El chico de arriba #1 | EN FÍ...

De MarieJenn

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Sentir algo por Kem Wood no está en los planes de Ruby Graham, no después de que él le arrojara agua desde su... Mai multe

Sinopsis
Personajes
01: El baldazo de agua
02: Ofrenda de paz
03: Apodos en vez de nombres
04: Palabras malentendidas
05: Amenazas vacías
06: Momentos incómodos
07: Pasando mucha vergüenza
08: Competencia en la mesa
09: Sin palabras
10: El alcohol nunca es bueno
11: El pasado vuelve
12: Querer retroceder el tiempo
13: Sensaciones inexplicables
14: Hallazgo en la basura
15: Votación de nombres
16: Sensación extraña
17: Esquivando personas
18: Agradeciendo el regalo
19: Fiesta arruinada
20: Abriendo los ojos
21: Juego de preguntas
22: Confrontaciones incómodas
23: Sensación en el pecho
24: Descubriendo la verdad
25: Corazón herido
26: Escapar de los sentimientos
27: Imposible escapar
28: Pequeña travesura
29: Noche de karaoke
30: Tensión en el aire
31: Cayendo en el engaño
32: Declaraciones incómodas
33: Amistades traicioneras
34: Verdaderos sentimientos
35: Búsquedas y encuentros
36: Cambios necesarios
37: Verdaderos sentimientos
38: Tarde agradable
39: Los borrachos dicen la verdad
40: Última noche
41: Plan de viernes
42: Locura total
44: Papelones en la madrugada
45: Fuertes revelaciones
46: Sufrimiento
47: Soltar por amor
48: Aprender a perdonar
49: Noche de fiesta
50: Equivocaciones
51: Nada de chicos
52: Es el destino
Epílogo
Extra #1: Todo en familia
Extra #2: Reecuentro
Extra #3: Revelación
Extra #4: Como la primera vez
📚 EN FÍSICO POR PENGUIN RANDOM HOUSE 📚
• Segunda parte: "La chica de abajo"

43: Pequeña función

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De MarieJenn

Con mucho esfuerzo, alejé mi vista de todos ellos y me concentré en cantar. Era muy difícil sabiendo que todos mis ex amigos estaban ahí, en primera fila, viéndome hacerlo. Pero logré que mi voz no decayese o titubeara, para tal caso mi voz sonó perfecta. Me di palmaditas en la espalda por aquello. Por no dejar que esas personas arruinaran mi noche. No quería darle vueltas al asunto, ya no quería seguir en lo mismo. Quería ser libre. Y sí, lamentablemente sabía que tarde o temprano iba a verlos, así que no debería ser un problema para mí. En vez de dejarles ver mi debilidad, decidí hacerles ver mi fortaleza. Canté como nunca aquella canción, que irónicamente hablaba de las falsas personas y como te apuñalaban por la espalda. Aproveché para ver sus rostros mientras cantaba mi parte, quería hacerles saber lo que no podía decirles con palabras.

Allan me soltó la cintura para alejarse un poco. Estaba acalorada por el esfuerzo, la adrenalina y también por su cercanía que me ponía los pelos de punta.

La canción terminó y todos gritaron emocionados. Me alejé de él para tomar el agua que estaba en el piso a un lado de la batería. Luke me guiñó el ojo mientras tomaba también otra botella. Tomé de golpe el agua sin querer voltearme a la audiencia. Mi corazón latía a mil por hora y sabía que era por la adrenalina de haber cantado frente a ellos.

Allan habló por el micrófono diciéndoles a todos que tomaríamos una breve pausa y luego regresó conmigo, que aún estaba de espaldas, sonriéndole brevemente a Luke.

—¿Qué pasa, pequeña? —preguntó Allan tomando la botella de agua que Luke le pasaba, al mismo tiempo que Ben y Mark se unían a nosotros.

Lo miré sin entender

—¿Cómo que qué pasa? —Fruncí el ceño—. No me pasa nada.

Mark rio, como si supiera que estaba mintiendo. Todos me observaban incrédulos.

—¿En serio, pequeña? —preguntó Allan con una ceja alzada—. Se nota a kilómetros lo incómoda que estás.

Apreté los labios al ser descubierta. Sí, estaba incómoda. Podía sentir en este instante mi cuello arder por las miradas que seguro recibía de todos ellos. ¿Por qué tenían que venir a esta cafetería? ¿Por qué hoy? Estaba harta de topármelos por todos lados. De esa forma jamás podría superarlos o, para tal caso, ignorarlos. No cuando me los encontraba hasta en la sopa.

Al ver la mirada de los chicos, sentí que podía ser sincera. Ellos parecían ser muy buenos amigos.

—Han venido mis ex amigos —dije soltando un suspiro. Todos al instante voltearon hacia las personas de la cafetería—. ¡Disimulen, tontos!

Voltearon sus cabezas hacia mí con sonrisas lobunas. Allan pasó su brazo por mi hombro y se acercó a mi oído.

—¿Confías en mí? —susurró.

Me estremecí al sentir escalofríos por mi cuerpo. Cuando alguien te decía esas palabras era porque algo muy malo iba a pasar a continuación. Y no quería. Pero aun así, asentí hacia Allan.

—Bien, pequeña.

Los chicos se miraron entre ellos antes de volver a sus puestos. Allan tomó mi mano y depositó un beso en el dorso.

—Empecemos con la función.

Alcé una ceja ante su elección de palabras.

—¿Función? —me burlé—. Esto es un teatro.

—Sí. Para ellos, pequeña.

No entendí sus palabras, y no me dio tiempo para preguntar porque tomó su micrófono y se dirigió al público de nuevo. No tuve más remedio que seguirlo y tomar el micrófono que me tendía para cantar las canciones que nos faltaban.

Puse todo mi esfuerzo para no ver la primera fila donde se encontraban ellos. Mientras Allan y yo cantábamos sobre el escenario, mi mente fue alejando pensamientos sobre ellos al fondo de mi cabeza. No quería complicaciones y ciertamente no quería notarlos. Por lo que dejé que mis ojos vagaran hacia el final de la cafetería e incluso miraba sólo a Allan para no tentar y pecar. En mis planes estaba ignorarlos y eso haría.

La noche pasó mientras mis nuevos amigos y yo dejábamos todo en el escenario. Por los aplausos y gritos de todos podía darme cuenta que estábamos yendo muy bien. Que sonábamos muy bien. Cuando la última canción llegó, yo ya estaba sudando a mares, por lo que me quité la casaca de cuero, mostrándome en un top pequeño haciendo que todos los presentes silbaran en mi dirección. Mis mejillas ya estaban ardiendo de calor, pero con eso se intensificó.

Sonreí por aquello mientras veía a Allan cantar su parte. Cuando vino la mía, él se acercó a mí para cantar. Los dos terminamos la canción y toda la cafetería se volvió loca por los gritos que lanzaban y silbidos. Ben se acercó con su guitarra, Mark también, Luke con sus banquetas de batería, y los cinco nos inclinamos en una reverencia mientras todos nos aplaudían fuertemente.

Cuando bajamos del pequeño estrado y nos dirigimos a un lado donde Debie nos esperaba, sentí que Allan se inclinaba hacia mí.

—Llegó la hora, pequeña.

Fruncí el ceño echando mi cabeza atrás para preguntarle a qué se refería y me quedé muda cuando pasó un brazo por cintura desnuda y me pegó a él. Abrí mucho los ojos.

—¿Qué haces? —siseé en su dirección.

—Te ayudo.

No pregunté a qué se refería porque Debie llegó saltando de arriba abajo sonriendo con alegría.

—¡Increíble, chicos! —Gritó abrazándonos a todos al mismo tiempo—. ¡Estuvieron perfectos!

Todos sonreímos agradecidos. Allan aún tenía su mano en mi cintura y me hacía sentir incómoda. Estaba sudando a horrores por las horas de canto en el escenario y no podía soportar su mano en la mía porque emanaba calor y me ponía muy nerviosa.

—Allan... —susurré, pero me vi interrumpida por los chicos que se abrazaban entre ellos. Ni siquiera parpadearon cuando vieron que Allan me tenía agarrada de la cintura, ni siquiera Debie. Sólo sonreía en nuestra dirección como si supiera algo que yo no.

Debie miró sobre mi hombro y abrió mucho los ojos, luego los entrecerró como si estuviera furiosa.

—¿Qué diablos? —exclamó para luego apretar los labios. Volteé hacia donde sea que estuviera mirando y me tensé cuando vi a todos ellos caminar hacia nosotros.

DEMONIOS. MIERDA. RAYOS. JODER CON TODOS.

Volteé hacia Allan con la mirada aterrada. Él me sonrió infundiéndome aliento y me apretó a él. Sentí que alguien me tocaba el hombro y al instante me volteé. Allan lo hizo conmigo y los demás chicos también. Debie incluso se puso a mi lado izquierdo, del otro lado de Allan, enfrentando a quienes antes solían ser mis amigos.

Los ocho estaban frente a mí, los tres hermanos Woods, las dos hermanas brujas, mi ex novio Dan, Henry y la tal Jessica.

Cuán incómodo era aquello, no podían creerlo. Lo único que quería era que la tierra me tragase. No sabía quién me había tocado el hombro, porque nadie parecía tener la valentía de hablar. Yo tampoco, por lo que me crucé de brazos. Aunque fue mala idea porque mi top se subió e hizo que el escote aumentara, llamando la atención de todos. Bajé mis brazos al instante.

Siempre me pasaban estas cosas.

Me fijé en Amber, quien estaba frente a mí. Parecía furiosa. Y fue la primera en hablar.

—No sabía que tus padres te habían dado permiso para tocar con... ellos. —Miró la mano de Allan en mi cintura—. ¿Acaso ya no estás castigada por lo de la vez pasada?

Jadeé indignada. ¿Cómo se atrevía esa perra?

—Ahh. —Asentí hacia ella—. ¿Te refieras a la vez que tú y Kylan fueron donde mis padres como malditos chismosos y le contaron acerca de mi trabajo y de Kiwi? Sí, me acuerdo perfectamente de aquella vez donde mis supuestos amigos me delataron.

Allan a mi lado habló.

—Que mierda de amigos tienes, pequeña.

Kylan y Amber nos miraron incrédulos. Kem apretó los puños a su lado, parecía furioso.

Sonreí.

—No eran mis amigos, Allan —dije poniendo mi mano sobre la suya en mi cintura—. Eran personas resentidas conmigo que me apuñalaron por la espalda.

Amber abrió la boca, pero levanté una mano y la corté.

—Pero les agradezco bastante —sonreí genuinamente—, si ustedes nunca hubieran hecho aquello, yo no me hubiera dado cuenta de la mierda que son como amigos y como personas.

Amber abrió la boca, sorprendida por mis palabras.

Kylan dio un paso adelante, viéndose dolido.

—Yo jamás lo hice con la intención de lastimarte, Ruby. Lo hice para que te dieras cuenta, para que abrieras los ojos y vieras que estabas alejándote de nosotros.

Allan rio, ganándose una mirada mortal de Kylan.

—¿Y necesitabas lastimarla para aquello? —preguntó Allan fulminando a Kylan. ¡Oh Dios mío!—. Podrías haber hablado con ella y solucionarlo. No andar de jodido chismoso con sus padres y delatarla. Eso te convierte en un imbécil y a esa chica. —Señaló a Amber que no podía salir de su estupefacción.

Kylan iba a replicar, pero lo detuve.

—No importa. —Me encogí de hombros—. Lo importante es que me pude dar cuenta que ustedes son unos traidores. Gracias a Dios ya no los tengo como amigos, son de lo peor. Y por eso siguen siendo amigos, porque entre traidores se entienden.

Quise darme la vuelta: sin embargo, Kem avanzó un par de pasos para posicionarse frente a mí. Ada intentó alcanzarlo, pero Kara la detuvo del brazo. Miré a Kem frente a mí, quien parecía furioso.

—¿Estás con él, Ruby? —Señaló a Allan, quien parecía tener pegamento en la mano porque no soltaba mi cintura. Es más, sus dedos se aferraron a mí cuando Kem lo miró furioso.

—No.

—Sí —respondió Allan—. Estamos saliendo.

Fruncí el ceño.

Kem retrocedió como si lo hubieran golpeado. Me miró unos segundos y luego negó con la cabeza.

Volteé a ver a Allan, él sólo sonreía a Kem.

—Es algo reciente, pero estamos yendo poco a poco, porque sé lo que le hiciste. Y déjame decirte algo, yo sí la cuidaré. Yo sí la valoraré, porque se lo merece y porque es ella.

Ah, caramba. ¿Qué se suponía que hiciera? Porque cuando Allan dijo esas palabras yo me derretí, aunque supiera que todo era un teatro para Kem. Sentí mis mejillas arder mientras miraba a Kem. Él parecía herido, con una mueca en el rostro y los ojos aguados. Todos nuestros amigos nos miraban sin saber qué hacer.

—Sé que no la supe valorar —murmuró Kem por lo bajo. pero aun así lo escuché—. Y ese fue mi mayor error. Pero la amo. —Me miró a los ojos—. Te amo. Y por eso es que te mereces a alguien que te valore como yo no lo supe hacer. A alguien que te ame completamente y no tenga ojos para nadie más. Perdóname, Bizcochito. Por favor. Puedo vivir sabiendo que tienes a alguien más, pero no podré vivir sabiendo que aún me odias y que no me perdonarás.

Cerré los ojos escapando de sus ojos verdes. ¿Era necesario hacer esto frente a nuestros amigos, en una cafetería donde escuchábamos los murmullos de todos los presentes? Cuando los abrí, me alejé de Allan y me planté frente a Kem. Ignorando a los demás.

—Yo ya te perdoné, Kem. Hace mucho tiempo lo hice. Sólo que... entre nosotros no podrá haber nada ya. Nunca más.

Él hizo una mueca. Levantó una mano para posarla en mi mejilla, pero me alejé de su torque. Kem bajó la mano lentamente.

—Bizcochito...

Apreté mis manos.

—No me digas así, Kem. No es justo.

Sin mirar a nadie más, me di la vuelta y me alejé. Sentí la mirada de todos en mí pero no hice caso. Subí al escenario con el corazón latiéndome a mil y tomé un micrófono, encendiéndolo.

—Hola a todos —dije. Mi voz ronca resonando en todo el lugar—. Quiero cantar una última canción esta noche. A capela porque esta es una idea mía, mis amigos no saben.

Todo el grupo, de mis nuevos amigos y de los demás, estaban en sus mismos sitios, mirándome con absoluta sorpresa.

—Es una canción de Pink —dije al micrófono—. Espero les guste.

Y empecé a cantar. Con los ojos cerrados, dejándome llevar por el momento y los sentimientos encontrados. Con el corazón en el puño.

Right from the start. You were a thief, you stole my heart. And I your willing victim.I let you see the parts of me, that weren't all that pretty. And with every touch you fixed them. Now you've been talking in your sleep oh oh. Things you never say to me oh oh. Tell me that you've had enough. Of our love, our love.

La cafetería estaba en silencio, mi voz era lo único que se escuchaba. Lo único que quería era desfogarme. Y me daba cuenta que con la música podía hacerlo.

Just give me a reason, just a little bit's enough. Just a second we're not broken just bent, and we can learn to love again. It's in the stars, it's been written in the scars on our hearts. We're not broken just bent, and we can learn to love again.

Abrí los ojos al escuchar la voz de Allan cantar.

I'm sorry I don't understand. Where all of this is coming from. I thought that we were fine.

Oh we had everything —canté mirándolo sonriente. Los chicos de la banda se subieron y tomaron sus instrumentos para tocarlos. Al parecer sí se sabían esta canción.


—Your head is running wild again. My dear we still have everythin'And it's all in your mind.

Yeah but this is happening —Arqueé la cejas mirándolo.


—You've been havin' real bad dreams oh oh. You used to lie so close to me oh oh. —Me acerqué a Allan para cantar a continuación juntos. Tomó mi mano y la unió a la suya—. There's nothing more than empty sheets between our love, our love. Oh our love, our love. Just give me a reason, just a little bit's enough.

Cantamos el coro y nuestras partes unidas. Todo con la ayuda de los chicos que tocaban la canción. Estaban tan metida en la letra y los sentimientos que desprendía, que en la última parte mis ojos se nublaron y una lágrima cayó cuando canté lo último.

»Oh that we're not broken just bent and we can learn to love again.

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