Pink - wild hearts can't be broken
Despertar.
¿Qué es realmente despertar? ¿Es esa acción que hacemos todas las mañanas que nos muestra el comienzo de un nuevo día? ¿La acción que hacemos después de una siesta donde nos sentimos renovados? Para muchos, es la acción a una rutina, nuevo comenzar, saber que tienes otro día para hacer lo que quieras porque tu cuerpo, tu organismo y tu mente descansaron lo suficiente para iniciar de nuevo, como como cargar baterías. Y es así.
Pero para mí, despertar es saber que la vida te está dando otra oportunidad para volver a empezar, es tocar fondo y darte cuenta de todo lo que está mal; abrir los ojos. Es ese chance que tienes para hacer todo bien, como proyectar una película de un momento vivido donde tienes la oportunidad de cambiar el final, oportunidad para hacer todo bien, oportunidad para dejar el pasado atrás...
Una oportunidad para volver a ser quien eres.
Así me sentí yo y podrá sonar extraño, pero lo vivido los últimos días me ayudo a pisar tierra, a descubrir que este no era el camino que quería tomar, sí, me quite las vendas, pero no me quite la que más importada; estuve todo el tiempo caminando por un sendero a oscuras por miedo a abrir los ojos, si bien tengo una realidad complicada, no quiere decir que no tenga un lugar en este mundo, tengo una realidad distinta, cada uno la tiene, con sus temores, preocupaciones, problemas, pero eso es lo que nos hacen como personas y mi deber era aceptarme, no soy perfecta, nadie lo es; nadie ha encontrado la fórmula de la perfección para andar por la vida sin cometer algún error, de ellos aprendemos, por eso es que existen.
Abrí los ojos una vez más, una última vez para dar cara a lo que soy ¿Estoy feliz? Puede ser ¿Puedo cambiarlo? Ya es pasado; en una película conocida de Disney un personaje legendario dice <<El pasado puede doler muy bien puedes vivir de él o aprender>> Abro los ojos para aceptar lo que soy y aprender a ser feliz con eso.
Este es el comienzo de una nueva Annie.
- ¡Mamá! – Me muevo incesante sintiéndome atrapada con todo lo que me rodea - ¿Qué rayos es esto? – Susurro.
- ¿Annie? ¡Annie! – Tomo mi cabeza entre mis manos porque siento un dolor punzante. Estoy mareada - ¡Hija! Oh mi Dios – Mi mamá me envuelve entre sus brazos y me sostiene con fuerza.
- ¿Puede ser esto posible? – Escucho susurrar al doctor.
- ¿Qué paso? ¿Dónde estoy?
- Tranquila, mi amor, ya el doctor te explicara todo
- ¿Papá? ¿Estás bien? Luces como si estuvieses viendo un espanto
- Estas viva... Es... yo... no puede ser – Se acercó con sigilo y toma mi cara entre sus manos – No sabes cuánto me alegra ver esos hermosos ojos avellana de nuevo
- No entiendo cómo fue que... Hace un segundo la estábamos desconectando y ahora...
- Los milagros existen, doctor – Sonríe mi padre - ¿Puede revisarla? Quiero saber que todo está bien con mi hija
- Sí, señor Loera, en seguida
El doctor al momento comenzó a examinar mis ojos, mi pecho y solicito mandar a hacerme unos exámenes de sangre y una tomografía para percatarse que todo estuviese bien, aun estado de shock comentaba que en mi cuadro se veía imposible que saliera ilesa; lo que consumí, debido a su cantidad, quemo, al parecer, parte del tejido cerebral por lo que no había posibilidad de que viviera pero, los milagros existen... los ángeles también.
- Los exámenes indican que está bien, pero me gustaría dejarla unos días en observación. Quiero percatarme que su organismo está completamente limpio y que no presenta efectos secundarios
- Gracias, doctor
- Nos diste un susto de muerte, enana. Pensé que no tendría que aguantarme nunca más y eso me puso triste
- Ya sabía que no podías vivir sin mi ¿Eduardo Loera triste por una mujer? Eso hay que enviarlo como primicia a los portales – Rio.
- No solo tu hermano, Annie, todos estábamos preocupados. Sucedieron tantas cosas los últimos días que, el pensar que terminarían así, nos hizo sentir desbastado. No es lo que un padre quiere para sus hijos, lo que hicimos estuvo mal, hija, yo...
- No – Interrumpo – Todo esto que paso es mi culpa, pa, no debí meterme donde no me llamaban, tenía sed de curiosidad pero bien decía mi abuelo que la curiosidad mato al gato ¿no?
- Por lo menos murió sabiendo
- Eduardo... - Recrimina mi madre – Annie ¿Por qué nunca nos dijiste lo que sentías, hija? Lo que ocurría, nosotros pudimos haberte ayudado
- Los veía como los culpables – Declaro – Sentía que podía resolver esto por mi cuenta, además, sé que no me iban a decir; me mantuvieron tanto tiempo oculta de la realidad que cuando me pego de frente, reaccione con miedo, ya ustedes tenían demasiados problemas como para adicionar más – Bajo la mirada – Soy la culpable de que mi familia se haya ido a la ruina
- No, ya basta de culpas. Lo que paso fue porque nosotros no supimos cómo manejar la situación, debimos decirte desde un principio la verdad, así como tu hermano, pero fue más el poder de querer mantener a salvo que hizo que te tuviéramos encerrada en una burbuja, fue un error que me lamento a diario, pero, hija, no quería involucrarte en esto. A ti no – Acaricia mi mejilla – Desde que viniste al mundo dije que contigo sería diferente, que no cargarías con la mierda que tenemos nosotros, cometí ese error con Eduardo y aun así, tu hermano pudo salir ileso – Sus ojos comienzan a cristalizarse – Pero, sabes, esto fue como una prueba... una respuesta a lo que realmente debo hacer
- ¿Qué?
- Acabare con esto, es lo que tenía que hacer desde un principio
- No...
- Sí, es lo mejor; es lo mejor para poder limpiar todo el pasado y permitirte que tengas un mejor futuro, hija, es lo que haría cualquier padre
- ¡No! ¡Mamá, no, por favor! Entendí, entendí todo, pero por favor no lo hagas – Comienzo a sollozar – No quiero tener que crecer sin tener mi mamá a mi lado, no importa lo que paso, mamá, tú sigues siendo mi guía, sigues siendo mi luz, por favor no, lo que hice está mal, lo que paso está mal, pero ya no se puede cambiar, es algo que paso hace años, pero sigue siendo pasado, por favor, mamá, no te entregues – Muerdo mi labio. No quisiera tener que verla sufrir y pasar trabajo tras unas rejas, no es la realidad que quiero ni para ella ni para mi familia.
Mis padres cometieron un error enorme pero aprendieron de ellos ¿no es eso lo que realmente importa? Cuando se comete algo tan enorme no hay manera de regresar atrás, ellos tomaron el camino equivocado, pero quedó sepultado en el pasado, que es desde un principio donde debió haber estado. Ahorita no hay tiempo para lamentos, sino tiempo de soluciones, cada uno acepto en que se equivocó, en que fallo, es momento de tomar eso y salir a adelante, no perderse en los recuerdos.
- Puedo aceptar lo que fuiste y lo que eres, pero aun así, sigues siendo la mujer que me enseñó a luchar por la vida, a enfrentarla con la cabeza en alto, de la mejor manera, no dejemos que eso nos destruya ahora, mamá, te necesito a mi lado
- Annie tiene razón. Estas actuando estúpidamente, mamá ¿Entregarse ahora? No solucionaras nada más que burlas provenientes de los que te quieren ver abajo, lo que paso no tiene reparo y sabes que salir de este mundo no es como renunciar a un trabajo
- Escucha a tus hijos, negrita, te necesitamos, solo juntos haremos que esto quede como un mal recuerdo, lo superaremos... Sabes, hay mejores soluciones
- ¿Si? ¿Cuáles? – Dice con sarcasmo – Ignacio, sabes que hemos intentado dejar esto desde que nos enteramos de su llegada y ¡Hey! No ha dado resultado
- ¡Pues seguiremos intentando! Poco a poco; actuaremos por lo bajo, sin ser tan notorios, reduciremos la cantidad de envíos, eliminaremos socios – Abro mis ojos y pego un chillido – De la mejor manera – Suspiro – Hasta salir por completo de esto ¿ok? Este mundo no acabara ni con nosotros, ni con nuestros hijos – La toma de la mano hasta pegarla en su pecho, pega su frente a ella mientras acaricia sus mejillas – Juntos podemos con todo, amor ¿o acaso lo olvidas? Nuestro amor nos hace invencibles
- Uf, ya empezaron – Eduardo revolea los ojos y yo los observo confundidas ¿de qué me perdí?
- Permiso... Hola, Annie, vengo a cambiar el suero – Sonrío – Que bueno tenerte entre nosotros, tenías a mucha gente en la sala esperando por tu regreso – La enfermera me dedica un guiño mientras hace su trabajo – Ya está, dentro de unas horas vendré a traer tu cena ¿de acuerdo?
- Hola...
- ¿Qué hace esta mujer aquí? – Pregunto furiosa - ¿No te basto con ser parte de mis pesadillas? ¿Vienes a verificar si se cumplió tu deseo? Pues fíjate que
- Annie...
- No, déjame a mí, Ignacio. Annie, todo lo que viste y creíste fue un mal entendido. Conozco a tu papá desde hace un buen tiempo, pero te hiciste una imagen mala de mí, jamás quise destruir esa relación ¡Solo míralos! Nuestro error acá fue no involucrarte, creo que tu papá no es bueno con las sorpresas
- ¿Sorpresas? ¿Qué sorpresa?
- Ambas vimos a Rebecca como la villana, mi amor, y resulta que era como el hada madrina de este cuento
- ¿Qué? ¿De qué hablas, ma? – Extiende su mano hasta acercarla a mi vista. Llevo mis manos a mi boca totalmente sorprendida – No puede ser ¡Se van a casar! – Chillo.
- Así es. Rebecca es una organizadora de bodas, estuvo con tu papá todo este tiempo ayudándolo con todo los preparativos – Lo observa de manera picara – Antes de saber que desapareciste, tomo la oportunidad para decirme, no de la manera que tenía planeado – Sonríe apenada – Pero fue su salvación para recuperar esta relación – Mi papá le da un beso en la sien.
- Pero tú... yo los vi – Comento aun confundida.
- Viste lo que tu mente te hizo querer ver, estabas totalmente cegada, pequeña. Tu papá esta tan enamorado de tu madre que realmente sus ojos no pueden mirar más allá, es como si estuviese hipnotizado. Además, mi corazón ya le pertenece a alguien – Observa de manera coqueta a la enferma y toma su mano.
- Oh... Vaya, eso sí que es una gran sorpresa – Digo anonada – Entonces...gracias por unir más a mis padres y ehm, disculpa por todas las travesuras que te hice – Hago un mojan con mis labios y me encojo de hombros
- No te preocupes – Me dedica un guiño y se va con su novia.
- No logro entenderlo ¿Ustedes no estaban casados ya?
- Sí, pero ahora lo haremos de una manera más formal. Quiero que esta mujer sea mía por cualquier medio – Acerca su frente y mi mamá sin pensar y sin inmiscuirse con nosotros, le devora la boca a papá.
- Casi lo olvido, hay dos personas allá afuera que quieren hablar contigo...
- ¿Quiénes?
- Mijares es la primera y
- Dile que no, sé que la otra persona es Daniel, pero justo ahora es la última persona con la que quisiera hablar, papá
- Ya despertaste
- Mijares – Digo pillada - ¿Qué...que haces por acá? ¿Cómo sabias que...?
- Tu noticia ha rodado por todo México, Annie, todo este tiempo, los profesores y yo estuvimos al pendiente de nuestra alumna más revoltosa – Sonrío - ¿Cómo te sientes?
- Mejor de lo que merezco
- Me alegro... Y dime ¿Ese viaje te ayudo a pensar un poco? Estuviste muchos días ausentes – Mi ceño se frunce sin saber que decir – Pequeña, hay una característica peculiar y muy similar a tu madre y tu; esa tenacidad que ambas tienen para lograr las cosas, sabía que no te rendirías tan fácil, eres valiente, audaz... tal como tu abuelo
- ¿Conocías a mi abuelo?
- Era un viejo amigo. Es por eso que siempre estuve tan al pendiente de ti, le debía mucho a Arturo que cuidar de su nieta era como un pago a todo lo que hizo por mí. Diariamente me recordabas a tu mamá, le decía Arturo lo parecidas que eran hasta que comenzaste a crecer, si bien eres la sombra de tu mamá te diferencia lo atrevida que eres, Ana, te arriesgas hasta encontrar otras respuestas, te guías por el instinto de tu corazón hasta saber la respuestas que buscabas, siempre fuiste así, tan distinta a cualquier niño de tu edad, siempre buscando el bien
>> Claramente lo que viviste fue la peor de las pesadillas, te equivocaste por no tener un horizonte pero ahora solo tienes que tomar todo eso y transformarlo en lo bueno, tienes una historia tras tu espalda, es tu inicio, pero solo tú puedes cambiar tu final, Annie, solo tú tienes ese poder. Estoy completamente seguro que tu historia tiene muchos capítulos más para ser contada, date la oportunidad de vivir como quieres – Sonrío con vagos recuerdos de un discurso parecido dicha por otra persona.
- Lo hare, Mijares, cambiare mi historia
- Me alegra escuchar eso – Dice dando una palmadita en mi mano – Sabes que, me gustaría que fueses tu quien diera el discurso de graduación, tienes una mente brillante y las palabras correctas, sabrás llegarle al corazón y la mente de muchos
- ¿Yo? Pero si ni siquiera tengo el mejor promedio
- En la vida real no se basa de promedios o de notas, se basa de quien realmente tiene los pies sobre la tierra. Harás un buen trabajo – Mi corazón se acelera de pensar estar delante de tantas personas, no tengo miedo a escénico... o eso creo, solo espero no equivocarme y hacer el ridículo.
- Bueno... ¿Cuándo será?
- El lunes
- ¡Cinco días! ¡¿Cómo preparare un discurso en cinco días?!
- Apáñatelas. Es como tu castigo por lo que hiciste, buena suerte – Se despide de mí y se va dejándome en shock ¿Cómo podre preparar algo en tan poco tiempo? Ni siquiera sé por dónde poder empezar ¡Se volvió loco! Necesito más tiempo. Comienzo a hiperventilar mientras mi mente da una y más vueltas, diablos, regreso el dolor de cabeza.
No sé en qué momento me quede dormida, supongo que fue por el efecto de los medicamentos; sé que en un minuto estaba engullendo lo que trajo Tiana – La novia de Rebecca – Y al otro minuto ya me encontraba en los brazos de Morfeo soñando cualquier cosa que mi subconsciente pudiese proyectar, perdí la noción del tiempo, no fue hasta que sentí una presencia en mi habitación.
- Daniel – Susurro - ¿Hace cuánto estas allí?
- Uhm ¿media hora? – Sonríe de lado – Me escabullí de las enfermeras porque ya se acabó el horario de visitas, pero no aguantaba más un minuto sin poder verte – Se acerca sigilosamente.
- Se-sera mejor que te vayas, mis padres no tardan en venir – Me remuevo incomoda. Creo que pasara mucho tiempo hasta que la presencia de Daniel deje de incomodarme.
- Hice una tregua con tu mamá
- Traidora – Digo hacia mis adentros – En fin ¿Qué haces acá? Le dije a mi papá que era la última persona con la que quería hablar – Finalizo cruzándome de brazos.
- Tienes que escuchar mi versión, Annie, por favor. Una última vez y ya, luego hare lo que quieras, aceptare la decisión que tomes pero
- Ya escuche bastante, Daniel. Dijiste todo lo que tenías que decir, no creo que hayan quedado palabras guardadas
- Las reales sí. Annie
- Cinco minutos – Interrumpo – Solo tendrás cinco minutos
- Annie, yo... Diablos, esto se veía más sencillo cuando practicaba frente al espejo – Suspira fijando sus ojos en los míos – Me equivoque, eso está claro pero quiero que sepas que jamás quise hacerte daño, estuve cegado porque las cosas volvieran a su sitio, quería que Patricia tuviese un poco de paz ¿sabes? Se veía tal vulnerable que pensé que la vida no había sido justa con ella, por eso decidí ayudarla, mas no sabía hasta donde me llevaría eso y no sabes cuánto me arrepiento, todos los días... jamás quise que las cosas terminaran así; ella me contaba todo lo que perdió por tus
- Decidiste posar tu confianza en una extraña antes que tu novia – Rio con sarcasmo – Preferiste creer en ella antes que en mí, Daniel ¿Cómo crees que me dejo eso?
- ¡Lo sé! Solo que, solo que, pensé que hacia lo correcto; fueron largas las noches que pase platicando con ella, se sentía herida, era un alma rota, Annie, quería ayudarla, como cualquier amigo, solo quería que la vida empezara a sonreírle. Cuando acepte dije que saldrías ilesa de esto, quise sacarte a ti también de ese mundo, no imagine que sus planes llevarían a enterrarte más, pensé que lo que hacía era lo justo pero ya veo que no es así
>> Cuando vi lo rota que estabas fue como un golpe en la cabeza, eras una Annie distinta a la que conocí aquel día en la panadería y fue donde me di cuenta que eres la razón por la que mi estadía aquí, mi comienzo, tomaron otro color. Sabes, cuando me entere que nos mudábamos, me enoje, me enoje muchísimo, pensé que me estaban quitando todo lo que conocía, todo lo que me hacía sentir seguro, pero bien dice el dicho que cuando Dios te quita también te da y para mí, eres la oportunidad más bonita que el destino puso frente a mis ojos – Parpadeo para alejar las ganas de llorar – Te volviste mi horizonte – Sonríe – La dueña de mis pensamientos, la imagen del futuro, no hay cosa donde no te viese proyectada, eres la chica que quiero a mi lado, la mujer que quiero en mi vida, no Patricia, solo tú
- Eso lo debiste haber pensado antes, Daniel – Digo secándome una lagrima que se había escapado – Me heriste, me dañaste como no tienes idea. Es algo que no pueda olvidar tan fácil
- Lo sé – Dice con la voz ahogada – No quise ser parte de esto, pensé que actuando de su lado podría detenerla pero ya vez que no – Se pasa una mano por el pelo – Me arrepiento de perder lo que más apreciaba en la vida. También estaba la insistencia de mi papá y de querer ayudar a que mantuviera su trabajo, le iba bien, lo veía feliz y a veces uno debe hacer esfuerzos para que las personas que quieren estén bien
- Pero no pasando por encima de los demás. Nuestros padres se equivocaron, inclusive los de Patricia, nosotros no fuimos más que parte de los hilos que nos ataban a su vida – Le dedico una sonrisa de lado – Ahora me doy cuenta de lo mucho que podemos perder sino decidimos por nosotros mismos, por nuestros gustos, por nuestros ideales, perdemos tanto con solo imaginar que lo que hacemos, es lo que cambiara el mundo. Ayudaste a una persona a destruir a otra ¿Es justo eso?
- Sé que no, te pido que me perdones, Annie – Su mirada se cristaliza – Prometo ser el chico que repare tu corazón, borrare cada sombra de tu pensamiento, Annie... perdóname
- ¿Sabes qué? Estoy tan cansada de todo esto, estuve a punto de morir por cumplir los caprichos de alguien más, no depare en mi vida, mi futuro, en la gente que realmente le importo, digo que ya no más, la vida me regalo una oportunidad más... Te perdono, Daniel – Su mirada se ilumina y camina a paso acelerado hasta tomar mi cara entre sus manos – Pero eso no quiere decir que volveré contigo, no puedo. Mi corazón está lo suficientemente lastimado como para volver a intentarlo
- Yo...yo te amo, Annie
- Y yo a ti, como jamás he amado a alguien, me enseñaste a querer fuertemente, solo por eso, hoy digo que es mi turno de amarme a mí misma. No puedo prometerte lo más lindos colores, porque no los tengo, no puedo prometerte una vida perfecta, porque estoy llena de imperfecciones, tengo un pasado a mi cuesta pero es lo que me hace ser quien soy, es lo que llevare siempre... Esta soy yo, Daniel
- Te amare a pesar de todo, te aceptare con todos tus miedos, tus defectos, con todas tus imperfecciones, sé que juntos podremos cambiar lo que está escrito – Niego alejando sus manos de mí.
- Si te perdone es para empezar desde cero, para dejar ir lo que una vez me atormento, esto es el adiós
- No, esto es solo el comienzo. Peleare por tu corazón de nuevo, hare como si fuese la primera vez – Sin darme chance, estampo sus labios tibios juntos a los míos, mi corazón revoloteo como si todo este tiempo hubiese estado dormido, ahogue un suspiro mientras me aferraba a sus brazos – Nos veremos de nuevo – Me beso por última vez y se fue dejándome en una ensoñación.
Sonrío como bobalicona para luego enojarme conmigo misma. No, no puedo aceptar caer de nuevo, Daniel me lastimo como nadie lo había hecho; bien dicen que el primer amor es aquel que te marca y así es, Daniel me enseñó a amar, me enseño que el amor puede tener momentos rosas sin perder la tonalidad de lo oscuro, frio y cálido, cielo e infierno, así lo sentí. El amor puede llevarte a las nubes, pero no asegurara darte alas al caer, mi caída dolió, sé que llevara tiempo volver a levantarme.
Daniel tomo lo mejor de mí y lo manejo a su antojo, el amor puede hacerte mierda a veces.
***
- Estas hermosa, hija – Mi mamá se acerca hasta posar sus manos en mis hombros – Solo mírate, estas hecha toda una mujer
- Ay, mamá, que dices, si todavía cuando salgo siguen pidiéndome identificación – Rio.
- No faltara mucho para que te conviertas en la adulta que eres, mi amor, tu camino empieza acá, es último capítulo de una historia para empezar a escribir la tuya
- Tengo miedo. Me asusta crecer, me asusta el futuro, saber que es incierto todo lo que podre encontrar allá afuera me llena de pánico. No quería crecer, no tan rápido, lo deseaba tanto cuando estaba chiquita... realmente no sabía lo que decía – Suelta una risita acariciando mi mejilla.
- Lo harás bien, eres una Ávila ¿lo recuerdas? Eres fuerte y valiente, hija, sé que tuviste muchos tropiezos pero eso es lo que te hará persona en un futuro. Mi hija es capaz será capaz de cambiar al mundo, mi hija será capaz de darle al mundo de que hablar – Muerdo mi labio reprimiendo las ganas de llorar.
- Lo siento tanto, mamá. Eres lo más importante que tengo, sin importar lo que puedan decir los demás yo
- Shh. Ya paso, dejemos eso atrás ¿ok? Yo también erre como madre pero juntas aprenderemos a enterrar el pasado y escribir un futuro mejor. Estoy orgullosa de ti, mi niña, jamás me arrepentiría de haber tenido una princesa como tu
- Te amo, ma – Me lanzo a sus brazos escondiéndome en su pecho.
- Y yo a ti, mi amor – Seca sus mejillas – Vamos, no querrás llegar tarde a la ceremonia.
Me termino de colocar la toga y el birrete para darle un último vistazo a la imagen que me devuelve el espejo. Sonrío. Desde que crecemos imaginamos este momento, estar vestidos listo para lanzar nuestro birrete al aire, dando fin a una de las estepas para dar comienzo a la más fuerte, diría que a la real; desde pequeños imaginamos un sinfín de cosas que podemos y queremos ser cuando seamos grandes, repetimos una y otra vez ese momento "Cuando sea grande" y luego la vida en un chasquido te lleva al final del camino para buscar lo que realmente quieres ser, de pequeños aprendemos a soñar, a ilusionarnos, a medida que pasa el tiempo vamos viajando en un torrente de sueños e ilusiones, conociendo, aprendiendo, viviendo momentos malos y momentos buenos, caemos y nos volvemos a levantar, conocemos lo que es la amistad, lo que es amar; una cantidad de cosas que luego recogemos en una maleta, la guardamos y nos vamos con los recuerdos a empezar a vivir con todo eso que dejamos atrás...
- Y eso es lo que realmente vale, lo que tomamos para que crecer, sea bueno o sea malo, cada experiencia, es lo que nos hará quienes queremos ser; maestra, arquitecto, doctor, contador, cantante, todos estamos en la misma carrera de los sueños, todos perseguimos un fin. Sé que a muchos les aterra como a mí, no se crean – Mis compañeros ríen – Pero ¿La vida no se trata de eso? Es como el mismo juego de niños, de vivir aventuras, de descubrir; seguimos estando en el mismo juego solo que ahora el tesoro, es convertirnos en lo que soñamos hace tiempo. Damos un paso hacia adelante con temor, con pánico de dejar todo lo que nos rodea, pero ver hacia atrás y observar todo lo que hemos recorrido, es lo que nos dará el impulso para saltar al siguiente eslabón. Nosotros somos los autores de nuestro propio libro, no será fácil, nada lo es, pero tenemos la ventaja de que podemos borrar y escribir de nuevo, pasar un capitulo para poder escribir otro hasta llegar al final que queremos. No son nuestros padres quienes deciden, no somos títeres de nadie, a partir de ahora tomaremos nuestros propios hilos para manejar la vida a nuestra manera
- Todos tenemos una historia, todos tenemos un pasado, todos tenemos pesadillas, luces y oscuridad, todos tenemos el chance de reescribir eso que ya se vivió. Hoy digo que estoy lista para salir a ver que nos depara el mundo, hoy estoy lista para ser Annie
La sala se llena de aplausos, todos se levantan de sus asientos haciendo que el teatro retumbe; chiflidos, gritos y demás. Estos son los que les darán una nueva cara al mundo, lo que alejaran la oscuridad para traer la luz. Nosotros tenemos la llave para vivir una realidad distinta, nuestra realidad, estoy lista para empezar a buscar la mía.
- Con este maravilloso discurso, agradeciendo su completa colaboración a través de estos años; padres, representantes, maestros, a todo el equipo que hizo de estos muchachos, gente de bien, personas que cambiaran el futuro. Hoy es un adiós más es el comienzo de algo bueno. Hoy despedimos a la promoción de sesenta y tres. Con ustedes, los graduados de El Williams.
Al mismo tiempo, mis compañeros y yo lanzamos las togas y festejamos como podemos. Desde ya se empiezan a ver caras largas, lágrimas mojando mejillas y últimos abrazos compartidos. Si bien estos últimos meses no fueron los mejores, estoy agradecida por todo lo vivido, aprendí y conocí, me llevo gente en el corazón, deseando verlos al final del camino. Ellos, formaron parte de la Annie del pasado, no sé si lo serán de la Annie del futuro, solo habrá que descubrirlo...
No me importa no tener un plan, solo sé que tengo sed de aventurarme y conocer, sé que el destino tiene algo importante para mí.
- ¿Puedo pasar?
- Ya estas adentro – Replico con sorna.
- Hay cosas que nunca cambian – Reímos - ¿Qué andas haciendo?
- Leyendo
- ¿Otro libro robado de mi colección? – Niego.
- Este lo adquirí con mis ahorros, viejo
- Paulo Coello... interesante ¿Nos volvimos filosóficos ahora?
- Basta, papá – Lo empujo – Me llamo la atención ¿sí? Quería saber de qué va y hasta ahora me parece interesante
- Entiendo... Bueno, no era eso a lo que venía, quería platicar de lo que hablamos
- Ya dije que no, pa, no quiero tener que seguir dependiendo de ustedes. Ya vendrán más oportunidades ¿sí? No me rendiré, estudiare más y me preparare sin descanso, pero lograre entrar a la Universidad que quiero
- Annie, el que te ayudemos no quiere decir que estarás bajo nuestra sombra. Hija, velo de esta manera: Nosotros solo te daremos los instrumentos necesarios para buscar el futuro que quieres, no interferiremos, solo te ayudaremos con lo más complicado
- ¿No van a interferir?
- Mantendremos distancias – Lo miro entrecerrando los ojos.
- Está bien, solo si prometes no enloquecer y querer traerme de vuelta cada vez que te pegue la luna ¿estamos? – Revolea los ojos.
- ¿En serio te quieres ir a Londres? – Asiento - ¿Y dejar a este pobre viejo solo y desamparado?
- No seas dramático – Rio- Una vez te dije que el tiempo pasa volando, nos veremos en vacaciones
- Entonces, si eso es lo que hace feliz a mi pequeña, que así sea – Sonrío cantando victoria.
- ¿Qué? ¿Por qué me miras así?
- Te pareces mucho a ella... Tienes esa chispa que me enamoro, estoy feliz de que seas mi hija – Besa mi frente y me toma entre sus brazos – Sé que conquistaras al mundo, sin miedos. Y si algo te asusta, no olvides que aquí estará tu superhéroe listo para salvarte – Rio y nos quedamos unos segundos así abrazados – Se me olvidaba, hay alguien que te queremos presentar
- ¿Otra organizadora de bodas?
- No, esta te va a encantar
Bajamos riendo, contando anécdotas que surgieron en la celebración hasta llegar a la sala. Me freno en seco al ver la imagen que tengo frente a mis ojos: Mi madre sosteniendo a una bebe mientras la arrullaba. Camino despacio hasta acercarme a ellas, evitando romper esa aura de tranquilidad y paz que las rodeaba.
- Pensé que no bajarías, Mira, te presento a la nueva integrante de la familia – Sonríe – Te presento a Esperanza
- Es hermosa, mamá – Acaricio sus mejillas regordetas y toco su cabecita – Gran nombre, seguro que esta niña traerá la paz a la familia
- ¿Otra niña? ¿No te basto con la mocosa que tienes acá? – Le propino un golpe en la nuca – Les dije que si no se querían sentir solos, les podía regalar otro perro
- Basta, niños. Le debía un favor a una vieja amiga, además lo vi oportuno ahora que ambos se van, esta niña traerá paz y luz a la casa – Fija su mirada en ella.
- Traerá esperanza – Interviene mi papá – Y más dolores de cabeza, cambiare las puertas por unas de metal desde ahora
Todos reímos y callamos al momento que Esperanza se remueve en los brazos de mamá, sonrío, sé que les hará bien tener nuevas energías en la casa, la necesitan. Con eso me voy más tranquila; la peor parte de irme era tener que dejarlos, estuvieron desde el comienzo conmigo que me duele tener que alejarme, pero entiendo que es momento de forzar mi propio camino, sé que no irán a ningún lado. No importa a donde mire o a donde vaya, ellos siempre me estarán esperando.
Extrañare sus abrazos, sus risas, sus consuelos, sus muestras de cariño, extrañare pedir la bendición al salir de casa, a sentarme con ellos cada tarde a hablar de cualquier cosa. Son mi mapa, mi guía en la aventura de los sueños.
Mis padres me enseñaron muchas cosas, desde cómo defender a como ser valiente, como levantarme, como sonreír ante cualquier adversidad, pero sobretodo...mis padres me enseñaron a valorarme por quien soy, de donde vengo, de mis raíces...mis padres me enseñaron a amar lo que realmente soy.
No les digo adiós sino un hasta luego, cada enseñanza la llevo en mi maleta, cada palabra guardada en mi mente y a ellos, mi familia en mi corazón. Doy un último vistazo antes de perderme por la puerta de embarque.
Esta historia está por comenzar.
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Creo que les debo un enorme lo siento ¡Lo siento! Sé que no tengo excusa alguna para justificar porque deje de subir por largos meses, la más sincera de todas: Había perdido el rumbo de la historia; fueron muchas veces las que me senté frente a la compu y nada salía de mi mente, tenía una idea del final mas no sabía cómo plasmarlo, hasta ahora.
Disculpas a las personas que me comentaron en los capítulos anteriores como a aquellos que me agregaron a listas tipo "Algún día la van a terminar" (ejemplo) espero que la espera haya valido la pena, se cierra por fin este ciclo de la historia de un tercero en la relación de Adriana e Ignacio, otro giro en la historia. Asi como Annie, sé que hay muchas personas que atraviesan dudas en que hacer, cómo hacerlo; se cuestionan si lo que deben seguir es el camino de sus padres o lo que dice su corazón y muchas veces la respuesta esta ante nuestros ojos, seamos auténticos porque solo nosotros somos los que podemos forjar un mejor futuro.
Si les gustos no olviden dar clic en la estrellita y comentar. Nos vemos en el epilogo.