Sábado, 4:30 am.
Un joven chico de cabello verde había salido a correr por los alrededores de los dormitorios como todas las mañanas lo hacía. Solo que esta vez, había salido incluso más temprano de lo normal. Una media hora antes para ser más precisos.
El sueño había abandonado su cuerpo cerca de las 4 de la mañana, y sin poder volver a dormir, decidió salir a iniciar con sus entrenamientos matutinos.
Después del estiramiento, empezó a trotar por los alrededores. Se mantuvo luchando toda la mañana por no recordar esa horrible presión del corazón, por no recordar nada en ese momento y tener su cabeza en blanco. Pero no pudo mantenerse así...
Recordó lo que sucedió en el pasillo. Esa mirada en Todoroki cuando terminaron. Y por ultimo, esas palabras que le dijo a Kirishima la noche pasada. Se recordó a sí mismo y el como se había quedado llorando hasta caer dormido.
Pero su cabeza no se detuvo en ese momento. Continúo recordando todos los días de esa semana, y los de otras semanas. Cualquier día en el que pasaba su tiempo al lado de Kirishima, era recordado en su cabeza con tanto detalle como lo guardo, que se maldecía con fuerza por tenerlos así de atesorados en sus memorias.
Esas sonrisas y sus dientes afilados que las acompañaban. Sus ojos rojos y brillantes como si fueran las gemas más hermosas del mundo. Sus pequeñas y curiosas cejas. Su cabello rojo. Su piel. Su carácter. Su risa. Su mirada expresiva. Su corazón masculino. Su cicatriz pequeña. Su quirk. Su voz.
Su amor...
Su cariño...
Todo él.
No dejaba de recordar cada detalle que había anotado en su cabeza con respecto a Kirishima. Cada manía que había visto de él en todo el tiempo que le conocía. Los gustos y disgustos que tenía.
Había anotado todo lo que sabía de él en su cabeza bajo el nombre de "Persona Importante" que poco después paso a guardarse en su corazón como "Amor" y después a "Amor no correspondido". Sentía las lágrimas juntándose nuevamente en sus ojos, el dolor del pecho creciendo, y las ganas de regresar a su cama y seguir abrazando ese peluche y llorar sin parar hasta sentirse bien nuevamente o quedarse dormido hasta que su corazón dejara de sentirse tan mal le abrumaron.
El aire empezó a entrar y salir de su boca velozmente, haciendo que el aire fresco le quemara la garganta y los pulmones. La sensación de dolor le distrajo de todo lo que su mente se enfrascaba en recordarle a pulso.
Comenzó a correr más y más rápido. Con su quirk activo y con todas su fuerzas. Buscando escapar de su dolor y de todo lo que le estaba rodeando en ese momento. Sus ojos se empañaron de sus lágrimas al no poder contenerlas más.
Quería huir de todo...
Había sido un completo idiota por haber tomado esa decisión. Él sabía que no podrían estar juntos, que no era posible un amor como el suyo. Pero aunque lo supiera, había tenido una pequeña esperanza de que podría haberse ganado ese amor de Kirishima. Una esperanza que solo fue una máscara para llevarlo al abismo donde se sentía ahogándose de dolor y decepción hacia sí mismo.
Soy un idiota.
Corrió con tanta fuerza y tanto como pudo, hasta que sintió un ligero tirón en la pierna que le obligo a detenerse. Había descuidado el control del quirk.
Se sujetó de las rodillas y respiro a base de jadeos pesados. El jalar el aire le hicieron toser con fuerza, para seguido dejar escapar más y más lágrimas.
Al igual que algunos sollozos.
Se dejó caer de rodillas, con una mano sobre el pecho y la otra apoyada en el pasto. El pecho le dolió incluso más, así como la garganta que dejaba escapar esos sollozos a medias. Estaba esforzándose en no dejarlos salir y contenerlos a la fuerza. No quería llorar en ese momento. No quería sentirse frágil otra vez...
Me lo tengo merecido. Pensó, y comenzó a culparse por todo. Él sabía que Eijirō estaba bajo los efectos del quirk, y aun así, sabiendo que su corazón corría peligro, decidió sacrificarlo para obtener una oportunidad a su lado. Pero, en lugar de eso, termino por poner el pelirrojo en una encrucijada, misma que podría lastimar a Bakugō. Se lastimo a sí mismo y lastimo a Todoroki que no tenía la culpa de nada.
Las lágrimas caían como cascadas de sus ojos, atravesando sus mejillas y cayendo por su barbilla hasta perderse y servirles al pasto como riego.
¿Por qué el amor debía doler tanto? ¿Por qué debía enamorarse justamente de Kirishima? No entendía que clase de castigo había cometido en su vida pasada para estar pagando ahora esa clase de precio. Toda su vida había sido una pendiente inclinada llena de luchas difíciles que si bien le habían hecho la persona fuerte que era ahora, no consideraba justo que el amor fuera incluso más difícil o se le sumara a todas las cosas por las que debe luchar. Preferiría luchar contra Stain otra vez, contra los Nomu o contra cualquiera, incluso contra Shigaraki Tomura, si el ganar o recibir una golpiza, le garantizaba que ya no se sentiría así de mal. Pero no era el caso...
Se sentía tan débil...
—Los héroes no lloran...—Dijo, en un intento de consolarse. Limpio sus lágrimas, pero estas continuaban cayendo sin poder detenerse. —Los... los héroes no lloran—Insistió.
Pero por más que lo repitió nunca pudo detener esas lágrimas.
—Los héroes si lloran... Porque también somos personas—Escucha que alguien dice. Dicha persona que se acerca a paso lento hasta llegar a su lado.
—Senpai... ¿Q-Que hace aquí?—Izuku inmediatamente trata de controlarse y limpiar su rostro así como las pocas lagrimas que siguen recorriendo sus mejillas.
Mirio llegaba con él. Llevaba una botella de agua, y un empaque de galletas de vainilla a la mitad. El rubio lucia unos shorts rojos y una playera de tirantes anchos en color blanco.
—Te vi corriendo hace unos minutos—Responde, y se sienta al lado del pecoso. —Te llame, pero no respondiste. Tuve que seguirte corriendo. Menos mal que estaba hasta acá—
Es ahí donde Midoriya se dio cuenta de donde estaba específicamente. Habían pasado las instalaciones de U.A y se encontraban casi al lado opuesto de los dormitorios. En una zona de jardines.
Togata le invita a sentarse a su lado, justo hacia donde se encuentra el enorme edificio de U.A. Mismo que se alzaba majestuoso como siempre. Debido a las horas, que realmente no estaba seguro de que hora sería, el cielo empezaba a ser iluminado por el sol, muy débilmente los rayos empezaban a bañar las paredes de U.A
—Quiero suponer que seguiste mi consejo... Y... que ha terminado mal por lo que veo—Menciona el rubio, abriendo nuevamente ese empaque de galletas. No está seguro si saber dar consejos es parte de ser un héroe también. De ser así, está seguro que no llevaría una buena nota.
Izuku se sienta en posición de loto, y observa a su superior. No ha seguido realmente su consejo, o al menos no lo ha hecho tan al pie de la letra. Su corazón está demasiado mal ahora como para pensar en querer "luchar" por ganarse a Eijirō. Lo único que hizo fue entregar su amor y ser "rechazado".
Mirio se quedó en silencio al lado suyo, comiendo galletas. Le ofreció unas a Izuku, quien acepto. No tanto por tener hambre, sino por educación.
Y así estuvieron cerca de 5 eternos minutos. En silencio y mirando como poco a poco el sol iba subiendo y sus rayos empezaban a bañar el edificio de U.A.
— ¿Qué piensas hacer, Midoriya?—Pregunto Togata después de dar un trago a su botella de agua.
—Supongo... supongo que haré eso de las películas. Llorare un rato, con helado y una película de All MIght... y... y dejare que mi corazón sane solo—Responde el chico de pecas. Cambia la posición, para ahora abrazar sus rodillas y hundir su rostro en estas. Honestamente no era lo que iba a hacer en un principio. Por más patético que sonara, continuaba con un muy vago deseo de poder estar al lado de Eijirō. Sin embargo, el dolor del rechazo lo retraía a hacer cualquier cosa que no fuera solamente desahogarse en lágrimas, el helado y esa película de All Might.
— ¿No pelearas por Kirishima?—Mirio le observa y espera alguna reacción por parte del peli-verde. Sus reacciones varían. Suelta un suspiro, abraza sus rodillas con fuerza y niega con el movimiento de su cabeza, sin levantar la mirada en ningún momento. Ha empezado a llorar y no quiere que su superior le vea así.
— ¿No pelearas por él porque estas herido o porque ya no quieres?—Vuelve a preguntar. Observa de reojo nuevamente cualquier detalle que Deku pueda darle.
Peor solo ve como este abraza sus piernas con más fuerza y se encoge en su lugar.
— ¿Midoriya?—Togata busca acercarse y escucha el primer sollozo. El rubio suspira. No tiene ni la menor idea de que decirle para que pueda ayudarle en ese momento. No conoce demasiados detalles de lo sucedido, solo sabe que el quirk que tenía a Kirishima había desaparecido y eso llevo a la terminación de la relación. De eso a más, no sabe nada. No podría recurrir a Tamaki en busca de conocer más detalles, puesto que Eijirō no había respondido ningún mensaje que proviniera de su pareja.
Honestamente a él le gustaba la pareja que hacían esos dos... Lo sentía como su relación con Tamaki. Coordinada, complementada, hermosa y llena de amor.
—Midoriya... Sé que ahora estas pasándola mal, pero no tienes que castigarte. Es justo que llores y dejes salir todo lo que duele el rechazo. Hiciste lo mejor que podías hacer en esta situación—Intenta decirle palabras de apoyo. Gira una parte de su cuerpo para poder verle completamente y dedicarle una sonrisa.
Pero, cuando Izuku deja de ocultarse en sus rodillas y sus brazos, Togata ve esos ojos verdes llenos de lágrimas. El superior sostiene la sonrisa como puede. Quiere ser un soporte para Izuku en ese momento y permitir que esa mirada dolida le robe la sonrisa, no es una opción.
—Lastime a Todoroki... Quiero estar con Kirishima, pero eso lastimaría a Kacchan y no es justo—Menciona, y regresa a ocultar su rostro. —Solo les he causado daño a los tres... Y...
—Pero no fue intencional—Insiste Mirio.
— ¡Lo sea o no, fui un idiota por creer que podría pasar algo!—Levanto el tono de su voz, mientras sus manos revolvían su cabello con desesperación. — ¡Pude terminar con esto hace días, pude no enamorarme, pude hacer muchas cosas estos días para evitar esto! ¡Pero no! ¡Fui un egoísta que quería estar con Eijirō! ¡Todo para que finalmente terminara por rechazarme y perder contra Kacchan otra vez! ¡Lastime a Todoroki que el único error que cometió fue querer a un idiota como yo que solo le lastimo! ¡Soy un inútil! ¡Soy un idio— Las palabras se detuvieron ante la presencia de un golpe en seco.
Izuku ya no pudo seguir hablando cuando Mirio le había golpeado la mejilla. Una buena bofetada que le dejo la mejilla roja. Midoriya sintió las lágrimas continuar saliendo de sus ojos y el cómo su mejilla le ardía por el reciente golpe.
— ¡Deja de decir esas cosas por favor!—Pidió el rubio. Mismo que había dejado de sonreír y tenía su ceño fruncido. Mantuvo su mirada clavada en él. No le había gustado como comenzó a despreciarse de ese modo. —Midoriya por favor, no digas esas cosas de ti... Ya te dije que no tienes la culpa de nada. —
El pecoso se quedó quieto, manteniendo su mirada en algún punto muerto. Sino tenía la culpa de nada, ¿Por qué sentía que cargaba con ella? Peor todavía, que esa culpa le estaba torturando hasta el último rincón de su alma.
—No puedes elegir de quien te enamoras o no... Simplemente las cosas pasan—Habla el mayor, mismo que suelta un suspiro. Arrugo la bolsa vacía donde antes venían sus galletas y jugo con ella un poco antes de continuar hablando. — ¿Sabes? Mi Padre no me hablaba cuando se enteró de lo mío con Amajiki... Eso me hizo sentir mal y culpable por enamorarme de otro hombre—
Midoriya se limpia las lágrimas, y observa nuevamente a su superior. Ese tono con el que ha empezado a hablar le indica la seriedad del asunto con el que hablara Togata.
—Creía que tenía la culpa de enamorarme... e incluso llegue a la conclusión de querer terminar con Amajiki por eso. No quería sentirme así. Así que termine con él por esa razón—Decía el rubio.—Pero cuando ya no estaba con él, me di cuenta de lo mucho que lo necesitaba, de lo mucho que lo quería y de que era peor estar sin él a tener esos sentimientos de culpa.—Una sonrisa pequeña surca los labios del mayor ante sus recuerdos.
Midoriya continúo en silencio, mirando y escuchando atentamente cualquier cosa que decía el mayor.
—Le había roto el corazón a Amajiki... Y sabía que no sería fácil reconquistarlo o curar el daño que le hice, y aun así, con todas las advertencias que me dije y tuve en cuenta, decidí luchar por él porque de verdad lo amaba. En cierto punto pensé que tal vez no deberíamos estar juntos... Ya que por más lucha que hacía, sentía que lo alejaba más. —Mirio suspira. Recordando todas las cosas que hizo para que Tamaki le aceptara otra vez y le perdonara completamente. —Casi me rendía, ya quetenía muchas cosas en contra... Pero sabía que me sentiría mucho peor nunca haberluchado por él y dejarlo ir tan fácil. Ya que realmente lo amaba mucho...—
Ambos se quedan en silencio unos minutos.
—No te diré que luches por Kirishima sino quieres hacerlo. Es tu decisión a fin de cuentas... solo no quiero que te arrepientas de lo que elijas. —Continúa hablando. —Si vas a pelear por Kirishima, hazlo como si fuera la pelea más importante de todas, como si fuera la pelea contra La liga de Villanos y ganar asegura que tendrás el corazón de Kirishima... ¡Lucha con esa fuerza!—Mirio le coloca una mano sobre el hombro, y le sonríe mientras dice esas palabras con confianza, seguridad y mucha fuerza. Queriendo trasmitir sus energías en ellas.
—Pero... también es completamente valido que quieras rendirte. Yo solo...—Togata siente que entre más consejos le esté dando, puede empeorar la situación. Ya le aconsejo antes con darle esos días a Kirishima, y era claro que no había salido bien. Sin embargo, Izuku habla antes de que pueda continuar.
—No se preocupe, Senpai... Entiendo lo que quiere decirme—Y no mentía, realmente entendía lo que su superior trataba de decirle, o al menos comprendía su punto. —Está bien—
Las miradas de ambos se encuentran, y Mirio, a pesar de que ve esa sonrisa en los labios del más pequeño, distingue en sus ojos más sentimientos de los que Midoriya cree. Pero entre esos sentimientos, percibe uno que le produce calma y le "asegura" que su kohai, estará bien.
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Por ser sábado, los jóvenes aspirantes a héroe solo tenían una clase de práctica en USJ. Unos pequeños ejercicios prácticos de salvación eran lo que iban a hacer, según dijo Aizawa cuando iban abordando el autobús. Incluso los chicos que estaban en los internados asistirían ya que la clase era temprano y terminaría antes de que tuvieran que irse a dar servicio como siempre.
Dicha razón, por la cual todos ya iban en el bus. El ambiente si bien se sentía menos pesado que la noche pasada, igual algunos lo percibían incómodo. Aunque procuraban no dejar que les afectara demasiado.
Todoroki venía en los asientos del fondo, sin embargo iba dormido. Bakugō y Kirishima iban en los dos asientos de enfrente pero del lado contrario a donde estaba el medio albino. Y Midoriya, por último, iba sentado entre Iida y Denki, con quienes venia entablando una charla bastante amena que mantenía el ambiente tranquilo y "relajaba" al resto.
Pero, aunque Uraraka y Tsuyu, así como algunos más le preguntaban cómo se sentía con respecto a Todoroki, el pecoso fingía demencia y cambiaba de tema. No insistieron más después de las cuatro veces que eludió el tema.
Así que ahora venía charlando con esos dos sobre un anime nuevo que estaba viendo y que le había gustado.
Mientras que él charlaba animadamente con él resto, Kirishima venia mirándolo desde que lo vio llegar a los vestidores. En ningún momento su mirada se cruzó con la verde del pecoso. Cosa que no sabía si agradecer o maldecir.
No estaba animado como siempre, y eso notaba a leguas. Desde su mirada caída, su modo de caminar, y el hecho de que algunos mechones de su cabello caían de ese peinado que siempre tenía delatando que no estaba con sus energías habituales.
Su mirada rojiza se quedaba mirando a Midoriya, esperando que en algún momento, por algún milagro, Izuku le viera. Tenía la desesperación de poder verle a los ojos. De ver ese verde brillante en ellos. Sin embargo, también sentía un miedo irracional a verlos.
Pero la necesidad de ver esos luceros esmeraldas sobrepasaba al miedo.
Verlo charlar tan animadamente con Kaminari y Tenya, le irritaba hasta el punto en que sus labios se torcían cada que veía a Kaminari contarle un chiste que hacía reír a Midoriya. Le molestaba que ellos estuvieran tan cerca.
Que Denki le hiciera reír lo hacía sentirse peor.
—Oye idiota, ¿Qué estas mirando?—Escucho la voz de Bakugō y un pequeño golpe al hombro que le acompaño a sus palabras.
— ¡N-Nada! ¡Solo miraba a Kaminari y que tiene una mancha en su playera!—Responde. Aunque no responde con el mismo tono que ha usado Katsuki, más bien casi ha gritado su respuesta por los nervios de ser atrapad por ver a Izuku de ese modo tan embelesado y celoso.
Su respuesta hace que sus compañeros vean hacia el chico del rayo, pero, por más que Denki se observa la playera no encuentra mancha alguna.
— ¿De qué mancha hablas, Eiji?—Pregunta el contrario, encarnando una ceja.
Eijirō pasa saliva de manera dura. No encuentra que decir y las miradas de sus compañeros están en él, así como la de Bakugō y la que tanto venia deseando ver. Sus palabras han hecho que Deku le observe también.
Sus ojos se enfocan solo en él.
El verde y el rojo se encuentran por primera vez desde el día de ayer, haciendo que muchos sentimientos estallen dentro de ellos. Siendo tantos sentimientos, que se hace imposible deducir que es exactamente lo que sienten.
Incluso han sentido que el tiempo se detiene.
Casi parece que el tiempo lo ha hecho a propósito para darles una eternidad en 7 segundos que duro su contacto visual, para que ambos pudieran trasmitir un sinfín de cosas que no podían decirse.
El contacto se rompe cuando el autobús se detiene y Aizawa les llama para que bajen.
Midoriya rompe el contacto primero y se pone de pie para bajar, dejando que Kirishima suelte un suspiro tembloroso.
Siente que han tenido una charla, y que él se ha quedado con muchas ganas de decirle algo.
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El ejercicio fue hecho en el área boscosa. Se dividieron en "heridos" y "rescatistas". Los heridos, eran parejas que buscarían un lugar donde quedarse, lanzarían una bengala que haría que los rescatistas, (equipos de dos también), fueran a su ayuda.
Kirishima y Kaminari habían sido una pareja de rescatistas que ya habían visto su señal para moverse. El pelirrojo iba detrás de él, arrastrando los pies y mirando la tierra por la que pasaban. Mientras que el chico del rayo continuaba caminando, grabando cómo puede la localización de la bengala.
—Entonces... ¿Era la imaginaria mancha en mi playera o solo querías ver a Midoriya?—Suelta la pregunta de golpe, misma que casi hace caer a Eijirō de tan sorpresiva que le ha tomado.
— ¿Q-Qué? ¿D-De que habl— Tartamudea.
—Eiji, no eres nada difícil de leer, ¿sabes?—Denki gira para quedar frente a frente mirándose. — ¿Qué es lo que te pasa? ¿Te gusta Midoriya?—
Eijirō no responde con palabras, pero ese movimiento que hace con los ojos queriendo esquivar los ojos ámbar de Denki, el cómo tuerce los labios y el rojo en sus mejillas se hace más notorio, es que su respuesta es clara y gritada por su rostro y todo su cuerpo.
—Recuerdo que en el campamento me dijiste algo así...—El chico del quirk eléctrico rememora esos sucesos velozmente. Recuerda que había llegado con Kirishima muy feliz para mostrarle esa revista +18 de chicas cuando el pelirrojo le confeso que no le interesaban los cuerpos femeninos y que tenía cierta atracción por dos de sus compañeros. —Mencionaste que te gustaba Midoriya, pero que también querías a Bakugō... —
—Estoy confundido, Denki—Sincera. —Creí que realmente estaba enamorado de Bakugō, pero... estando con él ahora, no dejo de pensar en Izuku. Pero le hice daño a Izuku y seguramente él ya no me quiere más. Quiero... quiero saber qué es lo que siento por ellos, ya que estoy seguro que estando con Izuku no dejaría de pensar en Bakugō y—
—Quédate con Midoriya—Interrumpe de golpe.
— ¿Qué? ¿Por qué lo dices tan seguro?—
—Sino te has dado cuenta, siempre que te refieres a Bakugō, dices Blasty, pero en lo poco que llevas hablando, le dices Bakugō como antes. —Dice Denki. —En cambio, te has estado refiriendo a Midoriya por su nombre... Tal y como él te llamaba dentro de su relación—
—Eso no dice nada. Su nombre me gusta y se me quedo grabado decirle así...—Responde con un pequeño mohín.
— ¿Ves mi punto?—
Los dos se quedan mirándose el uno al otro, en silencio hasta que el rubio decide romperlo con un suspiro.
—Escucha Eiji, nadie va a darte la respuesta a esto... Por más confundido que estés, debes de averiguar la respuesta tu solo. Y a juzgar por como lo están llevando Bakugō y tú, diría que debes apresurarte con la respuesta. O terminaras sin Bakugō y sin Midoriya solo por miedo a enfrentarte a ti mismo—Kaminari no quería sonar agresivo, pero era un hecho que no podía ignorar y que debía recalcarle a su pelirrojo amigo.—Aún estas a tiempo de recuperar a alguno de los dos...—
Eijirō siente que los ánimos le bajan todavía más. Pero antes de las pocas energías que tiene desaparezcan por completo, algo que ha dicho Denki lo hace clavar su mirada en él.
"Recuperar a alguno de los dos" Se repite, y eso ha bastado para que sus ánimos no se vayan a la basura completamente. Extrañamente, creer que puede recuperar a Izuku de alguna manera evita que se hunda en sí mismo.
—Andando, tenemos que encontrar a los "heridos"—Hace comillas con sus dedos y se da la vuelta para seguir caminando.
Kirishima le sigue y al paso de algunos minutos más, el pelirrojo escucha algunos pasos sobre unas ramas no muy lejos de donde están. Parece que Denki no los escucha porque no ha hecho comentario alguno o se ha detenido.
Los ojos rojos de Eijirō se pasean hacia esa zona de donde cree ha venido el ruido, y ve una cierta cabellera rubia ceniza, caminando con cierto peli-verde detrás.
Ellos dos no son equipo...
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Esa escena podría traerle tanto buenos como malos momentos a Midoriya. Verla espalda de Bakugō mientras caminan hacia algún lado que decida el cenizo, le recordaba a su infancia.
Los arboles no ayudaban tampoco a que sus memorias de esos días no le atiborraran la cabeza. Y así como muchas otras veces, no sabe si lo que sucederá será bueno o malo.
Para mala suerte, (tal vez), le había tocado ser rescatado por Bakugō quien hacia equipo con Iida. Mientras que él era de los heridos, haciendo equipo con Tokoyami. Cuando ambos habían llegado por ellos, Katsuki espero el momento adecuado para obligarlo a seguirle.
Iida vio el movimiento, pero Izuku inmediatamente le hizo una seña de que estaba bien y seguiría a Bakugō. El delegado no se mostró contento ni tranquilo con esa idea, pero no podía oponerse de ninguna manera más. Así que debía confiar en el pecoso y en el hecho de que ninguno de ellos se metería en problemas.
Por lo que ahora, ambos caminaban entre los árboles, en un silencio que era roto por los sonidos de las bengalas a las lejanías o gritos de sus compañeros tratando de encontrar a los heridos.
Cuando Katsuki considero el lugar "seguro" se detuvo. Izuku hizo lo mismo, pero mantuvo la distancia que llevaban.
—No creas que voy a dejarte el camino fácil—Katsuki se gira para ver a Midoriya. Frunce levemente más el ceño y ha hecho lo posible por impregnar sus palabras con su amenaza. —No creas que dejare que Kirishima este contigo con tanta facilidad—
—No voy a pelear por Kirishima—Responde con mucha seguridad el más bajo.
Cosa que provoca que Bakugō se enfade más.
— ¡¿Qué?! ¡¿Acaso estas queriendo decir que no vale la pena luchar por él?!—Sus palabras no son gritadas como siempre, ha elevado la voz, pero no lo suficiente para que se considere un grito.
— ¿Por qué lucharía por algo que ya está decidido?—Contra pregunta Izuku con calma. Antes de que Kacchan pueda decir algo, el pecoso se adelanta. —No importa que luche por él contra ti, tengo una enorme desventaja y es claro que perdería. —
Bakugō no está entendiendo nada y se enfada aún más, haciendo incluso que algo de humo salga de sus manos.
— ¡¿Entonces porque terminaste con el mitad-mitad?!—
—No sería justo que Todoroki este conmigo, si yo no siento lo mismo por él—Su respuesta es sencilla y lógica.
— ¡¿Terminaste con él, pero no pelearas por Kirishima?!—
—Ciertamente, Kacchan—Asegura el más bajo.
Un silencio se apodera de la situación. Katsuki no sabe que más decir. Tenía la idea de que Deku trataría de pelear por el amor de Eijirō, y él estaba dispuesto a dejarle en claro que no le dejaría esa pelea tan fácil.
Sin embargo, ahora que está escuchando eso, realmente no sabe qué otra cosa debe decir o hacer. Ha sido demasiado sorpresivo esa respuesta.
—Supuse que lo querías...
—Lo quiero todavía. —Dice Izuku. —Pero eso no significa que luchare por él. —
Katsuki continúa mirándolo, y espera que Midoriya quiera agregar algo más a lo que está diciendo.
—Entonces no lo quieres de verdad, si realmente fuera así, lucharías por él—Insiste el cenizo. —Así como lo trate de hacer yo, que en verdad SI quiero a Kirishima—
—Kirishima es una gran persona...—Comienza a hablar Izuku otra vez. Ignorando olímpicamente lo que ha dicho Katsuki. —Es divertido, es atento, es cariñoso, es amable. Además de ser un buen novio es un excelente amigo. Es la clase de persona leal y que siempre te apoya en todo. Te cuidara y procurara por tu bienestar siempre—
El cenizo afila su mirada contra él. ¿Lo ha ignorado?
— ¡No me ignores de esa manera, jodido nerd!—Responde, sus dientes crujen al ver que sus palabras no están causando demasiado en el pecoso.
—Por eso debes cuidarlo mucho—Nuevamente es un golpe que Katsuki no se espera y clava su mirada completamente en esos ojos verdes.
— ¿Qué estas insinuando?—Kacchan reduce la distancia dos pasos. Le cabrea que le esté ignorando de esa manera. — ¡Deja de ignorar lo que te digo y responde de una maldita vez!—
—Cuida mucho de él. —Vuelve a hablar, ignorando la advertencia indirecta que ha dado el más alto. —Dale mucho amor... sé que no eres de esos que demuestran sus emociones tan abiertamente, pero trata de darle muestras de amor a diario, aunque sean pequeñas. Eijirō las valorara como si fueran un tesoro. Haz algún detalle por él. Dile que le amas todos los días. —
El cenizo se siente confundido, y corta las palabras que han empezado a salir de los labios del pecoso.
— ¡Quieres callarte! ¡¿Por qué estás diciendo todo eso de repente, maldito nerd?! ¡Y deja de hacerte el idiota!—Katsuki espera a que el contrario responda y nuevamente reduce la distancia otra vez, quitando otro paso.
Deku se queda callado unos segundos. Desvía su mirada de la roja de Katsuki en ese mismo lapso de tiempo que ha estado callado, para el momento en que va a responder, vuelva a confrontar su mirada.
—Porque quiero que sea feliz—Responde, con seguridad y con sus ojos vidriosos por lágrimas. La sonrisa que se forma en sus labios se ve temblorosa. Bakugō siente una extraña sensación que le ha atravesado el pecho y nuevamente se queda callado.
—Kirishima está sufriendo a causa mía... Porque tiene sentimientos por mi...—Deku se encoje en su lugar, recordando las palabras que dijo el pelirrojo la noche pasada. Quiere controlar el dolor que le provoca todo eso, pero su cuerpo se delata por los temblores que da. —Y no quiero que sufra... Quiero verlo feliz como siempre... y si tú eres lo que lo hace feliz, me alejare—
— ¿Q...? ¿Qué?—es lo mejor que puede hablar el contrario. De todas las veces que ha visto llorar al pecoso, no entiende porque justo esa le inquieta de alguna manera que no entiende. Al menos hasta cierto punto que lo obliga a quedarse callado.
—Es por eso que no peleare por él. Aunque lo quiera mucho, sé qué mis sentimientos no pueden ser correspondidos por él. No quiero que sufra a causa mía. Tú lo hacías feliz antes de todo esto del quirk, y yo quiero verlo feliz otra vez. —Midoriya continúa hablando, sin despegar sus ojos de los rojos de Katsuki. —No me meteré en su relación, no haré nada más que no sea pensar en su felicidad... Por eso... quiero asegurarme de que lo harás feliz y que recuerdes lo afortunado que eres porque él te ama—
Algunas lágrimas caen, mismas que el peli-verde limpia rápidamente. Bakugō puede imaginarse el dolor con él que Midoriya ha dicho esas palabras. En ese momento entiende el sentimiento con él que su amigo de infancia/rival, ama a su pareja. Lejos de enfadarle o irritarlo, siente... lastima y no sabe porque.
—Deku... ¿Q-Qué es lo que tratas de...?— Su voz no sale en ese tono tan irritado. Esta demasiado confundido y pensativo con respecto a la situación que su cabeza no da con respuestas.
—Puedes estar seguro que no interferiré en nada más. Incluso si no quieres que le hable a Kirishima, no lo haré—Asegura el pecoso. —Solo cuídalo mucho... y dale mucho amor—
Midoriya ha resistido todo lo que puede en ese momento, al ver que Kacchan se ha quedado extrañamente callado, procede a retirarse.
Después de esa platica con Mirio, y tras replantearse la idea de luchar por el amor de Eijirō, llega a la conclusión de que no importa lo que intente, esa pelea está ganada por Bakugō desde hacía mucho. Al menos el decirse eso le ha otorgado la tranquilidad suficiente para afrontar ese día y no dejar que ninguna lágrima o el dolor que sigue en su pecho le impidan sonreír hacia sus amigos con ánimos. Dicho en otras palabras, decidió rendirse antes de intentarlo. Quiere creer que ha tomado la decisión correcta de alejarse y tratar de eliminar los sentimientos que tiene, sin importar que tan doloroso sea el proceso para hacerlo.
Tan solo en ese momento que ha tratado de dejar en claro que no peleara por Kirishima, le dolió horriblemente. Como si él mismo clavara más el cuchillo que siente tiene enterrado en el corazón.
Aunque Katsuki quiera decir algo más, Izuku ha dicho todo lo que era parte de ese tema. No se enfada, extrañamente no lo hace. El único sentimiento que está teniendo ahora, es lastima.
Ninguno de los dos se ha dado cuenta de que cierto pelirrojo había escuchado todo.
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La actividad concluye exitosamente. Sin contra tiempos, peleas y discusiones. Gracias a eso, Aizawa les permite entrenar un poco en cualquier área que guste. Pero esta no debe estar demasiado lejos de la entrada. Pero así como les deja entrenar, también les ha dado tiempo de descanso.
Sabe que después de todo lo sucedido, un pequeño descanso es bien merecido y ganado por ellos. Así que les da ese tiempo para que lo gasten a su gusto.
Kirishima y Bakugō se han ido a la zona rocosa a practicar algo, pero después de algunos minutos, el cenizo, al ver que no había nadie más cerca, decide encimarse en Eijirō. Pero el pelirrojo se mostró incomodo con eso.
No había querido ni siquiera un pequeño beso por parte del contrario, y si le había dado uno, había sido sumamente incómodo para los dos.
— ¿Qué es lo que te pasa ahora? ¿Por qué no quieres besos?—Pregunta Bakugō notoriamente molesto por eso.
—No... no estoy de humor, Blasty—Sincera a medias. El último beso que había dado, fue a Izuku el día anterior, y había procurado que los labios de Bakugō no tocaran los suyos. Quería continuar con el recuerdo de esos delgados labios del pecoso.
—No debería afectarte el tema del nerd y el mitad-mitad—El cenizo cruza los brazos. —Esos dos no supieron manejar sus emociones—
— ¿Y nosotros sí?—Responde Eijirō sin pensarlo. Frunce los labios cuando nota su error y observa esa mirada penetrante que le dedica Bakugō.
— ¡¿Qué estas insinuando, cabello de mierda?!—Hace puño las manos, y su quijada se contrae de coraje.
—Tu tampoco manejas tus sentimientos, Bakugō—Una tercera voz llega hasta ellos. Ese joven de cabello mitad rojo y mitad blanco, hace su aparición con tranquilidad hacia dónde están esos dos.
— ¿Qué quieres bastardo? Estamos ocupados—Inmediatamente responde Katsuki.
—Vengo a hablar con Kirishima—Responde, terminando de quitar la distancia que les separaba. Ha quedado a un metro de distancia del pelirrojo, mismo que está empezando a transpirar nervios.
—Más te vale no ponerle una mano encima o te emparejo la cara—Amenaza el cenizo.
Pero Todoroki lo ignora.
—No sé qué tienes, Kirishima...—Empieza, y Eijirō se tensa más en su lugar. Siente que su quirk se activa solo en los brazos y la cara, listo a recibir el ataque que quiera darle. —... pero has ganado el corazón de Midoriya. No me hace feliz, de ninguna manera. Pero acepto que perdí ante ti—
Sus palabras han tomado por sorpresa a la pareja. La mirada que mantiene Todoroki, si bien es neutral como siempre, sus ojos delatan muchos más sentimientos que no expresa con facilidad.
—Ganaste su amor. Y es por eso que vengo a decirte que no voy a rendirme con él—Su ceño se frunce un poco, muy apenas se puede distinguir el movimiento de las cejas que ha hecho. —Insistiré en estar con Midoriya una vez más, y no pienso dejar que te acerques tan fácilmente a él otra vez. —
Bakugō siente eso como un deja-vu extraño. Y si es uno, espera escuchar las mismas palabras que ha dicho Deku antes sobre no pelear.
—No voy a rendirme tampoco—Esas palabras las ha dicho Kirishima con confianza, con fuerza, con seguridad. Una que hace que Katsuki no le observe, sino que le clave la mirada como un cuchillo. Eijirō siente esa mirada, y sabe que debe confrontarla.
Todoroki se siente sorprendido también. Honestamente esperaba otra clase de respuesta. Su rostro que ha salido de los parámetros Todoroki, lo demuestra en esa mueca sorpresiva.
— ¿Kirishima, que demonios has...?— La pregunta se queda así, incompleta cuando la mirada del pelirrojo se posa sobre la suya.
—Lo siento, Bakugō... terminamos—Lo dice mientras su mirada sigue en la roja del cenizo. Bakugō siente que algo se ha quebrado dentro de él, pero, el dolor no se intensifica como parece que debe hacerlo o como creía dolería.
Siente que ese golpe se ha suavizado enormemente.
Él mismo tenía sus sospechas de que Eijirō tenía sentimientos por Deku desde mucho antes del quirk. Lo había notado, levemente, pero había notado ciertas cosas.
El cómo charlaban más, se veían más, salían más, él como la mirada de Kirishima admiraba con cierto disimulo el cuerpo de Deku cuando se cambiaban en los vestidores, así como muchas otras veces donde había pillado al pelirrojo mirando hacia donde estaba Izuku.
Pero él nunca acepto que eso pasaba. Se mintió diciendo que eso no era posible y que muy seguramente solo era un capricho que tenía el pelirrojo en esos momentos. O que tal vez todo eran simples coincidencias.
Sabía que eso pasaría. Desde que el quirk se había roto, y el cómo actuaba Eijirō después, habían sido pequeñas señales de lo que se avecinaba. Pero no espero que Todoroki fuera el detonante para hacerlo romper.
Kirishima había dado con la respuesta que buscaba cuando escucho esa charla. Ese momento donde escucho a Izuku decir que le amaba y que su mismo amor por él y su espíritu altamente altruista, prefería dejarlo ir y verlo feliz en otros brazos, que tratar de luchar por algo que el mismo suponía y creía perdido.
Escuchar el sacrificio tan grande que quería hacer Midoriya por él, por verlo feliz, fueron lo que le obligo a confrontarse a sí mismo y elegir a quien quería verdaderamente a su lado. Sabe que Bakugō le quiere mucho, ha visto esa muestra de amor en esos días del quirk donde el cenizo buscaba hacerlo recordar para que estuvieran juntos otra vez, y no sabe lo mucho que agradece esa muestra de amor. Independientemente de que lo que hiciera, que varias veces lastimo a Izuku por eso mismo, agradece su amor.
Pero no puede seguir mintiéndose. Eso no es masculino.
El amor que profesaba por Katsuki era fuerte, pero cuando apareció Izuku, hizo flaquear ese amor que sentía. Lo que ya de por si debía ser una señal para hacerle entender que lo que había por ese pecoso no era un simple capricho o gusto sin más.
—No me parece justo que estemos juntos si yo no dejo de pensar en Izuku—Aclara. Puede que ahora tenga más en claro lo que quiere hacer, pero continua con pequeñas dudas. —No es justo para ti, para mí o para él—
No lo ve venir, pero Katsuki le ha plantado tremendo derechazo que le hace caer. Su mejilla empieza a hincharse y siente que se ha cortado el interior de la mejilla.
—Tu, imbécil cabello de mierda. —Dice, las palabras se le atragantan de coraje y quiere estallar media montaña ya mismo por cómo se siente. —Más te vale que verdaderamente quieras a ese nerd... porque no voy a tolerar que regreses a mi si te alejas ahora por cuenta propia, estúpido perro—
Bakugō ha aprendido una lección esos días que ha visto a Eijirō bajo el quirk, y esa lección es la misma que está poniendo en práctica.
Después de lo vivido, entiende que no puede obligarlo a quedarse con él si el pelirrojo no lo quiere así. Ha visto que forzar las cosas solo trae problemas o hiere a los involucrados. No obligara a Kirishima a que se quede con él sino quiere. Pero tampoco quiere dejarlo ir así de fácil.
Verdaderamente le quiere, y dejarlo ir así como así, por culpa de Midoriya, le hierve la sangre y le causa una punzada dolorosa en el pecho.
—Bakugō...—Kirishima se pone de pie, con una mano sobre la mejilla dañada. —Perdón—
— ¿Perdón porque? ¿Por romperme el puto corazón? Claro, tus estúpidas disculpas me sanaran mágicamente imbécil—Se está excediendo y su lengua no se detiene de ninguna manera. Sabe que sus siguientes palabras serán golpes bajos verbales que le dolerán a Kirishima. —¡¿SABES?! ¡ESPERO QUE DEKU TE RECHACE Y TE ROMPA EL CORAZÓN! ¡TE LO TIENES BIEN MERECIDO!—Grita a todo pulmón, importándole poco si alguien los escucha o no.
Kirishima pasa saliva y sus ojos se cristalizan por lágrimas. Entiende que Bakugō está dolido por separarse así, y que esa su forma de reaccionar y ocultar su dolor. Lo busca entender, aunque sus palabras le duelan.
— ¡Eres un idiota! ¡Rompiste no solo nuestra relación, también la del bastardo este! ¡¿Era esto lo que buscabas?! ¡Si era así, bien hecho, cabello de mierda!—Dejo los gritos después de esas palabras. Respiro pesado algunos segundos después de eso. Varias lágrimas salieron, recorriendo sus mejillas para después caer y perderse en la tierra.
Kirishima no sabe que responder a eso, esa expresión que lleva Bakugō le duele demasiado, casi al grado de querer retractarse de sus palabras y pedirle perdón. Pero, a pesar del dolor que siente mirándolo, su decisión es tal y como su objetivo: Inquebrantable.
Bakugō da media vuelta y se aleja sin mediar más palabra con ninguno de los dos. Todoroki entiende lo que es ese sentimiento que lleva el cenizo por las venas justo en ese momento. Observa a Kirishima antes de alejarse el también, y aunque ve sus ojos llenos de lágrimas y al pelirrojo buscando limpiarlas con sus manos, no evita sentirse mal por él. Y no solo por él, también se ha sentido mal por Katsuki. Entiende completamente por lo que esta pasando.
Espera que Eijirō esté haciendo lo correcto.
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Después de eso, Kirishima busco a Izuku por todos lados para hablar con él, pero por más que estuvo dando vueltas, nunca lo encontró.
Pregunto a sus compañeros, que dudosos, respondían diciendo que habían visto al pecoso en distintos lugares antes. El rumor de lo sucedido se esparció como fuego sobre gasolina. Y claramente, que viendo el comportamiento de Bakugō, no quedaba a dudas de ninguna forma que la relación entre ellos había terminado.
Ojiro fue quien le menciono que mandaron a llamar a Midoriya desde hacía rato y que tuvo que irse.
Según se informó, era un asunto importante de la agencia donde estaba. Dejando así, que el resto de la clase 1-A se sumergiera en un ambiente pesado de regreso a U.A. Ya que ahora lidiaban con un Bakugō sumamente más inestable que de costumbre.
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— ¡Entonces vi al tipo poner una sustancia extraña en otra y de repente ¡Pum!! ¡Todo estallo en pedacitos!—Decía Mirio, y sus efectos de estallidos junto con el movimiento de sus manos, que venía describiéndole a Deku esa serie de T.V que había estado viendo con Tamaki la noche pasada. — ¡Me gustaría ser tan hábil como ese sujeto! ¡Ese Macgyver! ¡Le digo a Amajiki que pronto aprenderé a hacer una bomba con un chicle y un clip!—
—Entonces tendré que ver esa serie también, Senpai—Sonríe Deku al ver la genuina alegría en los ojos de su superior. Tenían cerca de una hora y fracción, hablando sobre esa serie que tanto le estaba gustando al rubio y que le recomendaba encarecidamente ver a Izuku.
— ¡Tienes que verla! ¡No vas a arrepentirte! ¡Te la recomendare por Netflix!—
Midoriya afirmaba a todo lo que decía su superior con una sonrisa. Tras todo lo que había pasado, estar de patrullaje le calmaba bastante, y agradecía a Togata que le distrajera con cualquier tema trivial que tuviera en mente para charlar.
Al menos todo fue tranquilidad durante un rato...
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—Deme dos órdenes de Takoyaki para llevar... ¿ustedes quieren?—Pregunta Fat Gum a los dos jóvenes que estaban con él. Tamaki afirma al igual que Eijirō. —Que sean cuatro—Corrige su pedido y después se quedan a esperar.
Kirishima, que si bien ha estado bastante pensativo en lo que llevan de patrullaje, no se ve con los ánimos decaídos. Esta "tranquilo", según se definió a sí mismo cuando Fat le pregunto si estaba bien.
Su respuesta pudo tranquilizar en parte al enorme héroe, pero este continuaba con sus preocupaciones guardadas.
Casi a propósito, Fat Gum había hecho su ruta cercana a donde sabía que pasarían Lemillion y Deku, por lo tanto, estaban bastante cerca cuando escucharon estruendos y el como una criatura era lanzada por los aires.
Inmediatamente el móvil de Amajiki y el de Gum sonaron al mismo tiempo. Para Fat, era una llamada de alerta por parte de otros héroes de su agencia que estaban justo en la escena; de parte de Tamaki, era una llamada de Mirio que le solicitaba ayuda.
Kirishima se quedó mirando a esa criatura que ascendía al cielo casi nocturno y caía en medio de un grito. No distinguía exactamente que era, pero estaba seguro de que era amorfa y que le recordaba a un Nomu.
— ¡Iremos en enseguida Mirio, resistan a nuestra llegada!—Escucho decir a su superior, mismo que estaba totalmente preocupado.
Si Togata estaba en peligro, eso significaba que Deku también lo estaba.
Sus piernas se movieron solas y comenzó a correr, seguido de Tamaki y finalmente Fat.
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Mirio esquivo los golpes de ese Nomu, antes de contraatacar. La situación le había hecho separarse de Deku, mismo que estaba en el edificio enfrentándose a otro Nomu y tratando de sacar a las personas que se quedaron atrapadas.
Lucharon solos unos minutos antes, mismos en los que Midoriya había lanzado a esa criatura hacia el cielo con su fuerza. Seguido de eso, entro al edificio mientras Lemillion señalaba a los civiles hacia donde irse para mantenerlos seguros. Mismo momento que aprovecho para notificar la alerta a la agencia y llamar a Tamaki en caso de que estuviera cerca. A diferencia de ellos que patrullaban solos, su pareja siempre estaba con Fat Gum, héroe profesional y que podría ser una gran ayuda en ese momento.
Otros maleantes habían aparecido y trataron de luchar contra el rubio, sin embargo, otros héroes habían hecho su aparición, peleando contra los maleantes que decían ser parte de la famosa "Liga de Villanos".
Mirio y otros héroes se enfrentaban al Nomu, mismo que ya había lanzado lejos a los otros héroes dejando al rubio peleando solo, o al menos hasta que unos tentáculos retuvieron uno de los golpes de esa cosa.
En medio de la distracción del Nomu por ser retenido, Fat llego y le tacleo con fuerza.
— ¡Gracias por llegar tan pronto!—Sonrió el rubio.
— ¿Estas bien?—Pregunta el contrario. A lo que el rubio afirma con esa sonrisa y su pulgar en alto, lo que tranquiliza a Amajiki.
— ¿Dónde está Deku?—Pregunta Kirishima, no logra verlo por ningún lado y eso le inquieta y preocupa demasiado.
—En el edificio, hay un Nomu más pequeño que está luchando contra él y—Responde Mirio, pero se queda incompleta la respuesta al ver al pelirrojo correr hacia el edificio.
— ¡Red Riot!—Gritan casi al mismo tiempo Mirio y Tamaki.
Los dos superiores tratan de detenerle, pero al ver a Fat siendo lanzado hacia ellos por el Nomu que logro quitárselo de encima, les impide alejarse y solo les obliga a confiar que los dos más jóvenes estarán bien por su cuenta.
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Se descuidó y fue a parar contra una pared. Había recibido un golpe fuerte en las costillas, pero a comparación con otros Nomu que ha visto, ese no poseía la misma fuerza que los demás. Era más débil si se comparaba, pero era ágil y con dos alas. Tenía dos ojos y una boca bastante grande. Su "piel" era de un tono café claro. Se mantenía encorvado la mayor parte del tiempo y respiraba irregularmente.
Noto que usa las dos alas a la hora de atacar para moverse mejor, aunque estas no parecían ser lo suficientemente fuertes para sostenerle en el aire mucho tiempo.
El edificio donde estaban era de oficinas. Varios escritorios habían sido ya destrozados, papeles regados por el piso así como las computadoras y teclados. Entre muchas otras cosas como las sillas, y los objetos de oficina.
Logro recuperarse de inmediato y atacar otra vez a ese Nomu. Debía mantener su atención en él, ya que en la pared donde había sido arrojado estaba un pequeño grupo de personas que no logaron salir a tiempo cuando el Nomu entró a causar estragos. Entre esas personas, solo uno de ellos estaba herido en una pierna, el resto estaba bien, aunque asustados.
La criatura lanzo algunos escritorios en medio de su ataque. Izuku estaba listo para desviarlos todos logrando su cometido con éxito.
El Nomu se acercó a él otra vez, y con su agilidad, logro posicionarse detrás del pecoso para golpearlo, pero algo se interpuso entre el golpe. Haciendo que el puño del Nomu se cortara.
Izuku aprovechó el momento para girarse e irse detrás del Nomu y golpearle con fuerza para imponer toda la distancia que pudiera entre esa criatura y las personas que seguían ahí.
El Nomu se estrelló contra la pared y mientras se recuperaba, Midoriya aprovecho el momento para ver a quien había bloqueado el golpe.
— ¡¿Kiri—Red Riot?!—Dijo, al ver el pelirrojo que desactiva a su quirk de los brazos y cuerpo.
— ¡Deku! ¡¿Estas bien?!—Pregunto inmediatamente, y tratando de analizarle tan rápido como pudiera con la mirada, en busca de alguna herida.
—Descuida, son solo algunos raspones... estoy bien—Asegura con una sonrisa. Misma que es correspondida por el más alto.
Los dos sienten que ha pasado una eternidad desde la última vez que se vieron o se sonrieron de esa manera. De igual modo, los dos sienten como una onda de calor les recorre todo el pecho.
Pero su momento no dura demasiado cuando el Nomu demanda su atención otra vez.
— ¿Tienes un plan?—Pregunta Kirishima, poniéndose en posición de pelea.
—Lo mejor que tengo es mantenerlo lejos de las personas de allá atrás—Responde.—Pero ahora que estas aquí, creo que tengo un plan—Deku activa el OFA nuevamente en todo el cuerpo como siempre y así como Eijirō, se pone en posición de combate.
—Te escucho—
—Tenemos que arrojarlo fuera del edificio. ¿Cómo es la situación afuera?—
—Cuando venía para acá, había más profesionales—Responde.
—Entonces debemos arrojarlo fuera, no es muy fuerte, pero si es agil gracias a esas alas. Pero las alas no son lo suficientemente fuertes para sostenerlo en el aire. Si cae desde esta altura, seguro que las alas se dañaran, ya que son las que le dan su agilidad y será más fácil derrotarlo—Expone Deku la idea que tiene.
—Muy bien... ¿Cómo lo sacamos?—Antes de que Izuku pueda responder a la pregunta de Kirishima, el Nomu se lanzó a su ataque.
Por instinto, Eijirō se colocó delante de Izuku, bloqueando el ataque del Nomu. Deku vio la oportunidad, se apoyó sobre los hombros del pelirrojo para brincar y golpear a la criatura con las piernas para hacerla retroceder.
Ambos se intercambiaron una mirada rápida. Ya no era necesario que se respondieran, puesto que habían encontrado el ritmo con el que pelearían.
Red Riot cubría y mientras el Nomu se distraía en él y sus puños cortados por el endurecimiento del joven practicante a héroe, Deku arremetía entre golpes o patadas, o una mezcla de ambas para atacarlo.
Las personas al ver que los dos tenían las cosas bajo control, ayudaron al único herido que tenían para huir de la escena, no sin antes darles ánimos a los dos. Y grabarlos de paso.
Cualquiera que los viera pensaría que se conocen lo suficiente, ya que entre ambos cubrían las debilidades del otro y reforzaban su fuerza mutuamente. Kirishima se interponía en los golpes, recibiéndolos sin daño alguno, después, Midoriya atacaba con toda la fuerza que podía controlar.
Parecía casi un baile. Y uno muy extraño.
No necesitaban palabras para comprenderse, ni para saber cuál sería el movimiento que daría el otro. Su sincronización era excelente. Ya que no dejaban abertura ni espacio a que el Nomu logara defenderse. Que si bien, recibieron alguno que otro puñetazo por parte de la criatura, no fue suficiente para hacerlos perder el ritmo.
Una vez que lograron tener al Nomu con los ventanales detrás, atacaron al mismo tiempo. Red Riot con un puñetazo con su quirk activo y Deku con una patada. La fuerza fue suficiente para lanzar al Nomu contra los ventanales y lanzarlo fuera del edifico.
La criatura salió volando en medio de gritos extraños, mismo que cesó apenas se estrelló contra el concreto. El pecoso había acertado sobre que sería más fácil de derrotar sin sus alas. Ya que cuando trato de levantarse y atacar a los demás héroes que habían llegado, fue sometido inmediatamente.
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—Hicieron un buen trabajo los dos—Felicita Fat. — ¡Pero eso no quiere decir que haya estado bien!—Regaña después.
Los dos jóvenes se encogen de hombros ante los regaños del héroe. Han enfrentado a un Nomu, que si bien fue catalogado como uno de los débiles, seguía siendo un riesgo que dos estudiantes se enfrentaran solos a una de esas cosas.
Por suerte, solo tuvieron algunos raspones nada graves.
Como el "responsable" de los jóvenes, Fat verdaderamente se había preocupado por ellos. Y aunque estaba feliz por el cómo se desarrollaron, no quitaba el hecho de que se llevaran un pequeño llamado de atención. Más que nada Eijirō por lanzarse sin pensar hacia donde estaba Izuku sin nadie más como apoyo.
El ataque con los Nomu había sido una distracción para encubrir un robo a un banco por una banda de maleantes. Lamentablemente habían logrado escapar, aunque no con todo el dinero, ni todos ellos. Puesto que los Nomu se habían salido de control y atacado a los integrantes de la banda antes de ponerse a hacer estragos. Solo unos pocos escaparon con un poco de dinero.
Del lado heroico, no hubo ninguna baja. Solo algunos héroes que resultaron heridos por los ataques, pero sin ninguna clase de herida mortal.
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Ya en U.A. Kirishima y Midoriya se había separado de Tamaki y Togata para irse a sus respectivos edificios.
En el camino, ninguno de los dos se había vuelto a hablar. Habían estado charlando un rato con los dos superiores cuando iban de regreso. Izuku hablaba emocionado, contando como es que Kirishima y él había luchado contra el Nomu. Ambos recibieron cumplidos por parte de Mirio y Amajiki, sobre que su coordinación había sido buena y sobre lo bien que se complementaban.
Eijirō creía que esa charla continuaría entre ellos solos, pero ambos iban sumidos en silencio.
Después de todo lo que paso, habían terminado por regresar bastante tarde a U.A. Solo las farolas y los sonidos de los insectos nocturnos eran la compañía de ambos en ese momento. No podían catalogar el silencio entre ellos como incomodo, porque realmente no lo era. Pero tampoco parecía ser algo que quisieran. Eijirō sabe que quiere decirle algo, así como percibe que Midoriya quiere decir algo también.
—Izuku...—Hablo Kirishima primero, haciendo que un escalofrió le recorriera el cuerpo al más bajo al escuchar su nombre otra vez provenir de él. —Yo... termine con Bakugō—Suelta, cree que es mejor ser directo.
Deku se detiene, y observa a Kirishima confundido. Alza una ceja y aprieta los puños. Eijiro se detiene igual, detallando las reacciones que ha dado el pecoso.
—Pero... ¡Tú quieres a Kacchan! ¡Él te hacia feliz! ¡Lo amabas!—Dice, elevando su voz a principio, para que después esta se ahogara al finalizar sus palabras. —Yo... yo creía que tú y él...—
—Mi amor por el resulto no ser tan fuerte—Aclara el contrario, interrumpiendo las palabras de Midoriya. —Quiero a Bakugō... pero lo que siento por ti, ha sido tan fuerte que derrumbo todo lo que sentía por él—
Izuku no entiende, pero aquellas palabras que está diciendo Kirishima hacen que su corazón se acelere. El pecho le quema por alguna razón y se siente extremadamente nervioso.
—Siempre que pensaba en Blasty, estaba seguro de lo que sentía... pero, ahora, después de todo esto, pienso en él y dudo enormemente de lo que siento. Tu lograste hacer eso y, eso ya de por si debía darme una señal de lo fuerte que es mi amor por ti—Eijirō se acerca hasta donde esta Midoriya, le sujeta las manos, entrelazando sus dedos con los del pecoso.
Esta nervioso y asustado porque las palabras de Bakugō se cumplan y este le termine rechazando completamente. Pero a pesar de los miedos que tiene, decide continuar. Si Midoriya lo rechaza, está bien, se lo ha ganado como dijo Katsuki. Sin embargo, quiere dejar en claro todo lo que siente y disculparse.
—Si esto es pasajero... si lo nuestro dura poco, o como sea—Dice Kirishima, mirando directamente los ojos verdes que no dejan de verlo con asombro. Nota esos ojos dejar escapar lágrimas. —Pero quiero estar contigo. Incluso si solo duramos un par de meses o lo que sea, no quiero dejar escapar esta oportunidad contigo. —
Deku sigue mirando sus ojos, viendo y comprobando todos los sentimientos que está profesando su portador. Los ojos son la ventana del alma, según dicen. Pero para Izuku, los ojos de Kirishima Eijirō son tan expresivos y sinceros con todo, que ahora que los observa otra vez, en medio de la pobre iluminación por la van, ve que en ellos no hay duda de lo que está diciendo. Ese sentimiento culposo y dudoso que había visto antes en ellos, ha desparecido para dejarle paso a la seguridad de sus palabras.
—Perdón por lastimarte con mi indecisión... por romper tu corazón, por no corresponder de inmediato cuando me dijiste que me amabas. Lo siento mucho—Las lágrimas se resbalaban por los ojos rojos de Eijirō, recorriendo sus mejillas.
Izuku no dice nada, y desvía la mirada hacia otra parte. Esas eran las palabras que él buscaba escuchar, inconscientemente al menos. Le duele saber que Bakugō debe estar sufriendo a causa de eso, pero él se siente jodidamente feliz y mal al mismo tiempo.
Es un sentimiento agridulce más bien.
Él está seguro de que ama a Eijirō. Pero igual como lo ha dicho el pelirrojo, tampoco está seguro sobre cuánto tiempo pueda llegar a durar su relación. No le importa si es poco tiempo, él quiere estar ese tiempo con él. A pesar de todo lo que se reclama por estar aceptándolo así tan fácil, va a estar con él.
Porque el amor es así. Incomprendido y lleno de contradicciones. Irracional hasta cierto punto. Ya que no importaba cuanto quisiera decirse que estaba dispuesto a dejar ir a Kirishima, él deseaba más que nada estar a su lado.
A pesar de todo, continuaba amándolo.
Midoriya se recarga contra el pecho de Kirishima, sin soltar sus manos. Escucha el corazón masculino de Eijirō latiendo velozmente y eso hace que las comisuras de sus labios se levanten un poco para hacerlo sonreír. Ajusta el agarre de sus manos, y se permite entregarse a esa confesión aunque continúe con su debate interno sobre si todo eso está bien.
Una parte de él le grita que no confíe. Que recuerde que Eijirō le rompió el corazón. Pero, así como siempre, otra parte le dice que está bien...
Que continúe con lo que hace y que disfrute de su amor.
No sabe cómo es que Eijirō llego a la decisión de estar a su lado, pero en ese momento no parece importarle. Al menos por ese momento no quiere pensar en eso.
—Es... ¿Estamos bien entonces?—Pregunta Red Riot.
—Estamos bien—Responde Deku.
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Un momento por favor... <3