Fin (Yaoi/BL)

By Shinsenna

7K 736 22

Ren, tras una vida de dedicación a la gimnasia tendrá que replantearse su vida desde cero tras descubrir los... More

Cap. 1
Cap. 2
Cap. 3
Cap. 4
Cap. 5
Cap. 6
Cap. 7
Cap. 8
Cap. 9
Cap. 10
Cap. 11
Cap. 12
Cap. 13
Cap. 14
Cap. 15
Cap. 16
Cap. 18
Cap. 19
Cap. 20
Cap. 21
Cap. 22
Cap. 23
Cap. 24

Cap. 17

187 25 0
By Shinsenna

–Ren, este es mi tío Hajime, tío, este es Ren –Nos presento Yamato mientras su tío estaba sentado en su silla de ruedas en el jardín disfrutando del buen tiempo mientras su madre terminaba de hacer la colada.

–Un placer Ren –Contestó su tío haciendo una reverencia con el cuello.

–El placer es mío –Respondí devolviéndole la reverencia antes de sentarme al lado de Yamato en el descansillo de madera que daba al salón.

–Yamato me habla mucho de ti, sobre todo de lo duro que te ha resultado curarte de tu lesión –Comentó sacando tema de conversación con rapidez.

Al menos no tendría que pensar como llegar al punto por el cual Yamato me había pedido que viniera.

–Si, hace poco tiempo tuve una caída muy grave que me dejó completamente paralítico, por suerte los médicos consiguieron curarme lo suficiente como para recuperar la movilidad en todo mi cuerpo, aunque tuve que sacrificar mi futuro para ello.

–Eso debió ser duro para tu edad –Comentó algo sorprendido–. Pareces haberte visto en la obligación de madurar demasiado rápido por ello.

–Tal vez, pero no voy a negar que es aterrador despertarte cada noche sintiendo que vuelves a ser incapaz de sentir nada ni mover un solo músculo de tu cuerpo.

–Ojalá nunca tenga que pasar por algo tan horrible entonces –Contestó dejándome algo sorprendido, cosa que él leyó en mi cara–. Aunque esté en esta silla de ruedas puedo sentir mis piernas y moverlas, pero eso me causa mucho dolor.

–Y a causa del dolor es por lo que se ha rendido y dejado de intentarlo? –Pregunte directamente sin pensar en el tono que estaba usando.

Todos se quedaron sorprendidos por mi contestación incluso Yamato, seguramente esperaba que intercambiar un par de frases con su tío de forma comprensible y lo animara a seguir intentándolo, pero, como ya había probado en carne propia, una persona que no desea ayuda da igual cuánto se la des, así que yo no iba a perder mi tiempo peleando con una pared.

–Se nota que no lo entiendes –Comentó su tío con paciencia aún después de mi contestación.

–Sentir dolor físico y psicológico cada vez que te levantas, desear simplemente no tener que hacer nada nuca y que todo termine de una vez, sentirte incapaz de nada, verte invadido siempre por los pensamientos negativos, todo eso es lo que crees que no entiendo? Por que si es así estás equivocado, a día de hoy sigo viviéndolo cada día de mi vida, pero me sigo levantando, y usted, que tiene más posibilidades que yo de seguir teniendo una vida normal, es el que no entiende nada malgastando su oportunidad de seguir viviendo solo por un dolor que con un poco de esfuerzo desaparecerá. Si lo pienso un poco detenidamente hasta me da envidia, incluso puede echarle la culpa a otro.

Tras oír mis palabras el silencio nos invadió por completo, nadie sabía que decir ante mis palabras.

–Lo siento Yamato, creo que aún no era el momento para pedirme esto –Comente levantándome para irme de regreso a mi casa.

Creo que no había sido buena idea él venir al fin y al cabo.

–Espera! –Trato de detenerme Yamato siguiéndome hasta la entrada de su casa–. Gracias.

–No creo que debas dármelas, no pensé mucho antes de hablar –Respondí negando con la cabeza.

–Está bien, creo que es lo que tenía que escuchar mi tío, siento mucho haberte hecho tener que venir para hacerte recordar cosas así.

–No importa, en algún punto tienes que admitirlas para superarlas.

Tras decir eso Daiki salió también de casa de Yamato y comentó que también era hora de que se fuera, así que tras despedirnos caminamos juntos un rato hablando de cosas aleatorias como teníamos por costumbre hasta que cada uno tomó su camino de regreso a casa, aunque yo en vez de ir a la mía fui a la de Tora.

–Volviste pronto de casa de Yamato –Comentó con la habitación más ordenada de lo habitual.

–Si, creo que le caigo mal a su tío, le conteste todo lo que no quería oír –Respondí tumbándome boca arriba en su cama.

–Se ha dado tan por vencido? –Dudo terminando de recoger un par de cosas más.

–Si.

Queriendo dejar el tema de lado le pedí besos una vez termino haciendo que se sentar a mi lado empezando a besarme tiernamente.

Pero esos besos fueron subiendo con rapidez de tiernos a apasionados.

–Creo que mejor paramos –Comentó una vez nos separamos para respirar–. Cada vez soy menos capaz de controlarme.

–Tus padres van a regresar pronto? –Dude aún abrazado a él impidiendo que se separara de mí.

–No creo, tuvieron que posponer su aniversario de bodas hasta hoy –Respondió lamiendo ligeramente mi cuello.

Rojo de vergüenza solo de pensar lo que estaba pasándose por mi cabeza le pedí que esperara a que volviera y que iba a dormir aquí, tras eso volvía a mi casa dispuesto a seguir los pasos que me había indicado Riki y sacarle partido a lo que me había comprado.

Cuando regrese a su casa ya estaba anocheciendo y mis padres no pusieron ninguna objeción a que me quedara a dormir en su casa al ser viernes.

Nada más cerrar la puerta de casa de Tora me tire a sus brazos empezando a besarnos de nuevo.

–Te notó muy encendido –Comentó dejando que yo marcara el ritmo.

–Quiero que lo hagamos –Susurre a su oído antes de lamerlo.

–Seguro? –Dudo menos convencido que yo.

–Si, muy seguro –Respondí rotundo cogiendo mi mochila y subiendo primero las escaleras intentando no perder de un plumazo por los nervios la iniciativa.

Pero viendo lo rápido que me invadía la inseguridad con el que hacer a continuación fue Tora el que terminó marcando el ritmo desvistiéndome y quitándose él la camiseta.

Su lengua recorrió prácticamente todo mi torso tensándome y destensándome mientras su mano frotaba mi miento con el suyo y la otra pellizcaba mis pezones. Ni siquiera sabía que se podía ser sensible ahí.

–Si algo no te gusta tienes que decirme que pare –Comentó apartándose de mí cogiendo el lubricante que había traído.

Yo asentí con la cabeza viendo como se lo ponía en la mano, después fue directo a mi culo haciendo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral.

–Está frío –Comente tensándome y tapándome la boca para no gemir demasiado alto.

–Lo siento, no puedo hacer mucho contra eso –Se disculpo comenzando a masajear mi entrada.

Poco a poco su primer dedo entró en mi interior como Riki me había explicado causándome una sensación entraña con algo de dolor y escozor, pero en ningún momento le dije que parara, solo traté de acostumbrarme con rapidez a lo que mi cuerpo estaba experimentando.

–Puedo poner otro dedo? –Preguntó comenzando a presionar mi esfínter de nuevo.

Yo solo asentí con la cabeza y acepte como pude el nuevo dedo poco a poco escuchando como chapoteaba en mi interior memorizando la extraña sensación que todo esto producía.

–Te duele? –Preguntó limpiando una lagrima de mi cara.

–Estoy bien, solo tengo que acostumbrarme –Respondí aferrándome a la manta mientras veía como mantenía mis piernas en alto para facilitar su entrada.

Con un poco más de paciencia introdujo el tercero, dejándome claro lo mucho que tenía que estar preparado si quería que esto no doliera.

–Riki podría haber explicado las cosas mejor –Bromeé entre gemidos tratando de soportar esto centrándome únicamente en el placer.

–Riki? –Dudo casi deteniéndose de golpe.

–Hace algún tiempo él se dedicó a darme una clase sobre estas cosas, aunque lo describió como algo más placentero que esto –Comente algo extrañado por su expresión seria.

Sin previo aviso se introdujo el cuarto dedo profanando mi interior haciéndome imposible guardar los gemidos siguientes por la impresión del dolor mientras se buscaba mi punto de placer y se estiraba mi esfínter.

–No –Gemí sintiendo su mano rodeando mi miembro.

Pero haciéndose sordo comenzó a masturbarlo haciéndome imposible saber a qué atender invadido por demasiadas sensaciones.

–No quiero que hables de ningún hombre cuando estás conmigo en la cama –Rechistó explicando por qué el cambio tan brusco–. Y solo yo puedo educarte sobre estas cosas de verdad.

–Lo siento –Gemí llevando mis manos a su cara haciendo que me besara.

Mientras nos besamos sacó sus dedos de mi interior y dejó mi miembro tranquilo, pero cuando nos separamos para respirar entendí el motivo en cuanto lo vi desabrochar su pantalón.

Su miembro era más grande de lo que me esperaba.

–Tienes que relajarte o dolerá más –Aconsejo levantando mis caderas antes de empezar a besarme de nuevo haciéndome imposible rechistar.

Rápidamente la punta se encontró con mi entrada dejándome claro que no tenía escapatoria. Poco a poco presionó firmemente abriéndome para él, me doliera o no.

Y no iba a mentir, dolía mucho mas de lo que me gustaría admitir, y eso lo mejoraba según se introducía más profundo todavía y él usaba sus manos para abrir bien mi culo.

Cuando nos unimos por completo llenándome todo lo profundo que podía ya tenía la cara empapada en lágrimas y sentía mi garganta doler ligeramente por haber tratado de retener los gemidos algo agónicos por el dolor de sentí algo partiéndote en dos.

–Puedo moverme? –Preguntó acercándose a mi clavícula.

Antes de que pudiera responderle la mordió dejando seguramente una gran marca.

–Espera, duele mucho –Conteste tratando de calmarme a mí mismo intentando hacer esto más fácil.

–Eso es por qué hablaste de Riki mientras te estoy haciendo el amor –Reprochó con la respiración tan entrecortada como yo.

Y tras decir eso comenzó a moverse aún después de haberle dicho lo contrario.

Entre sus gemidos y los míos era imposible hacer que parara por mucho que doliera, hasta que sentí como daba en alguna parte que desconocía que existía y que se podía sentir bien.

–Encontré tu próstata –Comentó tras casi ver cómo me ahogaba en un gemido por la última estocada.

Sin darme tiempo a recuperarme siguió penetrándome dando ahí consiguiendo con rapidez que solo sintiera placer tapando todo dolor.

Con el ritmo que llevamos ambos sabíamos que estábamos al borde de corrernos, pero fui yo el primero en hacerlo manchando todo mi torso y sintiéndome demasiado exhausto mientras él no disminuía su ritmo.

–Me voy a correr en tu interior –Gimió dejando más marcas en mi torso pero sin llegar a zonas visibles.

–No –Trate de detenerlo tensándome al escucharle decir eso.

Pero al tensarme apreté su miembro provocando que se corriera.

–Tengo condón –Comentó una vez estaba rendido por el orgasmo.

Tras salir de mi interior se tumbó a mi lado aferrándose a mi, ambos estábamos exhausto, pegajosos y sudados.

–Podría estar en tu interior eternamente, se siente tan bien –Comentó antes de besarme.

Pero no acepté su beso, en vez de eso le di golpes en el pecho tras haberme hecho tanto daño.

–Como vuelvas a hacer eso te irás a follar a otro! –Le regañe consiguiendo que se riera.

–No me pongas celoso y no volverá a ocurrir –Respondió una vez deje de aporrearlo incorporándose.

Yo le enseñe la lengua notablemente adolorido mientras él se quitaba el condón.

–Te duele? –Dudo limpiando mi pecho con cuidado.

–Claro que me duele! Fuiste un bruto! –Salte antes de notar cómo empezaba a bajar con la toalla.

–Cuanto más lo hagamos menos dolerá, la primera vez es normal –Explicó ignorando lo tenso que me estaba poniendo según bajaba.

–P-Para –Murmure notando cómo frotaba mi miembro.

–Quieres una segunda? –Dudo a mi oído tentándome con la voz.

Pero ni siquiera le llegue a responder, mismo tomo la iniciativa.

Continue Reading

You'll Also Like

174K 7.4K 63
Kin sak es acusado de asesinato y ahora es intensamente buscado por la policía en los distritos más peligrosos de la ciudad neón. Su situación dara u...
156M 9.2M 55
PRIMER Y SEGUNDO LIBRO [Primer y segundo libro ¡publicados en papel! Esta es solamente la primera versión de ambas historias] Para Jenna Brown, su pr...
440K 28.4K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
8.1K 1K 34
Tras una dura guerra contra Los Angeles Blancos llena de pérdidas y sangre Allan tendrá que seguir hacia delante y ser capaz de adaptarse a las nueva...