Liberando Sombras #2 (Saga So...

By MarlyyGrey

354K 30.5K 3.4K

Segunda Temporada de La Sombra de mi Ángel. More

Sinopsis
Prólogo
Capítulo 1 || Verdades que duelen
Capítulo 2 || Llegada inesperada
Capítulo 3 || Situaciones Complejas
Capítulo 4 || No puede ser
Capítulo 5 || Amenaza vacía
Capítulo 6 || Cada parte de mi te ama
Capítulo 7 || Una balanza de emociones
Capítulo 8 || Mal presentimiento
Capítulo 9 || No Puede ser
Capítulo 10 || Dolor
Capítulo 11 || Debe ser un sueño
Capítulo 12 || Mentiras y engaños
Capítulo 13 || Ansiedad
Capítulo 14 || Llegada Inesperada
Capítulo 15 || Consecuencias
Capítulo 16 || Traición
Capítulo 16 || Traición (2)
Capítulo 17 || Por las buenas, o por las malas
Capítulo 19 || Nueva faceta
Capítulo 20 || Desconfianza
Capítulo 21 || Liberando sombras, el inicio
Capítulo 22 || Conexiones
Capítulo 23 || Nuevo propósito
Capítulo 24 || Limpiando la mierda
Capítulo 25 || Realidad frustrante
Capítulo 26 || Una última advertencia
Capítulo 27 || Amarga noticia
Capítulo 28 || Predecida discusión
Capítulo 29 || Grey con Hunt
Capítulo 30 || Damon Grey
Capítulo 31 || Conectados
Capítulo 32 || Seguridad
Capítulo 33 || Actitudes extrañas
Capítulo 34 || Situaciones contradictorias
Capítulo 35 || Presente y pasado
Capítulo 36 || Mi peor pesadilla
Capítulo 37 || Sin escapatoria
Capítulo 38 || Todo toma su lugar
Capítulo 39 || Cuidado de bebé
Capítulo 40 || Muerte inesperada
Capítulo 41 || ¿Duda o acusación?
Capítulo 42 || Nuevo inicio
Capítulo 43 || Anastasia Grey
Capítulo 44 || Tomando lo necesario
Capítulo 45 || Boda en puerta
Especial único
Capítulo 46 || La frustración de Ted
Capítulo 47 || Ted liberando su sombra
Capítulo 48 || No otra vez
Capítulo 49 || Sombra liberada
Capítulo 50 || Momentos agradables
Capítulo 51 || Descubiertos
Capítulo 52 || Enfrentamiento Lincoln
Capítulo 53 || ¿Quién es Christopher?
Capítulo 54 || ¿John?
Capítulo 55 || Planes
Capítulo 56 || Inauguración
Capítulo 57 || Consecuencias
Capítulo 58 || Admiración
Capítulo 59 || Final
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 18 || El verdugo

4.7K 519 44
By MarlyyGrey


Observo el paso de la ciudad frente a mis ojos. Cierro por leves segundos los ojos recordando ese preciso momento en que mi nena salió de nuestra habitación evitando cualquier contacto directo conmigo. Me conoce, sabe que a pesar de su advertencia nunca dejaría de estar pendiente de ella y nuestra hija. Guardaba la esperanza que a un nuevo día hubiese pensado mejor las cosas o bajado la guardia, pero fue todo lo contrario.

—¿Qué pasa con mamá, papá? —pregunta Ted en un tono bajo y preocupado.

—Nada que deba preocuparte. —Por más que lo intento, mi tono es completamente tosco.

Nuevamente el silencio reina en el interior del auto. En minutos Johan y Nick, ambos encargados de la seguridad de Ted, hacen detener el auto en la entrada de GEH.

Observo irritado los periodistas que todavía aguardan en la entrada por información. Como si fuese un incentivo reconocen el auto y se acercan rápidamente.

—Lo que faltaba —espeta Ted.

—Johan, al garaje subterráneo. —El auto avanza con cuidado procurando evadirlos sin causar daños.

Bajo del auto cuando Nick abre mi puerta. Entro al ascensor privado guiado por Johan. Se ha establecido que el personal utiliza el otro ascensor, pero en vista de los últimos acontecimientos, Johan u otra seguridad, tienen orden directa de Taylor no perdernos de vista.

Una vez las puertas se abren lo primero que enfoco es a Ross y Andrea con carpetas en mano. Todos me enfocan.

—Al fin llegas, la sala de juntas está llena —dice Ross con su penetrante mirada, además de escrutadora, puesta en mis ojos.

Miro a Melissa.

—Informa que estoy aquí y en diez minutos comenzará la reunión. —Asiente poniéndose de pie rápidamente. Vuelvo la mirada al par de mujeres que me mira expectante. —A mi oficina. —Camino sin esperar respuesta.

—Cuando Andrea me informó que la reunión era por un problema de la empresa, me extrañó. Conozco los estados financieros —dice Ross inmediatamente entramos. Ambas se mantienen de pie frente a mí.

—Les seré sincero para que una vez entremos a esa sala de juntas, nadie intervenga. Andrea, contrata una empresa alterna para que realice una auditoría. Una vez tengas la información, se la haces llegar a Barney, él se encargará del resto. —Asiente con los ojos abiertos como platos. —Ross, una vez termina la junta, te reúnes con los socios establecidos por Richard. Pide a Welch que los investigue y aquel que despierte tu lado celoso buscas la manera y rompes esa mierda de contrato. —Frunce el ceño.

—¿Qué está pasando? —pregunta sin comprender.

—El hijo de puta de Richard está detrás de todo lo sucedido en la empresa. —Ambas jadean sorprendidas. —Es familia del hombre que mantuvo a mi esposa prácticamente secuestrada bajo otra identidad. —Toma asiento precipitadamente en la silla.

—No lo puedo creer —susurra consternada—. Richard era de los más leales en la empresa. —Bufo.

—Su lealtad estaba disfrazada de mentiras y engaños. Falsificó un informe de seguridad para encubrir a sus primos, por eso me preocupa que haya manipulado los informes financieros. —Andrea abanica su rostro.

—¿Cómo pudo?

—De la misma manera que lo voy a destruir, con inteligencia. Fui su juguete el cual manejaron a su antojo. Ahora me toca a mí sacar al maldito hijo de puta que intenta destruir mi empresa y matar a mis hijos por venganza.

—Esto es muy serio, Christian —dice Ross aterrada—. ¿Crees que los informes durante su mandato son falsos? —niego.

—No lo sé. Amenazaron con destruir mi empresa y en la posición que se encuentra Richard, podría hacer caer GEH algunos peldaños. Principalmente con nuestros socios, lo conocen, le hemos dado tanta credibilidad que le creerían si dice que el agua es roja. —Se pone de pie.

—Eso no lo voy a permitir —espeta enojada—. El no será quien dañe mis años de trabajo. —Arqueo una ceja. Pocas veces he visto a Ross enojada y este es uno de esos momentos. —Me encargaré de la auditoría. Tengo un amigo consultor contable que será capaz de sacar la mierda más profunda. —Sonríe con suficiencia.

—Perfecto. Andrea, que seguridad no permita el acceso de civiles sin reunión establecida. Todo el que concrete una cita será verificado por Welch. Barney se encargará del nuevo personal de seguridad. Que recursos humanos prepare la liquidación de todo el personal contratado durante la administración de Richard. —Ambas abren los ojos como platos.

—Quedaremos sin personal, Christian. Sabes que estamos en... —La interrumpo.

—Lo sé, encárgate de llenar esas plazas con aprobación de Barney. No quiero a nadie, absolutamente nadie contratado, sin un expediente en mi escritorio —advierto.

Ross asiente con un gruñido. Me pongo de pie.

—¿Qué harás con Richard? —Rodeo el escritorio.

—Mostrar su verdadero rostro frente a todos y sacarlo de mi empresa como lo que es, una completa basura —espeto sintiendo como la ira cubre mi cuerpo de una nube de calor—. Andrea, ordena que coloquen sus pertenencias en la entrada del edificio y pide a seguridad que suba. —Ambas me siguen a la salida.

Al entrar en la sala de juntas los murmullos cesan. Jamás había visto tantas personas reunidas en el salón. Están los altos mandos de empresas importantes de este país y representantes de las empresas internacionales. Nuestro socio más importante se encuentra en el cabezal de la mesa con una mirada escrutadora. Personalmente hablaré con Cian, más que socio somos amigos. Su padre fue el fundador de la empresa, dejando en su poder la herencia familiar. Nos hemos encontrado en cocteles o reuniones inesperadas que nos han permitido conocernos y los años han afianzado esa amistad que nació en medio de intereses.

Me coloco frente a todos buscando entre las doce personas que se encuentran en la sala al causante de mi mal humor y cómplice de mis desgracias. Lo encuentro a dos sillas de mí...

—Richard —pido se acerque con un gesto de cabeza. Asiente rápidamente poniéndose de pie y se acerca en el mismo porte seguro que lo caracteriza, totalmente confiado.

Sin pensarlo dos veces estampo con todas mis fuerzas mi mano en su rostro. Sillas, pasos y jadeos de sorpresas no se hacen esperar. La inconfundible mano de Ted me detiene con fuerza y no pongo resistencia. Inhalo y exhalo mientras tres personas intentan reanimarlo ya que el golpe lo ha llevado directamente al suelo dejándolo inconsciente.

Abro y cierro mi mano buscando controlar el dolor que ha dejado el golpe en mis nudillos. Miro los mismos encontrando dos heridas de las que emanan hilos de sangre.

—¡Mierda! —se queja Ted—. Andrea que traigan con que curar su mano. —Mis ojos no se despegan del hombre que poco a poco empieza a recuperar la consciencia. —¡Te has vuelto loco papá!

—En la silla —dice Alberto, parte del comité de socios.

Me mantengo impasible. Siento todas las miradas puestas en mí, temerosos a mi actuar. El maldito bastardo se limpia la sangre con pequeños quejidos.

—Christian, no sé qué es... —Interrumpo a Erick, otro de mis socios.

—Tomen asiento —digo con firmeza. Lo hacen sin rechistar. Saben que mi actuar debe tenerme en un punto de ira totalmente incontrolable.

Johan y... ¿Connor? Se colocan a mi costado. ¿Qué hace aquí? Miro a la puerta que se abre apresuradamente. Papá y Elliot entran por ella e inmediatamente sus ojos se centran en Richard.

Ignoro la acusatoria mirada de mi padre.

—En estos momentos estarán pensando que he pasado de ser el respetado empresario Christian Grey a ser un completo adolescente irracional que resuelve una diferencia empresarial a golpe. —Obtengo la atención de todos. Tomo asiento cuando Andrea entra con un pequeño maletín. —Créanme cuando les digo que ese hombre a quien le he entregado mi confianza, está intentando llevar mi empresa y la inversión de todos, a la maldita basura. —Todos lo observan. —Richard Dixon, o, mejor dicho, Richard Grimmes, ha entrado a mi empresa con documentación totalmente falsa igual a toda la vida que nos ha vendido.

La sonrisa que se plasma en sus labios provoca un leve escalofrío.

—Habías tardado —musita con la voz ronca—. Golpeas fuerte, Grey —se queja limpiando la sangre que emana su nariz y la herida en la parte externa de su labio superior.

—Créeme que ese golpe no será nada en comparación a lo que te espera. —Miro a todos. —A partir de este momento Richard está fuera de Grey Enterprise y sus negociaciones. Ares, eres del comité de abogados, encárgate que le retiren la certificación a esta basura. —El hombre asiente con la mandíbula apretada. Está furioso y lo comprendo, nuestra sociedad y negocios pasados han sido excelentes, y más el proyecto en construcción en Carolina del Sur. Además, con su actitud pone en tela de juicio la credibilidad y honestidad de los abogados.

—¿Crees que eso me importa? —dice divertido—. Mi trabajo ya está hecho, Grey. —Arqueo una ceja.

—No creo, Richard. La empresa será sometida a una auditoría —sonríe—, con una empresa alterna. —Borra de golpe su sonrisa. —De encontrar alteración en los estados financieros y faltantes en mi empresa, serás enviado a la cárcel y no tendré la más mínima consideración. —Barney me entrega una carpeta.

Le explico a los socios por el proceso que está pasando la empresa y el motivo exacto del porqué fueron citados. Todos se muestran sorprendidos, fueron testigos de la confianza que fue adquiriendo Richard en GEH y en sus reuniones. Todo esto los hace vulnerable ya que la información de los proyectos podría ser vendida a la competencia y las perdidas imparable.

Me pongo de pie haciendo un gesto a seguridad para que lleve al hijo de puta traidor a la entrada. Se pone de pie sonriendo con suficiencia...

—Esto no ha terminado, Grey. Estas equivocado si crees que vivirás feliz con la muerte de un miembro de mi familia —espeta con amargura. Me mantengo en el marco de la puerta donde Cian, junto a mí, lo mira fijamente—. Pagarás con la misma moneda. Volverás a tu miserable dolor y vivirás con el recuerdo de cómo se follan a la inocente de tu hija y la zorra... —No lo dejo que continúe.

Mi mano vuelvo a impactar en su rostro sin importar el dolor que le genera. Esta vez no fue un golpe, mi mente traicionera me ha llevado a imaginar ese amargo momento perdiendo por completo el control, desahogando la ira, frustración y temor del pasado, presente y un horroroso futuro con él. Lo golpeo por cada lágrima derramada por mis hijos, cada segundo de dolor, cada día de ausencia de mi esposa, cada cumpleaños lejos de mi hijo, cada noche de agonía por imaginar muerto a mi hijo, cada uno de los hermosos recuerdos que forme con mi esposa y ellos le han arrebatado, pero más que todo por ese amor truncado que soporte tantos años. Me arrebataron mi vida, alteraron la de mi esposa, cambiaron la de mis hijos, causaron un daño reparable a largo plazo en un niño que no tenía culpa alguna de sus actos.

—¡Papá! —ignoro el grito de Ted.

—¡Christian, déjalo! —grita la inconfundible voz profunda de Alberto y Cian.

No puedo. 

El rechazo de mi esposa vuelve a mi mente. El dolor que produjo busca liberarse por este medio. Son ellos los culpables de cada hecho doloroso que cubre mi vida en estos momentos.

—¡Joder, Christian, detente! —Siento tantas manos separarme de él.

—¡Suéltenme! —grito furioso.

El imbécil se queja en el suelo del dolor. Estoy seguro que toda la empresa ha sido testigo del espectáculo, pero me vale mierda.

—¡Christian, contrólate! —me pide papá frente a mí.

—Escúchame muy bien, maldito —lo señalo y estoy seguro que mis ojos le dejarán claro la veracidad de mis palabras—. Se acercan a mi familia una vez más , aunque sea un maldito pie, y los mataré con mis propias manos.

—Papá, basta —pide Ted preocupado.

—¡Suéltenme! —les grito a todos. La ira me domina por completo. El calor que me cubre es totalmente sofocante, asfixiante. Mi corazón late a una velocidad impresionante generando una descarga de adrenalina que vuelve mi respiración errática. —Saquen esta basura de mi empresa —espeto antes de alejarme en dirección a mi oficina.

El aire me falta. Una vez entro tomo asiento buscando relajar mi cuerpo, pero es imposible. Las palabras de ese maldito han calado muy hondo y aunque suene precipitado debo actuar primero que ellos. No puedo darles ventaja, tengo que dejar atrás las normas legales y actuar de la misma manera.

Tomo mi teléfono y marco rápidamente a recepción.


—Señor —dice alguna de las recepcionistas.

—Pide a Albert de seguridad que no permita la salida de Richard. Que lo retengan en la sala de guardia hasta que baje.

—Entendido, señor. —Cuelgo.


—¿Qué vas a hacer? —pregunta Ross cerrando la puerta.

—Solucionar esta mierda ya. Pide a Welch y Barney que vengan, también a John y Ted. —Asiente saliendo.

En segundos entran todos.

—¿Qué pasa? —pregunta Ted.

Miro a Johan que se mantiene silencioso y podría decir que pensativo a las palabras de Richard.

—Johan, tengo que viajar y por seguridad quiero darte a escoger que hacer. —Asiente. —¿Vienes conmigo o cuidas de mis hijos?

—Cuido de sus hijos, señor —dice sin siquiera pensarlo.

Sabía que las palabras de ese maldito habían calado en él. Phoebe es completamente intocable para él, es la hermana pequeña que sigue su ritmo y comprende su actitud. Mi hija le ha dado un cariño que él siente en deuda debe pagar igual y esta es su forma, protegiéndola con su propia vida.

—Perfecto. Ve con Ted a casa —miro a mi hijo que intenta replicar—. Prepara dos maletas, vienes conmigo.

—¿Cuándo? ¿ya? —Niego.

—Mañana a primera hora. Hoy me quedaré en el Escala, tu vuelve a casa y nos vemos en el aeropuerto. —Frunce el ceño profundamente.

—Papá... —Lo interrumpo.

—No estoy de humor para cuestionamientos, Ted —le gruño—. Vuelve a casa y prepara nuestras maletas.

—Pero mamá... —lo vuelvo a interrumpir mucho más furioso.

—Tu madre ya ha tomado decisiones —mi tono es alto sorprendiendo a todos—, que viva con ello, yo tomaré las mías. Ahora vuelve a casa. ¿Johan? —Asiente rápidamente instando a Ted para que salga.

Con un gruñido de ira sale detrás de Johan cerrando la puerta de un portazo.

—A tus ordenes, Grey —dice Barney acomodando sus lentes.

—¿Dónde está el verdadero Arthur? —frunce el ceño.

—Portugal. —Asiento.

—Ross, encárgate de hacer todo lo que te dije y solicita a Andrea nueve pasajes a Portugal. —Me pongo de pie para verla asentir y salir apresurada. Miro al par de hombres temerosos a mi actuar. —¿Qué tanto están dispuestos a hacer por mí?

Ambos se vuelven totalmente tensos. Welch frunce el ceño desviando la mirada a un Barney que me mira analizando detenidamente mi pregunta.

—¿Qué tienes en mente? —pregunta en tono cauteloso.

Inhalo profundamente.

—Jugar fuera del marco de la Ley. Dejar de ser la víctima y convertirme en el verdugo. Acabar con ellos, antes que sean ellos los que acaben con mi empresa y mi familia.

Barney vuelve la mirada a Welch que se mantiene impasible. Se miran entre sí para luego conectar sus ojos claros con los míos. Sus labios se curvan en un amago de sonrisa...

—Será interesante estar fuera del marco de la ley. —Mi corazón repica desaforado al entender el tamaño de los actos que ejecutaré.

—Entonces vamos, tendremos un largo día para sacarle la mierda a Richard.

__________________________


Hola, nenas. 

Aquí les dejo otro capitulo, nos leemos luego. ;)


Marly Castro


Continue Reading

You'll Also Like

375K 18.6K 67
Increíble la infinidad de personas que se pueden conocer en una red social, pero aún más increíble como uno se puede encariñar con personas de otros...
332K 25K 53
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
2M 39K 12
Mí vida fue tranquila hasta que un día eso cambio, yo cambié, y lo conocí a él. Sus preciosos ojos claros son la cura, y yo quien los necesita para a...
178K 13.8K 77
Su historia comenzó con un simple mensaje: "Querida Amelia [...]", enviado al destinatario equivocado. Cuando Esmeralda lee el mensaje de Miguel, una...