— sintieron eso!.- grito Ikki.- Shun está en peligro! Puedo sentir lo.
— tranquilízate Ikki, además Shun puede cuidarse él solo, creo que es lo suficientemente grande para defenderse por su propia mano.- dijo Seiya restando le importancia.
— Seiya.. apesar de que él ya pueda defender se así mismo, soy su hermano mayor y tengo que ayudarlo.
Ikki salió de la sala dirigiéndose a la sala donde estaba Esmeralda sentada.
— Esmeralda..-
— oh Ikki, es agradable tu presencia..- dijo con una gran sonrisa.
— tú sabes dónde está Shun?.-
Esmeralda bajo la cabeza y escondió su mirada.
— él se fue al Santuario..-
— sabes a qué?.-
— Shun dijo que no quería pelear en esta guerra santa, yo le dije que no podía abandonarlos, pero aún así insistió, dijo que primero le diría a Saori y luego a ustedes.-
— ya entiendo.. gracias.. amor..- Ikki le dijo un beso en su mejilla y se levantó del sillón..
— Ikki.. lo.. siento..- dijo Esmeralda llorosa.
— porque, Esmeralda?.-
— porque si yo lo hubiera detenido.. no tendría el presentimiento de que algo malo le acaba de pasar..-
Entonces no soy él único en tener esa extraña sensación.. incluso Esmeralda que no posee un cosmos como el de nosotros.. aún también puede sentir el mal.- penso Ikki.
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Los cuatro santos de bronce subían por las escaleras para llegar a la sala del patriarca, no encontraron nada sospechoso, haci que solo siguieron su camino.
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— Fleer.. que gusto volver a verte.- exclamó Athena con cierto sentimiento de nostalgia.
— a mi también señorita Saori, y me hubiese gustado a ver venido a visitarla en otras circunstancias, pero no siempre sucede así.-
— que ocurre?.-
— paso hace algunos días..- Fleer le explicó todo lo que había sucedido en esa tarde.- y eso ha pasado..
— ya veo, no se supone que el anillo Nibelungo había sido destruído?.-
— la mujer dijo que como eran Dioses del Olimpo podían hacerlo.-
— ya entiendo.. tal vez se desate una guerra santa más, tenemos al menos 3 enemigos poderosos, no te preocupes Fleer, veremos la forma en quitarle el anillo una vez más.
La antes mencionada asintió, se despidió y dio marcha de vuelta a Asgard.
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— Saori!!!.- gritó Seiya desde la entrada de la sala del patriarca.
— que ha pasado Seiya?.-
— no encontramos a Shun y pensamos que tal vez podría estar aquí..-
— no Seiya.. me temo que Shun no ha estado aquí..-
— estás bien Saori?.- le miro preocupado.
— si es.. solo que Fleer acaba de venir diciendo me que le pusieron el anillo Nibelungo a Hilda otra vez..-
— no puedes decirlo enserio?.- dijo Hyoga.
— si, es verdad y me preocupa más el paradero de Shun.
— ya es tarde.. será mejor descansar y mañana seguiremos buscando..
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Despertó, su vista era muy borrosa intento enfocar pero solo logro marearse más, le solía su cabeza, quizó poner su mano en su frente para intentar tranquilizarse, pero cuando la levanto su brazo fue detenido por una fuerte cadena, era de un acero pesado, dirigió la vista hacia su mano y cuando vio y sintió el frío metal entró en pánico, volteó a su mano contraria con la esperanza de ver algo diferente pero solo logro ver su mano en las mismas condiciones, siguió forcejeando, pero sólo consiguió lastimarse sus muñecas.
Sintió su espalda adolorida, intento observar por lo que estaba siendo sostenido, pero el frío metal le hizo saber que estaba en una mesa de hierro, su vista se enfoco en una cabellera verde limón y una azulada. No podía ver muy bien y eso le hizo perder toda la calma que albergaba en su ser. Comenzó a moverse muy nervioso y ellos lo notaron.
— no temas.. no te haré daño..-
Esa voz.. la he escuchado antes.. esperen !! Esa voz le pertenece a...