Redención [Dramione]

By AliciaBlackM

62.1K 4.3K 462

Tras ser juzgado y hallado culpable de varios delitos, Draco Malfoy confiesa sus sentimientos a Hermione Gran... More

Prefacio.
Capítulo I: Take you home.
Capítulo II: Whalien 52.
Capítulo III: Tell me what to do.
Capítulo IV: The 7th Sense
Capítulo V: Lost
Capítulo VI: Sea.
Capítulo VII: Trauma.
Capítulo VIII: Black
Capítulo IX: Desperate
Capítulo X: Hellevator
Capítulo XI: Fantasy
Capítulo XII: Let go
Capítulo XIII: Can't
Capítulo XIV: Been through
Capítulo XVI: Change up
Capítulo XVII: Highlight
Capítulo XVIII: Forever
Capítulo XIX: Black pearl
Capítulo XX: Crazy in love
Capítulo XXII: Stigma
Capítulo XXIII: You in me
Capítulo XXIV: Sweet lies
Capítulo XXV: Flower road
Epílogo: Love me right
Capítulo XXI: Limitless

Capítulo XV: Don't leave me

2K 174 12
By AliciaBlackM

«Un corazón roto es como tener las costillas rotas; nadie puede verlo, pero duele cada vez que se respira».

[Anónimo]

Draco entró con paso tranquilo a la cafetería aunque la tensión en su cuerpo contrarrestaba con su forma de caminar. Le regaló una mueca, que fingía ser una sonrisa, a Hermione y tomó asiento frente a ella. Granger pretendió que no había una incómoda atmósfera entre ellos y comenzó a hablar.

—Bueno, ya he concertado cita con diferentes médicos especialistas en el Londres Muggle, la primera consulta la tienes dentro de dos días y tanto Pansy como yo iremos. —Él asintió de manera distraída, no pronunciando palabra alguna—. ¿Tienes alguna duda?

Draco levantó la mirada de la mesa y la clavó en los orbes marrones de la mujer. Su corazón se aceleró ligeramente ante la hermosa imagen frente a él y se reprendió mentalmente al darse cuenta que, incluso después de tanto tiempo, seguía sintiéndose como el niñato de diecisiete años que se enamoró de su antítesis en Hogwarts.

—Ninguna —murmuró.

Hermione suspiró, ya acostumbrada al hombre de pocas palabras frente a ella. Según Pansy, Heather le había dicho que Draco no tenía problemas en hablar del pasado, pero que cuando se trataba de interactuar con los demás era como una roca; acostumbrado a hablar con una sombra sin rostro.

—Mañana dudo que nos veamos porque he de atender otros casos —explicó ella, observando el menú de comidas—, pero me encargaré de enviarle a Pansy la dirección del centro hospitalario y las indicaciones de cómo llegar.

—Vale.

—Malfoy —lo llamó, a lo que él contestó con un extraño sonido—, estoy tratando de ayudarte.

—Soy consciente de ello —interrumpió el rubio antes de que pudiese continuar—. Bastante consciente.

—Entonces, ¿podrías, por favor, ser más cooperativo? —pidió—. Sé que te resulta difícil trabajar conmigo, estoy completamente segura de ello, pero creo que sería mejor para los dos que me dijeses tus dudas, tus preguntas, tu opinión respecto a todo —explicó—. Soy tu abogada hasta la vuelta de Blaise, no tu carcelera.

—Entiendo.

La castaña evitó rodar los ojos y apretó los puños. Sería una silenciosa comida.

*******

Al día siguiente Draco sabía lo que se aproximaba, había visto la mirada molesta de Pansy después de que llegase de su última sesión con Heather esa tarde, y sentía el perfume de Hermione en la sala. Como si hubiese estado allí minutos atrás; algo que, seguramente, ocurrió.

Tomó asiento frente a la chica en la barra de la cocina y comenzó a cenar las pasta que la pelinegra había preparado, esperando el momento en el que la mujer sacase el tema.

—Así que, Hermione me ha dicho que no eres el ser más cooperativo del universo —comentó Pansy con un filo venenoso—. ¿Por qué no colaboras, Draco? Todo esto es por tu bien, con Blaise no tenías estos problemas.

—Coopero, Pansy. No me he negado a ninguno de los trámites o cosas que ella ha dicho y hecho —terció él—. Simplemente me mantengo más... reservado.

—¿Reservado? El Draco Malfoy que yo conozco es directo y conciso, no reservado —replicó—. Es una persona sociable dentro de sus límites, pero que nunca retira la palabra a nadie porque no lo educaron para hacerlo.

Malfoy apretó los labios y no respondió al comentario de la chica. Heather le había recomendado ser sincero con su amiga para que ella pudiese comprenderlo mejor y que las brechas que había entre ellos se cerrasen, pero era tan difícil hacerlo.

—¿No vas a decir nada? —rugió ella—. ¡Draco!

—La cena estaba buenísima, Pansy. —Se levantó de la mesa y colocó su plato en el fregadero—. Una delicia como siempre, buenas noches.

La chica salió detrás de él cuando abandonó la cocina, sus pasos resonando detrás de él mientras subían las escaleras y ambos se dirigían al cuarto de Hermione.

—Draco, llevas cuatro meses fuera de la cárcel, y has tratado casi tres meses con Hermione —dijo ella con tono conciliador—. No entiendo por qué todavía te comportas tan distante.

—¿Debería ser de otra manera? —cuestionó.

—Bueno —dudó—, como ya dije el Draco que yo conocía no se escondería, ni siquiera de Hermione Granger.

Draco soltó una risa irónica y se agachó ligeramente para quedar a la altura de Pansy, una sonrisa sardónica en sus labios y una frialdad, desconocida para la chica, reflejándose en sus ojos.

—El Draco Malfoy que tú conocías —escupió con lentitud—, ya no existe. Y nunca volverá.

Con esas palabras el rubio se giró y se encerró en su habitación, dejando a una petrificada Pansy en el comienzo de las escaleras. Repasando sus palabras una y otra vez en su mente.

***********

Hermione le sonrió ligeramente a Ronald mientras este tomaba asiento frente a ella, el pelirrojo no le devolvió la sonrisa, simplemente se sentó y la miró con una frialdad que Hermione jamás había visto en sus ojos.

—Draco Malfoy te besó —dijo—. Y tú has estado rara desde entonces.

Ella cerró los ojos unos segundos, repasando las palabras que habían estado revoloteando en su mente por días. Los volvió a abrir y fijó sus orbes en las de Ron.

—Sí, pero por el simple hecho de que sigo sin entender por qué me besó —explicó con lentitud—. No debe ser un hecho que nos afecte, Ronald.

—¿No? Yo creo que sí —replicó él—, dado que está enamorado de ti y conociéndote es algo que no vas a poder olvidar. No sin tener una respuesta a todas las dudas que debes tener.

—¿Qué? —La chica se echó a reír—. Malfoy no está enamorado de mi, es inverosímil.

—¿De verdad eres tan ciega?

—Ronald, por favor. Malfoy jamás podría enamorarse de mi. Ni yo de él —dijo consternada—. Es imposible.

—Quizás tú de él no, pero él de ti sí está enamorado.

Hermione aguantó la respiración unos segundos al ver la seguridad que desprendía Ron con sus palabras. No dudando ni un segundo de lo que estaba diciendo.

—Eso no tiene sentido —negó ella—. Es una locura y no sé por qué estás tan seguro de ello.

—Porque yo estoy enamorado de ti, Hermione —confesó con cansancio—. Y pude ver en sus ojos cuan enamorado estaba él de ti. Y Harry también lo vio. Y todos los que estuvieron en esa jodida sala vieron la veneración de Malfoy hacia ti —comentó secamente—. Todos lo vieron menos tú.

—¿Veneración? ¿Amor? ¿Estás loco? —replicó ella—. N-no, no es posible.

—¡Hermione, por favor! Deja de negarlo.

—Ronald, déjalo. Lo que dices no tiene el más mínimo sentido, le estás dando una importancia que no tiene.

—¿No la tiene? Entonces dime, si no tiene importancia la confesión de Malfoy, ¿por qué hace semanas que no quedamos? ¿Por qué te has mostrado tan distante? ¿Por qué desapareciste después del juicio? ¿Por qué no me dejas besarte?

—Yo...

—¡Claro que tiene importancia! La tiene porque por culpa de Malfoy eres incapaz de pensar en otra cosa que no sea que él está jodidamente enamorado de ti.

—¡Tú tampoco has sido el más coherente en esta situación! Montarme una escena de celos después del juicio no es un buen incentivo para quedarme, ¿no crees?

—¡Estaba cabreado! Acababa de ver como mi novia era besada por un maldito mortífago. ¡Y para más inri era el jodido de Malfoy!

—¿No era yo la que le estaba dando más importancia de la que tenía? —contraatacó ella—. Con esas palabras parece que eres tú al que más le está afectando.

Ronald se levantó con rapidez y le lanzó una mirada asesina a Hermione. Esta no se amedentró y se enderezó en su sitio. Sus orbes marrones perforando contra los ojos de Ron.

—Será mejor que terminemos —sentenció él.

—¿La razón?

—Sabes perfectamente la razón, Hermione —escupió él.

—La verdad es que no, ilumíname.

—No puedo estar con una persona que le da más importancia a las cosas dichas por un mortífago que a relación sentimental.

Hermione arqueó una ceja, fingiendo no estar dolida por como las cosas se estaban dando y las pocas ganas que tenía de pelear para encauzar toda esa situación.

—Bien —replicó—, yo tampoco puedo estar con una persona que hace de una situación tan insignificante, como lo ocurrido hace semanas, un problema de esta magnitud.

Weasley ni respondió. Se giró y se alejó del lugar, sus pasos resonando con fuerza en su camino a la salida. Hermione se quedó allí, con los ojos ligeramente cristalizados y una sensación pesada en el estómago.

Romper con Ronald por culpa de Malfoy era una de las cosas más insólitas que podían sucederle. Pero ahí estaba, sin pareja y con lo sucedido semanas atrás recreándose en su mente una y otra vez.

**********

Hermione observó a su antiguo mejor amigo, sentado frente a ella en la misma cafetería en la que habían roto cuatro años atrás. Ambos hicieron su pedido, un silencio incómodo entre ellos.

—Entonces, ¿cómo está Malfoy? —preguntó—. ¿Ya fue a Londres?

—Mañana tiene la primera cita —comentó con tranquilidad—. Iremos Pansy y yo con él.

—¿Pansy? ¿Te refieres a Pansy Parkinson?

—Sí, ella también es cliente mío, y bueno, es la mejor amiga de Malfoy.

Él asintió distraídamente, mirando detrás de ella por si la camarera llegaba ya con sus pedidos.

—¿Y cómo te han ido las cosas? —cuestionó Hermione con una ligera sonrisa, tratando de borrar esa extraña atmósfera.

—Eh, bueno, después de que rompiésemos fui a vivir con Charlie en Rumanía por dos años —explicó—. Luego recibí la oferta de venir a trabajar aquí a Londres y volví.

Hermione sonrió ligeramente mientras asentía, sus ojos revoloteando por todas partes.

—¿Y tú? ¿Qué ha sido de tu vida? —preguntó él.

—Me fui a estudiar a Francia por un año y medio, volví a Londres a trabajar en el Ministerio y desde entonces he estado aquí. He hecho algún viaje esporádico con Ginny y Luna para conocer el mundo pero nada más allá de eso.

Otro silencio incómodo se instaló entre ellos. La camarera llegó con sus pedidos, y comenzaron a comer. Soltaban suspiros y miraban hacia todos lados, la complicidad que siempre existió entre ellos completamente desaparecida.

—Te echo de menos —dijo él, y Hermione hizo una mueca—. Como mi mejor amiga, no como pareja. Por un tiempo te eché de menos de manera... romántica, pero me dolía más saber que había perdido a mi confidente que a mi pareja.

—Ron... —susurró ella—. Yo también te he echado de menos —suspiró—. No sabes las veces que he querido enviarte una carta porque quería ver a mi mejor amigo, pero no lo he hecho por miedo a que no me contestaras.

—Te hubiera contestado. —Ron le dedicó una sonrisa—. Siempre contestaría a tus cartas, Mione. Te quise mucho y romper contigo fue horrible, pero creo que nos hizo bien. Nos estábamos atando el uno al otro y entre nosotros había más conflictos que situaciones buenas. Draco Malfoy fue solo el detonante —suspiró—. Las cosas no sucedieron de la mejor manera y me arrepiento de haber sido tan intransigente contigo teniendo en cuenta lo confundida que estabas.

La chica sonrió ligeramente y cogió la mano de su amigo, apretándola con fuerza.

—Yo también siento haberte puesto en una situación así; sí, estaba confundida, pero tendría que haber tratado el tema de Malfoy de otra manera. Me aislé, te ignoré y te herí sin darme cuenta. —La castaña acarició los nudillos con su pulgar—. Creo que lo más duro de romper contigo fue perderte como amigo, te quería mucho, pero nuestra amistad era mayor que nuestro enamoramiento y eso siempre pareció un obstáculo.

—Creo que ambos somos el capítulo sin acabar del otro, terminamos en malos términos y sin darnos el final que merecíamos. Quizá no fuimos la mejor relación ni la más duradera, pero fuiste mi primer amor y mi mejor amiga por mucho tiempo —dijo él—. Y, de alguna manera, necesito saber que todo está bien entre nosotros para avanzar finalmente.

—Todo está bien, Ron. Siempre estará bien.

Esas palabras liberaron un peso en ambos chicos, el capítulo de sus vidas que jamás llegó a cerrarse del todo, ése que hablaba del primer amor y de cómo acabó, poniendo finalmente un punto y final. Permitiéndoles a ambos quitarse ese obstáculo que les impedía avanzar cómodamente por su camino.

Con la atmósfera completamente relajada y esa complicidad creciendo entre ellos una vez más, Hermione le dedicó una sonrisa pícara a su amigo antes de preguntar:

—Dime, ¿algún amorío por ahí? —preguntó.

—Hay una chica —confesó él—, muy guapa, dos años menor que yo.

—Cuéntamelo todo —sonrió Hermione.

Weasley se sonrojó ligeramente y con una mueca abochornada comenzó a hablar. Las dos partes del trío dorado que habían estado en conflicto volviendo a unirse, como una pieza de puzzle que nunca llegó a separarse del todo.

**********

Cuando Draco entró en la consulta ese día, se sentía muy relajado, aunque la situación con Pansy estaba un poco tensa tras las palabras casi crueles que le había dedicado a la chica el día anterior se sentía de buen humor.

Heather lo saludó con una sonrisa y lo invitó a sentarse una vez más en el diván. Tumbado allí Draco observó el techo mientras la mujer preparaba unas cosas y tomaba asiento a su lado, su cuaderno de notas en su regazo.

—Hoy vamos a hablar de dos temas —dijo ella—. Azkaban, como ya es habitual, y Hermione Granger.

Draco se tensó ligeramente ante la mención de la chica pero asintió. Heather se acomodó en la butaca y sonrió.

—Dime, Draco —dijo—, ¿cómo influyó Hermione Granger en tu sexto año en Hogwarts?

El rubio inspiró y cerró los ojos antes de despegar los labios y hablar.

*********

Con el paso de los años Draco había ido formándose una imagen de Hermione Granger:

Era una persona detestable, repelente, sabelotodo, impulsiva y... hermosa.

La realización de esto último lo atormentó por semanas, pero él siempre había sido una persona muy sincera y su madre le habían enseñado que nunca podrías negar la naturaleza de las personas, al igual que nunca podrías negar sus cualidades y defectos.

Y aunque era una sangre sucia, y un ser insoportable, también era hermosa.

Durante años atribuyó su aparente obsesión con ella a que representaba todo lo que le habían enseñado a odiar. Era una impura, inferior a él. Una detestable hija de muggles. O al menos eso era lo que todos esperaban que él pensase sobre Hermione.

Cuando Lord Voldemort regresó y Draco recibió la marca, todo en lo que una vez creyó se fue demorando frente a él. La muerte, la sangre, la tortura. ¿Es a eso a lo que debían recurrir para demostrar su supremacía? ¿Era realmente necesaria tanta sangre derramada? ¿Por qué si eran superiores debían recurrir a métodos de dominio tan bajos?

Cuando el verano terminó y volvió a Hogwarts con una marca en su brazo y el mandato de Voldemort, Draco Malfoy –por primera vez en su vida– deseó morir. Todos parecían estar bien, la amenaza de Voldemort flotaba sobre todos ellos, pero Hogwarts siempre representaría un lugar seguro para ellos y eso llevaba a que el ambiente dentro del colegio pareciera igual de tranquilo que otros años.

Hermione había vuelto ese año al igual que sus dos amigos, parecía más triste y siempre tenía un semblante preocupado. Él había estado evitándola como un loco, el miedo irracional de que ella descubriese lo que le habían encomendado hacer simplemente mirándolo en los ojos lo tenía aterrorizado.

Continuamente recibía cartas de su madre que le comunicaban como estaba la situación en la casa y lo preocupada que estaba por él. Las palabras «todo estará bien», habían perdido sentido para él desde hacía mucho tiempo.

Los meses iban pasando y el tiempo se le echaba encima, Potter estaba comenzando a sospechar que algo estaba ocurriendo que tenía que ver con Voldemort y la presión de cumplir su mandato se identificó cuando no recibió cartas de su madre por semanas.

«Si la han torturado no escribirá», pensaba negativamente, y una parte de él sabía que eso era exactamente lo que pasaba.

Había encontrado un libro que hablaba sobre la creación del armario evanescente, su mecanismo era complejo y requería una persona con gran dominio de la magia y muy astuta para volver a hacerlo funcionar. Draco no estaba seguro de poder hacerlo.

Entonces vio a Hermione llorando por el imbécil de Weasley y la rabia se apoderó de él. Pansy lo encontró destrozando una de las aulas abandonadas del colegio, las mesas destruidas, las sillas rotas y astilladas, la pizarra partida por la mitad... Todo había sido despedazado por el huracán que en eso momentos era Draco Malfoy.

Esa fue la noche en la que Draco dijo que odiaba a Granger y que era idiota por llorar por Weasley. Esa fue la noche en la que Draco Malfoy confesó, sin saberlo, a Pansy Parkinson sus sentimientos por Hermione.

La furia lo llevó a reparar parte del armario con rapidez, teniéndolo en pleno funcionamiento a mediados de mayo –después de la fatídica noche en el bosque–, pero no estaba preparado para dejarlos entrar, para matar a Dumbledore. Estaba asustado como nunca lo había estado. Potter estaba sobre él, Snape estaba sobre él, todo estaba sobre él y no era capaz de soportar todo ese peso.

O eso parecía hasta que, un día como cualquier otro, Hermione le rehuyó la mirada, como si le tuviese asco.

El 30 de junio de 1997, Hogwarts dejó de ser un lugar seguro, Albus Dumbledore murió y Draco sintió que una parte de él también moría.

*********

—¿No me vas a preguntar nada más? —preguntó el chico.

—Hermione Granger es un tema difícil de tratar para ti, así que prefiero que reduzcamos ese tópica a una pregunta cada dos sesiones, de esa manera será más sencillo para ti, te sentirás menos presionado.

Él asintió con lentitud y se relajó ligeramente en el diván.

—Háblame sobre Azkaban, ¿qué pensaba él sobre tu salida?

***********

—¿Sabes, muchacho? El día que salgas de aquí, te olvidarás de mí y eso me da un poco de pena —se lamentó el hombre—. Estoy seguro de que a día de hoy eres la única persona que puede llegar a pensar en mí y en mi existencia.

—No lo creo —murmuró Draco—. Siempre he sido bueno recordando a gente que me importa.

El hombre sonrió en su celda.

—¿Y quiénes te importan de tus amigos?

—Pansy, Blaise, Theo...

—¿Los mismos que no testificaron en tu juicio? Yo no los consideraría amigos.

Draco suspiró y se acomodó contra la pared, evitando fijar su vista en sus huesudas y debilitadas piernas.

—Pansy es mi confidente, lo sabe todo de mi —murmuró—, en Hogwarts pensaban que era mi novia o algo así, al parecer el termino amistad es un poco difuso para algunas personas. Ella siempre ha estado allí para mí, en los mejores y peores momentos, desde que éramos críos.

—Se nota que la quieres mucho —dijo el hombre—. Y los chicos, ¿Mateo y Blaine?

—Theo y Blaise —corrigió Draco—. Bueno, a Theo lo conozco desde que teníamos tres años, siempre ha sido una persona muy reservada pero leal, alguien en el que puedes confiar sin dudar de que te pueda fallar. Cuando la guerra estalló él se vio metido hasta el fondo, su padre era un mercenario, un asesino que disfrutaba viendo sufrir a sus víctimas. A veces me pregunto cómo es que Theo no enloqueció con ese hombre como padre, como no era igual que él.

—Cuando el ambiente en el que vives es una mierda solo tienes dos opciones: la más fácil, que es ir por el mismo camino y la más difícil, que es tomar tú propia camino y aprender de los errores que la otras personas de tu entorno cometieron —explicó el hombre—. Supongo que Theo habrás escogido aprender y no ser como su padre, un mal padre no desemboca necesariamente en un mal hijo.

—En mi caso no fue así, un mal padre y un mal hijo.

—Si fueras igual que tu padre, Draco —replicó—, no hubieras dudado en matar a Dumbledore, en torturar, en asesinar a otros. No eres como él, ni peor. Quizá no has sido el mejor pero, supiste pararte a tiempo.

—Ya, claro.

—Bueno, ¿y Blaise? ¿Cómo es él?

—Blaise está loco —dijo—, pero no en el mal sentido. Desde muy pequeño ha visto como los maridos de su madre iban y venían, ninguno durando más allá de los dos meses. Al principio sé que le dolía no tener una figura paterna y que su madre pasase de él, como si no existiera. Pero luego comenzó a tomárselo todo con humor, a despreocuparse de todo —suspiró—. Cuando la guerra llegó él se declaró neutral y desapareció, si algo tenía claro es que no se mancharía las manos por ninguna causa. Además que nunca estuvo a favor de la supremacía de los sangre pura, su despreocupación y liberalismo lo convirtió en una persona muy abierta en todos los aspectos. Sin prejuicios.

—Suena como un buen chico. —Se oyeron ruidos desde la otra celda—. Pero, ¿por qué no fue a tu juicio?

—No lo sé, no llegué a hablar con él después de la guerra y la única vez que contacté con él fue para el juicio pero nunca respondió.

—¿Y Theo?

—Estaba hospitalizado, él se negó a participar en la Batalla final después de la destrucción de un pueblo muggle simplemente porque Voldemort estaba enfadado. Él presenció cómo mataron a varios niños y niñas pequeños por el simple hecho de no ser magos. —Aguantó la respiración unos segundos—. Su padre lo torturó durante horas, no sólo con cruciatus sino también con todo tipo de artefactos destinados a ese tipo de actos deplorables. El señor Nott amaba todo lo que tuviese que ver con el sufrimiento, prefería ver como sus víctimas rogaban por su vida mientras las torturaba con máquinas o herramientas.

—¿Y la chica?

—No lo sé —dijo—. Quizá ella fue la que más me sorprendió, ella dijo que iría y no apareció.

—Al final vas a ser tú el mejor de tus amigos, Draco.

—¿Por qué lo dices?

—Porque aunque te fallen, estoy seguro de que darías la vida por ellos.

************

Draco y Pansy se aparecieron en una calle poco transitada de Londres, ligeramente mareados por trasladarse hasta allí; en una esquina Hermione les estaba esperando con una sonrisa cálida y una carpeta en las manos, preparada para ir al centro hospitalario. Comenzaron a caminar después de comprobar que nadie los hubiese visto, dirigiéndose con rapidez a la clínica privada dónde le harían las primeras pruebas a Malfoy.

Pansy solo podría estar durante las dos primeras horas con ellos dado que después debía ir a trabajar. A Draco no le terminaba de agradar la idea de estar a solas con Hermione en cuanto Pansy se fuera, pero estar solo con alguna de las dos en aquel momento sería casi igual de incómodo.

Llegaron a la consulta con rapidez y tras esperar unos minutos en una sala blanca una enfermera los llamó. Se adentraron en la habitación indicada y el doctor los atendió con rapidez, haciéndolo una serie de preguntas a Draco.

—Está bien, señor Malfoy, necesito que se quede en ropa interior y se suba a la báscula para que podamos ver cuánto pesa y mide. —Miró a las chicas—. Podéis salir de la sala un momento si queréis.

—Yo me tengo que ir ya, así que... —Pansy se levantó y se acercó a Draco dándole un beso maternal en la frente y susurrándole un «ten cuidado» antes de despedirse de Hermione y el médico y desaparecer detrás de la puerta.

—Y-yo, saldré, sí, haré eso.

—Puedes quedarte, Granger —dijo Draco—. Me da igual.

Hermione agachó la mirada pero no se movió, con lentitud Draco se fue desprendiendo de la ropa que llevaba puesta y se subió a la balanza solo en calzoncillos. En ese momento la castaña levantó ligeramente la mirada y evitó jadear ante la imagen: la espalda de Draco estaba llena de cicatrices y con diferentes cardenales de color oscuro.

Sus brazos y sus piernas estaban muy delgadas, sin músculo alguno. Hermione desvío la vista ante la imagen tan escalofriante que el cuerpo de Malfoy representaba. Ella no esperaba verlo en tan mal estado, no después de cinco meses fuera de la cárcel.

El médico la equilibró después de tomarle la altura y lo apuntó todo en un papel.

—Draco, tienes una delgadez preocupante. Mides un metro ochenta y seis pero solo pesas cincuenta y seis kilos. Deberías pesar por lo menos quince kilos más para que entres dentro de la media normal —observó el hombre—. Hablaré con la nutricionista para que te dé una cita y te prepare una dieta adecuada. Lo de hoy es solo una consulta básica.

—Está bien, ¿puedo vestirme ya?

—Espera un minuto, estas cicatrices no parecen haber sido tratadas con rehabilitación, están prácticamente retraídas, pegadas con los otros tejidos. Esto te lleva a tener problemas de movilidad, contracturas —dictaminó el hombre—. Tendrías que ir a ver a un fisioterapeuta para que te las miren y ver si hay posibilidad de que las puedan rehabilitar. ¿Hace cuánto las tienes?

—Años.

El médico asintió y siguió con las anotaciones.

—¿Tienes este tipo de cardenales con frecuencia? —preguntó.

—Siempre he tenido facilidad para que se me queden moratones.

—Entiendo.

La consulta pasó rápido, después de que Draco se pusiese la ropa el médico le hizo un par de pruebas más y le programó una analítica de sangre y orina. Hermione escuchó todo atentamente y tanto Draco como ella salieron en completo silencio de la consulta.

Cuando estaban a punto de comenzar a caminar en dirección a un restaurante para almorzar, Hermione agarró a Draco del brazo, petrificándole en su sitio.

—Sé que no hemos tenido la mejor relación —dijo—. Pero quiero que empecemos de cero. Conocerte, ayudarte y comprenderte. Y si de verdad estás enamorado de mí, no necesito que me lo digas, simplemente déjame estar a tu lado y ver si es posible que yo pueda quererte a ti.

Con lentitud soltó su manga y comenzó a caminar. Una ligera sonrisa formándose en los labios de Draco mientras una pequeña luz se prendía en su interior.

Continue Reading

You'll Also Like

316K 28.5K 41
Carla era la típica adolescente que fantasea con ser amada. La que sueña con un lindo chico o chica que la haga sentir mariposas a. Por otro lado, Pe...
7.8M 467K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...
805K 28K 95
Dalia, una chica con muchos problema. Pablo gavi, un chico con la vida de sus sueños. Una apuesta de por medio. Tres meses para enamorarla. Y si al f...
91.1K 8.9K 65
👁️⃤ 𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴, 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 𝘦 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 con los personajes de la serie: «🇬 🇷 🇦 🇻 🇮 🇹 �...