VAN A MORIR, espero que lo disfruten.
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El coche prácticamente se golpea cuando cierro la puerta, lanzando mi bolso en el asiento del pasajero, mientras que, sin éxito, intento colocar mis llaves. Él está gritando y el rugido me enerva. Sería inútil como una conductora de escape.
"Bo!"
El motor suena, quejándose mientras yo empujo bruscamente la palanca de cambios en primera. Mi cinturón me impide dispararme a través del techo por el miedo cuando una palma golpea sobre la ventanilla del conductor. Es suficientemente un shock para tenerme pulsando el seguro sobre todas las puertas. No me molesta estar fuera del espacio porque la calle está tranquila a esta hora de la noche y no tengo ningún deseo de pasar el rato. La mano golpea contra la ventana de nuevo con más urgencia esta vez. Cuando me aparto el cristal se raya con los dedos de esperanza, manchando las promesas hechas.
No alcanzo a cambiar a la segunda marcha, porque mi cerebro al parecer se ha desconectado de mis pies y la mecánica del coche gime bajo mi presión equivocada. El coche se sacude y me quedo sin aliento en un automóvil estacionado. Mis manos se acercan a cubrir mi cara instintivamente, utilizando la filosofía de "si no puedo verlo, no está ahí". No me he reunido totalmente para llorar, así que me sentaré aquí sollozando secando las lágrimas.
Tiro del freno de mano y muevo la cabeza para comprobar mi punto ciego. No está allí. No lo está hasta que desabrocho mi cinturón y cuidadosamente desocupo el coche que lo veo. Harry se sentó en la acera justo fuera del alcance del halo de la luz de la calle. Sostenido en sí mismo, con las rodillas en el pecho y la cabeza inclinada hacia abajo. Todo plegado, nunca se sabe el alcance de su tamaño.
Es con un corazón apesadumbrado que camino hacia él, sentándome a su derecha; lo suficientemente lejos para que parezcamos extraños si alguien pasa de largo. La cabeza de Harry se levanta como si pudiera sentir el aire de mi cuerpo que se ha desplazado. Él no se fija en mí. El espacio entre nosotros poco a poco se va llenando con todas las cosas que no puedo decir. Me temo que cualquier movimiento o interacción vocal tendrán a Harry colocándose otra vez en la posición antigua. No podemos quedarnos aquí toda la noche.
"Lo siento," yo respiro.
El rumor del mundo ha quedado en silencio como si fuéramos la cumbre de la existencia. Y me mata lentamente a medida que Harry arrastra fuera la distancia entre las palabras habladas. Por favor, di algo.
"¿Por qué?", El pregunta, como si hubiera millones de cosas por las cuales yo podría estarme disculpando. Probablemente lo hay.
"Fue un error de mi parte correr. No debería haberlo hecho".
Él asiente con la cabeza suavemente y no estoy segura de si es en la confirmación de que él me ha oído o si él está de acuerdo que fue un error de mi parte huir. Yo sólo estoy feliz por cualquier tipo de respuesta mientras yo delego toda concentración en la observación del movimiento de su mandíbula, tomando su labio inferior entre sus dientes. El mejor perfil lateral que me ofrecen.
"¿Estas -" empiezo, pero mi pregunta es interrumpida.
"¿Por qué estás aquí?"
A pesar de que la pregunta esta dirigido a la acera, mi exterior desmoronamiento lleva la peor parte de mi misma.
"No estoy muy segura", lo admito.
Curiosidad mórbida creo, la falta de disciplina y de no poseer la fuerza para decir, "basta, ya basta". Nunca debí haber regresado.
"Bo, este no es el mejor de los lugares durante el día."
Momentáneamente echo un vistazo en el camino para ver un par de mujeres risueñas caminado por la acera, bolsos oscilando de sus antebrazos, ignorantes para los dos de nosotros. Ellas continúan fuera de vista. A decir verdad, estoy un poco molesta que eso es todo a lo que él le concierne. Me senté a su lado y lo único que se le ocurre decir es que yo no debería estar aquí en la oscuridad. Que se joda.
"He estado aquí antes", le respondo sin darle importancia, frotándome el sudor de las palmas en mis jeans.
"Lo sé," Harry suspira.
Su tono disgustado hace girar mi cabeza y me sorprende verlo desplegando vulnerabilidad. No me dejé engañar en pensar que estaba abriéndose, a pesar de su lenguaje corporal que muestra la confianza y certidumbre dentro de la situación. Enderezándose, luciendo grande, haciéndose cargo. Mentira. Es un frente que parece haber perfeccionado.
"Yo no lo hice para molestarte."
"No, tú viniste para ver una buena pelea como todo el mundo, ¿verdad? ¿Valió la pena? "
Él casi reunió el coraje para mirarme, pero lo detiene antes de hacer cualquier progreso. Hay un borde en sus palabras que desgarra de forma quebrada a través de cualquier velo que se encuentra entre la situación.
"¿De qué estás hablando? Yo solo - "
"¿Qué?" Interrumpe una vez más.
"Quería ver si estabas bien."
"Bueno, a la mierda," dice Harry. "¿Te parece que estoy bien?"
El sarcasmo se incrusta dentro de su pregunta retórica y estoy haciendo mi mejor esfuerzo para soportar esta nueva actitud que está llevando. Es un torbellino de respuestas cortantes y comentarios sarcásticos que me convence aún más que este no es el chico que recordaba. La espalda de Harry está hacia mí cuando se levanta y se aleja.
"Estás siendo injusto. Deja de ser un idiota y habla conmigo".
Sigo después de él, buscando su mano mientras se balancea hacia atrás y al mismo tiempo palabras vuelan entre nosotros. Mis dedos apenas sostienen su mano y la chispa que espero sentir se ha extinguido mucho antes de este momento. No hay mucho que queda por salvar.
"No, tu - No seas cruel," Harry habla torpemente sobre las palabras a través de disgusto mientras intento moverme a su alrededor. Me imagino un profundo gesto de desaprobación mientras rasga su mano de la mía. "No tienes que hacer eso", casi escupe.
Es terriblemente doloroso pensar que en realidad no puede mirarme. Sus manos se acuñan en sus bolsillos, una defensa en contra de mí.
"Cuando me dejes aquí", niega con la cabeza. "Bo, no voy a ser capaz de... sólo por favor - simplemente no me toques".
Estamos retrocediendo tan rápido que es un reto a superar. Él no espera ningún tipo de aceptación antes de continuar alejándose de mí. Muy pronto hay gran espacio entre los dos. Me paro aislada mirando a mis manos como si ellas tienen la respuesta de por qué Harry no podía soportar que lo tocara. Pero son sólo manos, las líneas marcadas en las palmas como afluentes en un río. No le harán daño.
Pienso en dejarlo allí. No darle más de mi tiempo en vano. Rezo por lluvia, mojarlo.
A pesar de mis deseos de descuido, me encuentro gravitando hacia él una vez más. No cometo el error de agarrarlo, mi cuerpo no puede soportar otro ataque del fuego enemigo. Me encuentro con la parte de atrás de él.
"¿Dónde está tu coche?" Pido en silencio para no asustarlo. "Te llevaré a él."
"Yo no tengo uno."
"Te llevaré a casa, entonces," Prosigo adelante. "O puedo dejarte en la casa de otra persona, yo -"
"Casa". Harry responde con solemnidad.
"Ok."
Se siente un poco extraño tenerlo constantemente siguiéndome, sobre todo después del cambio que hemos tenido. Todo es terriblemente familiar cuando él me pasa mi bolso del asiento del pasajero y se coloca el cinturón. Harry cruza sus manos en su regazo mientras me aparto de la acera de manera más agraciada que mi intento anterior. No quiero ahogar su existencia con el sonido de la radio por lo que la dejo apagada. Él se distrae con los hilos de sus jeans donde esta rasgado por la rodilla y tengo que contener la parte maternal de mí que quiere regañarlo.
"¿A dónde vamos?"
Su voz curiosea lejos en el silencio rítmico intercalado del indicador de señal del coche. Estamos girando a la derecha en un cruce. No importa mucho de que nos hemos parado ya que no hay nadie detrás de nosotros que pueda pulsar el claxon.
"Voy a llevarte a tu casa, a tu piso."
Dedos nerviosos giran continuamente la banda de plata en su índice y luego en su medio.
"Ya yo no vivo allí."
Apago el indicador.
"¿Dónde vives?"
***
Subo desde el coche para ser recibida por la visión amenazante de tres grandes bloques de viviendas. La luna se asoma a través de la brecha entre el primer y el segundo, casi aliviada cuando consiguió refugio para esconderse detrás de la nube que pasaba. Amable y accesible son dos palabras ausentes de la lista de descriptores que yo usaría para anunciar una propiedad aquí.
Harry fijo en el coche, la cabeza echada hacia abajo con dolor de lo que viene después. Yo tomo la presión de él.
"Puedo entrar si tú quieres."
"Sí", dice sin pausa.
Estoy empujando mis llaves en mi bolso mientras él pasa a través del camino conmigo siguiéndolo. A unos pasos al frente y se da cuenta de que me estoy quedando atrás, olvidando que él solía ser considerado con mis piernas más cortas y dejaba caer un paso a mi lado.
La puerta de entrada al bloque número dos se mantiene abierto y agradezco a Harry como él me permite pasar a través de primera. Huele un poco a humedad en el vestíbulo y me doy cuenta de los desajustes de colores del techo en la esquina.
"Voy a irme un momento", afirma Harry suavemente. "La renta necesita ser pagada."
Se ha ido a través de una puerta pesada de emergencia de fuego y yo me quedo para deambular por el vestíbulo por mi cuenta. Una luz en la pared escamosa parpadea, un clic vidrioso cada pocos segundos para acompañar la música desagradable a todo volumen desde un coche de un muchacho afuera. Nosotros lo habíamos pasado pero yo no le había prestado mucha atención, en lugar de eso elegí quedarme cerca de Harry y orar por el anonimato. Tengo el impulso de validar la seguridad de mi coche; probablemente están robando las piezas del motor por ahora o jugando con los frenos.
La puerta de entrada que utilizamos olea abierta y me sorprende que el mango no se haya convertido en un elemento permanente en la pared vulnerable a su rango de oscilación. Mi evaluación concluye con dos hombres y una mujer. La conversación se interrumpe cuando me miran.
"Tú vives aquí?" La mujer con el cabello peinado hacia atrás pregunta.
No estoy muy segura de cuál sería la respuesta correcta porque mi mente convoca a la misma imagen de mí siendo depredada sin tener en cuenta un "sí" o "no". Una breve decisión se apresuró a llegar.
"No."
Uno de los hombres se adelanta, más bajo que la mujer y con un mechón de pelo de un color miel. A pesar de sus jeans ceñidos, todavía cuelgan bajo en su cuerpo fornido.
"Te has perdido entonces?"
"No", le repito.
La sensación de incomodidad cavando en mi estómago se intensifica cuando una sonrisa socarrona se unifica entre ellos. En un esfuerzo consciente para convertirme en menos que un objetivo cambio convenientemente hacia la puerta que queda más hacia el fondo en el edificio.
"Mi amigo se fue por este camino, voy a ver si puedo encontrarlo."
Mis antebrazos presionan a la madera en un falso sentido de la higiene apropiada para la circunstancia actual. Es la menor de mis preocupaciones ahora que uno de ellos me ha seguido. Lo puedo decir porque todavía puedo oír cerrarse la puerta detrás de mí.
"Y en que planta está tu amigo?"
Me asomo por uno de los corredores derivados fuera de la ruta principal y luego por la de enfrente. Es un maldito laberinto.
"No lo sé, no lo dijo."
Mi respuesta es cortante cuando me doy vuelta para enfrentarme a ellos una vez más. La mujer y uno de los hombres están presentes en la sala conmigo; el otro está colgado del marco de la puerta con una sonrisa de complicidad. La forma de diversiones que se desliza por sus bocas es casi cómica y yo soy la última de entender por qué, ya que los tres se pusieron pálidos.
"Ella no quiere lo que estás vendiendo," se hace eco la voz de Harry.
La mujer se ve atrapada en los faros mientras los hombres se retiran hacia atrás. Puedo sentir a Harry parado detrás de mí, junto con una extraña sensación de superioridad en el que la gente se encoge de distancia. "Es veintiocho, es veintiocho" el del fondo murmura al frío repentino en la atmósfera. La mujer saca su cabeza hacia abajo en la sumisión, siguiendo a los otros que la han abandonado.
Miro la puerta después de que se han ido y sólo me volteo en torno al oír a Harry alejarse. Parece que me paso la mayor parte de mi tiempo conversando con la parte de atrás de él.
"¿Qué estaban vendiendo?"
Recibo un zumbido humor a medida que seguimos jugando una versión baja de seguir al líder. Las puertas del ascensor se abren al ping cuando Harry toma otra puerta que supongo que conduce a las escaleras. No sé qué tan alto vamos a subir, pero incluso los graffitis rasgados en el interior del ascensor gana a subir las escaleras.
"¿No vamos a tomar el ascensor?" llamo a través de la brecha disminuida gradualmente de la puerta al cerrarse.
Puedo ver la parte de atrás de Harry a través de la pequeña ventana mientras se detiene en el primer escalón. Su cabeza se gira ligeramente dirigiéndose hacia mí y yo no tengo la actitud de ejercicio para detener la unión de las puertas del ascensor.
"Yo no lo haría", responde. "Hay niños en el nivel seis que les gusta golpearlo. No hay garantía de que llegaremos al tres con vida ".
Desde luego, no voy a pasar mi noche atrapada en una caja de metal colgado sobre la probable muerte sólo para dar algunos niños algunas risitas. Trotando después de Harry encontrándolo procediendo a la primera curva de la escalera. Es una ascensión cutre para el nivel tres.
"Las personas de abajo, cuando te vieron te dijeron veintiocho. ¿Qué significa eso? "
Pasamos el conjunto de las mismas puertas verdes descoloridas mientras caminamos por la longitud del pasillo desierto. El ruido de los aparatos de TV se puede escuchar desde algunos apartamentos, otros son un silencio sepulcral.
"Eh, yo vivo en el número veintiocho," Harry concluye tentativamente.
Nos detenemos fuera de una puerta idéntica y Harry busca alrededor en su bolsillo las llaves. Es sólo cuando las luces del pasillo se encienden al tiempo de espera hasta que se apagan y el pasillo se oscurece progresivamente mientras entramos. Lo primero que pensé es que esta no es su casa. La entrada principal entra directamente a la sala de estar. Es estrecho. Supongo que la única fuente natural de luz que la habitación recibe es de la ventana en la parte trasera, que pasa a ser la cocina. Aunque con la mugre enmarcando el vidrio probablemente no es de ningún beneficio.
Harry se para al lado del sofá, la cabeza ligeramente inclinada y se ve fuera de lugar en su propia casa.
"Se ve bien, Harry," Ofrezco amablemente.
"No tienes que ser educada", débilmente se ríe. "Mi madre y mi hermana ni siquiera me visitan aquí, y yo no quiero que lo hagan. Sé que es un agujero de mierda".
Estoy en una pérdida de palabras así que me ocupo con mirar a mi alrededor. La tele es mucho más pequeña, no hay rastro de cualquier consola de juegos y la lámpara en el lado necesita una bombilla nueva. Es cuando mis ojos se pierden en el prospecto de sofá mi fisgoneo se detiene de manera embriagadora en el bate de béisbol apoyado en el brazo.
"Me salí hace un tiempo", trata de explicar. "No he vuelto desde entonces."
"Mierda", es mi respuesta inmediata.
Botas de Harry son removidas antes de que él deambulara por la cocina. Como si estuviéramos conectados por una cadena, hago mi camino. Lo veo inclinarse para recuperar un vaso alto de la alacena.
"¿Quieres algo de tomar?"
Me acerco a su derecha. Mi mano cepilla ligeramente su lado al pisar más cerca y reacciona de una manera de la que no estoy acostumbrada. Al igual que antes, Harry crea la distancia al centro de sí mismo. Nudillos blancos agarran el vaso y estoy un poco preocupada con que puede romperlo.
"Estoy bien", le respondo.
El grifo de la cocina se abre, agua que se arremolina alrededor del desagüe mientras Harry espera a que se enfríe. Él está en ruinas, puedo ver que pasa. Las manos temblando y el aumento de la frecuencia de respiración. Él agarra el mostrador para mantener el equilibrio.
"Está bien", le digo. "Yo te la llevo."
El vidrio se coloca sobre la superficie de la encimera, una medida para evitar el contacto accidental.
"Voy a acostarme," Harry asiente a sí mismo.
"Está bien."
Miro su caminar vacilante, hasta que desaparece al dormitorio. Mi chaqueta y bolso están colgados en el sofá antes de volver a la cocina. Pienso en conseguirle algo de comer, pero mi exploración de su nevera condena a Harry a sobras de comida china y leche obsoleta. Me gustaría tirarla a la basura, pero no quiero interferir, y no puedo evitar dejar de pensar que él no ha estado cuidando de sí mismo. Sólo el agua entonces.
Hay un aroma ahumado que se aferra al espacio cuando entro en el dormitorio. La cama está vacante y descubro Harry jugueteando con los objetos esparcidos por encima de sus cajones. Estoy bastante segura de que mi avance no es nada terrible, sin embargo la alarma con la que Harry se mueve crea un desorden. Se redondea tan rápidamente del susto que el vidrio se cae de mi mano, rompiéndose en el piso en una erupción de fragmentos y agua.
"Bo, Bo, lo siento", me dice con desesperación. "Yo no - yo no te vi."
Es en una confusión que estoy bendecida con la visión clara de su rostro y casi me noquea plana. Cuando me acerco a él Harry entiende el error que ha cometido. Tomo su barbilla antes de que tenga la oportunidad de detenerme.
"No", a la ligera protesta. "Bo, para."
Mi otra mano toma el lado de su cara. Harry se congela cuando mi pulgar roza la cicatriz, la conexión llevándome de nuevo a principios con la mujer persistente y la forma en que se había acercado a Harry. "No me molesta", le había dicho, y la oración no había tenido sentido hasta ahora. Sus ojos están cerrados y no hay duda de que la herida curada corta casi en diagonal a través de la ceja y en el párpado izquierdo. No es una línea suave, la parte superior es un tanto irregular y hace caer en picada mi estómago.
"Ábrelos”.
Harry ya no teme a mi tacto, es sólo terquedad ahora.
"Ábrelos," exijo.
Mis manos se caen como un peso muerto, mi cuerpo retrocede. Soy incapaz de detener mi respuesta, porque el resto de mí está entrando en shock.
"Sí, tiendo a conseguir esa reacción", dice amargamente.
La pupila ha sido dañada, ya no perfectamente alineada y ligeramente en el iris, que es una combinación enojado de color verde oscuro y azul. Todo el ojo se nubla a la ligera en un blanco lechoso y se siente como si la parte inferior se ha salido de mi mundo.
"Yo no ..."
Harry todavía, permitiéndome procesar lo que está delante de mí.
"Deficiencias visual."
Él sonríe débilmente.
Niego con la cabeza y trato de coger el aliento que se escapó de mis pulmones.
"No entiendo," me declaro.
Su visión parpadea abajo antes de reunir el valor para verme plenamente por primera vez.
"Bo, estoy medio ciego en el ojo izquierdo."
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No entiendo como hannah nos hace esto.