Maratón 1/2
-Mami... mami-un pequeño peso sobre mi estomago me despertó. Abri los ojos encontrandome con Blake sentado encima mio, mirandome atentamente.
-Hola, bebé-sonreí, y lo atraje hacia mi para besar muchas veces su rostro, escuchando sus risitas infantiles-¿Cómo amaneciste?
-Ben ¿Tú?
-Muy bien, mi cielo-miré el reloj digital que estaba a un costado. 9:22- ¿Vamos a desayunar?-le pregunté y él asintió.
Lo aparte de encima de mi, y me levanté de la cama. Tomé a Blake en brazos y bajé al comedor. Saque los cupcakes que habian sobrado del día anterior y nos los habiamos dividido con los chicos para que cada uno se lleve una parte a su casa.
Le deje un cupcake a Blake y le preparé en su mamadera chocolatada, y se lo di, me sente a su lado comiendo un cupcake.
Lo tome una foto a Blake comiendo, sin que se de cuenta, se veia tan lindo con su boquita llena de chocolate y concentrado en su postre. Para la siguiente foto lo llamé, salió sonriendo, su boca y nariz con chocolate, y enseñando el cupcake.
Subi esas dos fotos a Instagram, recibiendo respuestas y ♥ de inmediato. Todos decian que cada vez Blake estaba mas hermoso.
Él ya tenia su grupo de fans ganadas, claramente todas eran fans de Thomas también.
Luego de que ambos terminaramos de desayunar, fuimos a su habitación a jugar.
-Mami-me llamó, dejando de lado su autito.
-¿Qué ocurre, bebé?
-¿Y papi?
-Él... debe estar trabajando, volverá en la noche.
-¡Blake!-Antonella entró corriendo a la habitación de Blake.
Comenzaron a jugar juntos, asi que los deje y fui a arreglar mi habitación. Cambiar algunas cosas de lugar.
Cerca de la una de la tarde, Ale me llamó para almorzar.
En la mesa solo estabamos: Ana, Ale, Ava, Cristina, Romina, los niños y yo, lo cual hacia todo muy incomodo.
Cuando terminé de comer, y Blake tambien lo hizo, lo tomé en brazos y subí a mi habitación.
Me recosté en mi cama y acomodé a Blake encima mio.
-¿Quien es el niño mas lindo del mundo?-le pregunte acomodandolo encima mio.
-Oli-sonrió.
-Repite eso-le pedí mientras comenzaba a grabarlo-¿Quien es el niño mas lindo del mundo?
-Oli-se rio.
Guarde el video y se lo envie a Enrique, ya imagina su reacción al verlo.
-¿Bebé, quieres ir de compras?- le pregunté, si hay algo que mi hijo adoraba era la ropa y los juguetes nuevos. Él disfrutaba mucho ir de comptas conmigo.
-SII-gritó feliz.
Me levante de la cama y me vesti para salir.
Luego, caminé con Blake en brazos hasta su habitación para vestirlo.
Le puse una remera a rayas blancas y verde agua, unos short de jean hasta la rodilla y unas zapatillas azules. Le di su mochila con algunos juguetes y galletitas.
Tomé mi bolso, que ya habia traido conmigo, y salí de la habitación; baje las escaleras, y al llegar abajo, vi a Cristina acostada en el sillón, usando el apoyabrazos como almohada, y con una pierna doblada. Vestia un short muy corto, y una blusa blanca demasiado fina y ajustada, que transparentaba todo.
La ignore totalmente y salí de la casa.
Acomodé a Blake en su sillita especial, subi al asiento de copiloto, comenzando a manejar mientras Blake jugaba con un Iron Man de plastico, haciendolo volar mientras hacia ruiditos para simular el vuelo.
-Mira bebé ¿Te gustan?-le mostré a Blake una remera roja con el dibujo de un auto y una azul con la frase Hakuna Matata.
-Si-sonrió mientras asentía. Tomé un enterito y entré con Blake a uno de los vestidores para asegurarme de que la ropa le quedara bien.
Luego, entramos a otra tienda donde le compré dos remeras más.
Una era totalmente amarilla y decia la vida debería ser amarilla. Amar y ya.
La otra era una de los Simpsons, color lavanda y decia El que Ha Ha al último, Ha Ha mejor ~Nelson Muntz.
Blake amaba los Simpson.
-¿Quieres ir a comer?-le pregunté cuando saliamos de la sexta tienda.
-Ti-asintió, mientras comenzaba a caminar hacia las escaleras que sabia que llevaba al sector de comidas.
Los dos pedimos pasta y nos sentamos en una mesa para dos, uno enfrente del otro.
-¿Podemos compad dopa pada papi?-preguntó con su boquita manchada de salsa.
-Por supuesto, luego me vas a ayudar a escogerle ropa ¿Si?-asintió feliz.
Cuando terminamos de comer, ingresamos a la jugueteria del lugar. Al cruzar las puertas, deje que Blake corriera solo por el lugar, para que eligiera que queria; no me preocupaba porque él sabía que debia ser cuidadoso, y no romper ni tocar nada.
-Mami ¿Me lo compas?-Blake señaló una caja del doble de su tamaño, cuando llegue a su lado.
-Esta bien-asentí mientras veia el dibujo en la enorme caja-¿Qué color quieres?-pregunte mostrandole un pequeño catalago con todos los colores que traia el auto.
-Ete-señaló uno negro.
-¿Estas seguro? ¿No quieres rojo, o azul?-pregunté para que estuviera seguro.
-No, ete-asintió señalando el negro de nuevo-Nego-río.
-Esta bien-le sonreí. Busqué a algún trabajador y le pedí aquel auto. Me explicó como usarlo, y la garantía que tenia.
Luego, llevó una de las cajas hasta el mostrador, y nos dejo seguir recorriendo.
-Grashias mami-besó mi mejilla una vez que salimos de la jugueteria.
Uno de los trabajadores nos acompañaba, para ayudarnos a llevar el auto en uno de los carritos especiales que tenian para eso.
Acomodó la caja en el baúl del auto y se fue. Obviamente le había dado propina por su ayuda.
Acomode el resto de las cosas que habíamos comprado, y luego senté a Blake en su sillita especial y emprendimos camino hasta casa.
Eran las siete y media de la tarde cuando llegamos a nuestra casa con un millón de bolsas. Tuve que pedirle ayuda a Dylan para que me ayudara a bajar la caja del auto.
-Diviertete, bebé-le sonreí a Blake mientras lo ayudaba a sentarse en el asiento del auto.
Blake comenzó a manejar, riendo.
La puerta de entrada se abrió, y Thomas ingresó por esta.
-¡Papi!-chilló Blake demasiado feliz, y condujo hasta Thomas, deteniendo su auto en frente de su padre. Blake estaba tan feliz, que no recordaba que no le hablaba a su padre.
-Hola, bebé-Thomas se agachó y besó su frente-¡Que bonito auto!
-Tii
-¿Me lo vas a prestar para ir a trabajar?
-No-Blake negó con la cabeza, mientras hacia que el auto se alejara de su padre para no "prestarselo"
-¿Mami te lo compró?
-Ti-asintió concentrado en su camino.
Thomas se sentó en el sillón, donde Dylan, Anto, Ale, Ana, Romina y Ava veian una película de acción. Y donde yo estaba sentada pero observando a mi pequeño.
-Esta muy feliz-dijo Thomas sentandose a mi lado, asentí sin interés.
Diez minutos despues, Cristina bajó las escaleras, llevaba una falda muy corta, un top ajustado, unos tacones altimos, y un maquillaje excesivo.
Blake, al verla condujo con ella, algo mas rápido de lo quevenia haciendo (porque el auto traia tres velocidades). Cristina, al llegar abajo y darse cuenta que Blake se dirigía hacia ella, comenzó a caminar rapidamente hacia los sillones, pero gracias a sus tacones Blake logró embestir sus piernas con el auto.
-¡Ahh!-chilló, y se dio vuelta con la mano levantada, lista para golpearlo.
-Tocale un pelo, y pobre de ti, estupida.
-El niño me golpeo-se quejó.
-Por algo será-murmuré bastante fuerte, para que oyera.
-Seguro tú le dices que haga eso-dijo, y se acercó a Thomas-Tommy, el niño es muy adorable-hasta un ciego veria que miente-seguramente ella se lo enseñó, ya que no me quiere.
-Cristina, lo siento, él no suele hacer esas cosas-justifico Thomas. Era cierto, Blake no hacia esas cosas, pero ahora estaba orgullosa de que se le ocurriera.
-Y te creo Tommy, debe ser tan bueno y lindo como el padre.
-Patetica-murmuré mientras levantaba a mi bebé-Blake, vamos a bañarte, luego podras seguir jugando con tu auto.
Subi las escaleras con Blake en brazos, entré a su habitación y tomé uno de sus pijamas.
Entré al baño, luego de preparar el agua y sacarle la ropa a Blake, lo metí a la bañera.
Veinte minutos despues, saqué a mi bebé del agua, y luego de secarlo bien, le puse su pijama.
Baje las escaleras, y le deje en su auto.
No vi a Thomas, ni a Criatina en el sillón, por lo que subi de nuevo las escaleras.
Recién me di cuenta, que la puerta de mi habitación y de Thomas, estaba entreabierta.
Me acerqué a esta, pero detuve mis pasos al estar a unos centímetros de la puerta, y oir algo.
-Tommy, siempre quise esto.
-Basta, bajate.
-Yo sé que me deseas, no te resistas.
-No, por favor, bajate.
-No, Tommy, yo sé que quieres estar conmigo como yo contigo.
-No, no quiero eso. Yo amo a ______ y con la única que quiero esto es con ella. Bajate.
-¿La prefieres a ella antes que a mi? Mirame, soy mucho mejor.
Me asomé por la puerta.
Thomas estaba sentado en el borde de la cama, y Cristina estaba a orcajadas encima de él, sin remera, solo con un brasier rojo, eh intentaba sacarle la remera a Thomas.
-Ella no te merece, Tommy.
-No-Thomas la apartó-Soy yo el que no se merece a alguien tan increible como ella.
Golpeé la puerta con furia, haciendo que esta se abra con un fuerte estruendo, haciendo que Cristina y Thomas miraran sorprendidos, asustados.
-_______-tartamudeo Thomas.
-Te quiero fuera de mi casa en este instante, perra-hablé con rabia.
-¿Y si no quiero, qué?-esto es el colmo.
-Te vas, porque te vas.
La tomé del pelo y la saque de la habitación.
Comencé a bajar las escaleras, con ella aún siendo jalada del pelo por mi, ella se tropezaba pero no llegaba a caerse, mejor para ella porque si se caia yo planeaba seguir bajando, aunque realmente deseaba que se callera, arrastrarla por las escaleras y arruinarle esa estupida cara de mosquita muerta.
-¡Ay! ¡Estupida! ¡Sueltame!-chillaba, a lo que yo solo me reia.
-Te vas a arrepentir de meterte con lo mio.
Thomas nos seguia sin decir nada, le convenia.
Al llegar abajo, todos, que estaban viendo televisión, nos miraron.
Seguí caminando hasta la puerta de entrada. Al abrirla, pude ver que había comenzado a llover torrencialmente.
Empujé a Cristina, que seguia en corpiño, afuera, y cerré la puerta, poniendole seguro para que no pueda abrirla.
De inmediato escuché sus gritos pidiendo que abriera la puerta.
-¡Ahi te quedas, por perra! ¡Y ojala que te agarre neumonia!
-¿Qué ocurrió?-preguntó Dylan acercándose a mi.
-La encontre intentando acostarse con mi Tommy-explique sin mas-Si alguien se atreve a abrirle la puerta, correra con su misma suerte-amenace por igual.
-Si, claro-se rió mi hermano-Ya crees que yo le abriré la puerta-dijo, y choque los cinco con él.
-Pobre de ti si abres la puerta-miré a Thomas-Si lo haces, puedes irte olvidando de todo.
Comencé a subir las escaleras, entré al cuarto donde dormia Cristina. Abri la ventana y tomé sus cosas. Una por una las fui tirando, asegurandome que calleran en el barro.
Probablemente Cristina escuchó el ruido porque se acercó hasta ese costado de la casa, mirando horrorisada sus cosas.
-Aqui no vuelves a entrar estupida, ahi tienes tus cosas-Tiré su valija, lo último que quedaba, esta golpeo su pierna, haciendo que ella gritata y me maldijera.
-Si si, lo que digas-sonreí-Puedes irte llendo, el aeropuerto esta lejos y ningún remis te subirá asi, ademas es de noche, hace frio y llueve, yo que tú, comienzo a caminar-sonreí y cerre la ventana, al darme vuelta, todos estaban ahi, observando perplejos.
-Siento mucho todo lo que te hizo pasar mi prima-Romina se acercó a mi-no cuestionó lo que hiciste, lo comprendo, y probablemente yo hubiera hecho lo mismo.
-No te preocupes, no tienes la culpa de que ella sea asi, y uno no escoge a la familia.
-_______-Ava se acercó hasta mi-Siento muchisimo todo esto, no era mi intensión. Me siento mal por haberla traido. Es que ella me dijo que queria volver a verlo, y volver a tener una amistad como antes.
-No te preocupes, no lo sabias. Pero eso, comprenderas que desde ahora, no quiero por nada del mundo que vuelvas a traer a nadie aqui.
-Lo comprendo, no volvere a traer a nadie.
Luego de eso, todos volvieron a lo que hacian. Dylan habia tomado a Blake para llevarlo a su cama, ya que estaba refregandose su ojito por el sueño.
Yo entré a mi habitación, quité las sabanas (Me daban asco luego de que Cristina estuviera aquí y quería lavarlas) y preparé unas limpias para ponerlas en la cama.
-Siento mucho todo lo que ocurrió-Thomas tomó el otro extremo de la sabana.
No me había dado cuenta de cuándo ingresó a la habitación.
-¿Ahora si te acuerdas que tienes una novia? ¿Ahora te das cuenta de que todo lo que hiciste estaba mal?
-______-dejo las sabanas y se acercó a mi-Te juro que nunca me di cuenta, pero mis intenciones nunca fueron tener nada con Cristina. Simplemente estaba tan emocionado por tener a una amiga de mi infancia de nuevo, y la veia como la niña inocente que en ese tiempo era, la que tenía cinco años. Te juro que jamas pensé en nada más, ni me di cuenta que te dañaba. Perdóname.
-No solo me lastimaste a mi. A Blake tambien. No sabes las veces que quiso jugar contigo, y tú estabas con ella. O las veces que ella lo golpeó, y no hacias nada porque preferias creerle a ella cuando decía que no antes que creerme a mi y en los golpees que él tenía. Todavia tiene un moretón en la rodilla.
-Lo sé, y lo siento muchisimo.
-Eso no arregla nada, Thomas.
-Lo sé. Solo quiero que sepas que de verdad lo siento. Soy un idiota, y no mereces que te haya hecho pasar por todo aquello, te juro que no va a volver a pasar. Te amo, mi mundo esta completo contigo y Blake, no me hace falta más. Son toda mi felicidad. Te juro que no me di cuenta de lo que ocurria, y de lo mal que lo estabas pasando. Perdoname, por favor. Te juro que nunca más voy a volver a fallarte.
-Te perdono-sonrei.
-¿De verdad?-preguntó asombrado.
-Si
Thomas me beso, rodeando mi cintura.
-Gracias, te juro que nunca más voy a volver a fallarte.
-Mas te vale-amenace, haciendo que él riera.
-Me encanta como te queda el rojo. Me vuelve loco-me apretó mas entre sus brazos.
-Me alegra que te guste-le di un corto beso, y me separé de sus brazos.
Thomas volvió a dar la vuelta a la cama y terminó de tenderla. Se sentó en el borde para sacarse la zapatilla.
-Tommy-lo llamé con dulzura.
-¿Si?-sonrió.
-Al sillón-señale la puerta de la habitación.
-¿Qué?-sorprendido.
-Te perdone, pero aún estas en falta.
-Esta bien-suspiró, se levantó de la cama ya descalzo y caminó hasta mi, me dio un corto beso y salió de la habitación.
Los amodoro♥♥♥
*Belu