Identidad Secreta ® #IS1

By ChilensxsGxrl

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ATENCIÓN: HAY FALTAS ORTOGRAFICAS, ES UNA DE MIS PRIMERAS HISTORIAS, ASÍ QUE ESPERO QUE COMPRENDAN, UNO NO NA... More

sinopsis
¡¡book-trailer!!
Prologo
1° *día uno*
2° *instituto de pijos*
3° *No quiero... me niego*
4° *te lo advierto*
5° *¿encubierta?*
6° *cuidado*
7° *negativa modo /ON
8° *¿que son ustedes dos?*
10° *nos debes una explicación*
11° *entonces... clandestinas*
12° *¿tan rapido me olvidaste?*
13 *nota escritora+capítulo*
14 *¡no arruinaras esta amistad por sexo!*
15 *este día sera divertido*
16 *entrarás Sea Como Sea*
17 *¿sonambula?*
18 *Aaron te adora*
19 *el idiota me cautivó...*
20 *ya no me necesitas..*
21 *¿un vinculo?*
22 *hola, soy Scott Wilson*
23 *no, pero tratare de que nadie muera*
GRACIAS
24 *los niños...* 1/2
25 *no dejare que lo siga haciendo* 2/2
26 *no me excluyas...*
27 *mierda*
28 *¿Que haces aquí? *
29 *dime sus nombres, ahora*
30 *odio Hacer Esto...*
31 *maldito Alex, ya me cagaste el maldito día*
32 *no soy chica de nadie*
33 *un día normal*
34 *debo Asimilarlo Todo*
35 *Dejame En Paz*
36 *solo Perdoname*
37 *sin Importar Lo Que Haga, Quiero Que No Te Interpongas*
38 *final*
Epílogo.
AGRADECIMIENTOS
EXTRA: "Nuevo Caso, Agentes"
NOTICIAS

9° *¡Allen!*

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By ChilensxsGxrl

Sam....

16 de abril, 2018. 16:00 P.M

- Muy bien. Todos largense ahora- exigí mientras los oía quejarse junto a mí.

- ¿Por qué tan malhumorada, hermanita?- me preguntó Allentonto mientras le daba otro trago a su cerveza.

Me acerqué a él peligrosamente eaturando la punta de mis pies. Escuché como los chicos miraban intrigado y hablaban entre sí.

- Escúchame Alien...- le dije firmemente- no me compraste mis nutellas de la última vez, me hiciste aguantarte ebrio, rompiste mi parlante y me hiciste tomar clases de cocina... ¡Lo mínimo que harás ahora será respetar a tu hermana osino juro que tu computadora, portátil y Mariposa lo lamentaran!- al parecer lo asusté un poco, porque al instante dejo su cerveza en la mesa y me miró, haciendo una pose militar.

- ¿Eran dos nutellas, y un paquete de oreos?- asentí con una sonrisa en el rostro.- bien. Iré por ellas y de paso te compro otro parlante

Se acercó a mí y beso mi mejilla. Se despidió de los chicos y salió en su auto por las cosas que le pedí. Claudia soltó una carcajada ante lo ocurrido.

- ¡guau! Ojalá Aaron se colocara así cuando le hablo- volvió a reír Claudia. Rodé los ojos, riéndome también.

- eso jamás pasará, hermanita. Eso jamás- se negó el idiota Wilson. Lo ignoré y me acerqué a los tres, para así apuntarles la puerta principal.

- Muy bien. Aaron, por décima cuarta vez, lárgate- le pedí cabreada. El rodó los ojos, de nuevo. Creo que tiene una obsesión con rodar los ojos.

- Vamos, Hermanito. Papá hoy se va y prometiste que irías- le regañó Claudia. El asintió con un bufido, y se despidió de Maider.

¿Con qué cara se despide de ella? Su novia la agrede e insulta y él solo se despide así como así. Que idiota

- Agh. Odio a Aaron- rodé los ojos al ver como Maider se limpiaba la mejilla. Ella se encogió de hombros.

- Sé que no es su culpa que su novia sea una perra completa, pero al menos un disculpas, sabes. ¿Y que hace? Te amenaza por defenderme.

- Es el idiota Wilson- concluí la charla. Maider asintió de acuerdo a mi apodo.

- También me voy, mis padres deben estar planeando mi funeral... O quizás mi fiesta de celebración por haber salido de fiesta. Yo que sé con esos dos.

Maider se despidió y salió de la casa. ¡Por fin estaba sola!

A penas todos se fueron subí las escaleras y entré a mi cuarto a cambiarme por algo más cómodo que un top y unos jeans.

Me coloqué algo simple. Un poleron café rojizo que Allen me regaló, debajo del poleron llevaba una polera suelta hasta el hombligo, unos mono grises un poco anchos, mis Nike negras y por último tome mi pelo en una coleta apretada

En cuanto terminé de vestirme y echarme desodorante junto al perfume, Me lavé los dientes.

Al bajar me encontré con Allen llegando. Me tendió todas mi cosas y fue a limpiar las botellas de Cerveza que el y Aaron habían estado bebiendo.

- bien, guapo. Ve y cámbiate, a las cinco debemos estar allá para la misión.- el asintió repetidas veces, sonriéndole de lado.

-Por cierto, te ves hermosa hoy.- sonreí ampliamente mientras él subía.

Fui a la cocina y preparé mi bolso. Eché una navaja, mi botella de agua, un cambio de ropa y una barra de desodorante. Todo lo necesario para una misión, pues podía ocurrir que me hiciera necesitar todo eso.

- muy bien, Estoy listo- me avisó Allen mientras veía su cuerpo bajar por las escaleras. Asentí mientras terminaba el bolso.

Tomé una navaja de punta fina y la coloqué en mi zapato, solo por si acaso mi arma no funcionaba o se acababan las balas.

Subimos a nuestras motos y arrancamos con la ubicación puesta en el GPS. Al cabo de media hora pudimos ver el edificio.

Era un edificio abandonado bastante feo. Parecía desecho y apunto de derrumbarse. Mire la estructura y con respecto al daño, o hubo un incendio comento que no pudieron controlar, o lleva unos seis años destruida

- ¿Es una...?- lo callé enseguida, desempuñando mi arma y apuntando a mi alrededor.

- sostén tu arma- le avisé, a lo que Allen sin protestar obedeció.

- tu derecha, yo izquierda- me indicó en un susurro. Yo asentí repetidas veces, caminando hacia la derecha con sumo cuidado, intentando de no llamar demasiado la atención.

Empezamos a caminar lentamente, mientras que yo de a poco levantaba la mirada y veía a mi alrededor, manteniéndome en todo momento alerta.

Miré a Allen y vi cómo hacía lo mismo, solo que él en vez de una pistola sacaba su Navaja mariposa y la alzaba en su mano.

Inmediatamente se escuchó un ruido a nuestro alrededor y muchas personas llegaron, rodeándonos y superándonos en número. Miré a Allen y el asintió sonriente. Que comience el juego.

Saqué completamente mi Magnum de debajo de mi poleron y sin duda, empecé a correr junto con Allen a las motos. Todos los hombres venían por detrás, siguiéndonos mientras disparaban a nuestros pies.

En un rápido movimiento Allen me tomó de la cintura y pude ver cómo una bala rozaba la plantilla de mi zapato. Me soltó al instante y seguimos corriendo ambos, sin dejar de esquivar y devolver las balas que nos lanzaban.

Tomé el bolso que había sobre mi moto, y lo primero que hice fue sacar la navaja de punta triangular en forma de cruz. Era mi favorita para el combate cuerpo a cuerpo.

Me acerqué a un grupo de hombres a unos metros de mí, mientras Allen aún terminaba de sacar sus Navajas chinas junto a algunas armas que guardaba en su cinturón. Aquel chico nunca dejaría de lado sus cuchillas.

- bien malditos, ¿Que esperan? ¡Ataquen!- les grité a los muy idiotas frente a mí, que solo me miraban y giraban en círculos a mi alrededor. Como si eso fuese a asustarme.

Uno de los hombres fue el primero en atacar. Alto, masizo, rubio, 23 años como mínimo. Se mostraba fuerte, mucho más que yo. Y fue cuando supe que aquello lo podía usar a mi favor.

Comenzamos una guerra mano a mano, la cual yo usaba su fuerza en su contra, lanzándolo al suelo repetidas veces. Al ver que iba ganando, saco su arma de su espalda. Una revolver Colt 1911

Una buena arma si quieres presición, pero en una guerra mano a mano yo ocuparía una Aka revolver. Son más rápidas al momento de tirar el gatillo, sin mencionar que el impacto a cercanía era mayor.

En cuanto veo mejor las armas de todos los demás, sonrío con aires de ganar. La Colt 1911 no se compara para nada con mi Magnum 44.

El primer disparo lo dió el, por suerte lo esquivé a tiempo, para a continuación esquivar el resto de estos. En cuanto el siguió disparando yo decidí saltar y dar una que otra vuelta, atenta a mi siguiente movimiento contra él.

Al ver como el chico rápidamente cargaba su arma, aproveché su distracción y disparé.
Hice dos disparos, a su cintura y uno a su brazo. Llegó solo la del brazo, pues rápidamente se corrió.

- ¡Ahh!- se quejó este. Sus compañeros al verlo herido decidieron entrar al juego que ambos teníamos. Yo solo sonreí con egocentrismo, lo cual los hacia enojar cada vez más.

La ira no es buena, cuando tu enemigo es más listo que tú.

- ¿Y bien, muchachos? ¿Lo haremos a mano, o a fuego?- les pregunté burlona. Todos ellos se miraron entre sí, e instantáneamente sacaron sus armas blancas, las cuales consistían en cuchillas.

Escondí la revolver en mi espalda baja, y gemí al sentir la punta del arma caliente por los disparos. Debí esperar antes de guardarla.

Llevé mi mano a mi pie y otra a mi sostén, distrayéndolos con el último acto. Neanderthals.

Saqué rápidamente mis dos navajas. La primera era una normal, punta fina y en forma de cruz. La segunda era una navaja triangular, corta pero tan afilada que con la mínima presión ya cortaba la piel y el inicio del músculo.

Ellos al segundo se acercaron para atacarme. Algunos con armas chinas, otros con mariposas, y así sucesivamente hasta verlos a todos armados a mi alrededor.

Miraba de vez en cuando a Allen. Estaba terminando con los hombres que lo estaban atacando. Hice una mueca al ver cómo le quedaban la mitad.

No es por ser testaruda, pero... ¡al diablo! me enfurece que el los este acabando primero que yo. ¿Donde quedó el chico que odia las pistolas?

Algo testaruda por aquello sigo atacando y atacando. El de la arma china se me acerca luego de derribar a tres de los suyos. Se notaba muy molesto conmigo.

Bien. Me quedan cuatro.

- ¿Que esperas?- le pregunté al notar como el  hombre se quedaba ahí mirándome fijamente.

- nada. Solo pensaba que parte cortaré primero.- y dicho esto, hace un pequeño tajo en mi brazo. Evito el chillido que se aproximaba en mi garganta, y con la adrenalina a flor de piel, me acerco a él y le entierro la navaja con forma de cruz En el brazo. Este retrocede rápido, dejando que otro se acerque a mí.

Este al verme herida, saca su navaja mariposa y empieza a atacarme con esta.

En un movimiento rápido le entierro mi navaja triangular en el vientre y la doblo en el lugar, haciéndolo caer por el dolor. El pobre necesitará cirugía.

Dos más y ya, Sam... Tú puedes.

Empezamos una guerra dos a uno en la cual yo voy con clara ventaja. Entre pasos y saltos, acabo con uno, quedándome tan solo con aquel hombre.

Reaccionó al instante y lo apuñalo en la pierna al notarlo distraído. El no se queda atrás y me rebana el poleron, dejándole una cortada que exponía parte de mi abdomen.

Maldito ¡Es mi poleron favorito!

Enojada y con aún más adrenalina en mi sistema, lo sujeto y le doy tres rodillazos en su entrepierna, dejándolo inmóvil en el suelo. Por último, para asegurarme de que se quede allí, le hago un tajo a su pierna lo más profundo posible, dejando ver el inicio de su músculo exterior.

Volteo y veo a Allen acercarse a mí corriendo. Sonrió ampliamente al verme, pero aquella sonrisa se desvanece rápidamente cuando me mira con más detalle.

- ¡Sammy!- sonreí al verlo con a penas unos rasguños y una herida de bala. Estaba a salvo. Eso es bueno.

Se detiene a mitad de camino cansado y comienza a caminar hacia mí.

Al instante veo como uno de esos hombres se arrodilla y le apunta a la espalda. Abro mis ojos como plato, lista para intentar disparar.

- ¡Allen!- chillo. Rápidamente tomo mi Magnum y le lanzó tres tiros. Uno en la pierna, otro en la cintura y el último en la cabeza

Me acerco a Allen corriendo y de un salto me enrollo en su cintura. Suelto todo el aire en mi sistema cuando veo que no lo hirió.

- casi te matan, y por darles la Espalda- lo regaño, tomando su rostro entre mis manos. El solo me dedica una amplia sonrisa.

Siempre he tenido un miedo horrible a perder a Allen por nuestro trabajo. Y más de una vez casi sucede.

- tranquila. Estoy aquí linda, aquí y me quedaré un largo tiempo más- sonreí y volví a abrazarlo con cuidado, ya que mi brazo estaba expuesto y mi pierna tenía una bala dentro, aunque no era muy profunda.

Nos alejamos luego de aquel lindo momento, cuando al instante unas motos y autos rodean el lugar. Me separo de Allen y apunto con mi arma mientras en la otra mano sujetaba mis navajas listas para ser lanzadas a sus cabezas.

- ¡Tranquilos!- nos grita una mujer bajando del único auto negro que venía. Se me hace familiar

Rubia natural, el cabello hasta los hombros. Es de tesis blanca y tiene cuerpo fornido pero no tan reforzado. Se nota que ha dejado el entrenamiento de lado.

- ¿Alison?- preguntamos al unisono. Al instante ella sonríe y nos asiente repetidas veces. Con Allen bajamos las armas al ver que era la directora de la agencia de aquí.

-la misma, Chicos. Vengan a la agencia y allí sanarán esas heridas-. Nos mostró una amplia sonrisa, solo paga luego quitarla y dirigirse a su personal.- ¡y todos ustedes! ¡Llévense a los vivos y quemen a los muertos!, No quiero rastros aquí.

Todos sus chicos asintieron, acercándose a los cuerpos y empezando a hacer su trabajo. Hace mucho que no veía a la brigada de limpieza.

Subimos a nuestras motos con algo dificultad, y una vez el auto de Alison arrancó, lo seguimos rápidamente por detrás. Al llegar a un edificio alto y oscuro, entramos junto a ella al estacionamiento y solo nos detuvimos junto a ella una vez estacionó.
Bajamos de los vehículos y siguiendo sus instrucciones, entramos junto a ella.

Al entrar todo el mundo nos mira, y no por ser nuevos, sino porque estamos hechos un asco y de vez en cuando gotas de sangre caen de nuestros cuerpos.

Miro a Allen y lo veo viéndome de reojo. Le dedico una amplia sonrisa, tomando su mano entre la mía.

- bien. Esta es la enfermería, pueden curarse aquí con ayuda de nuestro encargado y agente, Joshua- Nos indicó Alison. Ambos asentimos y entramos, luego de tocar en la puerta, escuchando un pase de dentro.

- buenas tardes, Agente Joshua.- lo saludamos con un tanto de formalidad. Al instante el se voltea, dejando ver unos hermosos ojos azules profundos y una pequeña barba cayendo desde su mentón hacia su cuello. Mediría alrededor de un metro ochenta, y su cuerpo era delgado, pero notablemente ejercitado.

Samantha. No te derritas que no es el momento.

Lo intentaré..

- hola, Chicos.- Nos sonrió ampliamente, para luego vernos de arriba hacia abajo- ¡Vaya! Parecen sacados de la morgue- murmuró, haciéndonos reír.

Y es verdad. Todos sucios, cortados en varias partes del cuerpo y con sangre seca y aún saliendo por las heridas. Parecíamos sacado de una película de zombies.

Joshua se acercó a uno de los muebles, sacando gasa, vendas, tijeras, cuchillos, agujas e hilo de este. Luego se acerca a otro y de este saca alcohol, povidona y un cinturón. ¿Cinturón?

- bien. Allen, tu primero- Dice el nombre de mi mejor amigo con total normalidad, cuando no se lo hemos dicho.

- veo que ya nos conoces- le dice mi hermano, a lo que chico guapo asiente repetidas veces.

- Si. He escuchado varias cosas de ustedes dos- sonrió de medio lado. Sonreí curiosa, integrándome en la conversación.

- ¿Cómo que cosas?

- como que son muy avanzados para su nivel de edad, y por eso es que los promovieron a casos más grandes he Internacionales- se encogió de hombros- también que Tú- señaló a Allen- eres un genio con la tecnología y las armas de fuego. Y tú.- esta vez me apunta mí.- eres un prodigio

- ¡Vaya! Solo falta que digas que si somos vírgenes o no- soltó en broma Allen, a lo que Joshua se encogió de hombros nuevamente.

- bueno. Tu no lo eres, pues tú confianza y la forma en la que mirabas sin descaro a la chica allí afuera lo demuestran. Pero Sam si, ya que la notó incómoda al tocar el tema.- abrí mis ojos como plato, viendo cómo había acertado a aquello con solo mirarnos y ser observador. Realmente asombroso.

- vaya. A demás de lindo y listo, eres un hacker y doctor- lo alagué, a lo que Joshua sonrió y me guiñó el ojo.

- No saben lo que uno consigue en los archivos de la agencia cuando esta aburrido.- los tres reímos, y penas él acabó con Allen, se dirigió a mí.

- Ven aquí, Sam.- me dijo señalando la camilla. Asentí repetidas veces, sentándome en esta sin protestar.

El empezó con mi pierna, quitó la tela de mi poleron que me coloques para detener el sangrado, y cortó mi pantalón, para luego darme el cinturón.

- muérdelo- asentí sin preguntar, pues sabía que venía. El con cuidado introdujo el cuchillo dentro de la herida, mientras gotas de alcohol se mezclaban con mi sangre y músculo expuesto.

- ¡MALDICIÓN!- chillé mientras mordíael cinturón, evitando moverme para así no empeorar el dolor. Si lo hacía, podía pasar a llevar una vena, o peor, una arteria.

- Ya casi, tu aguanta ¿Bien, linda?- me sonrió, mientras yo asentía. A penas y pude notar que me había llamado linda.

Joshua con cuidado introdujo las tijeras con punta redonda, abriendo más la herida. Con ayuda de estas, la bala salió al instante, haciéndome soltar todo el aire contenido.
Solté un llanto combinado con un suspiro de alivio. Al menos ya no duele tanto.

- que valiente. Otros se habrían quejado y gritado como si los estuvieran cortando vivos- reí mientras secaba alguna de mis lágrimas.

- si no eres valiente, no puedes con este trabajo- espeté algo cansada por tanto dolor en mi cuerpo. La adrenalina estaba dejando mi sistema.

- Te cosere esto, te puedo colocar anestesia pero si mal no recuerdo...- empezó a decir, a lo que yo interrumpí.

- no me gusta esa cosa- finalicé por el. Joshua rió y asintió.

Con cuidado empezó a pasar la aguja y el hilo por mi piel, uniéndola y parando un poco el sangrado. Suspiré pesadamente cuando acabó.

- Amarro esto y, listo- ambos chocamos las manos, algo que sin duda fue una mala idea, pues mi mano quedó llena de mi sangre. Él al ver mi cara soltó una carcajada.

- Toma. Límpiate mientras yo limpio el brazo.

Así estuvimos un largo rato hasta que él al fin terminó de curar y vendar mis heridas.

- muy bien Sam. Hemos terminado- asenti y me levanté de la camilla con cuidado. Al hacerlo ví como esta tenía bastante sangre, manchándola.- Puedes irte. Allen debe estar en la cafetería.

- No. Te ayudo a limpiar, al final es mía está sangre- Joshua asintió y sin contradecirme, me tendió un trapo para que limpiara.

- Si no me equivoco al verte y ver tu cuerpo, debes tener unos 19 mínimo- le digo, haciéndolo reír y asentir.

- Y a ti viéndote la cara, tus hombros y caderas, unos 17- murmuró, mientras yo asentía.

- pero pronto 18- agregué rápidamente.

Al terminar de limpiar toda esa sangre y trapear el suelo, lo ayudé a botar todos los elementos que usó con cuidado de no agacharme tanto. Al terminar me lavé las manos y luego de darme un baño en la enfermería y cambiar mi ropa por una que me tendió el chico, salí de ahí encontrándome a Joshua sin la bata vistiendo con unos jeans y camisa ajustadas.

- veo que ya no tienes mi sangre encima- asintió mientras reía. Yo le seguí la risa.

- Lo sé. Pero ven, porque ahora tú debes recuperar esa sangre comiendo.

Ambos caminamos a paso moderado por mi pierna, hacia la cafetería del lugar. Una vez llegamos, vi a unos cuantos agentes y a Allen hablar con ellos. Nos acercamos a la mesa.

- ¡Sammy!- me sonrió Allen una vez notó mi presencia acercarse. Le devolví la sonrisa.

- ¡Alien!- besé su mejilla y me senté junto con Joshua.

- ellos son unos agentes que gentilmente me hablaron mientras a ti te enterraban cuchillos y cosían la piel. Ya sabes, Como en esa película del tiburón y la chica- sonrió Allen a modo de burla. Lo codee burlona.

- ja ja Muy gracioso- rodé los ojos para luego mirarlos- hola, Chicos. Soy Sam

- hola.- me saludaron ambos a la vez.- Un gusto, soy Ethan.

Se presentó un castaño claro con ojos castaño brilloso. Se notaba mucho más alto y fornido que Josh. No se pasa de los 25 años, pues su rostro no lo demuestra.

- y yo Zack- me sonrió el otro chico junto a él. Les devolví las sonrisas a ambos.

Este era rubio con ojos entre verdes y cafés. Era alto y fornido al igual que Ethan. He igualmente no pasa de los 25 años.

- ¿Por qué nos mira así?- preguntó Ethan, viéndome fijamente. Allen soltó una leve carcajada.

- los examina y adivina sus edades- explicó por mi, a lo que yo asentí.

- Bueno, yo quiero escuchar esa descripción- si rió Zack. Asentí de forma relajada, antes de comenzar a describirlos en voz alta.

- Ethan. Alto, castaño, ojos castaño brilloso. Fornido, haces ejercicio, delgado y joven pero no adolescente... No pasa de los 25- el asintió, de acuerdo a mi descripción.

- vaya... ¡Ahora yo!- chilló Zack, haciéndome reír por la emoción que esto le causaba.

- Zack. Alto también, rubio, ojos verdes y castaño. Fornido y masizo, de espalda ancha, delgado. Eres joven pero no un adolescente, asique debes menos que 25, al igual que Ethan

- Eres increíblemente observadora- sonrió este, a lo que yo volví a asentir- y si... Ambos tenemos 22 años.

Asentí conforme con mi suposición. Muy pocas veces me equivoco en los rangos de edad.

Miré la bandeja de Allen y sin que lo notara, le robé las papas y su soda.

- ¡Hey!- hizo un puchero molesto, intentando obtener su comida de vuelta.

- hoy te salvé la vida, chico. No te quejes y agradéceme- el rodó los ojos para terminar sonriendo. Todos reímos por su cambio repentino de expresión.

_________________________________

Holaaa

Bueno... Otro capítulo

* Magnum y navaja triangular de Sam en multimedia 💯*

Espero les guste. Lo hice largo para ustedes amores míos

Los ama su sensual escritora

Byeeeee 💖❤💖❤

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