Ruedas De Amor ©

EyliRodriguez tarafından

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Ellos son totalmente opuestos, pero una mentira los unirá para siempre. *** Jared Patterson, solo desea un p... Daha Fazla

Sinopsis - Ruedas De Amor.
Capítulo 1. ¡El chico malcriado!
Capítulo 2. Correo equivocado.
Capítulo 3. ¡Alarma de incendios!
Capítulo 4. Parte II - ¡Alarma de incendios!
Capítulo 5. Los impulsos y la mala suerte.
Capítulo 7. Estimular la piel.
Capítulo 8. Parte II - Estimular la piel.
Capítulo 9. Te voy a ayudar.
Capítulo 10. ¿Amante?
Capítulo 11. Simple terapeuta.
Capítulo 12. Sentimientos encontrados.
Capítulo 13. ¡Emergencias!
Capítulo 14. Fuera de control.
Capítulo 15. Asistente personal.
Capítulo 16. Te necesito.
Capítulo 17. Diluvio de problemas.
Capítulo 18. No te vayas.
Capítulo 19. ¡Culpable!
Capítulo 20. Consecuencias.
Capítulo 21. Tomando decisiones.
Capítulo 22. Aceptando la realidad. {Especial Jared}
Capítulo 23. Lo siento.
Capítulo 24. ¿Estás ahí?
Capítulo 25. Ascensor de amor. {Final}
Capítulo Extra: La primera vez que te conocí: ¿Cómo supe tu nombre?
Capítulo Extra: Convirtiéndome en tu héroe.
Capítulo Extra: Cuestión de Fe.
Capítulo Extra: Un retraso inolvidable.
Capítulo Extra: Una sorpresa no planeada.

Capítulo 6. Parte II - Los impulsos y la mala suerte.

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EyliRodriguez tarafından

Los impulsos y la mala suerte.
Parte II

     A través de los años había experimentado todo tipo de cosas. A los siete años fui mordida en el trasero por un ganso salvaje. A los nueve les pegué varicela a mis compañeros de clases, terminé sin amigos al final del semestre. A los once el querido Andrés me dio su primera visita justo cuando decidí llevar un pantalón blanco a una "especie" de cita con el que había sido mi crush desde los cuatro años. A los trece mi mejor amiga me pegó los piojos y mi mamá decidió rasurarme toda la cabeza. Cuando pasé la adolescencia y creí que mi vida había dado un giro grande con la suerte, mi novio en aquel entonces me fue infiel con mi mejor amigo. Sí, con mi mejor amigo.

Decidí largarme de mi casa cuando mi mamá trajo a vivir a su novio al mismo techo que yo. Conseguí trabajo a los veintiuno en una cafetería como mesera y en esos tres años en ella no me habían subido el sueldo. Está de más decir que la suerte jamás había tocado a mi puerta. Sin embargo, con el tiempo me había acostumbrado a la nueva "vida". Con el trabajo podía pagar el apartamento y darme mis gustos de vez en cuando. Tenía toda la casa para mí y no había nada que me molestara.

Cerré los ojos lentamente, concentrándome en sus palabras. ¿Terapeuta personal? ¿Acaso tenía cara de ser una?

—¿Podemos hablar aquí adentro? —Abrí los ojos encontrándome con un mar sereno—. No confío en los vecinos.

Solté un suspiro y asintiendo, me adentré a su habitación. Esta vez estaba iluminada permitiéndome ver lo grande que era. Abrí mis ojos con asombro, ni siquiera mi apartamento era la mitad de lo grande que era el suyo. En el fondo había una puerta azul, supongo que allí se encontraba su cuarto, a los lados había una mesa gigante de comedor, que solo estaba acompañada de una silla marrón. Justo al frente había un sofá negro y una televisión tamaño plasma. Las paredes eran grises y blancas, dandole un toque limpio y sencillo al lugar.

Caminé hacia el sofá, escuchando como sus ruedas se movían, provocando un chillido agudo. Sabía que no era buena idea seguirle la conversación, pero había que admitir que la curiosidad me estaba matando. ¿Por qué me pedía eso?

El sonido de la puerta cerrándose me alertó, provocando que girara hacia atrás. Mis piernas se resbalaron y caí encima de aquella silla oxidada. Mis manos se aguantaron de los barandajes, mientras mis ojos no paraban de parpadear al tener su rostro casi a un centímetro del mío. Su respiración chocó con la mía, tragué hondo, sintiendo como sus manos me alejaban de su anatomía.

—Ten más cuidado, ¿es qué eres torpe de nacimiento?

Aquello acabo con mi paciencia. ¿Cómo se atrevía a decirme eso?

—Si me llamaste para ofenderme, mejor me retiro? tengo mejores cosas que hacer.

—No irás a ningún lado sin antes escucharme.

Su mano agarró con intensidad mi brazo derecho haciendo que girara y cayera sentada en el sofá negro. Me crucé de brazos al ver su mirada seria en mí.

—Te he dicho que no tengo mucho tiempo, así que habla de una vez por todas.

Jared me miró por unos instantes y luego llevó sus dedos a su cara, estrujando su sien.

—Necesito que seas mi terapista física. Te pagaré lo que quieras, pero necesito que estés en mi habitación dos veces a la semana por tres horas. Esos días serán martes y jueves. —Alzó su mirada y me encontré con sus ojos—. El día que no puedas venir tendrás que decírmelo con anticipación. Necesitarás un uniforme de terapeuta. ¿Está claro?

Abrí mi boca para refutar pero la volví a cerrar sin saber qué decir. ¿Elena Torres cómo terapista personal? ¿Se había vuelto loco?

—Escucha, no sé quién te dijo que soy terapista... pero créeme cuando te digo que ni siquiera he estudiado esa profesión.

Patterson soltó un suspiro, apartando su mirada. Me fijé en sus labios, estaban apretados e hinchados.

—Lo imaginé, solo necesitas actuar por tres horas como una.

Desenfoqué la atención que tenía en su boca y volví a la realidad al escuchar su voz de nuevo.

—¡Estás loco! No soy actriz, además, ¿por qué tendría que hacerlo?

—Imagino que necesitas el dinero, ¿no es así? Me estás haciendo el favor y yo a ti te hago otro. Estamos a mano.

—Pero... —Me llevé las manos a la cabeza y estrujé mi corta melena marrón con fuerza, sintiendo como la frustración llenaba cada parte de mi ser—. ¿Por qué quieres que sea tu terapeuta física? ¿Por qué no te buscas a alguien que sí lo sea?

—¿Lo harás o no? Me estás colmando la paciencia y créeme que no tengo.

Respiré hondo, levantándome del sillón. ¿Qué se creía ese chico para tratarme así? ¡Si quería una terapista personal que se buscara a una de verdad!

—No lo haré, ni siquiera me dices el porqué tengo que ser yo, búscate a otra.

Caminé hacia la puerta decidida a irme de una vez por todas. No debí entrar de todos modos. Eso me pasaba por cabezota y curiosa. Tomé el pomo del portillo, girándolo.

—Te diré el porqué, Elena...

Tragué hondo, sintiendo como el escalofrío volvía a subir por mi espinal dorsal. ¡Dios mío! ¿Por qué tenía que sentirme de esta manera tan rara al escucharlo decir mi nombre? Obligué a que mi cuerpo girará y quedara delante de él. Tenía una mano en su cabello y otra en la punta de su labio inferior. Su mirada estaba perdida en algún lugar de la habitación.

—Nunca creí y aún sigo sin creer en esa mierda de que con ayuda de terapias puedas volver a caminar —solté un suspiro, observando cómo cerraba sus ojos—. Mi madre y la institución universitaria me están obligando a tomarlas, me dieron una semana para conseguir una terapista física, de lo contrario, voy a perder la beca estudiantil. Me mudé aquí para poder tener más control sobre mi vida.

—¿Por qué yo? Es decir, existen muchas mujeres que son buenas actrices. Ni siquiera sé cómo comportarme para ser una buena profesional.

—Solo tienes que vestirte apropiadamente, venir a mi casa los días que te he dicho y seguir mis indicaciones. Mi hermana vendrá esos días, se dará cuenta de que ya he conseguido a alguien y me dejará en paz. Entonces tú podrás ser libre de todo esto.

Observé el suelo, analizando sus palabras. Un trabajo más al fin de cuentas no era malo. Podría hablar con la jefa para que me concediera  los martes y jueves libres. Solo tendría que comprarme un uniforme y actuar por unas simples tres horas. Con el tiempo podría ahorrar para empezar mis estudios en la universidad.

Me mordí la lengua, alzando la mirada. Aquel chico en silla de ruedas no apartaba sus ojos de mi anatomía. Eran oscuros pero a su alrededor abundaba el azul más claro que había visto nunca. Siempre pensé que mis ojos verdes eran bonitos, pero definitivamente aquel océano acababa con todo. Era como si pudiera ver mi alma entera en ellos.

—¿Qué dices? Me estás desesperando. Tampoco es que tenga todo el día.

¿Qué podría salir mal? Tragué saliva y por primera vez dejé que el impulso tomará el control.

—Seré tu terapeuta personal.



🌚🌝🌚🌝

• ¿Qué creen que pasará ahora que Elena ha aceptado la oferta de Jared?


¡Nos leemos 👋🏻!

Okumaya devam et

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