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El pequeño Jeon se acercó a la ventana de su habitación, sus pequeños labios temblaban formando un puchero mientras que jugaba nerviosamente con los deditos de sus manos. Como pudo se arrimó levantando su cuerpo, quedando de puntitas hasta que logró observar a través del cristal.
Una gran sonrisa se formó en su rostro haciendo que unas arruguitas aparecieran alrededor de sus rasgados ojitos. Un pequeño pájaro de plumas grises, casi plateadas, se encontraba posado en la rama del gran cerezo que había crecido durante años frente a la habitación del pequeño Jeongguk.
La hermosa ave comenzó a cantar una dulce melodía ahogando cualquier otro sonido que resultara molesto para el menor, quien a su vez escuchaba atentamente disfrutando de esas tan bellas notas provenientes de aquel animalito.
Jeongguk cerró sus ojitos con fuerza en dirección a la luna, arrugando su nariz comenzando a asentir y a soltar pequeñas risitas, como si estuviera teniendo una conversación telepática con aquel astro brillante. Finalmente abrió sus grises ojos con pesadez, dejando escapar un leve bostezo.
Y en una torpe caminata se dirigió tambaleante a su calentita cama, para comenzar a caer rendido en un dulce y profundo sueño.
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fluff | fantasía
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dejaré esto por aquí y me voy lentamente...
comenzaré a publicar capítulos en cualquier momento jeje