación - vuelve a subir el revólver esta vez a la sien.

- Esa mujer le está ocasionando problemas, pensé que así dejaría de molestarlo. Nuestra tarea es evitar que usted este en peligro.

- ¿Es acaso una jodida broma? ¿Que peligro representa Camila? Eres más idiota de lo que pensé ¿Quién mierdas te crees en decidir sobre mi vida? ¡Contesta!

- Nadie, no soy nadie, por favor no me mate señor.

- ¡Simone!

- Digame señor.

- Sacalo de mi vista, asegúrate de darle un castigo que le recuerde que jamás se traiciona al don, pero no lo mates, sería su libertad.

- Como ordene.

- Espero que esto no se repita, porque cambiaré al personal y ya sabes como lo reemplazo.

- Le aseguro que jamás volverá a suceder - Simone se marcha de allí junto a Carlo y yo me quedo en misma posición junto a Bruno, su rabia no ha desaparecido sólo la está reteniendo.

- He hecho lo que me pediste, las palabras bonitas no funcionan al momento de tratar con ellos.

- Le perdonaste la vida.

- Amos, ven aquí - llama al hombre que me custodia.

- Dígame don.

- No quiero más problemas, espero que no se repita lo mismo de ayer y sepas hacer tu trabajo o de lo contrario regresaras a Italia con una hermosa cicatriz en tu rostro.

- No se repetirá.

- Es la última advertencia. Estaré en la oficina, que nadie me moleste - sube las escaleras y no vuelve a mirarme o tan solo decirme algo.

Soy un problema, ese hombre tiene razón, debo irme cuanto antes de allí. Fue una de las razones por las que rente ese departamento.

- No ha sido tu culpa - Amos me mira diferente, es amable al igual que Simone y se que no soy del agrado de los demás.

(...)

Tres dias han pasado desde aquel incidente, he tratado por todos los medios de dejar mis sentimientos de lado, de hacerme la idea de que jamás será para mí, pero me es imposible.Todas las noches sale a resolver sus asuntos, todas las noches pienso que jamás lo volvere a ver.

Ya no quería seguir sintiendome así..

Tomo la maleta en mis manos, hoy mismo dejaré la mansion, ahora la habitacion luce vacía y solitaria.

El leve golpeteo me hace salir de mis propios pensamientos, limpio una lagrima que amenaza con salir.

- Has regresado - mis ojos se fijan en su figura varonil.

- ¿Que tal tu día?

- Muy bien, el puesto de recepción es muy bueno. Yo... , me iré hoy mismo.

- Tú no lo mencionas... - se queja de dolor mientras se lleva las manos a una parte de su cuerpo.

En su camisa se dibuja una leve mancha de sangre.Esta herido

- Estas herido...

- No es nada, sólo ha sido un rasguño.

- Déjame curarla. Puede infectarse.

- No - gruñe molesto y retira mi mano de su lado-. Yo mismo lo haré.

- Déjame hacerlo, no seas testarudo, aprendí primeros auxilios.

- Va bene - se quita la camisa y la deja a un lado de la cama, me concentro en su herida mientras veo sus músculos tensarse. Es una herida no tan profunda de bala, un poco más y seria grave.

Con ayuda del alcohol del botiquin que ha traído uno de sus hombres, desinfecto la herida.

- Quédate quieto o te dolerá.

Él sólo me da una sonrisa. Como si sucediera todo el tiempo.

- Ya está - digo limpiandola por completo-.La próxima vez puede ser peor. Yo digo que es posible que necesite sutura.

- No te preocupes, por eso, yo mismo puedo coserla - se levanta de la cama y toma la camisa de la mesa.

- Debo irme - arrojo los algodones al cesto de basura del baño-. Gracias por tu amabilidad.

- Camila, ¿ese sitio es seguro?

- Lo es.

- No es como si te estuviera alejando de mi lado.

- Pero no voy a seguir quedandome aqui, me han quedado varias cosas claras de tu vida.

- Lamento si te confundiste.

Ya no quiero ocultarlo más, no quiero callar lo que siento. Aunque sea una última vez, lo diré.

- ¿Porque no puedes verme como una mujer que desea estar a tu lado? ¿Porque te preocupas por mí y actuas de esta manera y después quieres que no confunda lad cosas?

- Camila, ya te he dicho que mi mundo es diferente al tuyo. Entiende eso.

- ¿Hice mal en revelar mis sentimientos? ¿He hecho mal en pedirte que me digas que sucede?

- Enamorarte de mí, sería lo peor que podría pasarte.

- Yo ya estoy enamorada de ti, no se como sucedió y tampoco encuentro una explicación... no podía retenerlo aun cuando estoy a punto de marcharme.

- Camila.. por favor.

- Es por Danielle ¿verdad? ¿Sucedió algo con ella para que actúes asi?

- Te dije que no tocaras ese tema.

- ¿La amas? Yo lo pude ver aquel día, sin embargo sólo mencionaste el hecho de que esta casada, nadie habla de ella aún cuándo he sido quien ha contado mi vida a ti, creí que eramos al menos amigos.

Bruno voltea su mirada y puedo ver rabia en sus ojos.

- No vuelvas a mencionar a Danielle ¡Si! La amo, es la única mujer ha la que he amado. ¿Querías una respuesta? ya la tienes. No vuelvas a hacerme esas preguntas - se acerca a la puerta y fija su vista una última vez en mí.

- Si te quieres ir, hazlo, no te detendre -  sólo sale de la habitación y me deja sola.

Me recuesto llorando en la cama,¿Porque me gusta martirizarme con esas preguntas? ¿Porque no acepto que hay otra mujer en su corazón?

Soy una idiota.

(...)

Comienzo mi jornada en el hotel como de constumbre, hace una semana que abandoné la mansión de Bruno para ser sincera aquel mismo dia en que le deje en claro mis sentimientos. Sabía que tendría que alejarme de él o iba ser doloroso.

Laurent se encuentra en la entrada del hotel esperando a que arregle mis cosas dentro de mi bolso, tengo un poco de tiempo de sobra para hablar con ella, además hace mucho no nos veíamos, esa ha sido la principal razón por la que decidí tomarme un café con ella.

- ¿No has vuelto a saber nada de él?

- Él quiere a otra mujer,él mismo me lo confesó, después de revelarle lo que sentía no creo que me llame o me busque  hablar, porque no hay nada de que hablar.

- Quizas lo haga, después de todo ha pasado una semana.

- No hará tal cosa, no es ese tipo de hombre - Bruno va más allá de  lo que se describiera con simples palabras.

- Eres muy hermosa, pero no te das cuenta de eso, demuestrate que eres independiente y puedes lograr cosas por ti misma.

- Estoy comoda en mi nuevo apartamento, puedes venir a visitarme cuando quieras.

-  Lo haré - mi amiga sonríe-. ¿No extrañas tu casa?

- He dejado dinero en el buzón, supongo que mamá lo ha tomado.

- Aún sigues en eso... - bufa-. No importa cuanto daño te hayan hecho, sigues siendo generosa con personas que te dieron la espalda.

- No hablemos más del tema, por favor.

- Esta bien, mejor cierro el pico.

- Hoy habrá un evento en el hotel para el que trabajo, asistirán los clientes y algunos socios. Tendré que comprar algunas cosas de decoración y un vestido de cóctel ¿me acompañarias? No soy muy buena con la ropa.

- Por supuesto. Tengo algo de tiempo.

Laurent no dejo de parlotear todo el camino hasta el centro comercial, cosa que agradezco porque ha sido la única distracción para olvidarme de la presencia de Bruno en mi vida.

- Se ve hermoso, es sexy y decente a la vez. Anda, da la vuelta.

Ruedo los ojos.

- ¿Tu crees?

- Impresionaras a todos. Y si él...

- Me probaré el siguiente - me introduzco al vestier de nuevo y bajo la cremallera del vestido de tirantes hasta que este sale por completo.

-  Si va al evento, se sorprenderá al verte.

- Deja las tonterías Laurent. No estoy interesada en si va o no. Y si lo hiciera me daría igual.

- Como digas... ¿Vas a dejar suelto o recogido tu cabello? Tal vez sea bueno probar un nuevo peinado.

- Me gusta mi cabello como es.

- Conozco un buen salón de belleza. Si vamos puede que encuentres un estilo que vaya con lo que te gusta.

Me deje convencer de Laurent, por la unica razon  de que no estaba con los ánimos por los cielos. Solo estaba como un jarrón vacío.  Me sentia extraña, la semana en el apartamento había sido solitaria. Y me recordaba momentos del pasado dolorosos. Al lado de Bruno como su amiga o como simplemente la chica que ayudo, me hacian sentir diferente.

- ¿Ves? Has cambiado completamente - chilla risueña mientras toma un mechon ahora riso de mi cabello -.  Me tengo que ir, Richard me espera para cenar, te deseo suerte en el evento.

- Gracias acompañarme.

- Y si Bruno no se fija en ti, hay miles de hombres afuera, no tan atractivos, pero que seguro si saldrían contigo.

- Vete antes de que te golpee con un cepillo por decir estupideces.

(...)

El evento ha dado inicio hace media hora, no me he detino un solo segundo encargandome de darle indicaciones a los empleados acerca de la atención con los clientes. Cuando fianalmente cada uno de ellos se dispersa puedo dirigirme a la mesa en la que antes estaba sentada.

El  señor Pettersson se  encuentra también en una de las mesas conjuntas, cuando su vista se fija en la mía me dirije una sonrisa.

- Camila, tenemos problemas con las copas - Cindy hace que una vez mas decida levantarme de allí.

- Encargate de la entrada... - mis palabras se cortan cuando la figura de Bruno aparece por el enorme arco de flores que adorna el sitio. Mi jefe lo recibe y rápidamente lo acomoda en una de las mesas centrales.

- Camila, conoces mas que nadie al señor Lombardi, eres perfecta para atender lo que solicite en la noche, Cindy se encargará del resto.

- Como ordene señor David - tomo un enorme suspiro y me acerco hasta él.

Hace una semana que no lo veo y ahora incluso parece diferente.

- Bienvenido señor Lombardi, espero disfrute la velada, si desea algo, puede pedirlo a uno de nuestros meseros, o a mí, sere la encargada de esta reunión esta noche.

- Luces muy hermosa Camila, ¿Como ha estado la vida en tu departamento? - sus manos toman las mías y siento las miradas puestas sobre nosotros.

- Gracias - suelto su mano y avanzo lejos de él hasta la mesa de bocadillos.

Durante el evento una banda muisica que ha sido contratada toca su propia version de la canción Paradise de Coldplay,  varias personas se levantan a bailar en parejas, mientras yo me he quedado en la mesa atendiendo a los clientes.

- ¿Quisiera bailar conmigo señorita Steinfeld? - el señor Petterson ha aparecido de repente y me ha dedicado una delgada sonrisa.

- Estoy un poco ocupada...

- Dile sí - Cindy me arroja un codazo en uno de mis hombros -. Yo me encargo del resto.

- Sólo serán unos minutos.. , tu compañera ha dicho que te reemplaza.

- De acuerdo,pero debo ser honesta al decir que no tengo idea de nada acerca de baile.

- Ella bailará conmigo - Bruno aparece de la nada, apreto los pliegues de mi vestido ¿Porque el ambiente se torna nervioso? ¿y que demonios cree que hace?

- Lo siento señor Lombardi pero soy libre de bailar con quien quiera, señor Pettersson acepto su invitación a bailar - aquello había salido de mis labios sin prever la situación. Que mas daba no había algo de lo cual pudiera arrepentirme .

La mirada de Bruno no se aparto ni un leve minuto de nosotros, incluso podía jurar que sentia recelo de ello.

Él fue quien mencionó esa vez que cualquiera haría fila por salir conmigo, bueno lo estaba haciendo ahora. Me estaba dejando llevar por aceptar invitaciones de otro hombre que no fuese él.

Termino de bailar con Charles, y solo mis pies dieron unos leves pasos atrás para ver a Bruno enfrente mío nuevamente.

- Si me disculpa, ahora si podré bailar con usted señorita Steinfeld.

- Tengo que volver a la mesa - Le respondo.

- Es una lastima que ya estemos en la mitad de la pista de baile - me tira hasta ella y me aleja de Charles.

- Dije que tenía que volver a la mesa. ¿Que se supone estás haciendo?

- Bailar - se encoge con sompleza de hombros-. ¿Ahora estas asumiendo el cargo de niña rebelde?

- Es la Camila que era antes de conocerte. No puedes venir y llevarme de esa manera,actuas como un..

Posesivo, quisiera decirlo.

- ¿Y porque nunca  había conocido esa versión?

- Tal vez necesitaba algo que le abriera sus ojos - trato de zafarme de sus brazos y no lo logro.

- Quieta, me debes un baile - me acerca más a él.Mi corazón late a toda velocidad, el tenerlo a mi lado me inestabiliza, me hace perder la razón.

La música termina y con ella nuestro baile. Gracias a Dios, han sido los seis minutos mas largos de mi existencia.

- Tu jornada esta por terminar,te esperaré en el auto, puedo llevarte a tu apartamento.

- No voy a ir contigo a ningún lado, tomaré un taxi.

- Me ofrecí a llevarte, es descortes rechazar una ayuda - me da la espalda y se encamina a la salida del salón.

Demonios. No sabía que hacer, dude incluso en salir por la puerta trasera del hotel para así evitar encontrarmelo. Pero me detuve al saber que habia algo aún conmigo que me lo recordaba y que quería devolver. Termine de arreglar algunas cosas con la organizacion, tome mis cosas y salí de allí para encontrarlo a un costado del auto.

No se daba por vencido.

Sin más escapatoria que esa subí al auto y me estanque a solo mirar la ventana.

- Fue un buen evento, muy bien organizado. Felicitaciones.

- Gracias, me gusta mucho este nuevo trabajo.

Le di las indicaciones necesarias al chofer para que el auto estacionara justo en mi departamento, fui la primera en bajar de allí, después Bruno me siguio deteniendo mi marcha.

- ¿A que debo tanto silencio de tu parte?

- Sólo accedi venir contigo para devolverte algo.

Si voy a empezar de cero,es mejor no tener nada que me lo recuerde.

- Gracias pero no puedo seguir conservandola - extiendo la cadena en forma de flor que me obsequio aquella vez.

- No necesitas devolverme nada. Esto te pertenece. No sé que buscas al devolvermela.

- No quiero más nada de ti, aún cuando quiero alejarme apareces en mi vida de nuevo.

- Camila... - sujeta mi mano pero aparto la suya.

- Déjame ir, devuelvete a casa.

- ¿Segura? - me jala hasta caigo a su pecho-. Ya no puedo negarme a mi mismo lo que sucede cuando estas cerca.

Nuestros rostros estan a escasos centímetros y es cuestión de segundos para que nuestros labios se unan, su boca me recibe con su lengua que explora toda mi boca, miles de emociones recorren mi cuerpo en ese instante, besar a Bruno, es llegar al límite de la locura.Enrredo mis dedos en su cuello, mientras me aprisiona más junto a él, estoy inmovilizada,estática, me tiene a su completa disposición.

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