Fin (Yaoi/BL)

By Shinsenna

7K 728 22

Ren, tras una vida de dedicación a la gimnasia tendrá que replantearse su vida desde cero tras descubrir los... More

Cap. 1
Cap. 2
Cap. 3
Cap. 4
Cap. 5
Cap. 6
Cap. 7
Cap. 9
Cap. 10
Cap. 11
Cap. 12
Cap. 13
Cap. 14
Cap. 15
Cap. 16
Cap. 17
Cap. 18
Cap. 19
Cap. 20
Cap. 21
Cap. 22
Cap. 23
Cap. 24

Cap. 8

262 33 5
By Shinsenna

–Puedes dejar de caminar con las muletas, pero tómatelo con calma y no te esfuerces demasiado, si ves que tal puedes seguir llevando una como refuerzo por si acaso, pero tienes que apoyar el pie y comenzar a usarlo –Comentó el médico tras haber sito el estado de mi pie–. Y espero que estes empezando a corregir tu alimentación, las analíticas cuando te operaron dejaron claro que estabas sano, pero tú peso no es el adecuado ni de lejos, tienes que ganar peso, ya sea en masa muscular o en grasa.

–Claro –Respondí pasando de sentarme de nuevo si me iba a ir ahora.

Cuando llegue a casa Tora apareció rápidamente cargando con sus cosas de clase para ayudarme con los deberes mientras el hacía los suyos.

–Os subiré la merienda ahora –Comentó mi madre dejándolo pasar.

–No llevas la otra muleta? –Dudo al verme andar solo con una para subir las escaleras.

–El médico dice que tengo que empezar a apoyar el pie, que intercale una muleta con caminar sin nada –Explique necesitando d la muleta para subir las escaleras.

Tanto tarde en subirlas que mi madre apareció en cuanto nos sentamos con la merienda.

–Os dejó estudiar tranquilos –Comentó saliendo de mi habitación.

Al haber estado faltando a clase días sueltos a demás de cuando aún me estaba tratando de recuperar de la operación había muchas explicaciones en las que no había estado presente causando que me costara hacer los ejercicios, pero aún así Tora me ayudó con mucha paciencia a hacerlos todos, incluso los de matemáticas que a mí se me daban verdaderamente mal mientras que para él era todo lo contrario.

–Terminamos! –Salte antes de llevarme a la boca el último trozo de bocata.

Muy lentamente estaba encontrando formas de hacerme más amenas las comidas consiguiendo que fuera capaz de terminarme un plato de comida normal y fuera capaz de comer las meriendas, pero eso no hacía desparecer las ganas de vomitar y la repulsión que tenía a ciertos olores que mi cuerpo seguía rechazando por poco sanos.

–Me gusta ver que ahora comes más –Comentó con la cabeza apoyada en la mesa mirándome directamente a mi–. Cada día estas mas guapo.

–El secreto está en pensar que es brócoli y disfrutar del sabor –Conteste con una ligera risa tras conseguir tragar–. Eso y masticar mucho hasta que mi mente asimila que lo voy a tragar igualmente.

–Eso me llega.

En su cara se dibujo una tierna sonrisa que me hizo ponerme algo rojo antes de inclinarme y besarlo muy ligeramente.

–A veces tengo la sensación de que te encanta besarme –Bromeó haciendo que me levantara.

–No es tu imaginación –Afirme dejando que me tumbara sobre la cama antes de ponerse él encima mia.

–Eso es genial, por que a mí también me encanta –Respondió antes de volver a besarme con calma.

Nuestros labios se unieron con calma disfrutando el tacto y el sabor del otro fundiéndonos en uno mientras nuestras lenguas jugaban frenéticas por conseguir el poder sobre la otra, pero lógicamente yo era el que iba perdiendo contra él.

–Creo que deberíamos dejarlo por hoy –Comentó separándose ligeramente de mi.

Entendía por que lo decía, mis padres estaban en casa y mi hermano en la habitación de al lado y nuestros miembros comenzaban a querer fiesta.

–Tu sabes exactamente como va? –Dude una vez él se levantó tratando de calmar su parte baja.

–Como va el que?

–El sexo, no se, ambos somos hombres, no es precisamente que sea igual que como explican en biología –Conteste incorporándome para sentarme al borde de la cama a su lado.

–Si, bueno, es algo obvio –Respondió algo nervioso por mi desconocimiento–, creo.

–Pero no es lo mismo que con una mujer –Insistí sin verlo tan claro como él.

–Ya, es que no va igual, las cosas se introducen... un poco más atrás.

–Más atrás?

–Si, por un sitio que tenemos en común... todos.

Esta conversación definitivamente estaba poniendo muy rojo a Tora, pero en cuanto entendí a qué sitio se refería yo también me puse rojo como un tomate y completamente tenso.

–No! Por ahí no se introduce nada, es un sitio sucio –Rechiste negando con la cabeza empezando a ver muy mal los cálculos.

–Se supone que se tiene que limpiar antes.

–Pero no está hecho para eso.

–Si lo preparas dicen que es muy elástico, y como tenemos una próstata se puede sentir verdaderamente bien.

Llegados a este punto ya no sabía si estaba rojo como un tomate o más blanco que un papel, pero no veía factible lo que él decía.

–Eh! Si no estás listo no haremos nada, no te voy a forzar –Comentó acariciando mi mejilla sacándome de mis pensamientos.

–Suena a doloroso –Conteste aún con muchas dudas en la cabeza.

–Si no se hace bien dicen que si puede doler bastante, pero lógicamente yo no te haría daño –Explicó dedicándome una sonrisa tranquilizadora–. Te haría estar tan al límite del éxtasis que te olvidarías de lo que significa esa palabra.

Con una sonrisa pícara y viendo mi reacción de escándalo me volvió a besar.

Para tratar de tranquilizarnos ambos él se fue a casa de nuevo, a demás de que ya empezaba a ser algo tarde.

Me empezaba a preguntar hasta qué punto se suponía que mi cuerpo debía poder aguantar algo así.

–"Para el día de mañana todas las clases de las zonas afectadas por el huracán serán canceladas y se recomienda mantenerse dentro de casa, varios medios de transporte no podrán realizar su trabajo correctamente así que varias estaciones de metro estarán cerradas al igual que las líneas de autobús se paralizarán."

La voz de la reportera del tiempo me llamó la atención, y consiguió que todos dejáramos de cenar con la mirada clavada en la TV, nosotros también íbamos a ser afectados por el huracán, tanto el instituto de mi hermano como mi preparatoria estaban en la lista, pero yo no me había enterado de la noticia.

–Entonces no es una falsa alarma –Comentó mi madre algo preocupada.

–Yo encantado de poder dormir un poco más –Añadió mi hermano bastante indiferente siguiendo con su cena.

–Y Tora? –Dude viendo hacia mis padres.

Sus padres estaban de viaje de negocios desde hace dos días y nos habían pedido que estuviéramos pendientes de su Tora tenía algún tipo de problema, lo que significaba que estaba solo en casa, y seguiría así otros 3 días más.

–Es muy peligroso que pase el huracán solo –Respondió mi madre dándose cuenta de ese detalle–. Cariño, y si vas a decirle que venga a pasar la noche aquí?

–Si, estaba pensando en eso, en cuanto termine de cenar voy –Le dio la razón comenzando a cenar de nuevo.

–Aprovecha y vete a buscar pilas y algo de comida, por si se va la luz –Añadió mi madre dando por finalizada su cena y levantándose de la mesa.

Antes de darme cuenta habíamos dejado de cenar obligatoriamente y mi madre estaba haciéndole una lista a mi padre mientras Akito y yo limpiábamos la loza y mi padre había ido ya a casa de Tora.

Cuando regreso Tora ya vino con él cargando con algunas cosas a parte de ropa.

–Perdón por las molestias –Comentó dándole una bolsa a mi madre al mismo tiempo que hacía una reverencia.

–Mientras no te importe dormir con Ren –Respondió aceptando la bolsa.

–Tora tenía cosas en su casa para pasar por un apagón o así, seguro nos viene bien –Comentó mi padre mientras mi madre veía lo que había dentro de la bolsa.

–Si, será muy útil, así hay cosas que ya no tendrás que comprar –Contestó mi madre dándole las gracias a Tora.

–Soy el único que no se había enterado del huracán? –Dude una vez Tora se acercó a Akito y a mí.

–Es que aún no se sabía si se iba a desviar o iba directo hacia aquí –Explicó revolviéndome un poco el pelo.

–Tu piensa que vas a poder dormir un poco más –Añadió Akito dando por terminada su labor de limpieza mientras yo aún estaba secando los últimos platos.

–Acaso no estás durmiendo bien estos días? –Dudo Tora acercándole un paño para que se secara las manos.

–Ren g-

–No es nada! –Corte casi en un grito asustándolos a ambos.

Del impulso incluso estuve a punto de dejar caer el último vaso, pero lo pare a tiempo y lo coloqué donde debía. Tora no parecía muy convencido con mi interrupción ni parecía estar dispuesto a dejar el tema.

–Pasa algo? –Volvió a preguntar viendo tanto para mí como para Akito.

–No –Respondió Akito negándose a decirle nada al ver mi negativa.

Tampoco me hacía la especial gracia que, a parte de saber lo mal que estaba psicológicamente después del accidente, ahora también supiera que mis noches no era raro que se vieran interrumpidas por pesadillas. Ya tenía bastante con saber que si no comía él se las apañara para averiguarlo y tampoco comer.

Mientras mi padre fue a hacer la compra y mi madre colocaba o que había traído Tora nosotros subíamos al desván a por el futon.

–Está aquí –Comentó Akito indicándonos también que nos apartáramos de la trampilla.

Para no cargar con él por las escaleras simplemente dejo que cayera al suelo el futon de invierno que estaba envasado al vacío.

–Lo llevo yo –Comentó Tora cogiéndolo para que mi hermano pudiera bajar del desván.

Mientras ellos llevaban el futon a mi habitación yo me serví de la muleta para cerrar la trampilla y los seguí.

–Voy a poner la mesa baja en una esquina –Comentó Tora cogiendo mi mesa para apoyarla en la pared y dejar espacio.

–Pregúntale a mamá donde están las almohadas –Pido Akito que estaba abriendo lentamente la llave de la bolsa que tenía envasado al vacío el futon.

–Voy.

Baje las escaleras botándome algo mareado para preguntarle eso a mi madre, pero necesité sentarme a causa de los ligeros vértigos que estaban empezando a darme haciendo que cerrara los ojos para no marearme más con la luz y me agarrará la cabeza con las manos.

–Mareado? –Preguntó mi madre dándose cuenta de mi estado.

–Se me pasará –Murmure más tratando de convencerme a mí mismo–, Akito necesita una almohada.

–Claro, voy yo a por ella, tú descansa hasta que estés bien –Contestó frotándome un poco la espalda de forma comprensiva antes de irse.

Pero el vértigo no se conseguía pasar, termine cruzando mis brazos encima de la mesa y hundiendo mi cabeza entre ellos buscando oscuridad.

–Aún no estás bien? –Preguntó mi madre al cabo de un rato.

Pero escuchaba las pisadas de más personas así que me imaginaba que Tora y Akito también habrían bajado con ella.

–No –Murmure sin gustarme que nadie tuviera que verme en este estado.

Me resultaba tan lamentable y lo odiaba tanto, pero aún así era incapaz de poder evitarlo.

–Quieres ir a tu habitación? –Preguntó Tora pasando con delicadeza su brazo por encima de mis hombros.

–Ya terminamos de poner todo –Añadió Akito al ver que no respondía.

Al final acepté, pero en vez de dejar que me levantara por mis propios medios Tora me cargo entre sus brazos dejándome en cama una vez mi madre la abrió.

–Descansa, seguro se te pasa en cuanto despiertes –Comentó mi madre dejándome solo en la habitación.

Tanto Akito como Tora se fueron con ella y me dejaron solo en la oscuridad de la habitación que solo se rompía por la luz que entraba por debajo de la puerta muy tenuemente.

En cuanto se calmaron mis mareos no tarde demasiado en quedarme dormido, aunque recupere la consciencia muy sutilmente cuando Tora entro en la habitación para dormir. Me dio un beso en la frente y volví a caer KO de nuevo.

Mi sueño fue interrumpido de nuevo por una horrible sensación de inmovilidad y agobio haciendo que volviera en mí mismo escuchando a Tora llamarme desesperado.

Como siempre estaba empapado en sudor frío, temblaba y mi respiración estaba alterada al igual que mi corazón, todavía no había conseguido olvidar la horrible sensación cuando me desperté en la ambulancia incapaz de poder moverme, sin siquiera poder usar un dedo, fue un momento tan horrible para mí que con solo dormir sentía que había vuelto a la ambulancia y volvía a ser incapaz de moverme.

–Ya está, puedes moverte perfectamente –Me trato de tranquilizar Tora abrazándome con un brazo mientras con el otro agarraba con fuerza mi mano contra su pecho–, solo fue una pesadilla.

Sus palabras se vieron interrumpidas por un trueno que me hizo asimilar sus palabras más rápido por el susto.

–Akito te lo dijo –Murmure dejando descansar mi cabeza sobre su hombro–, te contó como le hago imposible dormir por las noches.

–Akito tiene mucha confianza conmigo después de tantos años –Explicó dejando que me quedara en esa posición–, está preocupado, le asusta ver lo mal que estás aunque trates de ocultárselo detrás de indiferencia o enfados.

–Ni siquiera soy capaz de ser un buen hermano mayor –Musité aferrándome más a él.

Desde el accidente Akito y yo pasábamos más tiempo juntos, me sobraba demasiado el tiempo y él trataba de que eso no se notara y lo sabía, debería de evitar que él notara lo mal que estaba y aún así era tan débil, patoso y estúpido que era incapaz hasta de eso.

–Eres un perfecto hermano mayor igual que él es un perfecto hermano pequeño –Trato de animarme Tora antes de darme un beso en la coronilla.

    *.    *.    *.    *.

No podía creerme que esto estuviera pasando...

–Un huracán! Que locura –Comentó mi madre terminando de recoger la cena–, por suerte estando preparados gracias a tu padre.

–La comida estaba deliciosa –Añadió Daiki levantándose de la mesa mientras me sonreía con alguna especie de diversión que no terminaba de comprender aún.

Desde el incidente de la chica y su intervención que terminó en beso de vez en cuando se autoinvitaba a mi casa a comer o cenar, eso cuando no me arrastraba con él a comer fuera.

–Daiki, que tal si llamas mejor a tu casa y te quedas a dormir aquí hasta que pase el temporal? –Soltó mi madre consiguiendo que reaccionara a su diversión.

–No quisiera ser una molestia –Respondió sin siquiera preocuparse en ser convincente.

–No seas modesto chico –Corto mi padre dando por zanjado el asunto–, llama antes de que tengamos algún problema con la línea, puedo hablar con tus padres si hace falta.

–Mis padres no viven conmigo, no tengo a nadie a quien avisar –Contestó Daiki pillándome por sorpresa.

–Yamato y tú sois más o menos de la misma altura, así que te puede dejar un pijama –Comenzó a planear mi madre mientras mi cabeza se centraba en lo que acaba de decir.

Conocía realmente poco a Daiki, no tenía que estar muy sorprendido realmente, pero aún así se me hizo extraño averiguar qué realmente estaba solo cuando no estaba conmigo o rodeado de chicas.

–Llevas un buen rato sin decir ni una palabra por mucho que te hablo –Comentó sacándome de mis pensamientos mientras terminaba de hacer su cama.

–Lo siento, no me di cuenta –Conteste extendiendo el futon dando por concluido mi trabajo.

–En que piensas? –Preguntó agarrando mi barbilla con delicadeza para que le mirara a la cara.

–Nada –Respondí tratando de sonar rotundo aún invadido por varias dudas.

Desde que habíamos empezado a llevarnos esta clase de situaciones cada vez se hacían más frecuentes, solo quería preguntarle por un montón de cosas y saciar mi curiosidad al mismo tiempo que no sabía hasta qué punto eso sería bueno. Aún no terminaba de entender por qué me utilizaba constantemente para alejarse de sus fans.

–He recibido respuestas más creíbles Ya-chan –Rechistó agarrándome por la cintura.

Desconcertado fui incapaz de reaccionar a su beso y, como empezaba a repetirse más de lo que me gustaría admitir, me dejé llevar con rapidez dejando que nuestras lenguas jugaran limpiando toda mi mente de pensamientos.

No sabía si agradecer que mi madre apareciera en el momento idóneo para que nos separáramos de golpe. Con lo rojo que estaba yo fui incapaz de verla a la cara así que trate de fingir que miraba si faltaba algo para Daiki.

–Tenéis todo? –Preguntó tras unos segundos de silencio.

–No –Respondí rápidamente acercándome al armario–, solo tengo que dejarle un pijama.

–Perfecto entonces, nosotros estaremos abajo si pasa cualquier cosa –Se despido saliendo de nuevo de la habitación.

–Buenas noches –Respondimos al unísono Daiki y yo.

–Eso estuvo cerca –Comentó acercándose a mí por la espalda consiguiendo que volviera a tensarme.

–Deja de hacer eso –Rechiste entregándole el pijama.

–Con lo que a mí me gusta verte así de lascivo –Murmuro antes de acariciar mi garganta con su dedo índice hasta terminar en mi barbilla.

Sabía que si hacía eso podía perderme por completo en sus caricias y me quede paralizado dejando que él terminara desarmándome, como siempre.

Continue Reading

You'll Also Like

156M 9.2M 55
PRIMER Y SEGUNDO LIBRO [Primer y segundo libro ¡publicados en papel! Esta es solamente la primera versión de ambas historias] Para Jenna Brown, su pr...
165K 13.4K 37
¿Quién se robará tú corazón? °•°Inojin x tú x Shikadai°•° ∆ Mundo alternativo de boruto, en este mundo están vivos: Itachi, Obito y Neji...
174K 7.4K 63
Kin sak es acusado de asesinato y ahora es intensamente buscado por la policía en los distritos más peligrosos de la ciudad neón. Su situación dara u...
1.2M 96.1K 51
La mayoría de las chicas tienen claro lo que quieren en un chico, pero Emilie Wright sabe exactamente lo que NO quiere. *** Hacer una lista con todo...