Redención [Dramione]

By AliciaBlackM

61K 4.3K 461

Tras ser juzgado y hallado culpable de varios delitos, Draco Malfoy confiesa sus sentimientos a Hermione Gran... More

Prefacio.
Capítulo I: Take you home.
Capítulo II: Whalien 52.
Capítulo III: Tell me what to do.
Capítulo IV: The 7th Sense
Capítulo V: Lost
Capítulo VI: Sea.
Capítulo VIII: Black
Capítulo IX: Desperate
Capítulo X: Hellevator
Capítulo XI: Fantasy
Capítulo XII: Let go
Capítulo XIII: Can't
Capítulo XIV: Been through
Capítulo XV: Don't leave me
Capítulo XVI: Change up
Capítulo XVII: Highlight
Capítulo XVIII: Forever
Capítulo XIX: Black pearl
Capítulo XX: Crazy in love
Capítulo XXII: Stigma
Capítulo XXIII: You in me
Capítulo XXIV: Sweet lies
Capítulo XXV: Flower road
Epílogo: Love me right
Capítulo XXI: Limitless

Capítulo VII: Trauma.

2.3K 170 18
By AliciaBlackM

«Y así vamos adelante, botes contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado».

[Scott Fitzgerald]

Draco había asistido a dos sesiones con la psicóloga y en ambas había hecho exactamente lo mismo: sentarse en el diván y quedarse en silencio. No tenía intención de hablar, ni de responder a sus preguntas. Seguía considerando que esa cosa de ir a terapia era una gilipollez, y por muy amable que la psicóloga, Heather, fuese, él seguía sin considera oportunas y necesarias sus visitas a aquel lugar.

Corazón de Bruja había publicado un artículo poco favorecedor sobre él y Pansy había montado en cólera, pero al ver que su reacción había sido nula toda la rabia se había dirigido a él. La mujer parecía realmente frustrada con su falta de respuesta a todas las cosas, él se había limitado a contestar con un encogimiento de hombros.

¿Por qué tendría que cabrearse por el artículo? Ya sabía que esa gente no tardaría en sacar mierda sobre él y que se riesen de la terapia era una razón más para no asistir. Pero Pansy no pensaba igual que él así que cuando volvió del trabajo lo arrastró al ministerio, directo a la oficina de Blaise que tampoco parecía contento con él.

«¿Qué me importa que no estén felices conmigo?», se preguntó una y otra vez. «Mis ganas de preocuparme por estas cosas las dejé hace varias semanas dentro de una celda de Azkaban».

De cualquier manera, ahí estaba, soportando todas las palabras de Pansy y Blaise, desenado huir, evaporarse, desaparecer. Como lo hacía el vapor al entrar en contacto con el aire, fundiéndose en él y haciéndose invisible. Consumiéndose.

********

Hermione se despertó cerca de las cinco de la mañana, totalmente sudada y respirando aceleradamente. La marca con las palabras «sangre sucia» que Bellatrix se había encargado de fijar en su cuerpo ardían como el fuego.

Con lentitud se incorporó y se dirigió a la ducha, la cual encendió y dejó el agua abierta unos minutos hasta que se calentó. Se quitó su pijama y se metió dentro, dejando caer las gotas sobre su cuerpo mientras ella se mantenía debajo de la falsa lluvia, alejando todos los malos recuerdos y sintiendo su cuerpo destensarse al entrar en contacto con el agua caliente. Se echó el champú en el pelo y comenzó a aclararlo mientras daba vueltas a todas las cosas que carcomían su mente los últimos días.

La reaparición de Malfoy había hecho que las pesadillas sobre la guerra volviesen. Aunque la mayoría eran sobre aquel horrible día en la Mansión Malfoy donde Bellatrix le dejó esa horrible marca en el brazo. No creía que el chico fuera una causa directa de que esos recuerdos volviesen a ella, pero sí que era el desencadenante que había desenterrado esa parte de su vida que creía muerta.

Salió de la ducha, se secó y se colocó una bata encima, se dirigió a su vestidor y se puso un chándal gris junto con unas Nike negras que le había regalado Harry en su último cumpleaños. Atándose el pelo en una coleta, bajo las escaleras y salió de su casa. Tras unos minutos caminando comenzó a coger un poco de velocidad, hasta un punto en el que estaba corriendo lo más rápido que podía, agradeciendo mentalmente que no hubiese ninguna persona en las aceras.

Cuando el reloj marcaba las seis Hermione volvió a la casa, se duchó nuevamente y se vistió con un vestido negro, un cinturón marrón y unos tacones del mismo color que el vestido. Se hizo un café y unas tostadas y se sentó tranquilamente a desayunar. Cogió la revista de Corazón de Bruja y comenzó a pasar páginas. Todas hablaban de chismorreos y demás cosas a las que no le daba importancia, estaba a punto de tirar la revista cuando una de las páginas llamó su atención.

Los demonios de Malfoy.

Nos ha llegado información que podría confirmar que Draco Malfoy está asistiendo a terapia. Fue una sorpresa para todos que tras salir de Azkaban el joven se quedase y no abandonase al país, después de todo no es una de las personas más queridas del mundo mágico. Pero no, el chico se ha quedado y parece que está tratando de reincorporarse en el mundo.

Quizá en el pasado su cara bonita y su estatus le abriesen las puertas pero las cosas han cambiado y no hay sitio en esta sociedad para él. Aunque no podemos negar que sigue siendo atractivo, pero eso no le ayudará en nada.

Tampoco queremos dedicarle una sección entera al mortífago pero teníamos que decirlo. Desde aquí te recomendamos abandonar el mundo mágico, no queremos asesinos en nuestro mundo.

¡Au revoir, Malfoy!

Con muchos amor para mis queridas Skeeters,

Rita Skeeter.

Con una mueca de fastidio arrugó la revista y la lanzó a la papelera, molesta con todo el veneno que podían soltar contra Malfoy y como desde esa estúpida revista ya le habían vetado su posibilidad de reincorporarse como un mago más a la sociedad mágica.

La prensa daba asco.

Observó su reloj viendo que este ya marcaba las siete y cuarto, con rapidez dejó la losa en el fregadero y cogió su maletín para irse al trabajo. Cuando llegó fue directamente al despacho de Blaise y tras tocar y recibir permiso del chico se adentró en el lugar.

—La gente da asco —se quejó nada más entrar.

—Buenos días, Hermione. Sí, estoy perfecto —comentó el chico sarcástico—. Yo también me alegro de verte, ¿tenías algo que decirme?

—Sí, lo siento. —suspiró ella—. Buenos días, Blaise, ¿qué tal tu mañana?

—No te importa —le contestó Zabini y luego comenzó a reírse.

—Idiota —murmuró.

—¿Qué cabreó a mi compañera de trabajo favorita? —inquirió el chico mientras daba un sorbo a su café.

—Estaba leyendo Corazón de Bruja y se pusieron a echar pestes de Malfoy, comentando que no podía formar parte de nuestra sociedad, que era un asesino y más mierda así —comentó—. La prensa rosa de mierda solo sirve para meter basura en la mente de las personas y ponerle una venda de odia y repulsión en sus ojos.

—¿Y de qué te sorprendes? Corazón de Bruja ha sacado artículos así de casi todos los que estuvieron involucrados con Voldemort, incluido yo —comentó el chico—. ¿No te acuerdas de todo lo que ocurrió cuando conseguí este trabajo o cuando Theo comenzó a salir con Luna? Los de la redacción de esa revista estallaron en cólera. —Hermione asintió—. Y sus cuentas se llenaron de dinero, todo debe decirse, sus arcas de Gringotts deben estar hasta arriba. Por dos páginas en las que repetían lo mismo cada tres oraciones agotaron existencias.

—Pero ninguno de ustedes entró en Azkaban y ahora se ve rechazado por la sociedad mágica —replicó ella—. A pesar de que sus insultos son los mismos, la situación no lo es. Malfoy tiene mucho más complicado insertarse en la sociedad cuando carga con una sentencia a sus espaldas.

Blaise frunció el ceño antes de sonreír suavemente. Hermione parecía realmente afectada por la estúpida noticia y él iba a burlarse un poco de ese hecho.

—¿Por qué estás tan histérica? —inquirió—. Por si te has olvidado, Draco era tu enemigo número uno en la escuela. Nunca os llevasteis bien.

—Lo sé, pero eso no quiere decir que me guste que digan cosas así —replicó—. Siempre me ha gustado jactarme de que soy una persona justa, y eso de que estén echando pestes de él en una revista que leen tantas personas me parece algo completamente ofensivo.

—Todos los meses una noticia de esas aparece y sí, alguna vez te has quejado, pero nunca como ahora —explicó Blaise con una sonrisa burlona—. ¿Qué tiene Malfoy de especial?

Hermione apretó los labios y le lanzó una mirada de censura al moreno. Ya había pillado hacia donde se dirigían todas las palabras del hombre y no le gustaba que tratase de leerla de esa forma.

—Nada —terminó respondiendo.

—¿No tendrá que ver con cierto beso que...?

—Tengo cosas que hacer —le interrumpió ella—. Nos vemos más tarde.

Viéndola salir de su oficina Blaise solo pudo soltar una carcajada mientras la castaña se dirigía a su propio despacho.

********

—¡Sorpresa! —Hermione rodó los ojos al ver a Ginny en la puerta—. Qué poco te alegras de verme.

—Estoy trabajando, Ginny.

—Pero dentro de cinco minutos se acabará tu jornada así que aquí estoy —celebró la pelirroja—. Alumbrando tus días con mi luz —añadió.

Hermione reprimió una sonrisa y siguió revisando los papeles frente a ella. Por muy cansino que se le hiciese su trabaja y las ganas que tenía de largarse, tenía que terminar con esos documentos. Era muy profesional y ni Ginny ni nadie podría cambiar eso.

—Blaise me ha dicho que estás preocupada por Malfoy —comentó la menor de repente.

La mujer se congeló durante unos instantes antes de contestar tratando de sonar indiferente. No sabía de qué se sorprendía, Ginny tenía la manía de pasar por el despacho de Blaise a cotillear como dos marujas de pueblo.

—Dije que me desagradaba lo que publicaron sobre él, no que me preocupase —terció ella.

—Sí, bueno, Blaise también me dijo que jamás habías reaccionado tan exageradamente con ninguna de esas publicaciones —continuó Ginny, observando fijamente a su amiga.

—Zabini debería dedicarse más a su trabajo y dejar de comentar acerca de las vidas ajenas, especialmente la mía —replicó la antigua Gryffindor—. ¿Vienes solo por eso? Porque sí es así, te invito a irte. Todavía tengo trabajo que hacer y no quiero perder mi tiempo hablando de la noticia esa.

—No, venía a verte pero lo de Malfoy me llamó la atención —replicó la pelirroja—. Él siempre ha parecido un tema tabú para ti, si te soy sincera, desde lo que ocurrió en su juicio la sola mención de su nombre te ponía a la defensiva.

Hermione suspiró y dejó los papeles encima del escritorio, subió su mirada a la pelirroja que la observaba con un extraño brillo en los ojos. Firmó las dos cosas que le faltaban por firmar y dedicó toda su atención a su amiga.

—Malfoy no es un tema tabú —dijo con suavidad.

—Lo es, después del beso que te dio nadie podía pronunciar su nombre sin que tú saltases a su yugular —repitió—. Y ahora parece que vas a entrar en pánico con el solo pensamiento de que lo puedes volver a ver.

—Ya lo he visto —confesó y luego se irguió con orgullo—. Y reaccioné perfectamente bien.

—Si quedarte callada como una tumba lo consideras reaccionar bien, entonces te doy mi más sincera enhorabuena.

Hermione apretó los dientes mientras planeaba una idea para hacer que Blaise dejase de abrir su bocaza y le contase absolutamente todo a Ginny. Lo que menos necesitaba en ese momento era a su amiga sacando un tema que ella no sabía cómo enfrentar.

—¿Cómo crees que debí de haber reaccionado? —inquirió.

—Pues no sé, preguntándole cosas o saltando la parte formal y comiéndole la boca.

—¡Ginny! —exclamó Hermione y negó con la cabeza al oír la risa de la mujer—. ¿Por qué tendría que comerle la boca a Malfoy?

—Bueno, teniendo en cuenta que no tienes pareja desde hace cuatro años, él confesó estar enamorado de ti, es guapo y que me parece una buena forma de reencontrarte con la última persona que besaste en tu vida pues me parece algo razonable.

—Soy una mujer adulta de veintidós años, no una niña de quince —replicó, ignorando sus palabras—. ¿De verdad crees que haría algo así? Me enfrento a mis problemas, Ginny, no los beso.

—Pues te veo huyendo de ellos, no enfrentándolos —repuso.

—Cuando sea el momento indicado, plantaré cara a Malfoy y trataré de buscar una explicación sobre lo que ocurrió hace cuatro años —aseguró la chica—. Simplemente quiero buscar el momento exacto, no considero que sea un tema fácil de abordar.

Ginny no dijo nada más sobre Malfoy, rodando los ojos cuando vio que Hermione la miraba de soslayo esperando a que dijese algo más acerca de ello y seguramente preparándose mentalmente para cualquier posible comentario que la chica hiciese.

—Bueno, ¿nos vamos? —dijo finalmente—. Le dije a Luna que iríamos a comer con ella.

—¿Por qué siempre hacéis planes sin preguntarme antes?

—Porque la mayoría de veces que te decimos algo buscas una excusa.

Hermione rodó los ojos y salió del despacho junto a la pelirroja, dirigiéndose las dos al ascensor. Justo cuando las puertas se iban a cerrar la castaña recordó que se había dejado el maletín en su despacho por lo que metió la mano entre las puertas para que no se cerrasen y salió del aparato.

—¿Qué haces? —cuestionó Ginny con el ceño fruncido.

—Me olvidé el maletín —explicó con rapidez—. Vete bajando tú si quieres. No tardaré nada.

—Vale —concedió Ginny mientras su amiga se dirigía a su despacho.

Cuando Hermione estaba a punto de volver al ascensor tras coger su maletín escuchó unas voces provenir del despacho de Blaise. Voces que ella reconoció a la perfección. Con sigilo se acercó a la puerta y trató de escuchar la conversación que se desarrollaba en el interior de la oficina.

*********

—Estoy yendo, ¿no es eso lo que querías? —se quejó el rubio.

—Lo que quería es que colaborases, Draco —replicó Blaise—. No que simplemente fueras a estar callado durante dos horas.

—¿Y qué esperabas que hiciera? ¿Que vaya y simplemente le empiece a contar toda mi jodida vida a una desconocida? —escupió él—. No funciona de esa manera.

—¿Y de qué manera lo hace? No le cuentas nada a Parkinson, no me lo cuentas a mí y dudo que se lo vayas a contar a alguien que te conozca directamente. —Blaise suspiró derrotado—. Heather Dikinson es una de las mejores psicólogas del mundo mágico, ella será capaz de ayudarte en lo que necesites.

—Lo que necesito es que me dejéis jodidamente en paz —gruñó el rubio—. ¿No entendéis que simplemente quiero seguir con mi vida? ¿Cuál es vuestra necesidad de remover el pasado?

—¡Estamos tratando de ayudarte! —exclamó Pansy exasperada de escuchar a Draco negándose a recibir ayuda—. Es lo mejor para ti. ¡Si tanto odias las sesiones no haber aceptado ir!

Los ojos grises de Draco brillaron con furia y sus manos se apretaron en dos fuertes puños para contener su rabia. ¿Ayudarlo? ¿Ayudarlo? Quería echarse a reír en sus caras y regalarles un diccionario para que buscasen el significado de la palabra «ayudar», así se darían cuenta de que ellos nunca lo habían ayudado, no de la forma en la que pensaban que lo hacían.

—¿Lo mejor para mí? ¿Lo mejor para mí? —inquirió elevando la voz—. ¡Qué cojones vais a saber ustedes de lo que es mejor para mí! Os necesite hace cuatro años para que testificaseis a mi favor y me distéis la espalda. —Blaise y Pansy enmudecieron—. Os necesite cuando Voldemort colocó la marca en mi antebrazo y amenazó con matar a mis padres. ¡Os necesite los últimos dos jodidos años de Hogwarts! —exclamó furioso—. ¡¿Dónde estabais entonces?! ¡Por vuestra culpa estuve encerrado durante cuatro años en una puta celda sin más compañía que mis ganas de morir! No tenéis ni puta idea de lo que es mejor para mí porque no sabéis quién soy, no me conocéis y nunca habéis intentado hacerlo.

Se levantó con fuerza de la silla sobresaltando a Blaise y Pansy que se encontraban consternados ante el ataque de sinceridad y furia del chico. El rubio salió del despacho con rapidez y se apoyó contra la puerta antes de girarse y empezar a caminar pero algo captó su atención cuando solo había dado dos pasos.

Granger.

La castaña estaba parada a unos pocos metros de la puerta de Zabini con una expresión indescifrable en el rostro mientras lo miraba fijamente. El gris de los orbes de Draco conectó como un relámpago con el marrón de los ojos de ella, anclando las miradas de una manera que ambos sintieron que jamás podrían dejar de mirarse.

Continue Reading

You'll Also Like

1.5M 134K 41
¡Está historia ya no está disponible para su adaptación!. →Dónde Jungkook es el padrastro de Jimin y descubre que Jimin tiene OnlyFans← - Quiero que...
386K 25.5K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
890K 105K 121
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...
79.9K 8.3K 54
☆ y me pueden decir diez mil cosa' de ti pero yo pongo mi alma en el fuego por ti nadie sabe, lo que yo haría no saben que ni con cien mencione' van...