De repente paro el coche y se abalanzo hacia mí, intentando taparme la boca con un trapo empapado en algo con un fuerte olor, supuse que sería cloroformo.
Conseguí salir del coche, pero alguien me sujeto por detrás y solo recuerdo que me tapo la boca y me dormí.
Desperté con un fuerte dolor de cabeza por la inhalación del conformo, mire a mi alrededor, estaba en una habitación un tanto oscura, en ella había una cama, algún mueble, y un pequeño baño con solo una pared como separación.
Se abrió la puerta y entro aquella mujer con una gran sonrisa, y hablándome afablemente me dijo que no me preocupara que ahí estaría bien, ellos me cuidarían con la condición de obtener lo que necesitaban de mí.
Les pregunté lo que querían, pero no obtuve respuesta.
La mujer dijo que a partir de ahora le tenía que llamar mamá y a el hombre papá.
Abrió una caja que traía consigo, de ella saco algo de ropa, zapatos y un cepillo de pelo. Me dijo que me cambiara la ropa, y comenzó a peinarme el cabello.
Comenzó a contar que ella tenía una hija llamada Lara, que estaba muy enferma y su cuerpo no resistiría más, pero que gracias a mi ella se salvaría y podrían volver a ser la familia que eran antes.
Yo le suplique que por favor me dejara marchar, que, seguro que la iban a buscar y se meterían en problemas, la mujer le dijo que estaban lejos de donde yo vivía y allí nadie les encontraría, comencé a llorar desesperadamente, ella simplemente cerró la puerta y me dejo ahí.