Strawberry Milk. ❤Jikook❤

By Army_NochuJK

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Jungkook amaba la leche de fresa, él era leche de fresa. Ellos odiaban la leche de fresa, la repudiaban, pero... More

🍓Strawberry Milk 🍓
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Hello !
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🍓10🍓Jimin🍓
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🍓16🍓Namjoon🍓
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Maratón y Hasta Pronto.
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Hello !!!
Tema importante !
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🍓31🍓Hoseok🍓
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Nuevo fic ! 🍓
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By Army_NochuJK

El día caluroso y agotador amenazaba con ser un desastre y muy largo, igual que los anteriores.
Jimin agradecía tener a sus amigo ahí, aunque estos se burlaran de él y le hacían desesperar, era bueno que estuvieran haciéndole compañía y pasar él rato entre comentarios divertidos.

—Sigo pensando que deberíamos retirar esos asquerosos batidos de leche de fresa.—Jimin dijo a su madre cuando pasó por detrás de él.

—No vamos a retirar nada.—su madre dictaminó.

—Pero si nadie lo pide.—Jimin elevó las manos—.Y además, es repugnante.

—En algún momento alguien vendrá y lo pedirá.—su madre suspiró, ese hijo suyo la desesperaba—.Saldré a hacer un recado, encárgate de todo.

—Claro.—aseguró mientras veía a su madre salir del local.

—Siento pena por tu madre.—Hoseok rió mirando a Jimin.

—Yo no tengo la culpa.—se quejó el rubio—.Ella me metió en esto a la fuerza.

Namjoon rió—.Ya, tómalo como una nueva experiencia.

Jimin alzó una de sus cejas—.¿Estas de broma, verdad?.

Namjoon se encogió de hombros en su dirección—.Solo intento animarte.

—En serio.—Jimin lo miró—.Deja de hacerlo.

Namjoon se encogió de hombros nuevamente—.Entonces tráeme un batido de menta.

Jimin rodó los ojos antes de girarse y perderse de la mirada de sus amigos para ir a por él pedido de su amigo, volviendo solo minutos después con él batido en mano, dándoselo a su amigo.

—Me encanta.—Namjoon soltó tras un sorbo.

—Si, los batidos de aquí están muy ricos.—admitió—.Excepto la leche de fresa, esa cosa debería desaparecer de nuestro menú.

Dijo asqueado mientras sus amigos reían, asintiendo con la cabeza, de acuerdo con él.

La campanita de la puerta hizo un animado sonido, indicando la llegada de un nuevo cliente. Sus miradas se dirigieron hacia la nueva persona que se dirigía hacia ellos, quedando cautivados ante la imagen. Un lindo, muy lindo chico, caminaba con pasos cortos y animados, mirando todo con curiosidad, sus grandes y brillantes ojos de un color café revoloteaban de un lugar a otro. Su cabello color chocolate, muy claro, se agitaba con cada movimiento de su pequeña cabeza, su cuerpo ligeramente delgado se detuvo para mirar todo a su alrededor y enseguida seguir con su caminata. La sonrisa del chico era de un brillo y hermosura desmesurado, desprendiendo dulzura por todo su cuerpo.

Dio los últimos pasos para estar en frente de ellos, mirándolos con una amplia sonrisa antes de apoyarse en él mostrador y mirar a Jimin mostrando sus dientes en él proceso de sonreír, él pelinaranja tras él mostrador le devolvió la sonrisa, amable.

—Uhm...Hola.—saludó, como si realmente hubiese pensado que decir antes de hablar.

—Hola.—Namjoon le dijo con una sonrisa, aun sabiendo que ese saludo no era para él.

—Oh...Hola a ti también.—le sonrió, sus ojos achicándose ligeramente.

Jimin tuvo el impulso de chocar la palma de su mano contra su rostro, no iba a negar que él también había quedado algo, muy a decir verdad, prendado de la tierna belleza de aquel chico, pero Namjoon y sus niveles de coqueteo eran demasiado para él.

—¿Quieres pedir algo?.—Jimin dijo, llamando de nuevo la atención del chico.

—Oh si.—el chico de ojos café rió tontamente—.Para eso vine aquí.

—Si, me imagino.

Jungkook asintió, sonriéndole y mostrando su dentadura, a Jimin le fue imposible no relacionar sus dientes frontales a los de un tierno conejito.

—Entonces...—Jimin dijo al ver que él chico no seguía—.¿Que vas a querer?.

—Oh si.—volvió a soltar una risita, siendo realmente tierna—.Yo quiero uhm...leche de fresa.

Namjoon lo miró con las cejas fruncidas—.Que asco, solo de oírlo me entran ganas de vomitar.

Jimin le fruncio él ceño—.¿Seguro que quieres esa cosa?.

—Hay...hay algún problema con la leche de fresa.—el chico miró de uno a otro, luciendo repentinamente triste, un puchero adornando sus rosados labios—.¿No puedo obtener mi batido?.

—Solo quería estar seguro de que querías eso.—Jimin aclaró.

—¿Entonces si puedo tenerlo?.—y de nuevo, repentinamente, su humor cambió, mostrando nuevamente su tierna sonrisa.

—Si, si puedes tenerlo.

Él tierno chico dio unos saltitos a la vez que daba palmadas con sus manos. Agarrando la silla que se encontraba a un lado de Namjoon la sacó para poder sentarse, y esperar por su batido al ver al chico rubio desaparecer en busca de su preciado batido.

Tanto Namjoon como Hoseok no apartaron su mirada del tierno chico, curiosos por su presencia, siendo que tampoco lo habían visto nunca en la cafetería.

—Así que...—Namjoom habló mirándolo fijamente—.¿Te gusta él batido de leche de fresa?.

Él chico de ojos café lo miró, la sonrisa sin desaparecer de su rostro en ningún momento—.Oh si, me gusta mucho, mucho, mucho.—meneó su cabeza.

—Ya veo.—Namjoon asintió.

—¿A ti no te gusta?.—le preguntó con tono sorprendido.

—Mmmm.—Namjoon pensó unos segundos—.La verdad que no, me es repugnante.

—Oh.—Jungkook hizo un puchero.

—Me gusta mucho beber él batido de menta.—Namjoon añadió, extrañamente no gustándole él triste puchero del chico, aún desconocido.

—Nunca lo probé.—negó con su cabeza.

Namjoon elevó él batido en su mano, él cual estaba a mitad, y lo agitó frente a los ojos del chico quien lo siguió con la mirada.

—¿Quieres probarlo?.—Namjoon preguntó sin pensarlo dos veces.

Él chico asintió entusiasmado, como si le estuviesen ofreciendo la gran cosa. Namjoon le tendió él batido y mientras veía al chiquillo llevar la pajita a su boca para probar él contenido se preguntó como fue que llegó hasta ese punto. Nunca imaginó tener una conversación sobre batidos y mucho menos ofrecerle su batido a un niño que había aparecido de repente.

—Uhm.—el chiquillo murmuró, frunciendo el ceño—.Sabe raro.

Namjoon soltó una carcajada ante la mueca del chico, suponiendo que este estaba acostumbrado a las cosas dulces.

—Prefiero mi batido de leche de fresa, me gusta más.—dijo devolviéndole él batido a Namjoon.

Enseguida Jimin apareció con él batido del chiquillo en manos y se lo tendió, siendo aceptado con rapidez y entusiasmo. Bebiendo de él con rapidez y haciendo un extraño sonido de satisfacción después.

—Así que.—Hoseok habló mirando con curiosidad al chico, peinando su rojizo cabello—.¿Cual es tu nombre chico de fresa?.

Soltando una suave risita se giró hacia él mencionado y lo miró—.No soy de fresa.—rió—.Y mi nombre es Jungkook.

En cuanto él nombre salió de sus labios otro chico entró al local de forma apresurada y fijó su vista en Jungkook.

—Jeon Jungkook.—gritó caminando hacia él.

Él chico era alto y tenía él pelo rosado, iba vestido con un jersey rosa clarito y unos vaqueros ajustados. Su piel blanquecina y su rostro algo tenso.

Jungkook se asustó por él repentino llamado que casi se cae del taburete si no llegase a ser por Namjoon, quien con rapidez colocó una mano en su espalda para evitar él accidente.

—Jin Hyung.—el chico, sin importarle que por poco cae de la silla se apresuró a bajar del taburete y caminar hacia él chico pelirosa, con él batido en mano.

—¿Que se supone que haces aquí?.—le miró serio—.¿Cuantas veces te he dicho que no desaparezcas así de la nada?.

—Yo no desaparecí Hyung.—se defendió—.Solo quería un batido.

Él chico, de nombre Jin, llevó una mano al puente de su nariz, intentando relajarse.

—¿Que se supone que debo hacer contigo?.—preguntó para si mismo más que para él chico.

—¿Un abrazo?.—Jungkook extendió sus brazos de lado a lado.

Él chico de nombre Jin, solo pudo soltar un suspiro antes de mirar al chiquillo que seguía esperando con los brazos abiertos, y una sonrisa apareció en su rostro antes de acariciar los castaños cabellos de Jungkook.

—Vámonos antes de que la bruja de tu madre se de cuenta de que no estás en tu casa.—el pelirosa le dio un suave empujón para dirigirlo a la salida.

—Mamá no es una bruja.—Jungkook soltó una suave risa, como si él chico no acabase de insultar a su madre frente a él—.Las brujas tienen gatos negros y vuelan en escoba, mamá no hace eso.

—Si, bueno, tu madre es una bruja muy especial.—murmuró, pero él chiquillo logró escucharlo.

—¿Ah si? ¿Que clase de bruja? ¿Hay tipos de bruja?.—comenzó a preguntar—.En los libros que yo leo no salen otros tipos de bruja.

Jin negó con la cabeza—.Ya te lo diré algún día.—murmuró, empujando nuevamente al chico hacia la salida del local—.Ahora vámonos.

—Pero Hyung.—Jungkook se detuvo frente a él, mirándolo desde abajo, ya que él pelirosa era mucho más alto que el—.Debes pagar mi batido.

—¿Que?.—miró hacia él mostrador, recién dándose cuenta de que tenia la atención de tres chicos.

Él chico pelinaranja tras él mostrado le miraba con los brazos cruzados; un chico de estatura media y cabello rojizo estaba sentado en uno de los taburetes del mostrador, mirándolo divertido; y a su lado había un chico que parecía de gran altura y moreno, quien lo miraba interesado.

—Dime que no pediste nada.—lo miró con súplica.

—Oh Hyung.—el castaño le sonrió, queriendo excusarse—.Yo pedí un batido de leche de fresa, sabes que no puedo pasar mucho tiempo sin tomarlo.

—Niño tonto.—le dio un suave golpe en la cabeza—.No traje mi cartera conmigo.—suspiró—.¿Como pretendes que lo pague?.

—Oh.—Jungkook miró él batido en sus manos, este ya estaba casi vacío, solo quedaban un par de sorbos.

Jin empezó a rebuscar entre sus bolsillos, dándose por vencido cuando no encontró nada finalmente.

—No traje nada conmigo.—suspiró, rendido—.Salí en cuanto me di cuenta de que no estabas y se me olvidó todo en tu casa.—se llevó una mano a sus cabellos, mirando hacia él mostrador.

Jungkook se giró y se acercó al mostrador, subiéndose al taburete bajo la atenta mirada de los tres chicos.

—Uhm.—miró a Jimin, mordiendo su labio inferior—.Mi Hyung no trajo dinero consigo, él olvidó su cartera en casa.—lo señaló—.Yo...uhm...tampoco traje dinero, esperaba que Hyung me encontrara y pagara por mi batido.

—Esto tiene que ser una broma.—el pelinaranja lo miraba boquiabierto.

—Oh no, de verdad.—Jungkook dejó él batido sobre él mostrador y se bajó nuevamente del taburete.

Dio unos pasos hacia atrás, de manera que Jimin pudiera verlo desde atrás del mostrador, y metió sus manos en los bolsillos delanteros de sus ajustados jeans, mostrando que no había nada en ellos, posteriormente se dio la vuelta e intentó meter las manos en sus bolsillos traseros pero estos estaban cosidos.

—Oh.—sonrió avergonzado—.Estos no son bolsillos verdaderos, están cosidos, son de adorno.—volvió a reír, avergonzado—.Así que no puede haber nada en ellos.

Se encogió de hombros y volvió a subirse al taburete, mirando a Jimin y esperando una respuesta de su parte.  
Cúando este no dijo nada, Jin se acercó a él.

—Siento mucho esto.—se disculpó, viéndose apenado—.Ha sido culpa mía, siempre suelo llevar la cartera encima para pagarle sus caprichos a este mocoso pero hoy se me olvidó por completo.

—Hyung.—el castaño se quejó, frunciendo él ceño—.No soy un mocoso.

—Calla.—Jin le señaló con él dedo directo a la cara—.Están hablando los mayores.

Jungkook hizo un puchero y se cruzó de brazos, indignado.

—Si hubiera alguna manera de que pudiera volver mañana a pagártelo, puedo dejarte mi número de teléfono o alguna identificación para asegurar que volvería.—le propuso.

—Yo te lo pago.—Namjoon se ofreció, sacando su cartera y dándole él dinero necesario a Jimin.

—Oh, no tenías porque.—Jin hizo una suave reverencia—.Gracias.

—Gracias.—Jungkook le sonrió emocionado.

—Puedes dejarme tu número de teléfono a mi.—Namjoon le sonrió coqueto al pelirosa, provocando que este le mirara con él ceño fruncido.

—De todas formas volveré mañana y te lo pagaré.—le dijo a Jimin, ignorando a Namjoon—.Puedes devolverle él dinero a tu amigo cuando mañana te lo pague.

—¿No me darás tu número de teléfono?.—Namjoon insistió.

—¿Quieres tener él número de Jin Hyung?.—Jungkook lo miró, su sonrisa ensanchándose—.Yo lo tengo, puedo dártelo.

—Jungkook.—le gritó—.Tu no vas a darle nada a nadie.

—Pero Hyung...

—Pero nada.—le agarró la mano bajándolo del taburete—.Nos vamos.

Los chicos no los perdieron de vista mientras caminaban a la puerta, él castaño quejándose  de porque no quería dar su número y Jin regañándole.

Cuando estos estuvieron fuera del local, se miraron entre ellos, encogiéndose de hombros.

—Chicos extraños.—Hoseok murmuró.

—Pero lindos.—Namjoon añadió.

—A ti todos te parecen lindos, y coqueteas con todos.—Jimin le reprochó.

—Solo soy amable.—se defendió.

—Si, claro.—Jimin asintió sin hacerle caso.

Solo minutos después la campanita volvió a sonar, y los tres chicos miraron hacia la entrada, encontrándose con la figura de su amigo.

Él chico era delgado y alto, vestido todo de negro, un jean negro ajustado y una simple camiseta del mismo color, su cabello negro estaba ligeramente despeinado contrastando con su pálida piel.

Cuando la oscura y seria mirada del chico chocó con la de ellos, le sonrieron enseguida, cálidos.

—Hey, Yoongi, a que no sabes que acaba de pasar.—Hoseok le dijo, animado.

—No me importa.—dijo, desinteresado.

Caminó sentándose en él taburete que había estado ocupando él castaño que había salido sólo hacia unos minutos antes y miró él batido de leche de fresa que aún yacía ahí. Su rostro convirtiéndose en una clara mezcla de desagrado y asco.

—Jimin.—dijo serio—.Aparta esta porquería de mi vista, tíralo o quémalo, no me importa, pero que desaparezca de mi vista.

Jimin no dijo nada solo agarró él batido y desapareció con él.

—Aunque no te importe te contaré igualmente.—Hoseok comentó, tratado de que la tensión que se había creado en él aire desapareciese.

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