Niña Mal. #1

By OhNoMica

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Lola puede ser llamada por los demás una perra,malcriada,egoísta, caprichosa y manipuladora. ...Y puede demos... More

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Niñas Mal.
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By OhNoMica

Desperté a causa de la incesante y para nada armoniosa alarma. De hecho,siquiera sabía que en la habitación había una.

El reloj digital marcaba las 6:30. Suspiré con sufrimiento hacia mí almohada, genial. Mi primer día de clases en este completo infierno.

Al diablo con despertarme. No quería. Estaba cómoda y caliente debajo del edredón que me cubría. Sin embargo para la mayor de mis suertes golpean mí puerta. No una, no dos, sino que alrededor de cinco veces con una fuerza que podría haberla tirado abajo.

Me quejé y me levanté como pude,abriendo a regañadientes.

-¿Es que acaso nadie toma consciencia de la maldita hora que es?

Terminé de abrir, refregando mis ojos.

-Perdona princesa, aquí nos levantamos en este horario si queremos desayunar.

Solo hasta escuchar su voz caí en consciencia de quién era. Levante mí vista hacia él,frunciendo el ceño.

-¿Y tú quién carajos te crees para aparecer en mí puerta ahora mismo?

Él se giró un momento,volviéndose a mí con un bolso y una valija grande. Simplemente me los tiró frente a mí.

-Bonitos modales,recuérdame la próxima dejar todo dónde estaba,y quien sabe dónde lo terminarás encontrando.

Se giró para irse,y yo aún no comprendía del todo. Abrí la valija encontrando toda mí ropa,y suspiré viéndolo.

Recuerda el plan.

Me apresuré a alcanzarlo, girándolo.

-Hey, perdón por mí actitud simplemente...

-Está bien,lo entiendo. Tu estilo de vida debe ser completamente distinto a esto. Con tus mucamas y ropa de alta costura y tú poder de despertar cuando quieras.

Rodeé mis ojos.

-No es eso, sólo que...

Volvió a interrumpirme,ya por segunda vez.

-No,enserio. Realmente lo entiendo. -Fruncí el ceño,sin entender.-Digo, realmente estuviste arrepentida sobre tus acciones para venir en bragas hasta el pasillo.

Oh, mierda.

Miré y en cuestión,era cierto. Ya veo porque todo el mundo me miraba raro. Y yo que pensé que solo estaba más fea de lo normal hoy.

-Oops.

-No te preocupes,son lindas de cualquier modo.

Solo guiñó un ojo y se fue,dejándome sola en ropa interior en el pasillo a la vista de todo ser humano.

Que trágica historia de vida.

Gire en mis talones con destino a mí habitación nuevamente,y me crucé por primera vez cara a cara con mí potencial futura enemiga según lo visto.

Me echó una mirada de arriba a abajo con asco.

-Sabia que te consideraban media zorra,pero no creí que fueras tan vulgar. Lo que hace la gente por atención...

Si bien no pensaba detenerme a responderle,la situación lo ameritaba.

Puse una de mis manos en mí pecho,abriendo mí boca con fingida sorpresa.

-Oh,¿Piensas en mí? Que adorable,porque yo nisiquiera sé quién diablos eres.

Había unas pocas personas allí,que soltaron algunas risas ante mí comentario.

La reina (Nótese el sarcasmo) apretó sus puños. Por supuesto le había molestado. Se acercó hacia mí con actitud amenazante.

-Sigue haciéndote la graciosa y me conocerás. Y no de la mejor manera.

Le sonreí.

-¿Crees que te tengo miedo? -Me acerqué aún más de lo que ella lo había hecho,quedando frente  a frente.-He tenido peleas con chicas que hoy se encuentran en reformatorios de máxima seguridad, ¿Y piensas que le temeré a ricitos de oro de los Hampton? Pruébame y veamos a quien le va peor.

Ella se quedó sin nada que decir por un momento. Al ver que no dijo nada más me giré nuevamente con destino a cambiarme. Luego de unos pasos,ella reaccionó gritando:

-¡Perra vulgar!

-Por supuesto. Así que besa mí trasero,plástico viviente.

Le dije sin siquiera mirarla. Ciertamente,nunca me causaron nada las peleas. Menos de este tipo,de las reinas del drama. Me parecen absurdas y estúpidas por lo que en si,no les presto demasiada atención.

Entre en mí cuarto,dejando las valijas sobre mí cama. Después tendría tiempo suficiente para ordenar mí ropa después.

Tomé el uniforme y lo deje a un lado de la cama también. Luego de esto quité la poca ropa que me quedaba,dejando un camino de telas hasta llegar al baño. Bueno sí,quizás era un poco desordenada. Por eso siempre tenía a mí amada mucama que limpiaba el desastre detrás de mí.

Cómo este no era el caso, lamentable y nuevamente haría todo después. Porque no hay mejor cosa que dejar todo a último momento.

Sí,lo sé. Soy un desastre.

Y como tal que era,me tomé una ducha rápida y sequé mí cabello como pude,metiéndolo en una cola de caballo alta. Volví a la habitación finalmente poniéndome el horrendo uniforme correspondiente y salí,dirigida al desayuno.

En mí camino bajando las escaleras con destino al salón principal me encontré con Ariel, que me saludó algo desganada.

-Hey, ¿Alguien no durmió bien anoche?-Bromeé,golpeando levemente su hombro-

Ella tardó en reaccionar hasta que respondió.

-¿Yo? Uh...no,no es eso.

-¿Entonces qué es?

Suspiró cansada,llevándose un mechón de cabello rojizo detrás de su oreja.

-Es...Brooke. Al parecer se ha levantado de malas hoy, y se las ha agarrado conmigo.

Me quedé en silencio por un momento, suspirando molesta.

-¿Qué te ha hecho ahora?

Ella negó con su cabeza rápidamente.

-No, nada importante. Sólo olvídalo.

Decidí no insistir más por lo que permanecimos en silencio hasta la entrada a la cafetería. Recogimos nuestro desayuno y nos sentamos en una de las extensas mesas de madera. Para ese entonces habíamos comenzado a hablar sobre distintos temas triviales,sin mucho sentido. Hasta que el sonido de una copa siendo golpeada llama la atención de todos en la gran habitación.

No me sorprendo al ver su pelo rubio moverse mientras se paraba en una de las sillas, dispuesta a hablar. Ariel se encontraba mirándola fijo,queriéndola perforar con su mirada.

-Les deseo a todos un buen día en nuestro instituto GreenHarb,ahora bien, pasaré a contarles un pequeño chisme sobre nuestra querida compañera Ariel Waldorf...

La rubia clavó su mirada mientras sonreía en nosotros, especialmente en Ar. Ella agachó su cabeza intentando ocultar su rostro entre su cabello.

-No puede ser...-Exclamó Ariel en voz baja.-

-¿Qué sucede? ¿Que es lo que va a decir?

Intenté buscar respuestas en Ariel pero no recibí nada de su parte,solo intentaba esconderse lo más posible. Y yo seguía sin entender.

-He oído por allí que nuestra querida amiga,Ariel Waldorf está profundamente enamorada del jugador de Lacrosse Nate Jacobs.

Todas las miradas fueron dirigidas ahora hacia una mesa llena de chicos,donde comenzaron a molestar a uno en especial, seguramente el nombrado.

Todo el salon comenzó a reír y a murmurar cosas,mirando reiteradas veces a Ariel.

Ella se paró rápidamente y se fue casi corriendo de allí,sin darme tiempo a detenerla siquiera.

Brooke reía junto a sus acompañantes,mirando con satisfacción a la ahora triste pelirroja irse por las puertas.

De acuerdo. A la mierda el plan.

Me puse de pie y me dirigí a ellas.

-¿Cuál es tu maldito problema?

Ella me miró,fingiendo no entender.

-¿Disculpa?

-Ariel jamás te ha hecho nada,¿Por qué te desquitas con ella?

Ella acomodó su cabello, acercándose.

-Sólo para que le quede en claro quién manda aquí.

-¿Ah, sí? Quizás deberías enseñarme.

Dicho esto tomé un puñado de comida de un plato de allí y se lo solté en su cara,manchando su camiseta junto a su gran cara de sorpresa.

-No hiciste eso...-Si no fuese porque sus uñas esculpidas corrían riesgos,podría jurar que me hubiese golpeado.-

Sonreí,divertida ante la escena de verla cubierta de salsa.

-Ya lo hice,reina.

Dicho esto me incliné en reverencia y me fui,en busca de Ariel. O de una toalla,pues seguía con mis manos llenas de spaghetti.

Encontré a Ariel en el campus caminando sola,intenté alcanzarla y lo notó por lo que se dio la vuelta molesta.

-Déjame en paz,Lola.

-Ar,esta bien Brooke sólo es una idiota que...

-¡Esa idiota le dijo a medio campus sobre que me gustaba Nate!-Comenzó a lagrimear,con su voz quebrada.-No sé siquiera de dónde lo sacó,y ahora seré la risa de todos en el semestre. Incluso de él.

Me acerqué a ella con el fin de abrazarla. Hace mucho no le demostraba real cariño a alguien.

Quiero decir,tenía mis amigas pero siempre era yo la consolada. Pero con Ariel y su indefensa forma de ser era inevitable. Ya le enseñaría a cobrar venganza.

-Bueno,creéme. No creo que seas la única de la que se reirán por un buen tiempo.

Ella secó sus lágrimas con la manga de su camisa,mirándome sin entender.

-Pues...

Antes que pudiera decir algo,un grupo de personas se veían venir rápidamente a lo lejos. Y adivinen quien encabezaba la caravana.

-¡Ella,fue ella quién me tiró todo encima!-Oí a la rubia gritar.-

Más cerca pude apreciar que se trataba de dos guardias,la rubia plástica y la señora que mantenía mí culo en este horrendo lugar.

Ariel me miró sorprendida.

-¿Lola, que hiciste?

-Te cuento luego. Creo que tengo que correr...

Dicho esto me lancé a correr lo más rápido posible,dejando esta vez yo a Ariel perpleja. Oía a los guardias correr tras de mí y una voz proveniente de algún megáfono.

-¡Western,detente ahora!

Sin embargo corría aún más rápido.

Era toda una fugitiva.

Joder,en qué me estaba metiendo.

¿Y porqué seguía corriendo? No era que me llevarían a la cárcel o algo del estilo...creo.

Sin embargo,no me detuve hasta llegar hasta uno de los edificios. Entre,y me metí en uno de los pasillos. Y una pequeña mirada hacia atrás fue suficiente para chocarme con alguien.

Caí de espaldas al suelo,sobando mí cabeza que también había sufrido el golpe.

-Sabes,no soy un experto en correr pero creo que deberías mirar al frente a la próxima.

Levanté mí mirada,encontrándome a un chico moreno de gran sonrisa...¿Y a medio vestir?

Él me extendió la mano,ayudando a levantarme.

-Bueno,yo no soy experta en vestimenta pero creo que deberías usar una camiseta para vestirte.

El sonrió,y un par de hoyuelos se hicieron visibles.

-Bueno punto,pero lamento decirte que lo tengo permitido. Por lo menos en mí edificio.

Junte mis cejas en confusión.

-¿Tu edificio?

-Estás en el ala de hombres,querida. ¿Lo entiendes así o te lo escribo?

Su sarcasmo se asemejaba al mío. Me caía bien. Pero no me agradaba el hecho que lo usará conmigo.

Mierda, de cualquier forma no debería estar aquí.

-Púdrete.-Le respondí sonriendo.-

-Me llamo Ethan.-Extendió su mano,y se la sacudí de vuelta.-

-Lola.

-Bueno Lola, ¿Me explicarás que es lo que haces en el edificio que tienes terminantemente prohibido entrar,y por qué con tanta prisa?

-Es largo de explicar,digamos que me metí en problemas y ahora una rubia cubierta de salsa bolognesa está viniendo por mí cabeza junto a las autoridades.

El soltó una carcajada.

-¡Vaya, que historia! No pienso seguir preguntando.

En ese momento la puerta es abruptamente abierta y se pueden sentir en el piso la combinación de pisadas de tacón y botas. Miré suplicante hacia el desconocido.

El suspiró,mirando hacia el fin del pasillo.

-Sígueme.

Tomó mí mano y camino con rapidez,hasta empujarme dentro de una de las tantas puertas esparcidas allí.

Con semejante golpe casi caigo nuevamente de espaldas,pero una cama evitó mí caída y un nuevo moretón a mí cuerpo. Él cerró la puerta detrás suya, quedándose allí apoyado como si la fueran a voltear de una patada.

Sus ojos se clavaron en mí,y levantó una ceja.

-¿Eres nueva aquí?

-¿Por qué lo dices?

-Bueno evitando el hecho que no sabías donde te habías metido, usualmente conozco a las chicas de aquí.-Sonrió con perversión.-

-De acuerdo. Con sinceridad no quiero saber a cuántas les has hecho una vista turística aquí.

-Creéme,así de inesperadas como ahora,eres la primera.-Me guiñó un ojo.-

Genial,el destino me había chocado con un playboy.

Si bien no estaba nada mal, nuevamente no estaba en mis planes algo con alguien. A no ser que fuese de mí ayuda,o tuviese beneficios a partir de ello.

Diablos sí,soy una mierda.

Nos quedamos unos momentos en silencio,hasta que golpearon su puerta. Abrí mis ojos con miedo. Quiero decir,podía merecer me el castigo por ensuciar a Brooke. Pero no además por estar con mis narices en donde no debía. Seguramente no vería el sol en décadas.

Él me hizo una señal para que haga silencio,seguido a que susurró un "yo me encargo".

Abrió la puerta solo un poco, poniéndose frente a la abertura para que no se viera nada más que él.


-Miss Greenharb, ¿A qué se debe el gusto de verla tan temprano?

-Hopffman,¿Ha visto a una chica pasar por aquí?

El me miró rápidamente,y miró hacia afuera nuevamente.




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