La Revelación (Almas Perdidas...

By Ariana_Godoy

14.2M 1.6M 1.1M

[COMPLETADA] Ella es un vampiro convertido. Él es un vampiro purasangre. Ella aún se aferra a su humanidad, é... More

Prefacio
1. Taken
2. Bitten
3. Caught
5. Fought
6. Bound
7. Unbent
8. Dreamt
9. Fed
10. Dug
11. Found
12. Frozen
13. Felt
14. Shaken
15. Burst
16. Hurt
17. Known
18. Born
19. Brought
20. Revealed.
21. Kissed
22. Wanted
23. Awaken
24. Confronted
25. Reunited
26. Controlled.
27. Loved
28. Marked
29. Unbound
30. Challenged.
31. Spoken
32. Frozen
33. Struck
34. Purified
35. La Revelación (Capítulo Final)
Almas perdidas en papel + Tour Latam

4. Bled

440K 53.3K 51.4K
By Ariana_Godoy

Tú eres el más fuerte de todos aquí y esa es tu tragedia

-Gabrielle (Crónicas vampíricas)

IV

El bastardo Purasangre que me ha lastimado está justo delante de mí. Como siempre, el poder que emana me asusta, pero me esfuerzo por no mostrarlo. Sé que no tengo ninguna oportunidad de luchar contra él. Su traje es el mismo uniforme negro; se notan los músculos definidos de sus brazos y pecho, aferrándose a su ropa. Sin embargo, sus ojos negros son vacíos.

—¿Qué quieres?

—Sabes lo que quiero —responde, sonriendo maliciosamente.

Retrocedo un paso. Rápidamente, él salta hacia mí y me agarra del brazo.

—¡No me toques!

Sé que puedo llamar a mi clan, pero no quiero que salgan heridos como Ian. No pueden derrotar a un Purasangre como el que tengo delante de mí. Definitivamente, es uno antiguo; tengo que salir de esto por mi cuenta. Su aliento roza mi cuello. Su lengua lame mi piel, haciéndome temblar. No intento luchar contra él porque sé que es imposible detenerlo. Me tapa la boca con una mano y luego sus colmillos se entierran en mi piel. En esta ocasión no hay dolor como la última vez: la lujuria me ataca sin piedad. Maldigo esa sensación de deseo que hace que la víctima se relaje ante su depredador.

«¿Por qué es tan difícil controlarse?».

Byron bebe mi sangre desesperadamente, debilitándome cada segundo que pasa. Tiene que parar; mis rodillas fallan, mi cuerpo volviéndose débil en sus brazos.

Oscuridad...

Algo dentro de mí se agrieta un poco, como si una parte oculta quisiera emerger a la superficie.

«Morgan...», escucho en mi cabeza.

—Ahora no podrás resistir beber mi sangre —dice antes de morderse una de las muñecas. Me acuesta en el suelo, no quiero crear un vínculo tan fuerte con él, pero tiene razón: en mi condición debilitada no podré negarme a su sangre.

—Byron.

Esa voz de nuevo, que me pone los pelos de punta. Es tan profunda...

—Hermano, ¿ahora tu pasatiempo es seguirme? —pregunta el Purasangre, poniéndose de pie.

Giro la cara en el suelo para ver claramente a su hermano; él, que me salvó la otra vez, está de pie junto a nosotros. Sus ojos encuentran los míos por un segundo, tan rojos, pero tan... deslumbrantes.

—Me han ordenado vigilar tus pasos —contesta con frialdad.

—Bueno, entonces dame tiempo para terminar esto. —Byron se arrodilla y me ofrece su muñeca. Su sangre huele deliciosa... Tan poderosa que la sed me arde en la garganta.

Tan rápido que apenas puedo verlo, el vampiro ya no está delante de mí, sino contra la pared. Su hermano presiona con la mano alrededor de su cuello. Noto los guantes negros que lleva puestos; solo se ven la mitad de sus dedos.

—Vete de aquí, Byron —le ordena bruscamente.

Aunque lo estoy viendo todo, no puedo mover un músculo. Estoy tan mareada... Intento mojarme los labios, pero mi boca está dolorosamente seca.

—Nunca dejas que me divierta —se queja Byron antes de desmaterializarse en la oscuridad.

Por un momento, su hermano se queda de pie ahí, de perfil. Finalmente, se mueve y se arrodilla frente a mí. Con gentileza, me ayuda a sentarme y apoyar la espalda contra la pared. ¿Por qué me ha ayudado? No lo entiendo, pero estoy demasiado débil para pensar las cosas. Necesito sangre.

Él se queda arrodillado delante de mí, sin decir una palabra. Está cerca, lo puedo ver mejor. Sus ojos son una combinación de negro y rojo. Nunca he visto un par de ojos como esos, son simplemente magníficos. También puedo ver sus labios llenos, y cómo los humedece con la lengua. Eso es todo lo que su máscara me permite ver. Extiende la mano hacia mi cara, pero se detiene en la mitad, como si lo pensará mejor, y la baja, aclarando su garganta. Las alertas cruzan mi mente cuando lo veo inclinarse hacia mí; su nariz en mi cuello.

—¿Por qué lo sigues atrayendo? —pregunta, olisqueando mi cuello.

No me muevo, no se por qué no me puedo sentir en peligro frente a este Purasangre.

Él deja mi cuello y lo observo subirse la manga de su uniforme, descubriendo su muñeca para morderla. Cuando la sangre brota, me la ofrece:

—Bebe, lo necesitas. No te preocupes: no he bebido tu sangre, no habrá ningún vínculo entre nosotros.

El olor de su esencia me vuelve loca. Trago grueso; ya no puedo controlarme. Le sujeto la mano; una sensación de familiaridad me invade, pero la sacudo. Lamo su sangre lentamente. Algo palpita dentro de mí cuando la pruebo. Como si algo escondido estuviera tratando de salir a la superficie de nuevo. Su sangre no es nada comparada con lo que me he estado alimentando en los últimos años. Es antigua, poderosa y deliciosa. Lo oigo suspirar. Algunos de sus recuerdos se precipitan hacia mí apresuradamente.

Este Purasangre es cruel. Ha matado a tantos vampiros fríamente y sin ningún remordimiento... No sintió nada cuando lo hizo. No hay sentimientos dentro de él, solo soledad y oscuridad. Me doy cuenta de que él está controlando los recuerdos que estoy presenciando. Solo veo lo que él quiere.

Aparta su muñeca, haciendo que me detenga. Me quedo allí en silencio. Me lamo los labios sin querer desperdiciar una sola gota de sangre. Tengo tanta energía... Nunca me he sentido tan bien en toda mi vida vampírica. Su sangre es mágica. Él se levanta y yo lo imito. No sé qué decir. Me ha salvado de su hermano loco y me ha dado su poderosa sangre con sus recuerdos en ella. Tengo que tragarme mi orgullo.

—Gracias —murmuro.

Él simplemente asiente. Quiero saber por qué hizo lo que hizo, pero no soy lo suficientemente valiente como para preguntarle. Su vigorosa sangre corre por mis venas; me siento impresionantemente fuerte después de sentirme tan débil. Nos quedamos en silencio. Mis sentidos están más agudos que nunca; puedo percibir a los vampiros de mi clan viniendo rápidamente a mi habitación:

—Deberías irte —digo ojeando la puerta, la cual se abre abruptamente para mostrar a un Ian furioso. Cuando miro el lugar donde estaba el Purasangre, ya se ha ido.

Mi amigo aprieta sus puños a los costados, el fuego emanando de sus dos manos.

—¿Dónde esta? —pregunta con enfado, Aidan viene justo detrás de Ian.

—Cálmate, se ha ido. —Mi voz suena tranquila. El fuego de Ian empieza a quemar una de mis sábanas—. Controla tu fuego, por Dios —le exijo, extinguiéndolo con una almohada.

Ian respira hondo y las llamas de sus manos desaparecen lentamente. Las emociones de los vampiros pueden tener un efecto sobre su elemento. Aidan se acerca a mí, evaluándome.

—Bebiste su sangre voluntariamente —afirma Aidan, escudriñándome—. Pero no puedo sentir ningún vínculo en ti —termina, dudoso.

—No bebí la sangre de Byron, bebí la sangre de su hermano —aclaro avergonzada. Ian y Aidan comparten una mirada de confusión—. Y sí, no fue contra mi voluntad —respondo la pregunta escrita en sus caras.

—¿Por qué no nos llamaste? —Ian frunce el ceño en total confusión.

Tomo una respiración profunda.

—Hice lo que tenía que hacer. Además, su hermano me ayudó.

—¿Te das cuenta de que estás hablando de Purasangre? No ayudan a los convertidos como nosotros: nos cazan y nos matan por diversión —replica Ian—. ¡¿U olvidaste lo que Byron te hizo?!

Me quedo callada; mi amigo puede perder el control muy fácilmente.

—Ian —le reprende Aidan, sosteniéndolo por el hombro para calmarlo. Él se relaja visiblemente y se pasa la mano por el cabello.

—No te entiendo, Morgan. Solo estoy tratando de protegerte, pero no puedo hacerlo si no me dejas.

—Esa es exactamente la razón por la que no me entiendes: no necesito tu protección. No soy una niña, puedo sobrevivir por mi cuenta.

La sorpresa en la cara de Ian es dolorosa. Aidan deja caer su mano del hombro del vampiro, pero permanece en silencio.

—¿Pudiste evitar que Byron te mordiera? ¿Pudiste defenderte? —Me estremezco ante sus palabras—. ¡Casi te mata un Cruentus! ¿Cómo puedes decir que puedes sobrevivir por ti misma? ¡Eso es una pura mierda! —grita Ian en mi cara.

—Consigue una vida. ¡Déjame en paz! No soy tu hermana pequeña que necesita tu protección; soy un vampiro como tú. ¡Crece, deja de preocuparte por otros vampiros, porque eso solo te hace débil!

Sé que mis palabras le hacen daño, pero necesito que se aleje, necesito que no se preocupe por mí; no quiero que lo lastimen por mi culpa, no me lo perdonaría.

Por el momento, estar a mi alrededor es peligroso, porque sé que Byron es el tipo de vampiro que no se detendrá hasta obtener lo que quiere, y eso soy yo. Un profundo silencio nos envuelve. La respiración de Ian es pesada, mientras que el dolor claro en sus ojos. Está a punto de abrir la boca, pero Aidan levanta la mano en señal de protesta.

—Es suficiente, Ian, sal a respirar aire fresco —ordena con una expresión seria. Mi amigo desaparece en unos segundos, después de darme una sonrisa triste. Solo quedamos Aidan y yo. Esto no puede ser bueno.

—Sé lo que estás haciendo: quieres que se mantenga alejado de ti para que pueda estar a salvo —comenta mi líder en voz baja. ¿Es tan obvio?

—Quiero dejar el clan.

—Ya sabes que no te voy a dejar. —Cruza los brazos sobre su pecho. Yo estoy a punto de objetar cuando continua—. No vamos a tener esta conversación de nuevo. Mañana por la noche vamos a cambiar nuestra guarida y eso es todo.

—¿Por qué no me dejas ir? No te importo en lo más mínimo. —No puedo creer que acabara de decirle eso.

El silencio permanece en la habitación durante unos minutos que parecen ser años para mí.

—No volveré a tener esta conversación —responde, dirigiéndose a la puerta.

—¿Por qué eres tan cobarde? —La pregunta escapa de mi boca antes de poder detenerla. Aidan se detiene, pero no se da la vuelta. Pasaron unos segundos, mi pulso enloquecido. ¿Cómo le he dicho eso a nuestro líder? ¿A mi creador?

—Esto es por tu propio bien, Morgan, algún día lo entenderás. —Y, con eso, se fue.

No me respondió como esperaba, pero sus palabras... «Algún día lo entenderás». ¿Entender qué?

Es casi el amanecer, realmente necesito un poco de descanso; ha sido una larga noche. Me subo a mi cama y en unos segundos estoy prácticamente muerta; un vampiro en trance puede parecer un cadáver.

#

La noche siguiente, todo el mundo está preparando sus cosas para salir del escondite. Extrañaremos este lugar; hemos estado aquí más de diez años sin ningún problema hasta que Byron apareció. Cuando un Purasangre se entera de un escondite de vampiros convertidos, tenemos que cambiarlo de inmediato, ya que estamos en riesgo de convertirnos en sus juguetes y víctimas, pues se alimentan de nosotros. Afortunadamente, los bosques oscuros son amplios y tienen terreno de sobra para encontrar un nuevo escondite. Corrimos toda la noche.

Nuestro líder nos ha explicado que conoce un lugar que puede ser bueno para nosotros. Cuando llegamos, estoy cansada. Es una cueva cercana a una playa, el final de los bosques oscuros. Tiene muchos árboles alrededor que pueden mantenernos ocultos. La arena se escabulle en mis botas. El viento acaricia mi piel. nunca hemos escogido un escondite cerca de la costa antes, y eso es novedad para todos nosotros. Me quedo boquiabierta ante el océano frente a mí. El aire fresco me llena los pulmones. Todos caminamos dentro de la cueva para explorar.

Le hemos dado a los humanos las coordenadas de dónde estaríamos para que pudieran alcanzarnos más tarde. La cueva está muy oscura. Ian utiliza su fuego para encender unas antorchas y las pone en las paredes rocosas. Tiene algunos compartimentos que podrían funcionar como dormitorios para nosotros.

«Sal de la cueva», susurra una voz dentro de mi mente, paralizándome.

«¿Me estoy volviendo loca?». Tal vez el eco dentro de la cueva me esta confundiendo.

«Ven afuera». Reconozco su voz. Es el hermano de Byron. «¿Cómo me ha encontrado y qué hace en mi mente?».

—Oye, Lyla, voy a dar un paseo —informo, caminando hacia la salida.

Ella me sonríe.

—No vayas demasiado lejos. Todavía no hemos revisado por completo el entorno.

Tan pronto como doy un paso fuera, el viento de la playa me revuelve el largo cabello a mi alrededor. Camino por la playa, pero no veo a nadie.

Entonces, me giro hacia el bosque y lo veo: está de pie entre los árboles, apenas visible. Me apresuro hacia él.

Al llegar, no puedo evitar preguntar:

—¿Cómo lo has hecho?

—Mi sangre corre por tus venas, me permite enviarte mensajes mentales. —La seguridad en su voz es desconcertante. No tenía ni idea de eso, nunca he oído hablar de mensajería mental antes. No sé qué decir, así que solo lo observo; tiene músculos, pero no de manera exagerada, sino de una forma más sutil y definida. Todo en él grita peligro, autoridad y dominio. Recuerdo el sabor de su sangre y mi boca se reseca. Me golpeo mentalmente para volver a la realidad. ¿Para qué me ha llamado?

—¿Qué puedo hacer por ti? —pregunto, poniendo las manos sobre mis caderas.

—Dile a tu clan que solo deben usar antorchas en los compartimientos de la cueva; si las usan en los pasillos, la iluminación se puede ver desde el exterior.

¿Nos está dando una recomendación? ¿Un vampiro Purasangre nos está dando un consejo? Me quedo impactada. ¿Por qué haría eso? Somos enemigos naturales. Su especie se alimenta de la mía. Sin embargo, no lo cuestioné.

—Muy bien.

—Tengo una proposición para ti.

—¿Qué? —Lo observo con cautela. Si es como su hermano, sé que no me gustará su propuesta.

—Sé que eres un vampiro joven, que aún no has alcanzado tu madurez. —Espero a que continúe—. Así que puedo darte mi sangre con frecuencia, y en pocos meses o semanas llegarás a controlar tu elemento.

—¿Qué?

—Soy el Purasangre más antiguo del mundo. Mi sangre es muy poderosa, puede hacer que tu proceso de madurez sea más rápido.

¿Estoy hablando con el Purasangre más antiguo de la tierra? Básicamente, la criatura más poderosa de este mundo, ¿y me está proponiendo queé?

—¿Y por qué harías eso?

Su mirada se posa sobre mí.

—Así serás capaz de protegerte de los chupasangres estúpidos como mi hermano.

Mis ojos se entrecierran.

—¿Y por qué te importa? No lo entiendo.

—Digamos que ... eres mi acto de mi caridad de este siglo. —Se encoge de hombros.

—No me engañas: he visto dentro de ti. No te interesa nada ni nadie; ayudar a un extraño sin ningún motivo no es algo que harías.

—Solo viste lo que quería que vieras.

Observo cada uno de sus movimientos con incredulidad.

—¿Qué obtienes de esto? No puedo creer que lo estés haciendo porque soy tu acto de caridad. ¿Desde cuándo los Purasangres hacen actos de caridad? —Estoy convencida de que va a obtener algo de ello.

—No tienes nada que perder —responde, mirándome directamente los ojos—. Solo inténtalo, y si notas algo extraño, puedes romper el trato.

No puedo creer que lo esté considerando. Pero debo admitirlo, es una propuesta tentadora. Además, tiene razón: no tengo nada que perder. Entre Aidan y Byron he perdido mucho de mí.

—Está bien —accedo, nerviosa. Él asiente y me da la espalda—. ¡Eh, ni siquiera sé tu nombre! —exclamo.

Él me mira por encima de su hombro.

—Me llamo Shadow.

—Shadow, ¿eh? —No puedo evitar la sonrisa en mis labios, es un nombre inusual.

—Sí, no lo olvides de nuevo, Morgan.

Me parece verlo sonreír antes de que desaparezca en la oscuridad. ¿Qué quería decir con eso? No me ha dicho su nombre antes, ¿o sí? Lo recordaría si lo hubiera hecho.

Vuelvo a la cueva, pensando en la proposición. No sé por qué, pero confío en él. Estoy loca, muy loca. Pero ¿qué más tengo que perder?

—Shadow —digo, riendo entre dientes. ¡Qué nombre más extraño!

Entro en mi compartimiento y me acuesto en la cama para esperar el amanecer, ha sido una larga noche.

—Buenas noches, Morgan —oigo su voz dentro de mi cabeza.

—Buenas noches, Shadow.

Continue Reading

You'll Also Like

22.2K 2.2K 20
Eloise Swan junto a su hermana Isabella Swan se mudaran a forks para darle libertad a su madre, después de tanto tiempo fuera del pequeño pueblo volv...
12.9K 1.7K 74
Sinopsis. Carolina Kopelioff y Ariel Bernasconi se enamoraron desde la primera vez que se vieron. Son felices, se aman y deciden casarse cinco mese...
13.7K 1K 31
se tratar de un chico llamado jack y una chica llamada Sofía ellos no tenían porque conocerse y menos cruzarse en su camino porque no sabrían lo much...
32.5K 3.1K 56
¿Qué pasaría si Carlisle tuviera una hija cuando era humano y si esa hija tuviera el poder de manipular el tiempo? ¿Y si esa misma hija, Crystal Cull...