Cuando ellos se reencuentran, se dirigen miradas expiatorias, Katsuki gruñe y se acerca más a Uraraka posando su mano en la cabeza de ella desordenando los castaños cabellos de la chica.
—¡Bakugou-kun sabes que no me gusta cuando haces eso! —espeta molesta intentando quitarse de encima la enorme y varonil mano del rubio explosivo.
—Tsk —Simplemente emite un chasqueo de lengua antes de acomodar sus palabras— Cara de ángel, cuidate y no hagas estupideces que te envíen al hospital.
Todo el enojo que había en Ochako se disipa y sólo le queda asentir conmovida. Era su primer día como héroes novatos, lo que implicaba un nuevo inicio para ambos. Katsuki no quería que la chica saliera lastimada o algo por el estilo y Uraraka igualmente, no quería que nada malo le pasase a su novio conociendo su fuerte temperamento.
—También cuidate —sonrié achicando sus ojos provocando un leve sonrojo en Bakugou que, rápidamente logró esfumar para que no lo viera de esa forma.
Los nuevos inicios les alientan más, a querer lo mejor para el otro.