-¿Ya te dije que tus besos son los mejores linda?- dijo Zac
Reí -creo que lo has dicho unas cuatro veces- dije contando con los dedos.
Zac apretó su agarre a mi cintura y me acercó a él. De pronto escuchamos voces viniendo de la casa, la luz de la sala se prendió y todos los demás entraron. Me separé rápidamente de Zac y mi corazón se empezó a acelerar.
-Zac no puedes decirle nada a Alex- le ordené.
Zac se rio acarició mi mejilla.
-¡No puedes decirle a nadie!- le grité mientras él me empujaba para entrar en la casa.
-No lo haré- me susurró mientras abría la puerta.
-¿Dónde rayos estaban?- nos dijo Alex
Mi corazón latía con intensidad, y las manos me sudaban. No podía decirle a mi hermano que había besado a su jodidamente apuesto amigo mientras él estaba con los demás. Pero no era nada buena mintiendo, y seguramente Alex nos mataría.
-Afuera- dije sonando lo más normal posible.
-Eso ya lo sé, ¿pero qué hacían afuera?-
Noté su voz muy tensa.
-Trepamos un árbol- dijo Zac a mi espalda.
¿Por qué él podía sonar tan normal al mentir?, yo no podía siquiera mirar a Alex a los ojos.
-Eres un mentiroso- dijo James.
Sentí como la piel se me helaba y mi corazón latía a toda prisa.
-No había ratas en el baño- dijo James sonando como un niño pequeño.
No pude contener la risa, ¿seguían asustados por haber encontrado una rata?
-Casi morimos ahí dentro- agregó Rich.
-Parecía ser una rata- dijo Zac rascándose la nuca.
-Él no fue el único en verla- dijo Marcus defendiendo a Zac.
Rodé los ojos y me dirigí a la cocina, un buen tazón de cereal no me vendría nada mal.
Sentía el roce de los labios de Zac en los míos, como un fuego caliente sobre mí. Pase los dedos por mis labios recordando su sabor...
-¿Estas bien?-
Me gire para ver a Alex frente a mí, con los brazos sobre el pecho.
-¿Por qué no lo estaría?-
-Tienes los ojos rojos y los labios hinchados- dijo tocándome la punta de estos.
¡Joder! Ya lo sabe, voy a morir....
-Vi un pequeño nido de pájaros en el jardín, fue tan hermoso- trate de sonar lo más linda posible, pero parecí dar la impresión de una niña pequeña.
-Mujeres- dijo dando un respiro
Cuando entraron los demás mis ojos fueron directamente a los de Zac, que al igual que yo no podía dejar de sonreír. A su lado estaba Marcus que por alguna razón también sonreía al verme. Estos dos se sentaron frente a mí. Mientras Rich nos contaba una historia sobre su jugador favorito de americano, Zac y Marcus seguían sonriendo como pequeños después de hacer una travesura.
Les mande una mirada a los dos preguntando que se traían entre manos. Zac me guiño un ojo, pero Marcus ...... ¡oh no!
Marcus movió la boca en forma de besos, muchos besos. Sin darme cuenta la cuchara se resbaló de mi mano hasta caer en la mesa, lo que hizo que todos se giraran para verme.
-¿Estas bien?- preguntó mi hermano
-Umm si solo..... Estaba pensando en otra cosa....- dije, realmente no se mentir.
-¿En que estabas pensando?- dijo Marcus arqueando una ceja.
Logre patearlo con fuerza por debajo de la mesa. El único que se dio cuenta fue Zac que reprimió una risa.
-En nada que te importe- dije regresando a mi cereal.
Decidimos ver una película antes de dormir, una de súper héroes, de la cual solo acepte porque el actor principal era realmente guapo. Zac se sentó junto a mi toda la película y cuando menos me lo esperaba me tomó la mano y la sostuvo contra la suya mandando chispas a todo mi cuerpo.
-¿Volvemos a jugar cartas?- preguntó mi hermano.
Todos asintieron mientras se sentaban en la mesa.
-Juguemos reina de corazones- dijo Marcus.
Mi cuerpo se tensó al ver como pronunciaba eso viéndome con los ojos muy abiertos.
-Yo paso- dije viendo hacia otro lado.
-Podemos jugar rey muerto si quieres- añadió.
-Estoy cansada, mejor jueguen ustedes- dije mientras salía de la sala hacia mi habitación.
Escuché como la puerta se cerraba tras de mí, pero yo ya estaba en la puerta de mi habitación. Solo sentí un pequeño tirón que me hizo girar.
-Zac- dije viéndolo frente a mí.
Él sonrió -Solo quería darte un beso de las buenas noches- dijo metiendo un mechón de mi pelo tras mi oreja.
Sonreí mientras pasaba mis manos alrededor de su cuello.
-Entonces que esperas- dije tratando de sonar lo más sexy posible.
Se acercó lentamente hasta que nuestros labios se juntaron, gemí cuando me pidió entrar con su lengua. Sus manos empezaron a bajar de mi nuca por mi espalda, pero no lo dejaría llegara más. Lo empujé gentilmente contra la pared y me acerque a él.
-Buenas noches- le dije en un susurró.
Lo escuche gemir y me aleje para entrar en mi habitación. Cerré la puerta tras de mí y me tire en la cama recordando lo dulce que son sus labios. Me quede pensando en lo que estaba pasando, ¿qué éramos nosotros? ¿Un simple juego? ¿Algo serio?
En la mañana me decidí a hablar de esto con él, necesitaba dejar unas cosas en claro. Me bañe y salí a esperarlo. Prendí la tele y esperé por un largo tiempo
-Hola linda- dijo cerrando la puerta.
-¿Y Alex?-
-Dormido-
Sonreí mientras él se acercaba. Tenía tantas dudas pero antes de eso quería sentirlo junto a mí. Al parecer tenía la misma idea ya que se dejó caer en el sillón mientras me besaba lentamente.
-Vamos chicos un poco de discreción-
Me aparte rápidamente para ver como Marcus entraba en la sala.
Di un largo respiró al saber que no era Alex, pero ¿cómo podía el estar tan tranquilo? lo que me recordó que el sabia.
-¡Zac te dije que no le dijeras a nadie!- grité parándome del sillón.
-No le dije él ya sabía, se dio cuenta sin que yo le dijera-
-¿Desde hace cuánto sabes?- me gire viendo a Marcus.
-Ayer mientras jugábamos en la habitación de tu hermano- dijo sentándose sin ningún problema en el sillón y cambiando de canal.
Me acerqué y apague la televisión
-Oye estaba viéndola- me gruñó
-¿Quién más sabe?-
-Solo nosotros- dijo Zac calmándome un poco
-Si no fuera por mí no hubiera salido tú príncipe por ti-
Fruncí el ceño y mire a Zac en busca de una respuesta
Zac se rascaba la nuca, -el inventó que la rata estaba en el cuarto para que yo pudiera salir- dijo viendo al piso.
Empecé a reír, pero se supone que estaba enojada, ¿qué rayos me está pasando?
Me tiré al sillón y Zac a mi lado.
Marcus se incorporó y nos echó una pequeña mirada.
-¿Entonces que son ustedes?- preguntó
Parecía como si me hubiera leído la mente, ahora ya no tendría que preguntarle eso a Zac.
Lo miré esperando que el contestará.
-¿Son novios?- preguntó Marcus
-No- le dijo Zac -Aún no-
-¿Entonces?-
-Ella es muy importante en mi vida. Y dime loco, pero solo mírala....- hizo que mi corazón latiera con gran intensidad y yo quisiera saltar en él y besarlo.
-Si voy a hacer esto lo voy a hacer bien-
-Awww eso es la cosa más jodidamente romántica y cursi que ha salido de tus labios Zac- dijo Marcus.
Tomé un cojín y lo lance a donde estaba Marcus, este le dio en la cara y me gruñó. Pero no me importaba, mis ojos estaban fijos en Zac.
-Solo les recomendaría que fueran más discretos- dijo haciéndonos apartar. Justo antes de que Rich y James llegaran.
Tenían razón, no podía arriesgarme a que alguno viera algo, si Marcus guardaba este secreto era algo muy raro en él, sé que es muy tierno y su corazón es el más grande que existe, pero no podía fiarme de los demás, y menos de que Alex nos encontrará. ¿Qué pasaría si nos encontraba?
Seguramente mataría a Zac, su amistad se arruinaría y a mí me culparía por todo. No podía hacerle eso a Alex, pero como dijo Zac no éramos nada oficialmente no podía decirle nada. Tendría que esperar para ver que sucedía durante las vacaciones, tal vez nos dábamos cuenta de que lo nuestro no serviría y no habría por que decirle a Alex.
Esto estaba muy mal, desde haber dormido borracha junto a Zac, hasta haber estado unos momentos con él en la cama y besarlo, no solo una vez, sino muchas veces. Pero se sentía tan bien. Nunca había estado tan feliz con alguien de esta manera.
-Prepararé el desayuno- dije sin mirar a nadie.
Abrí la alacena para sacar los ingredientes, me alce de puntitas para alcanzar un tazón y sentí como unas manos lo tomaban por mi mientras su cuerpo se juntaba con el mío. Me giré para ver quién era. Quedando a unos escasos centímetros de Zac. Me acerque para besarlo mientras él me tomaba por la cintura, mandando chispas a todo mi cuerpo. Me pare de puntitas para esta a su altura, pero Zac me cargó y me subió a la mesa haciendo cada vez más intenso el beso.
Marcus llegó justo a tiempo para quitar a Zac antes de que Alex entrara en la cocina. Sentí como me ruborizaba mientras Marcus me escaneaba. ¿Qué pensará ahora de mí?
-¿Qué haces arriba de la mesa?- me preguntó Alex
Volví a sentir como mi corazón se aceleraba y mis manos empezaban a sudar. Vamos Summer piensa en algo.
-Una rata- dije sonando nada convincente.
-Juro que vi una rata- dije señalando el piso.
Alex pasó la vista de mí al suelo y luego a los otros chicos.
-Definitivamente esto no puede continuar- dijo Alex tomando su celular.
¿A quién llamaría? ¿A la policía?, ¿A mis padres? ¿A mi tía?
-Necesito que fumigue mi casa- dijo al escuchar una voz.
Se giró y salió de la cocina, en ese momento Marcus, Zac y yo soltamos el aire que estábamos guardando.
-Estuvo cerca- dijo Zac
-Demasiado- dijo Marcus
Ambos empezaron a reír. Pero esto no era gracioso mi hermano los podría haber castrado por estar haciendo esto.
-Solo sean más cuidadosos- dijo Marcus
Los demás entraron a la cocina mientras yo terminaba de preparar el desayuno.
-Eso fue increíblemente sexy- me dijo Zac en un susurro.