RACHEL.
Hoy era el día de los premios, ninguno de los chicos del elenco estábamos nominados, pero nos habían invitado.
Después de los premios habría una fiesta a la que también estamos invitados.
Hoy por la mañana Kat, Nathalie, Kaya, Rosa y yo iríamos a un spa y salón de belleza para hacernos unos tratamientos y arreglarnos para más tarde.
Rachel: Tommy, ya me voy -dije acercándome al sofá donde estaba sentado.
Thomas: ¿Quieres que te lleve?
Rachel: Pensaba llevarme el auto.
Thomas: Prefiero llevarte -dijo levantándose del sofá y tomándome por la cintura para después besarme.
Rachel: Últimamente andas muy romántico ¿no crees?
THOMAS.
Hoy era el día de los premios, habían invitado al elenco y después iríamos a una fiesta.
Las chicas irían al salón de belleza o algo así para consentirse.
Yo estaba sentado en el sofá viendo la televisión cuando Rachel bajó a la sala.
Rachel: Tommy, ya me voy -dije acercándome al sofá donde estaba sentado.
Thomas: ¿Quieres que te lleve?
Rachel: Pensaba llevarme el auto.
Thomas: Prefiero llevarte -dijo levantándose del sofá y tomándome por la cintura para después besarme.
Rachel: Últimamente andas muy romántico ¿no crees?
Thomas: ¿Qué tiene que quiera ser romántico con mi novia? -dije besando la comisura de sus labios.
Rachel: Nada, me gusta que seas así.
La verdad es que quería ser aún más romántico con ella porque tengo algo en mente.
Le propondré matrimonio a Rachel.
Aún no tengo el anillo, iría a comprarlo hoy con ayuda de Dylan, se lo pediré en la fiesta.
Ambos salimos de casa y subimos al auto, la lleve hasta el salón, spa o lo que sea y después de dejarla fui a recoger a Dyl.
Dyl: Hola -dijo cuando subió al auto en el asiento de copiloto- ¿listo para esto?
Asentí y arranqué el auto, fuimos directo a una joyería en la que varias veces le había comprado regalos a Rachel, los dueños nos conocían a la perfección.
Llegamos, aparque el auto y bajamos.
Cuando entramos a la joyería, detrás del mostrador se encontraba el lindo matrimonio que dirigía la tienda, Mark y Thea, no eran muy viejo, aparentaban unos 30 o 35 años.
Thea: Thomas, que gusto verte.
Thomas: Igualmente, les presentó a Dylan, mi mejor amigo -dije señalándolo- Dylan, ellos son Thea y Mark.
Dyl: Un gusto.
Mark: Igual -parecía buscar algo con la mirada- ¿Y Rachel?
Thomas: Esta vez no podía venir.
Thea: Es una lástima, hace mucho no la veo, pero bueno, ¿qué le comprarás esta vez?
Thomas: Ahora es una ocasión bastante diferente y especial.
Mark: Tenemos cualquier cosa que necesites.
Thomas: Bueno, pues voy a proponerle matrimonio a Rachel.
Mark y Thea me miraron asombrados.
Mark: Sabíamos que este momento llegaría, son la pareja perfecta.
Thea: Estábamos esperando el momento en que vinieras a comprar el anillo y tenemos el indicado para ella.
Thea salió por la pequeña puerta detrás del mostrador, Mark, Dylan y yo charlábamos, unos minutos después Thea volvió con una bella caja color carmesí y la puso sobre el mostrador.
Thea: Este es el indicado -dijo abriendo la pequeña caja.
El anillo era perfecto. A Rachel le encantaría. Definitivamente lo llevaría.
Thomas: Es perfecto, lo llevaré.
Mark: Maravilloso -dijo mientras se acercaba a la caja.
Dyl: Le encantará -dijo mirando el anillo.
Thea: Queremos saber su respuesta, te aseguro que dirá que sí.
Thomas: Ustedes serán de los primeros en saber y serán invitados de honor.
Pagué y me despedí de Mark y Thea, subimos al auto y lleve a Dyl de regreso a su casa. Iba a ir a recoger a Rachel. Me aseguré de esconder bien el anillo cuando llegué por ella y baje del auto para abrirle la puerta del copiloto. Subí al auto y regresamos a casa para arreglarnos.
RACHEL.
La visita al spa había sido muy relajante. Ahora ya estaba en casa para arreglarme para el evento.
Me di una buena ducha, sequé por completo mi cabello y abrí mi armario para elegir que ponerme.
Recordé un lindo vestido nuevo que había comprado hace unas semanas y decidí estrenarlo.
Termine de arreglarme y baje a la sala a esperar a Tommy.
Thomas: ¿Por qué tengo una novia tan hermosa? -dijo mirándome de pies a cabeza mientras bajaba las escaleras con la corbata en la mano.
Rachel: Eres muy suertudo -dije arrebatando le la corbata para ayudar a ponérsela.
Thomas: Lo se -dijo riendo y observando lo concentrada que estaba poniéndole la corbata.
Rachel: Listo -dije rodeando su cuello- ¿por qué tengo un novio tan guapo?
Thomas: Eres muy suertuda -ambos reímos, Tommy rodeo mi cintura con sus brazos.
Rachel: Si, lo soy -dije sonriendo, él me dio un corto pero cálido beso.
Thomas: ¿Nos vamos ya?
Asentí, salimos de casa y subimos al auto.