Cleo Fitzgerald:
Estiré la falda de mi ajustado vestido, dándole unos últimos retoques a mi atuendo para la fiesta de cumpleaños de mi pequeña hija. Guardé el labial dentro de mi bolso, desconecté mi móvil de la corriente y me observé por última vez, convenciéndome de que todo saldrá bien y mi pequeña tendrá la mejor fiesta del mundo.
Muchos padres suelen tomarse este tipo de situaciones a la ligera, justo como Luke lo ha hecho, pero no puedo. Chloe está cumpliendo su primer año y sin importar que sus recuerdos vayan a evaporarse en un futuro cercano, ella merece tomar nuestro álbum familiar y ver las increíbles fotografías que su abuela tomó durante su primera fiesta de cumpleaños. Ella merece tener múltiples imágenes junto a sus padres, sus hermanos, sus tíos, primos y abuelos; merece contar con bonitos recuerdos, donde su madre sonríe a pesar de la pesadilla que escapó hace menos de cuatro meses.
No se trata del cumpleaños de mi hija, se trata de mostrar esta nueva versión de mí misma a todos mis familiares y amigos. Se trata de demostrar que me he vuelto más fuerte y que nada ni nadie conseguirán echarme abajo, he renacido y estoy dispuesta a darlo todo.
La fiesta se llevará a cabo en nuestra residencia, contraté a algunos decoradores, chefs y animadores para que se encarguen del trabajo sucio que Luke y yo no podemos abarcar. No contraté a ningún payaso porque son horribles y me asustan, no puedo verlos sin recordar mi espantoso cumpleaños número ocho. Mis padres decidieron hacer una pequeña celebración para mí, consiguieron una piñata repleta de dulces y a un patético payaso; papá se emborrachó, cayó sobre mi pastel y el payaso arrojó goma de mascar sobre mi cabello, así que mamá debió cortarlo y todo acabó en llamas por mi primo Wren y su piromanía.
Las coloridas guirnaldas tienden de las paredes, los globos con forma de unicornio acompañan la inmensa piñata arcoíris situada en el centro de la sala. Una extensa mesa repleta de bocadillos dulces fue situada contra nuestra pared de recuerdos, la cual permanece cubierta con múltiples fotografías de nuestros hijos, nuestros años de juventud y nuestras múltiples vacaciones alrededor del mundo. La nota que Luke escribió para mí después del interrogatorio sobre Justin, continúa adherida a un recuerdo que Samuel nos trajo de Dinamarca unos cuantos años atrás. «Todos necesitamos ese momento de oscuridad para ver qué es lo que realmente brilla en nuestras vidas. No brillas sin algo de oscuridad. Te ama por el resto de la eternidad, Luke Hemmings.»
Las mesas del jardín están rodeadas por brillantes luces, el castillo inflable que rentamos para la celebración se sacude con suavidad, al ritmo de la cálida brisa que ingresa a través de las costas. Decido bajar hasta la playa, sin tener en cuenta el hecho de que mis tacones podrían enterrarme en la arena y arruinaría mi atuendo por completo.
El sol tiñe el cielo de tonalidades anaranjadas, haciéndonos saber que mañana hará mucho calor en la ciudad. Permito que el viento me despeine, observando a cada una de las personas que transitan las costas de Bronte. Múltiples desconocidos me examinan de pies a cabeza, juzgándome por el atuendo que llevo puesto o, quizás, porque mi casa es una de las más costosas de la zona.
Les observo murmurar, puedo notar sus miradas de lástima y he llegado a la conclusión de que ellos saben quién soy y cuál es mi historia. Con veintisiete años recién cumplidos, fui arrastrada al infierno pero logré escaparme por mis propios medios; la persona que me mantuvo cautiva continúa allí afuera, suelto y existe la posibilidad de que él esté buscándome una vez más. Pero, sé que Luke no lo hará tan fácil esta vez.
—Es un bonito atardecer, ¿No lo crees? —La voz de Luke me tomó por sorpresa, pude sentir sus brazos alrededor de mi cintura. Entrelazó nuestros dedos y besó mi mejilla, reposando su barbilla sobre mis hombros. —Estaba buscándote, quería hablar contigo a solas antes de que la fiesta de Chloe comience.
— ¿Todo está bien? —Pregunté, frunciendo mi ceño. Volteé para poder ver su bonito rostro, su suave y angelical rostro de niño bonito.
Luke parece unos doce años más joven ahora que se ha afeitado, sus rizos dorados han sido despeinados debido al viento de las costas. Los reflejos del sol consiguen que sus ojos luzcan más claros y profundos que de costumbre, sólo necesito conectar nuestras miradas para sentir paz y tranquilidad. Trae puesta una camisa de satén negra, unos jeans ajustados y sus desgastadas botas doradas; un colgante que su madre le obsequió algunos años atrás, decora su pecho, dándole un toque especial al atuendo.
—Todo está bien, los chicos están jugando con su hermana —Replicó, esbozó una amplia sonrisa mientras nuestras manos permanecen entrelazadas. —Quería hablar contigo sobre mis vacaciones, las cuales constan de un mes y medio después de todas las horas extras que pasé dentro de mi oficina. Se supone que llevaría a los niños a Disney, pero tengo una mejor idea.
— ¿Una mejor idea que Disney? —Fruncí mi ceño. —Es difícil de creerlo, Lukey.
—Oh, vamos. Disney es una completa pesadilla, está repleto de turistas y necesitas más de tres horas para subir a cada maldita atracción —Se quejó, encogiéndose de hombros. —Los únicos beneficiados con unas vacaciones a Miami serán los niños... así qué, pensé que Sam podría llevarlos a Disneyworld, mientras nosotros le damos la vuelta entera a Europa.
Quizás mis hijos adoren pasar tiempo con su tío y viceversa, pero no puedo pedirle que se responsabilice por tres pequeñas criaturas mientras recorro bellísimas ciudades junto a mi esposo. Todos somos una familia, se supone que deberíamos hacer este viaje juntos. Pero, por otro lado, también puedo ver cuál es el punto de Luke al dejar a los niños en Sídney con una persona de confianza.
—Piénsalo, Cleo —El rubio insistió, ampliando su sonrisa. —París, Ámsterdam, Londres, Liverpool, Dublín, Belfast, Copenhague, Lisboa, Edimburgo, Amberes, Estocolmo, San Petersburgo, Berlín, Salzburgo, Ginebra, Florencia, Venecia, Roma, Dubrovnik, Barcelona, Madrid, Viena, Praga, Oslo, Estambul, Atenas, Santorini... ¡Podemos encontrarnos con toda la familia allí, bebé! Serán unas simples semanas, podemos dejar a los niños junto a mi madre, si eso hace que te sientas más segura.
—Suena tentador, pero, no lo sé —Bufé, encogiéndome de hombros. —No quiero dejar a los niños, no después de todo el tiempo que permanecí alejada de ellos. Ansío pasar tiempo contigo, pero no puedo permitir que mis hijos piensen que soy una pésima madre por dejarlos por más de un mes.
—Entonces los llevaremos con nosotros —Mi esposo exclamó con alegría, besando mis labios con ternura. —Hablaremos sobre esto más adelante, ¿Vale? Es momento de subir y disfrutar del cumpleaños de nuestra pequeñita, ¡No podremos volver a festejar su primer año!
—Esa niña será un grano en el trasero para ti, Luke —Solté, conteniendo las carcajadas. —Ella será tan rebelde como su padre y, tendrá...
—La belleza de su madre —Me interrumpió, depositando un cálido beso sobre mis labios antes que ambos nos decidiéramos a regresar. —Ella será un grano en el trasero porque tendrá tus dotes de muchachita encantadora y todos los imbéciles estarán detrás de mi pequeñita.
[***]
Una carcajada se escapó de mis labios al notar cómo Eric observó a Abbie Hood, la única hija de Calum y Aqua, quiénes demostraron ser unos increíbles amigos de la familia. De no ser por Aqua, las cosas hubieran sido completamente distintas, puede que ahora mismo no podría estar disfrutando del primer cumpleaños de mi bebé.
—Ellos dos se gustan, ¡No puedo creerlo! —La rubia exclamó entre risotadas, codeándome con suavidad. Me sumé a sus carcajadas, observándolos con ternura. —Nuestros esposos son mejores amigos y puede que nuestros hijos acaben teniendo una relación ¿No crees que es algo emocionante?
—No puedo creer que los gemelos están creciendo tan rápido —Contesté, encogiéndome de hombros. Formulé un puchero, obsequiándole una amplia sonrisa a Luke, quién cargaba sobre su espalda a Chloe; ambos se desplazaban a toda velocidad a través de los invitados, saludándolos o agradeciéndoles por su presencia. —Tampoco puedo creer que esto sea real, Aqua. Todas las mañanas siento miedo de abrir mis ojos y que Luke sea una ilusión, temo que Justin regrese por mí y todas las personas que adoro acaben heridas...
— ¡Hey, no pienses en todo eso! —Ella me interrumpió, sobando mis brazos con simpatía. —Esta es nuestra realidad, Cleo. Estamos aquí, disfrutando del primer cumpleaños de tu hija, tienes a toda tu familia reunida y tu esposo parece más feliz que nunca. Me había acostumbrado a verlo con bolsas debajo de sus ojos, con barba y el cabello largo... ¡Pero, míralo, mírate, míranos! Todo ha regresado a la normalidad.
— ¡Cleo! —La voz de Keyla me obligó a voltear. La menor de los Hemmings llevaba un vestido floreado junto a unos tacones altos, su cabello comenzaba a crecer, dejándonos muy en claro que su tratamiento contra la leucemia se acabó. — ¡Hola, Aqua! ¿Cómo están? Lamento la demora, pero la camisa de Luka se atoró en la puerta del carro y debimos regresar para que pueda cambiarse.
— ¡Luces preciosa, Keyla! —La esposa de Calum aduló, obsequiándole una amplia sonrisa. —Puedo ver que tu cabello está creciendo otra vez, ¿Tu pesadilla se ha acabado?
—Muchas gracias, ¡Finalmente puedo decir que he vencido al cáncer! —Hemmings sonrió, abrazándose con fuerza a mi cuerpo. —Me alegra muchísimo estar aquí, con toda la familia y nuestros amigos. ¡¿Dónde se metió mi hermano?! ¿Dónde está la princesa de la familia? Necesito darles un abrazo.
—Luke y Chloe estaban jugando por aquí —Comuniqué, buscándolos con la mirada. —Oh, hablando de Luke Robert Hemmings... ¡Aquí está!
—Lo hemos invocado —Keyla carcajeó, depositando un pequeño beso sobre la frente de Chloe. Su abrazo con Luke duró más de lo que esperaba, unos extensos segundos en los que ambos susurraban cosas que no conseguía comprender y reían a carcajadas. —Los he echado de menos, chicos. En especial a ti, Cleo. No es para nada fácil despertar sabiendo que mi mejor amiga está siendo torturada por su desquiciado ex novio.
—Pero, aquí estamos. Juntos y felices, como una verdadera familia —El mayor sonrió, dejando un corto beso sobre mis labios. Calum se apareció, enrollando sus brazos alrededor de la cintura de Aqua, quién apoyó su cabeza sobre los hombros del moreno. —La pesadilla se acabó, Justin dejará de molestarnos y, dondequiera que esté, puedo asegurar que está recibiendo su merecido por toda la tristeza que trajo a nuestras vidas.
Los dos hombres se vieron por unos cortos instantes, el moreno alzó una de sus cejas, mordiendo su labio para contener una carcajada mientras Luke desvió su mirada hasta la barra de tragos donde Samuel, Ethan, Aaron y Jack conversaban. Conozco a Luke como a la palma de mi mano, lo conozco mejor que a mí misma y no es para nada difícil notar cuando está mintiéndome u ocultando algo; acostumbra a rascar el puente de su nariz o su nuca, sus pupilas se dilatan y aún conserva la manía de jugar con su labio o morderlo, tratando de alcanzar el arete que se quitó unos cuantos años atrás. Extraño ese maldito arete, extraño su antiguo peinado y su cara de ángel.
Luke está ocultándome algo y no demoraré mucho tiempo en averiguarlo.
Mi hermano mayor se apareció, invitándolos a formar parte de su estúpido juego de fuerza.
— ¿Lo has notado? —Keyla habla, arrastrándome de regreso a la realidad. Fruncí mi ceño, fingiendo que no comprendía a lo que tratábamos de llegar. — ¡Cleo, por favor! Esos dos están ocultando algo...
—Podría ser cierto, no lo sabemos —Solté, encogiéndome de hombros. —Le hablaré al respecto más tarde, si Luke está mintiéndome... lo sabré.
Nuestra conversación fue interrumpida por la presencia de Samuel, quién le guiñó un ojo a Keyla mientras presumía su nuevo corte de cabello, sonriéndoles a todas las invitadas con picardía. Sam ha dejado de lucir como un vagabundo, lo cual resulta genial porque más mujeres dedicarán su tiempo para apreciar la belleza que ha estado ocultando detrás de su increíble talento.
— ¿Cómo está mi hermana favorita? —Él pregunta, posicionando su brazo sobre mi nuca. Viro mis ojos, consiguiendo que Keyla suelte una carcajada y se disculpe por unos instantes para saludar al resto de la familia. —Tengo una sorpresa para ti, ¡Estoy seguro que lo disfrutarás! Y, sí, es un obsequio para ti...
Tomé el pequeño paquete entre mis dedos, inspeccionándolo con cautela. El tamaño se asemejaba al de un sobre, pero se sentía mucho más delgado que eso, quizás sea alguna canción que mi hermanito compuso especialmente para mí o algún tipo de carta, recordándome lo mucho que me extrañó en los pasados siete meses. Destrocé el envoltorio, desdoblando el amarillento papel. Samuel Fitzgerald me ha sorprendido una vez más.
—Diablos, Sam... ¡No puedo aceptar algo tan semejante como esto! —Exclamé, estrujando su gruesa espalda con mis brazos. Mi hermanito me obsequió una estadía completa en Salvador de Bahía, Brasil; para que pueda visitar la ciudad y disfrutar de sus preciosas playas junto a mi esposo e hijos. —Eres increíble, no miento...
—Llevaré a toda la familia a Brasil, Cleo. No puedes faltar, te necesitamos allí —Informó, depositando un tierno beso sobre mi frente. —Así que dices, ¿Vendrás con nosotros a Brasil por algo de fútbol, trajes de baño diminutos y culos gigantescos?
—Diablos, no me dejas otra opción —Me quejé, suspirando con pesadez. —Pero sí, ¡Iré con toda la familia a Brasil! Aunque Luke va a aniquilarme porque pensábamos hacer un viaje por toda Europa.
—En Bahía hay más diversión, música, fútbol, mujeres con traseros gigantescos...
—Es lo único que has dicho desde que mencionaste Brasil —Bufé. — ¿Benji viajará con nosotros? ¿Qué han dicho papá y mamá? ¿En qué hotel nos hospedaremos? ¿Has comprado los boletos?
—Sí, él y Scarlett vendrán. Nuestros padres están muy felices con la idea de reunir a la familia para celebrar uno de los partidos más importantes de Aaron —Respondió, ofreciéndome una amplia sonrisa. —Nos hospedaremos en uno de los mejores hoteles de Salvador de Bahía, frente a la playa, las suites tienen espacio para cinco personas pero podemos pedir una cuna para Chloe. No necesitamos boletos de avión, tomaremos mi jet privado... hay espacio para algunos, enviaré al resto en primera clase. Todo está bajo control, sólo necesitaba tu confirmación. Nos iremos la primera semana de noviembre, quince días en el paraíso...
— ¿Con culos gigantes? —Pregunté, interrumpiéndolo repentinamente. Mi hermano dejó salir una carcajada, asintiendo con su cabeza. —Hey, ¿Has hablado con Zirah? Quiero imaginarme que llevarás a tus hijos contigo.
— ¿Quieres que Zirah viaje con nosotros? ¡Maldición, no! Prefiero mantenerme en abstinencia por meses, sería mucho más tolerable que tenerla detrás de mí todo el maldito tiempo —Refunfuña, obligándome a volcar mis ojos. —No me juzgues, ¿Vale? Imagina que tú y Hemmings están divorciados, lo único que los mantiene unidos son sus hijos. ¿Qué demonios dirías si lo invito a nuestras vacaciones al paraíso?
—Te lo agradecería, porque acabaríamos juntos una vez más —Contesté en un tono burlón. —Sam, no hay excusas. Tienes que llevarla, es parte de nuestra familia desde que se convirtió en tu novia. Quizás tengas una oportunidad para demostrarle lo mucho que la amas y, lo interesado que estás en recuperarla.
—No quiero recuperarla, Cleo —El rizado bufó, jalando su labio inferior con sus dedos. —Estoy harto de nuestras idas y vueltas, he decidido darme la oportunidad de conocer a alguien más... comenzar desde cero, formar mi propia familia, con una persona que realmente me aprecie.
Sus palabras me sorprendieron, honestamente, no esperaba que Samuel se diera por vencido de manera tan rápida con Zirah. No después de todo lo que han pasado juntos. Pero, tampoco puedo ir detrás de mi hermano, tratando de convencerlo para que regrese con alguien que ha dejado de amar desde mucho tiempo atrás. Me he perdido de muchas cosas durante estos últimos siete meses, e incluso, he dejado de pensar que todos mis familiares continúan siendo las mismas personas que solían ser antes de mi secuestro. Todo ha cambiado y, no puedo dejar de sentirme como una extraña.
—Bebé, ¿Puedo hablar contigo unos instantes? —Mi esposo me sorprende, enredando sus dedos alrededor de mi muñeca izquierda, jalándome con suavidad hacia su anatomía. Mantuvo su ceño fruncido, observándome como si algo anduviera realmente mal. — ¿Quieres decirme qué significa esto? Creí que Emily estaba tras las rejas y que, por ende, exposingfitzgerald se había acabado por siempre. ¿Por qué demonios este blog ha posteado nuestras antiguas conversaciones? Esto es terrible, ¡Tu padre está aquí y si llegara a ver todo esto, me matará! No quiero que me alejen de ti o de los niños, esto podría darle fin a mi carrera.
—Necesitas tranquilizarte, amor —Bufé, encogiéndome de hombros. Posicioné mis manos sobre sus mejillas, concentrándome en sus penetrantes ojos oceánicos, en cada uno de los bellos momentos y las experiencias que hemos compartido juntos. En toda nuestra historia. —Nada ni nadie podrán separarnos ahora que estamos casados, a excepción de la muerte, pero eso no nos tiene que importar ahora mismo. ¿Por qué maldita razón no nos dejan vivir nuestra vida en paz?
—Cleo, necesitas leer estos malditos mensajes —Luke exclamó, suspiró con frustración; por primera vez, después de nuestros extensos nueve años de relación, fui capaz de ver una sombra de preocupación en el rostro de Luke. La persona que estaba detrás del blog, se había encargado de postear una de nuestras peores conversaciones, en las que Hemmo me alagaba por la increíble mamada que le había hecho. —Te amo, Fitz. Tú más que nadie sabe acerca de esto, de lo mucho que significan los niños y tú para mí, pero no puedo permitir que esta persona se salga con la suya. Después del accidente, mientras estaba en el hospital, mi madre dijo algo que me ha dejado pensando... creo que alguien quiere cazarnos, a ti y a mí, a todos los integrantes de tu familia.
— ¿Crees que Justin fue solo el principio? —Mi voz tembló al preguntar aquello, Hemmo asintió penosamente, abrazándose a mí cuerpo por enésima vez en la tarde. Todas las personas que continuaban en la fiesta estaban divirtiéndose, pasando un increíble momento juntos gracias a los juegos, la música, la comida y todo el alcohol que estábamos ofreciendo, mientras nosotros estábamos aquí, preocupándonos por nuestro futuro. ¿Qué cara pondré cuando todos mis familiares conozcan la turbia relación que solía mantener con Luke? ¿Qué le diré a mi padre, a mi madre y a mis hermanos? Esto es terrible, la peor tragedia después del Titanic. —Amor, esto es serio. Necesitamos averiguar quién está detrás de esto y, ahora que Justin está desaparecido, todas mis sospechas caen sobre él.
—No, Cleo —Luke mordió su labio, observándome con culpabilidad. —Creo que hay algo más grande que Justin, alguien que no sólo nos quiere destruir, alguien que no tolera a tu familia. Lo único que me preocupa ahora mismo es nuestro propio bienestar, princesa. No quiero que alguien te haga daño a ti o a los niños, ustedes son todo lo que me queda después de mi familia.
—Lukey, escúchame —Murmuré, dejando unos cuantos besos sobre su mejilla. —Nada malo ocurrirá conmigo o con los niños, estaremos bien, saldremos adelante. Piensa que si Kim Kardashian puede ir por la vida, caminando con orgullo a pesar de su penoso video, nosotros podremos con cualquier otra cosa. Estamos juntos en esto, resucitaremos y les demostraremos a todos que nada puede apartarnos.
Sus manos bajaron hasta mis caderas y unimos nuestros labios en un pasional beso. Nuestras lenguas jugueteaban entre sí, a medida que Luke desplazaba sus manos por encima de la delgada tela que cubría mi cuerpo, repartiendo suaves caricias que consiguieron que me sienta más cómoda que en cualquier otro sitio. Sólo Luke Robert Hemmings es capaz de llevarme a tocar el cielo con las manos con un simple e insignificante beso.
—Tienes un don para conseguir que me sienta mejor —Él masculló, tomando mi labio inferior entre sus dientes. —Será mejor que regresemos, es momento de cortar el pastel de Chloe. Aunque, lo único que quiero ahora mismo es emborracharme y tener sexo contigo.
Solté una risita, besándolo una vez más.
Luke me elevó por los aires, cargándome como si fuera su pequeña bebé, llevándome de regreso con cada uno de nuestros familiares, los cuales observaban la escena con ternura. Mi esposo plantó unos cuantos besitos sobre mis labios, obligándome a reír por los pellizcos juguetones que ejerció sobre mi trasero.
Me encargué de cambiarle el cómodo atuendo a Chloey, escogiendo un precioso vestido de princesa dorado, el cual poseía múltiples detalles brillantes y conseguía que mi hija se viera más preciosa que de costumbre. Le tomé unas cuantas fotografías, conservándolas junto al resto de las imágenes de los gemelos, las cuales me encargaré de imprimir más adelante.
Cada vez que veo a Chloe, puedo verme a mí misma en las fotografías que mi madre capturó hace veinticinco años atrás, durante mi primer cumpleaños. Mi padre una vez me contó que estuve apegada a Evie en todo momento, ofreciéndole mi mejor sonrisa a cada uno de los invitados que se acercaban a felicitarlos por su primera hija mujer; mientras que mi madre acostumbra a decir que papá lloró mientras me cantaban el cumpleaños feliz, repitiendo en voz baja que sería su pequeña niña por el resto de la vida, sin importar cuantos años tenga o en donde me encuentre.
—Feliz cumpleaños, angelito —Balbuceé, mordiendo mi labio inferior para contener las lágrimas que amenazaban con salir. —Eres la luz de mis ojos, mi pequeña princesa, mi todo. Y, aunque no puedas entenderme, quiero que sepas que te amo con todo mí ser y lamento no haber podido estar aquí para ti los pasados siete meses. Espero que en un futuro, cuando trate de protegerte e impida que visites lugares peligrosos con tus amigos, puedas comprender que te amo y que sólo busco lo mejor para ti.
—Porque sin importar cuántos años tengas, dónde y con quién estés... siempre serás nuestra pequeña princesita —El rubio sentenció, abrazándome por detrás a la vez que dejaba un beso sobre mi hombro desnudo. Pude ver como Luke lagrimeaba, disculpándose conmigo en voz baja por ser tan débil, mientras yo no podía dejar de pensar en lo afortunada que soy por tenerlo todos los días a mi lado. —Diablos, Cleo. ¿Puedes creer lo rápido que crecen los niños? Los años se nos han pasado volando y, a pesar de todas nuestras discusiones y diferencias, mira lo lejos que hemos llegado.
Sonreí, besándolo en los labios. Arrastré las lágrimas que se desplazaban a través de mis mejillas con ayuda de mis pulgares, sonriéndole a la pequeña criatura de cabello rubio y ojos verdes frente a mí, quién no dejaba de balbucear cosas que ni Luke ni yo lográbamos comprender. Bajamos las escaleras con nuestros dedos entrelazados, sostuve a Chloe mientras mi madre y Liz nos daban una mano con el pastel de unicornio y la única velita que lo acompaña.
— ¡Miren que cosa más preciosa! —Jack, el mayor de los hermanos Hemmings, exclamó. Se acercó para depositar un ruidoso beso sobre la mejilla de mi bebé, felicitándonos por nuestra preciosa niña.
Eric y Matheo se veían más emocionados que sus propios abuelos o Luke, con sus mejores sonrisas, se aproximaron para saludar a su pequeña hermanita, para recordarle lo mucho que la aman y recordarle que siempre estarán allí para protegerla cada vez que algún niñito tonto trate de poner sus pequeñas manos sobre ella. Sus dulces palabras fueron todo lo que necesité para llorar como desquiciada, sin tomarle importancia a mi maquillaje o a la escena que estaba montándome.
Ethan, Benji, Samuel y Aaron fueron los primeros en abrazarme, el primero se encargó de besar mi frente con ternura mientras felicitaba a una sonriente Chloe por su primer año, mientras los demás entonaban a todo pulmón la canción del cumpleaños feliz.
— ¡Feliz cumpleaños, princesita! —Liz murmuró, acercándose a la niña para felicitarla. Su abrazo me tomó por sorpresa, honestamente, la señora Hemmings no acostumbra a dar este tipo de muestras afectivas a cualquiera. —Jamás había tenido la oportunidad de agradecerte por haber traído a Chloe a nuestras vidas, tampoco he sido capaz de darte las gracias por lo que has hecho en la vida de mi hijo, por toda la felicidad que hay en su vida desde que te conoció. Eres un ángel, Cleo. Quiero que sepas que te considero una hija, eres una parte crucial de la familia Hemmings.
—Muchas gracias, Liz —Lloriqueé, correspondiendo su abrazo. —En todo caso, debería ser yo quién le agradezca por Luke, de no haber sido por usted y su hija... jamás hubiera tenido la posibilidad de conocer al hombre de mis sueños, al amor de mi vida.
—Gracias por darnos un nieto más, Cleo —Andy exclamó con diversión, encargándose de darme un abrazo y besar la frente de su nieta. —Liz y yo creemos que has hecho magia con Luke, porque desde que te conoció, su mal temperamento cambió y comenzó a actuar como un hombre de veintitantos.
—No hay nada que agradecer, Andrew —Sonreí. — ¡Es momento de continuar con la fiesta!
Después de recibir unas cuantas felicitaciones más por parte de familiares, amigos y compañeros de trabajo de Luke, los invitados comenzaron a dispersarse por todo el jardín, disfrutando de los platos dulces, de la música y de los buenos tragos que preparaban en nuestra barra. Me dediqué a bailar con los gemelos y mi esposo, moviéndome al ritmo de la nueva canción de Rihanna, una de mis cantantes preferidas.
— ¿Entonces? —Luke murmuró en cuanto los niños se marcharon para buscar algo de jugo, pude sentir cómo mi trasero rozaba el bulto de su entrepierna. — ¿Has pensado lo que te he dicho acerca de Los Ángeles? Calum me ofreció el número de su agente de bienes raíces, tienen un sitio repleto de propiedades que te encantarán.
—Creo que no es un buen momento para mudarnos, Luke —Me quejé, suspirando con pesadez. —Estamos cómodos aquí, junto a nuestros familiares y amigos. Las cosas en los Estados Unidos no serán las mismas que en Sídney... dios, me cuesta mucho visualizarme en Los Ángeles, lejos de nuestro país natal.
—Tienes que pensarlo un poco mejor, preciosa —Hemmo insiste, besando mis labios con ternura. —No tienes que pensar en ese tipo de cosas, nos tendremos mutuamente y a Samuel. No estarás sola, la zona está repleta de escuelas y centros de interés, nos divertiremos mucho y los niños estarán cómodos... podremos enviarlos a la universidad de California en Los Ángeles y asegurarnos que se encuentran bien.
—Aún falta mucho tiempo para que los chicos comiencen la universidad, Hemmo —Bufé. —Concentrémonos en la fiesta de Chloe, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que nos divertimos de este modo?
—Fue hace mucho tiempo —Luke contestó, apoyando su barbilla sobre mis hombros a medida que nuestros dedos se entrelazaban. Me obligo a dar unas cuantas vueltas, nuestras miradas se conectaron y rocé nuestros labios, deslizando mis manos a través de su espalda. —Te extraño, Cleo. Pero no quiero presionarte, esperaré todo el tiempo que sea necesario por ti.
Formulé un puchero, sintiéndome de regreso en la secundaria cuando uno de mis primeros novios trataba de tener sexo conmigo, fingiendo que no le importa en lo absoluto cuando muy en sus adentros muere de ganas. Y, quizás estoy siendo cruel con Hemmo y sus necesidades como hombre, pero no puedo dejar de pensar en todo lo que Justin le ha hecho a mi cuerpo.
Ahora que Chloe duerme y sus hermanos se entretienen con el resto de los niños de su edad, Luke y yo estamos divirtiéndonos justo como en los viejos tiempos, besándonos y abrazándonos sin tomarle importancia a todos los que nos rodean. Posiciono mi cabeza sobre el pecho de mi esposo, cerrando mis ojos; puedo oír como alguien arrastra sus zapatos hacia nosotros y, en cuanto los abro, Ethan y Sam están abrazados, viéndonos con ternura y algo de diversión.
—Las cosas se pondrán patas para arriba en Brasil, ¿No lo crees, Hemmings? —El mayor suelta, agitando la botella de champaña con suavidad. Mi esposo los observa con el ceño fruncido y regresa su mirada hacia mí, las ganas de estrangular a Ethan parecen ser más fuertes que yo, no me han dado la oportunidad de darle la sorpresa a Lukey. —Oh, creo que la he cagado.
—No te preocupes, Hemmings —Sammy le obsequia una sonrisa. —Casi puedo afirmar que tu enfado con Alexis durará unas cortas horas y luego volverás a hablarle como si nada malo hubiera ocurrido. Si creías que las idas y vueltas eran algo exclusivo de mi relación con Zirah, es porque aún no te has puesto a estudiar tu matrimonio con Cleo. No importa cuánto lo trates, siempre acabarás con ella... ¡La amas tanto que eres capaz de obviar cualquier tipo de cosa por mantenerla en tu vida! Y, por esa misma razón, considero que eres el mejor candidato que Cleo ha tenido.
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¿Han escuchado Want You Back? Sinceramente me encantó, la espera valió la pena y estoy segura de que la nueva era de 5sos va a ser increíble. Me cuesta creer que los chicos estén a punto de regresar a Sudamérica, les juro que aún no logro superar que he estado en su concierto y los he tenido tan cerca. :'(
Hablando de Want You Back... pienso que es una especie de himno para Cleo y Luke. Quiénes, por cierto, están en el ojo del huracán... ¿ESTÁN LISTAS PARA EL DRAMA? Prepárense mental y emocionalmente porque se vienen cosas intensas en la vida de éstos dos.
Les propongo algo: puede que en algunos días, haga un capítulo especial en el que los personajes (Cleo, Luke, Sam, Keyla, Ethan, Brandon, Liz, Evie, Calum, Michael, Ashton, Justin, etc.) respondan todas sus preguntas. Así qué, déjenme aquí en los comentarios algo que desearían preguntarles si tuvieran la oportunidad de conocerlos o algo que les gustaría decirles. Muchas chicas me lo han estado pidiendo en los mensajes privados y por Twitter, así que creo que sería algo divertido.
¡No olviden dejar sus preguntas o insultos! *inserte voz de vendedora* ¡Es gratis y los personajes responderán todo!
Espero que les haya gustado el capítulo, les envío un abrazo y un beso gigantesco. Muchas gracias por votar, leer y comentar, siempre consiguen animarme con sus palabras bonitas. <3 Nos leemos pronto, bellas.