Los siete chicos llegaron en la camioneta negra a la mitad de la noche, lo que más deseaban en ese momento era discreción y descanso. La noche no era tan oscura y el clima cálido la hacia de cierta forma acogedora, sin embargo, al poner un pie dentro del internado sintieron el frío recorrer sus cuerpos y como si lo hubieran planeado voltearon a ver a su manager con expresiones suplicantes, no era que no quisieran estar en ese lugar, todo lo contrario, estaban felices de pertenecer a esa escuela puesto que ellos mismos la habían seleccionado, simplemente, en ese momento había algo que quería alejarlos.
Las ruedas de sus maletas se arrastraban sobre el pavimento enrocado hacia donde el director y subdirector los estaban esperando con una sonrisa, sus seis compañeros se adelantaron para conocerlo mientras que el más joven se quedaba observando todo, como si estuviera buscando algo, sus ojos se encontraron con los dos hombres, súbitamente se sintió pequeño, como si pudieran ver dentro de él y dejó de observar el paisaje, había algo que lo llamaba adentro, una sensación que nunca había experimentado y que lo asustaba al mismo tiempo que su curiosidad se hacia más grande.
―Queríamos conocerlos antes que todos puesto que debíamos dejar las reglas claras ―el hombre más joven (quien supusieron que era el subdirector) comenzó a hablar captando la atención de todos los presentes incluyendo su manager―. No son los primeros idols que esta escuela recibe y esperamos no sean los últimos, pero no esperen alguna clase de tratamiento especial, dentro de esas puertas ustedes serán tratados con la misma exigencia que a todos los alumnos.
―No dejen que mi hijo los asuste, entendemos sus situaciones especiales, pero tampoco queremos quejas de otros padres, espero que su estancia sea placentera y que disfruten la escuela ―aquel hombre hablaba con una sonrisa vacía que hizo a todos temblar un poco de miedo.
Discretamente y sin hacer ruido fueron conducidos a sus habitaciones, se les entregaron sus horarios, un mapa y serie de documentos que necesitarían llevar para hacerse cargo ellos mismos, el tramite de su credencial, cartas de conducta, etc. Después los dejaron solos y dejaron escapar el aire que habían estado guardando sin darse cuenta para dormir lo que quedaba de la noche.
Hola. ¿? Me presento, soy Momo (not really, pero prefiero eso), esta es la primera vez que publico una historia, debo aclarar que mi idioma nativo no es el español, pero quise hacer el esfuerzo de escribir en este idioma (así gano créditos con mi maestra), tenía esta historia planeada desde hace un tiempo, pero al fin decidí publicarla, no es una historia "típica", pero si es muy cliché, así que si les gusta la miel sobre miel, sobre drama, espero que esto sea de su agrado. <3