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Se sentó en la cama, algo sobresaltada, ya que unos estruendosos gritos la hicieron despertar. Sin pensarlo dos veces, se levantó y salió apresurada de la habitación, importándole poco el hecho de que aún llevaba el pijama puesto y su cabello estuviera hecho un completo desastre.
Mientras se dirigía a aquél lugar, se fijó en un reloj de pared que encontró por ahí; era muy temprano en la mañana. Aún faltaba media hora para que su alarma suene, Jiwoo ya debía estar en el trabajo para esas horas y Hoseok siempre era de despertar tarde, es por eso que aquél alboroto se le hizo muy extraño. ¿Podría ser él el involucrado en ello?
Los sonidos venían de la sala. Bajó el ritmo de sus pasos y se acercó sutilmente a la puerta. Sabía que era malo fisgonear, pero aquellos gritos la preocuparon mucho y quería al menos identificar las voces de quienes discutían allí, detrás del bloque de madera.
—¡Hemos tratado de ayudarte todo este tiempo porque realmente nos importas, Hoseok!— oyó una voz masculina, totalmente desconocida para ella.
—¡¿Por qué simplemente no aceptas lo que te proponemos?!
—¡Porque su ayuda es una completa mierda!— ahora oyó la voz del mayor, la cual sólo denotaba furor. Blue se preocupó aún más al reparar en aquél detalle.
—¡Y yo no soy un maldito loco como para que me encierren en un hospital psiquiátrico! ¡¿Entiendes!?— rugió.
—¡¿Entonces qué quieres?! ¡¿Realmente qué quieres que hagamos por ti?!
—¡Sólo no quiero su maldita ayuda y punto! ¡Jamás se las he pedido!— Hoseok hizo una pausa efímera y la chica detrás de la puerta moría por saber qué pasaba allí dentro. Estaba muy asustada, y bastante preocupada por aquél chico azabache.
—...Sólo... ya déjenme morir- el sollozo de aquél chico fue callado por un fuerte golpe, el cual Blue pudo escuchar claramente.
Sus ojos se abrieron a más no poder después de eso y no pudo evitar abrir súbitamente la puerta. Entró e instantáneamente se quedó petrificada al ver aquella escena. Hoseok estaba en el suelo con una herida en su pómulo y un chico rubio yacía parado frente a este, al parecer era él el portador de aquella voz rasposa y también quien había golpeado al azabache. Blue corrió hacia el dueño de la casa y pudo notar que su herida estaba sangrando, se asustó mucho.
Miró luego a aquél chico rubio, quien permanecía con la expresión de cólera más sobrepasada de la historia, y trató de articular bien todo lo que acababa de suceder.
¿Quién podría ser aquél chico?
¿Un amigo que también trataba de ayudarle, tal vez?
Podría ser.
"—Yoongi ya está enterado, no esperes tan tranquilo." La voz del chico anterior volvió a resonar en su cabeza y sospechó.
—Vete de aquí, Blue. No te metas.— el chico la hizo a un lado y se levantó con torpeza.
Él rubio le señaló con la cabeza.
—¿Ya has reaccionado? ¿O debo volver a golpearte para que dejes de ser un imbécil?
—Yoongi, no quieras hacerme entender a tu modo.— el azabache sonrió con amargura.
—Tampoco, aunque quisieran hacerlo de otras formas..., jamás podrán hacer que cambie de opinión.
El rubio de tez pálida se acercó abruptamente y le miró con una expresión amenazante.
—¿Vas a golpearme de nuevo?— preguntó y el otro chasqueó la lengua.
—Ya dije, hazlo cuantas veces quieras, jamás me harás entender porque...— hizo una pausa ya que él mayor le había tomado del cuello de la camisa para enfrentarle muy de cerca.
—¡Vamos, dilo, quiero oírte bien!— le incitó.
—¡Porque ya no quiero seguir viviendo!— terminó. El rubio lo soltó con brusquedad.
Esperó unos efímeros segundos antes de hablar.
—¿Entonces por que carajos sigues aquí, eh? Si es verdad que nadie aquí te importa, debiste haberte suicidado en cuanto se te dió la mínima oportunidad.
Blue encendió sus ojos al oír las palabras de aquél chico y su sangre ardió al instante. ¿Por qué él hablaba como si nada de un tema tan serio?
—Si..., tienes razón.— miró al mayor, quién volvió a hablar. Este estaba cabizbajo.
—Por supuesto que si, muchas personas aquí aún me importan, tú me importas Yoongi.— le miró y el rubio se sintió empático.
—No tienes idea de las veces que me he puesto a pensar en ello, de cómo me daba una imagen de sus rostros si se enterarsen de que algo me pasara y... saber que ustedes se preocupan tanto por mí, que me aman... Por un momento, aunque no lo creas, siento ganas de estar vivo de nuevo. Sólo por ustedes.- el chico se detuvo de nuevo, trató de retener sus lágrimas pero no pudo.
—Pero en cuanto la recuerdo o veo algo relacionado a ella, los malos recuerdos vuelven a opacar mi mente y esos dolorosos sentimientos se apoderan de mí, Yoongi. Es por eso que no puedo evitarlo, son impulsos muy fuertes que me incitan a hacerlo.— se rompió en ese instante.
Yoongi permaneció callado. Su amigo por primera vez se estaba abriendo ante aquello, y por eso no supo bien cómo reaccionar. Sólo se acercó más a él y lo estrechó en sus brazos, dejando que este se desahogue contra su hombro.
Blue observaba todo desde el suelo.
Había oído lo mismo que Yoongi, y con menos razón supo como reaccionar a aquello. No quería seguir ahí, pero algo en su interior se rehusaba a salir del lugar.
Su corazón se estrujó por enésima vez, oyendo los sonoros sollozos del pobre chico. Y se preguntaba por qué eso debía estar pasándole, y si él habrá hecho algo malo como para merecer aquello. Pero al pensar en eso, una imagen de sí misma siendo más joven se le vino a la cabeza. Es por eso que ella quería ayudarle. No era nada asimilido con la lástima; era porque de algún modo Hoseok le recordaba a ella.
"Tampoco entendia por qué me pasaba a mí y también lloraba de la misma manera." pensó.
—Ya no tengo remedio, es por eso que no quiero ir a un lugar así...— oyó lo sollozos de aquél chico, aún siendo reconfortado por su pálido amigo.
Si. Él tenía remedio. Ella podía demostrarlo. Aunque aún no supiera cómo, lo haría y le demostraría que si podía haber otra solución para aquello.
...
Una vez Yoongi se marchó, Hoseok sólo se encerró en su habitación.
Blue había aprovechado para cambiarse y lucir más presentable.
Sostuvo con una sola mano la charola donde llevaba el desayuno para el mayor y apretó el botiquín debajo de su brazo para luego golpear la puerta de la habitación con sus nudillos.
Ingresó luego de oír una respuesta afirmativa y pudo ver al chico sentado en un costado de la cama, estaba más inexpresivo que nunca. Se sintió cohibida ante su seria mirada pero de igual forma lo dejó pasar y reposó la charola sobre la mesita de noche.
Blue le miró detenidamente un efímero lapso sin saber como empezar y sólo se sentó al costado del mayor, abriendo la pequeña caja para sacar una gasa y líquido desinfectante. Mojó el paño y estuvo a punto de curar su herida pero él se lo impidió, sosteniendo su muñeca.
—Yo mismo lo haré. Déjalo.— dijo con la misma seriedad.
La chica apretó los labios y negó.
—Deja que yo lo haga.— pidió.
Él no dijo nada, sólo la miro y negó.
—Hoseok.— llamó, este la ignoró.
—Está sangrando. Déjame hacerlo, por favor.— insistió.
Hoseok chasqueó la lengua.
—Ya que. Esta bien.- Blue sonrió ampliamente y comenzó a limpiar su herida.
—¡Ah! ¡Eso arde como el infierno!— se quejó.
—Shh... Sólo durará un momento...— ella seguía ensimismada en su labor, limpiando la sangre en aquella zona. Él se quejaba con pequeños gruñidos y esta sólo le acallaba del mismo modo.
Hoseok espectaba cada una de las muecas que la chica hacia al tratar de abrir el parche para tapar su herida. Apretó los labios.
—¿Por qué haces esto?— cuestionó. La chica arqueó una ceja sin comprender y prosiguió a cubrir la herida.
—¿Hacer qué?— habló una vez que acabó y ahora guardaba los elementos utilizados.
—Siempre te trato como la mierda y tú sólo haces cosas buenas por mí.
Blue lo pensó. Era cierto, él siempre lo hizo desde un principio. ¿Pero cómo ella podría no sentirse mal al respecto? Bueno, tal vez al principio si llegó a afectarle un poco pero ahora que sabía más de él ya no le importaba aquello. Ahora sólo quería ayudarle. Porque comprendía por lo que él pasaba.
—Bueno..., para todo hay una razón, ¿no?— sonrió.
—Y creo que el cómo tratamos a alguien debe tener una también.
Si, tal vez él tenía una razón para aquello pero si pensaba detenidamente, se le hacía muy tonto.
¿Él realmente era así con ella por ese sueño que creó su imaginación? Si era así, entonces estaba muy arrepentido. Ya que él había descartado por completo el creer en aquella fantasía crea da por su lesionado cabeza.
Por supuesto que no iba a estar de acuerdo con ello. ¿Quién carajos era capaz de frenar un coche a toda velocidad sin siquiera mover un puto dedo? ¡Ni Hulk lo haría! Bueno, si. ¡Pero Hulk no existía y ese tipo de cosas tampoco!
Es por eso que sólo decidió quedarse con la versión de su hermana. Eso tenía más lógica y también cabe destacar que sí habían pruebas, su auto realmente fue encontrado estrellado contra un árbol.
¿Pero por qué a pesar de estar razonando todo aquello, ella le seguía causando un leve malestar en su interior?
Tal vez sea porque ella fue quien lo había encontrado y reportado su accidente a la policía. No estaba molesto con ella por eso, comprendió que sólo se sentía impotente porque aquél intento no funcionó y no sabía con quien descargarse.
¿Entoces era porque ella era una completa extraña que estába hospedándose gratis en su casa como recompensa? Bueno, el sentía cierta molestia por aquello, le era injusto tener que pagar por algo que ni siquiera agradecía, pero estaba seguro de que eso no era lo mismo.
La chica se levantó de la cama y le volvió a dedicar una pequeña sonrisa. La expresión pensativa del mayor se desvaneció y se sustituyó por una de incomprensión al ver con detención el rostro de aquella mujer.
¿Era porque de algún modo ella le recordaba a Ahri?
...
💚