Gabriela: si quieres voy a averiguarlo,
Valentina: No es necesario, mejor me voy a dormir, buenas noches.
Cuando Valentina subió a su habitación Jose Miguel parecía estar ya durmiendo, pero tan sólo se hacia el dormido, le había molestado la idea de Gabriela.
Valentina se puso la pijama e intento dormir también.
A la mañana siguiente los gemelos se subieron su cama emocionados porque sería su primer día de clases en el kínder.
Cecilia B: despierta mamita ya estoy lista para ir al kínder!!
José F: papito!! Yo también estoy listo.
Valentina y Jose Miguel se vieron algo confundidos.
Valentina: Dios mio! Lo había olvidado.
Para su suerte los gemelos ya estaban hasta vestidos y con su mochila en la espalda.
Valentina: porque no van a pedirle a Iluminada que les prepare el desayuno, en unos minutos estoy con ustedes.
José Miguel: si vayan mientras su mamá y yo nos preparamos para salir.
Valentina entró al baño a tomar una ducha y le puso seguro a la puerta, José Miguel no tuvo de otra que tomar su baño en el cuarto de huéspedes.
Cuando Valentina y José Miguel bajaron a la mesa sus hijos ya habían terminado de desayunar y Gabriela y su hija también.
Valentina: listos?
Gabriela: SI.
Valentina: entonces vámonos.
Gabriela: pero no vas a desayunar?
Valentina: no tengo hambre, además apenas tenemos tiempo de llegar al San Pedro.
José Miguel: yo puedo llevarlos.
Valentina: No!! Tu quédate en la hacienda en 30 minutos llega el veterinario, yo iré con ellos.
José Miguel no alcanzó a responder, pues Valentina y los demás salieron muy apurados.
Durante el trayecto al kínder todos parecían muy callados, José Miguel dio un recorrido por los sembradíos de la hacienda, y luego se encontró con el veterinario que venía a vacunar unos becerros, parecía prestarle poca atención a sus explicaciones pues su mente y corazón estaban con Valentina, le preocupara que ese pequeño conflicto ocasionara graves problemas en su matrimonio y que siguiera la locura de Gabriela, aunque en el fondo sabia que su esposa no frecuentaba ese tipo de lugares.
Al llegar el kínder Gabriela y Valentina y los niños se encontraron con Sandra que traía a su hijo también.
Sandra: es increíble que nuestros hijos vayan al mismo kínder no?
Gabriela: si, al ser amigas podremos apoyarnos mutuamente.
Sandra: Felipe quería acompañarnos pero lastimosamente tuvo una emergencia con un paciente.
Gabriela: yo todavía sigo disgustada con Horacio.
Sandra: y Porque no vino José Miguel?
Valentina: él y yo discutimos, pero no quiero hablar de eso, mejor dime arreglaste tus diferencias con Felipe?
Sandra: pues más o menos.
Sonó la campana.
Gabriela: es hora de despedirnos de estos angelitos.
Valentina: mis amores se portan muy bien, muy atentos en clase, nada de conversar ehh, nos vemos en la tarde.
Cecilia B: si mamita, me portaré bien. Te quiero.
Valentina: y yo a ti.
José F: yo también seré un buen niño y cuidaré de mi hermana.
Valentina: eso me parece muy bien.
Valentina abrazó fuertemente a sus hijos, mientras sus amigas se despedían de los suyos también.
Sandra: creo que las 3 necesitamos hablar, desahogarnos.
Gabriela: estoy de acuerdo, porque no vamos a tomar un café?
Valentina: si, no va a paralizarse la hacienda si tardo más de lo normal en volver, vamos.
Las tres amigas caminaron por el pueblo y entraron en un café que días antes había sido inaugurado, se abrieron y contaron sus más profundas preocupaciones y problemas maritales.
Sandra: fiesta de chicas? Estas loca Gabi?
Gabriela: y porque no? Necesitamos cambiar de ambiente, además sólo escucharemos algo de música, bailaremos y beberemos un poco.
Sandra: nuestros esposos no lo aceptaran.
Gabriela: No tendrán por qué saberlo, será nuestro secreto.
Valentina: y que excusa les daremos para justificar ausencia por una noche?
Gabriela: les diremos que iremos por un trago, después de todo ellos deben entender que como madres y esposas necesitamos un respiro y nos merecemos una noche de sólo mujeres.
Sandra: me parece una buena idea, pero conoces algún lugar?
Gabriela: escuche de uno buenísimo en Pachuca.
Valentina: pero queda un poco retirado, no podemos quedarnos mucho tiempo la carretera se pone peligrosa.
Gabriela: llevas tu arma.
Valentina: cómo crees? Jajajaja
Sandra: si! Llévala es un buen apoyo, tendremos como defenderlos si intentan aprovecharse de nosotras.
Gabriela: entonces así quedamos?
Valentina: si, cuenta conmigo.
Sandra: y conmigo.
Gabriela: entonces nos vemos esta noche.
Un par de horas después cada cual se encargaba de sus obligaciones.
Valentina dio un paseo por las caballerizas, quería cerciorarse de que todo estuviera bajo control, allí se encontró con José Miguel que les daba nuevas órdenes a los empleados, pues al haber un empleado menos su trabajo aumentaba un poco.
José Miguel: Muchachos por ultimo les encargo que rieguen las nuevas siembras.
Los empleados vieron a Valentina a espaldas de José miguel, este se dio la vuelta, ella sólo saludo y se fue, José Miguel la siguió.
José Miguel: Valentina!
Valentina: dime.
José Miguel: como dejaste a los niños?
Valentina: muy bien, estaban muy felices por su primer día.
José Miguel: crees que pueda acompañarte a recogerlos?
Valentina: de hecho iba a pedirte que los recogieras, tengo una reunión con el nuevo publicista, tenemos que acordar la nueva imagen de la procesadora de lácteos.
José Miguel: necesitas que te acompañe?
Valentina: No! Tú ve por los niños, yo puedo hacerme cargo.
José Miguel: está bien.
Valentina: bueno, debo ir a esperarlo.
A la hora de la comida los niños parecían muy felices por su primer día de clases, felices contaban cada detalle a sus padres y abuelos.
José F: ya termine de comer.
Cecilia B: yo también.
Valentina: entonces a lavarse los dientes.
José Miguel: yo voy a ver uno de los becerros parece que no le sentó muy bien las vacunas, provecho.
Isabella: yo también voy a lavarme los dientes.
Gabriela: claro mi amor, ve con tus primos.
Isabel: pasa algo entre José miguel y tu Valentina?
Valentina: Nada tía, todo está bien.
Leonor: han estado muy serios.
Ernesto: eso es cierto.
Valentina: figuraciones suyas, bueno debo seguir con algunos pendientes, permiso.
Isabel: tú si vas a decirme que pasa entre ellos verdad Gabi?
Gabriela: lo siento Isabel pero es asunto de Valentina y José Miguel.
Leonor: eso es cierto, pero podemos hacer algo por ellos?
Gabriela: creo que sólo ellos pueden resolverlo, aprovechando que están los 3 necesito pedirles un favor.
Isabel: claro Gabi.
Gabriela: Valentina y yo saldremos esta noche para relajarnos un poco.
Leonor: solas?
Gabriela: con nuestra amiga Sandra, podríamos dejarles los niños a cargo? Nosotras los llevaremos a la cama y después nos iremos, sólo necesitamos que estén pendientes por si algo se ofrece.
Isabel: claro, cuenta con nosotros.
Leonor: veo que las dos lo necesitan desde ayer las he visto muy estresadas, vayan tranquilas, espero que se diviertan.
Gabriela: Gracias Leonor.
Llegada la Noche Valentina y Gabriela acompañaron a sus niños a la cama y se fueron a arreglar.
Cuando José Miguel entró a la habitación se sorprendió al ver a Valentina más arreglada de lo que acostumbraba, estaba hermosa, parecía Una diosa, una mujer de ensueño.