vivo en un bucle eterno de cosas que no se manejar, por fin me siento cómodo con mi tristeza y la recibo como una vieja amiga.
me hago un bollito en el rincón del patio escolar que es donde más me toca el amoroso rayo de sol y empiezo a escribir mientras como uvas mirando los gatos que habitan el otro lado del cerco. escriboescriboescribo.
probablemente escribí sobre vos, estoy seguro que lo hice y al pensar que estas leyendome hace que quiera saltar muy alto y tocar aquel amoroso sol.
probablemente (tambien) sólo me sonrrojaria.
perdón por irme pero tenía que cuidar a la persona más importante de mi vida.
yo, por supuesto.
(y no quiero sonar narcisista)