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XIV
SHADOW
La noche ha llegado, rodeándonos con su oscuridad. Con las manos detrás de la cabeza, estoy acostado en mi fría cama. Mis ojos observan el techo distraídamente; solo estoy matando el tiempo, tengo que reunirme con mis superiores en unos minutos.
«Superiores», sonrío ante esa palabra. Ellos no son ni la mitad de fuertes que yo, aun si están a cargo de tomar las decisiones, solo porque yo permito que lo estén.
La oscuridad de mi habitación me consume como si me absorbiera dentro de mis propios pensamientos. He pasado mucho tiempo sin cazar, necesito la adrenalina, el poder que brinda terminar la vida de otra criatura.
Me pregunto cuándo me convertí en un amante de la muerte. Me levanto lentamente, odio las reuniones, siempre era la misma mierda aburrida. Agarro mi máscara negra y me la pongo rápidamente porque siento a alguien venir.
—Han llegado —me informa Byron, justo afuera de mi puerta. L abro y salgo de mi cuarto, fijando la espada a mi espalda.
—Sabes lo que tienes que hacer, Byron —le recuerdo.
Él no puede estar en casa mientras mis superiores se encuentren aquí. Por ningún motivo, puede escuchar nuestra conversación. Byron no me dice nada, sabe que tratar de escuchar no es una opción, mis superiores lo detectarían y lo matarían en un abrir y cerrar de ojos. Simplemente desaparece detrás de mí.
Cuando entro al estudio, iluminado por velas a los lados, hay seis vampiros Purasangre sentados alrededor de una mesa redonda. Sus miradas impacientes se encuentran con la mía; están todos vestidos de negro.
Los escaneo: Greg y Volt; son hermanos, por lo general luchan juntos combinando sus poderes y habilidades. Sombría, ella es una experta en habilidades mentales. Vincent, el destructor y nuestro líder, puede acabar con casi toda una ciudad de golpe usando su poder. Marsha, el elemental, su campo son las múltiples combinaciones de los elementos. Y Sandra, la letal, una belleza exótica que se aprovecha de eso para engañar a sus víctimas; ella es la que se levanta primero. Tiene un largo cabello rojo cayendo por su espalda, un cuerpo delgado y facciones egipcias perfectas. Sus ojos negros encuentran los míos.
—Shadow. —Arrastra la «o» en mi nombre con sus labios pintados de rojo—. Estamos complacidos de que hayas podido reunirte con nosotros esta noche.
No digo nada.
—Shadow —me llama Vincent, nuestro líder.
—¿Qué? —pregunto directamente; sé por qué están aquí.
—Aidan nos informó que le estás dando tu sangre a Morgan y que ella está recuperando su memoria —dice Vincent con calma.
—No voy a negarlo si eso es lo que estás esperando —contesto honestamente.
Sandra me mira confundida.
¿Por qué? ¿Por qué lo haces?
—Tengo mis razones. —Me encojo de hombros.
—¿Y cuáles son esas razones? Sabes que tienes que informarnos sobre todo lo que haces que podría afectarla. —El tono de Vincent se endurece.
—Pensé que ese era el trabajo de Aidan —bufo.
Se quedan en silencio, compartiendo miradas y gestos.
—Nunca nos has desobedecido, Shadow. ¿Cuáles son tus motivos? Este es un tema muy importante, sabes que no puedes jugar con esto. —Vincent mantiene la calma.
—No me digas que te has encariñado con ella. —Sandra usa un tono de burla, pero sé que su pregunta es seria.
—Podría matarla ahora si me lo ordenaras. —Sueno tan seguro como quiero, lucen sorprendidos por un segundo. Sonrío bajo mi máscara—. Solo estoy haciendo lo que se me ordenó. Es mejor si ella recupera sus recuerdos uno por uno a que los recupere todos de golpe —explico para calmarlos; lo último que necesito es ser considerado un traidor. Mi lealtad es lo único de lo que estoy orgulloso.
—Oh... Tiene razón, Vincent —afirma Sandra, mirando al líder—. Sabemos que ella necesita estar emocionalmente estable. Y si recupera todos sus recuerdos al mismo tiempo, puede volverse realmente inestable.
—Pero si los recupera uno a uno, podrá asimilarlos en un proceso más estable. —Vincent terminó la idea por la mujer.
—Exactamente. —Sandra me sonríe—. Eres inteligente, Shadow. —Sus ojos vagan por mi cuerpo, pero la ignoro.
—¿Cómo está? ¿Cuánto ha recordado? ¿Sigue creyendo que es una vampira convertida? —pregunta Vincent, poniéndose de pie.
—Sí, ella solo recuerda algunas cosas sobre su madre y su hermano —respondo con indiferencia.
—¿Y sobre su padre? —inquiere Sandra, preocupada.
—Aún no.
—Ya veo. —Vincent se frota la barbilla. Hay un prolongado silencio entre nosotros; no es incómodo, ya que todos estamos acostumbrados al silencio y su quietud.
—¿Algo más?
—Sus poderes. ¿Alguna señal?— La pregunta del líder está cargada con inquietud.
—Unos pocos, pero nada de qué preocuparse.
—¿Nhyme? —Sombría habla por primera vez.
Meneo la cabeza, Marsha interviene:—Aidan nos ha contado que Milosh pertenece al clan más cercano del nuevo escondite, ¿crees que será un problema?
—Puedo manejar a Milosh.
Vincent vuelve a mirarme
—No lo subestimes, Shadow.
No digo nada.
—Bueno, creo que eso es todo por esta noche. Vamos a venir muy seguido para verificar su progreso. Debes mantenernos informados sobre ella —ordena el líder, y yo solo asiento.
Todos se ponen de pie y caminan en silencio hacia la puerta. Sandra es la última que queda en el lugar.
—Siempre es un placer verte, Shadow —dice, dirigiéndose a la puerta, pero se detiene a mi lado. Puedo oler el perfume de flores que lleva; se inclina hacia mí para susurrar al oído—: Si necesitas compañía en esta casa solitaria, házmelo saber. —Sus labios rozan mi oreja, pero no siento nada; ella lo nota y da un paso atrás—. Y ten cuidado con la chica. Si te apegas a ella, será la más afectada. —Tras eso, sonríe y desaparece.
Me quedo allí por unos minutos. Tengo que ir a ver a Morgan y darle mi sangre, la noche anterior la rechazó, tal vez sus recuerdos la están abrumando.
Cierro los ojos y me concentro en el bosque cerca de la cueva de Morgan. Pienso en los árboles y ramas, el olor a hojas y barro todo mezclado. Abro los ojos y ya estoy allí. Puedo teletransportarme, pero requiere mucha energía, así que no funciona a menudo. Camino entre los árboles y oigo las ramas quebrarse bajo mis pies.
Después de salir del bosque, entrar a la cueva por la entrada principal no es una opción, sigo siendo un Purasangre y este un escondite de vampiros convertidos.
Así que solo me enfoco en aparecer dentro de la habitación de Morgan. Ella esta sentada en una esquina con las piernas pegadas a su pecho y sus pequeños brazos alrededor de ellas, apoyando la barbilla en las rodillas; su largo cabello negro estaba suelto y cae alrededor de sus brazos y espalda; sus ojos de jade carecen de su brillo habitual, se ven tristes y perdidos. Ni siquiera se molesta en mirarme. ¿Qué pasa con ella?
—Morgan —intento llamar su atención.
Sus ojos se encuentran con los míos durante unos segundos, pero luego desvía la mirada. Por lo general ella es fuerte y no le gusta mostrar debilidad, por lo tanto, debe sentirse realmente mal para estar así sin preocuparse por su orgullo.
No me gusta verla así; no estoy apegado a ella de ninguna forma, es solo... mi lado protector saliendo a la superficie cuando estoy cerca de ella. La he visto crecer, sé todo sobre ella, pero no puedo permitir preocuparme por ella, simplemente no puedo. Cada vez que ha comenzado a importarme de más, me he contenido para pararlo de golpe.
Cierro mis conflictos internos y me centro en Morgan nuevamente; está realmente pálida y tiene los labios secos. Las ojeras debajo de sus ojos son inmensas, me necesita. Cuanto más bebe de mí, más de mi sangre demandará su cuerpo todas las noches .
—Morgan.
—Sal de aquí. —Su tono es bajo y suave. Su voz es una de los sonidos más tranquilos que he escuchado. Camino hacia ella.
—Necesitas mi sangre.
—No, no la quiero. No me siento bien, por favor, vete —suplica, mirando hacia otro lado.
—Necesitas mi sangre, Morgan.
—No la quiero esta noche, ¿de acuerdo? —dice a la defensiva.
—Tampoco bebiste anoche, la necesitas.
—¿No puedes irte, por favor? —Ella me dedidoca una mirada desafiante.
—No me iré, no te dejaré así, debes alimentarte esta noche —enfatizo la última palabra. Ella niega con la cabeza y mira hacia otro lado.
Estoy cansado de su actitud, así que la agarro del brazo y la obligo a levantarse.
—No —se queja, poniéndose de pie.
Morgan está muy débil, porque cae en mis brazos respirando pesadamente, no tiene nada de energía.
—No —dice otra vez mientras me da una palmada quitando mis manos de ella y usando la pared del compartimiento como apoyo.
Entonces lo noto, veo la marca de una mordida en su cuello. Los dos agujeros magullados ya están cicatrizando, pero la falta de energía que Morgan está experimentando ha ralentizado el proceso.
La ira corre por mis venas y nubla mi mente. Por eso está tan débil, no se ha alimentado en días y alguien se ha alimentado de ella. Aprieto mis puños, ha sido Aidan. Tengo que apartar la mirada porque cada vez que veo la marca de la mordida no puedo con la imagen de Aidan poniéndole las manos encima. Me encargaré de él más tarde, ahora mi prioridad es hacer que Morgan se alimente. Ella se mantiene de pie contra la pared del compartimento porque ni siquiera puede pararse sola. «¡Maldito Aidan!». Tengo una idea para hacerla beber.
MORGAN
Todo mi cuerpo late dolorosamente sin energía. Ni siquiera puedo mantenerme de pie sin apoyo, así que me apoyo contra la pared. Shadow está parado frente a mí con una expresión profunda en su ojos.
No quiero su sangre, porque debo que admitir que estoy asustada, muy asustada. Tengo demasiadas cosas para asimilar, pensar, analizar. Por eso no quiero la sangre de Shadow otra vez, incluso cuando mi cuerpo la anhela. Esta me traería más recuerdos y no estoy preparada para eso. Shadow arruga las cejas, como si algo le doliera.
De repente se sube la máscara hasta la nariz y se dirige hacia mí. Sus labios sobresalen, se ven tan jugosos en esta oscuridad. Él envuelve una de sus manos alrededor de mi cuello y me atrae hacia él. Lo siguiente que siento son sus labios sobre los míos.
Es tan repentino que no reacciono; mis ojos se abren de par en par, mirándolo. Él presiona su boca sobre la mía suavemente y abre mis labios con los suyos. Pruebo el dulce y poderoso sabor de su sangre.
Una vez que la saboreo, mi sed aumenta, tomando el control. Lo beso desesperadamente, dejando que su sangre llene mi boca. Su lengua acaricia el borde mis labios, enviando escalofríos por todo mi cuerpo. Nunca antes he experimentado algo así.
Envuelvo mis manos alrededor de su cuello, jalándolo más cerca de mí. Alimentarme mientras nos besamos es lo más erótico que he hecho en mi vida. Nuestros labios luchan por el dominio mientras chupo los pequeños cortes en sus labios que ya están sanando y le causo otros con mis colmillos.
Nuestras lenguas se mezclaron de manera seductora y apasionada. Él sostiene mi cara con ambas manos. Mi espalda se estrella contra la pared. Una de sus manos desciende en una caricia hacia mi brazo, luego baja para apretar mi cintura y continua descendiendo hasta mis muslos.
Desliza su mano dentro de mi falda. Cuando su fría piel hace contacto con la mía, me estremezco y dejo escapar un pequeño suspiro. Paro el beso y miro con deseo su cuello. Entierro mis colmillos en él rápidamente. La poderosa sangre entra en mi boca a medida que aumenta la lujuria entre nosotros.
Shadow envuelve sus manos alrededor de mi cintura, nuestros cuerpos rozándose. Meto mi mano dentro de su camisa negra; siento sus abdominales duros y definidos. Mi mano sube para tocar su pecho. Dejo de beber de él mientras Shadow entierra su cara en mi cuello. Masajea mis pechos, haciéndome gemir. Mis manos torpes tocan todo su cuerpo debajo de su camisa mientras él lame mi cuello con anhelo.
Shadow comienza a desabotonar mi camisa y nuestras miradas se encuentran.
Ambos nos congelamos cuando nos vemos a los ojos, es como si ambos nos estuviésemos preguntando lo mismo: «¿Qué demonios estoy haciendo?». Lo aparto y bajo la cabeza completamente enrojecida y avergonzada.
«¿Qué demonios ha pasado?». Todavía puedo sentir sus labios sobre los míos y sus manos por todo mi cuerpo. Aún puedo escuchar mis propios gemidos de placer. Casi me entrego a... Shadow.
Él baja su máscara, cubriendo sus labios rojos y mojados por el beso.
SHADOW
Mi respiración aún es pesada, mis hombros bajando y subiendo. «¿Qué demonios ha sido eso?». Definitivamente no fue lo que planeé. El plan era morderme los labios para que ella tuviera una probada de mi sangre y luego bebiera de mi cuello o de donde prefiriera.
Pero nunca pensé que haríamos lo que acabamos de hacer. Prolongué el beso, la toqué, la deseé como nunca he deseado a nadie; aún la deseo. Mi cuerpo todavía palpita con ese deseo, Aprieto mis manos para controlarme. Necesito salir de aquí.
—Yo... Tú... Yo... —Morgan intenta decir algo, pero está confundida, puedo verlo en su expresión. Su camisa está ligeramente abierta, mostrando su abdomen, sus labios rojos a causa de la con sangre, sus mejillas enrojecidas... El aroma de su excitación me hace dar un paso hacia ella.
«Contrólate, Shadow», me ordeno. «Si vuelves a tocarla, no podrás detenerte, le arrancaras la ropa y la harás tuya como un salvaje contra esa pared».
—Debo irme.
Ella no dice nada, apartando la mirada.
Aparezco dentro del bosque. El aire frío refresca mi cuerpo caliente. Quiero convencerme de que solo ha sido la lujuria que viene con la sed de sangre, pero no bebí de ella, así que no tengo justificación. Sonrío para mí mismo.
—Eres tan patético, Shadow —suspiro—. Tenías quedesear lo que no puedes tener —digo en el aire mientras desaparezco en laoscuridad.