Never give Up

By MisaTsukamoto

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Never give Up es la historia de un enamorado Daehyun, quien en su esmero por conseguir el corazón de Jongup a... More

Pequeñas notas:
Guerra declarada
Aliado
Soldado herido
Espía
Misión fallida
Frente de batalla
Fuego enemigo
Victoria
Desenfocar al enemigo
Paz
El fin de la guerra
Never give Up

Rendirse nunca

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By MisaTsukamoto

Jongup escuchó los enunciados de Daehyun con atención, intentaba adivinar cuál era la verdadera de las tres frases que diría cuando el mayor soltó aquello:

«Me gustas Jongup»

Su corazón se aceleró en un ritmo que casi no podía controlar, su cuerpo tembló y sintió un cosquilleo recorrerle la columna inyectándole en su médula dosis de alegría que quería expresar con su rostro, pero la sorpresa y contrariedad eran tan grandes que ni siquiera pudo sonreír. Daehyun le estaba diciendo que gustaba de él, que le quería así como él lo hacía hacia el mayor y eso era algo que rayaba lo increíble, porque después de lo que Himchan le había dicho él ni siquiera había pensado en una posibilidad así.

Entonces todo lo que había pasado en aquel tiempo volvió a su mente como fotogramas de una película en la cual era protagonista y espectador. La noche que Daehyun entró a su cuarto y le regaló una caricia y un beso, el cómo éste reaccionaba cuando él se encontraba cerca, y lo más importante, el día en el cual el mayor pretendió robarle un beso sobre el sofá de su departamento.

Ahora todo le resultaba tan evidente que se sentía un tonto por haber ignorado todas esas caricias, esos roces, esos jugueteos y las miradas que le regalaba; en realidad había sido muy ciego.

Pero su pecho no podía colmarse de dicha, porque por una parte deseaba que todo fuese una mentira.

— ¿Y bien? ¿Cuál es la verdadera? — Había preguntado Daehyun y se había parado frente a él.

Aún mantenía las manos en los bolsillos y una sonrisa que llegaba a ser tierna, sus ojos brillaban en un sentimiento de paz pero a la vez temor.

La respuesta de Jongup le daba miedo al mayor.

— ¿Tuviste una amiga llamada Kim Seora? — La tercera no debía ser la verdadera.

Daehyun se sintió decepcionado, frunció el ceño confundido sintiendo que había sido demasiado obvio en la gran pista que le había dado para que adivinase la correcta. ¿Jongup no se había dado cuenta? ¿No era capaz de captar su indirecta tan directa?

— Ah, cerca pero no, y creo sabes que no nací en Seúl, así que solo resta una.— Animó al menor, si éste no lo había entendido no se iba a rendir, se lo quería dejar en claro; pero la expresión del rostro ajeno le hizo borrar su sonrisa.

— Hyung, no es correcto. — Jongup bajó su rostro y retomó su caminar pasando por el costado de Daehyun.

— Es mi verdad Jonguppie, me gustas desde hace un tiempo, quizá más del que creo recordar. — Dijo fuerte y claro, dándose vuelta para ver al menor de espaldas a él.

Se acercó a éste, su perfume embriagó los sentidos y sus brazos se rodearon en la cintura de Jongup por detrás, estaba siendo osado, quizá, pero aquello había funcionado para que el menor dejase de caminar. Su cuerpo temblaba asustado y tragó saliva mientras sus ojos observaban las sombras unidas bajo ellos, pero sus manos se afirmaron entrelazando sus dedos habiendo tomado más firmeza al notar que Jongup no le apartaba. Apoyó el mentón en el hombro del menor y cerró sus ojos, Jongup desviaba la mirada nervioso hacia un costado dejando su cuerpo tenso y entonces Daehyun acercó sus labios hasta la mejilla ajena, antes de depositar un beso en ésta respiró su aroma, para luego por fin besarle en aquella cariñosa zona donde se expresaba la calidez de un grato sentimiento.

Jongup cerró sus ojos con fuerza, de nuevo los suaves labios del mayor rozaban su piel haciendo que su pecho se hinchase en felicidad.

Por un momento solo permanecieron así, hasta que del otro lado de la calle se oyeron pasos y entonces Jongup recordó las palabras de Himchan, éstas resonaron en su mente como puñales en su corazón, se apresuró a separarse de Daehyun y observó a su alrededor, por suerte las personas seguían sumidas en sus mundos, la mayoría en ese mundo virtual de la pantalla de un celular.

— Lo siento hyung, yo no puedo. — Dijo mirando de frente al contrario. Los ojos de Daehyun se opacaron en aquella calurosa noche.

Y aunque su corazón dolió, Daehyun volvió a sonreír, sus ojos ardieron amenazando con derramar alguna que otra lágrima pero así no lo hizo, intentó mantenerse fuerte y aceptar el no por respuesta que el otro le había dado.

Porque Daehyun no lo comprendió del todo bien, le faltaba ese pequeño dato de que Jongup le correspondía pero las palabras de Himchan habían calado profundo en sus decisiones, y por ese antecedente restante, el mayor asumía que Jongup no sentía lo mismo hacia él, que quizá ni siquiera se fijaba en hombres y aunque se fijara en ellos ¿por qué justo debía verlo a él?

Daehyun se volvió a sentir pequeño, porque ese joven frente a él podía aplastarlo de tal manera, solo con rechazar sus emociones.

— Entiendo, espero que esto no perjudique nuestra amistad ¿verdad? — De ser así Daehyun se sentiría culpable, incluso se sentiría mal por no haber escuchado a su hyung y la advertencia de éste.

— Eso nunca hyung — Jongup se apresuró a decir, él tampoco quería que nada se modifique, por eso estaba escondiendo hasta sus propios sentimientos. —. Yo no quiero que nada cambie, es mejor que todo siga igual para no dañar a los demás, sigamos siendo amigos. — Jongup le regaló una sonrisa, tan dolorosa que la ceguera de su propio dolor no le permitió verla en Daehyun.

El mayor tragó saliva bajando su rostro, lo que le importaba a Jongup eran los demás según él, entonces eso quería decir acaso que ¿el menor ya no le miraría como antes pero se esforzaría para no lastimar a todos? Cuán equivocado estaba sin percibir en realidad las palabras de Jongup.

— Sí, claro, lo demás — Carraspeó su garganta y rascó su nuca demostrando incomodidad, su pie jugó en la vereda meneándose de un lado a otro. —. Supe que estabas triste y quise animarte, pero creo que terminé empeorando las cosas, siento ser un mal hyung — Confesó con una apenada sonrisa. —. Mejor te acompaño al departamento. Cuidaré de ti.

Jongup asintió, para él aquello había sido la forma en la que Daehyun le decía que aceptaba su decisión y que aunque ambos se quisieran se mantendrían como siempre para no dañar a nadie con sus decisiones.

— Gracias hyung.

«Gracias por entenderme, lamento no ser tan valiente como tú»

Pero lejos estaba Daehyun de comprenderlo en verdad.

Daehyun se había desplazado en taxi hasta el pequeño restaurante, por lo que a la vuelta compartió el vehículo con Jongup hasta el apartamento del menor, luego de despedirse de éste siguió en el taxi hasta el propio.

Jongup miró el auto alejarse, de nuevo el vacío se generaba en su pecho, como si cada vez que Daehyun se alejase de él una parte se desprendiera de su interior y le faltase hasta que de nuevo se encontrase con él. Mordió sus labios bajando su rostro al suelo, si bien antes de salir se había sentido abatido ahora la sensación de tristeza ya no era tan grande, porque a pesar de todo Daehyun le quería y eso en cierta forma le hacía feliz, aunque no pudiera disfrutar de su amor en plenitud, al menos era correspondido.

Con aquel pensamiento subió hasta su hogar, éste estaba vacío, tanto Himchan como Youngjae aún no llegaban. Con pesadez arrastró sus pies hasta el sofá y se sentó en éste, encendió la tele y miró sin observar las figuras que en ésta salían.

Pasadas las doce de la noche los mayores llegaron, le despertó el ruido de la llave de la puerta abriéndose paso y fuertes las voces que sin cuidado alguno conversaban de algo que parecía divertido. Jongup se estiró en el sofá abriendo sus ojos, elevando sus brazos, lo último que recordaba era estar viendo una película subtitulada y ya luego el final de ésta se había perdido en un sueño profundo.

Miró a los recién llegados y les regaló una sonrisa, las mejillas de Youngjae estaban algo rojas como si se hubiera pasado un poco con la bebida, en cambio Himchan mostraba sus perlados dientes en una risa divertida cerrando la puerta detrás de él, pero se veía bastante sobrio.

— Jonguppie ¿te sientes mejor? — Se animó a preguntar el mayor y éste asintió.

— Ah, eso es un alivio, ¿la vuelta a casa estuvo bien? — Youngjae sonrió con picardía y le dio una mirada de reojo que el menor no supo comprender.

¿Acaso él sabía lo que Daehyun sentía por él? Si eso era así cambiaba mucho todo, en especial el hecho de que Youngjae hubiera sido quien le había dicho sobre la sexualidad del mayor.

— Sí, algo así— Jongup se incorporó y los otros dos se sacaron el calzado para adentrarse en el apartamento de una vez por todas y llegar hasta él. —. Hyung, quisiera hablar contigo sobre algo, te estaba esperando. — Dijo mirando a Himchan, Youngjae quedó en silencio y también le observó.

Himchan se sorprendió, mas asintió, así que por eso Jongup se encontraba allí y no en su cama ya. Se sentó junto a él en el sofá y el mediano de los tres sintiéndose un obstáculo hizo gestos con sus manos al entender que deseaban privacidad.

— Ya me voy, ya me voy, cualquier cosa estaré en la habitación. — Respondió, sus ojos brillaban debido al alcohol y empezó a reír encaminándose al sitio que había dicho, arrastrando sus pies en cada paso.

— Duerme bien. — Le dijo el mayor dándole una nalgada. Youngjae volvió a reír perdiéndose en la oscuridad de su cuarto, fingiendo cerrar la puerta.

A veces el joven se creía de verdad su papel de soplón, por lo que apenas calló sus risas se escondió detrás de la puerta de su habitación, dejando una hendija de ésta entreabierta para poder escuchar a pesar de que sabía que debía agudizar muy bien sus sentidos, porque si los otros no querían que se enterase de algo susurrarían y su habitación no quedaba tan cerca de la sala como hubiera querido para espiarlos.

Himchan examinó a Jongup, el joven no se veía igual que hace un rato cuando ni siquiera había querido comer, tenía cierto brillo en su mirada que él creía saber qué significaba, era algo que reconocía y era esa luz que aparece cuando sales de la profundidad en la cual has caído. Hace unas horas los sueños de Jongup estaban rotos y ahora se reflejaban tan ilusionados como antes, algo había pasado que él ignoraba y la intriga le carcomía el cuerpo mientras Jongup esperaba a que Youngjae se fuera por completo de allí para empezar a hablar.

— ¿De qué querías hablar Jonguppie? — Himchan apoyó su mano en la rodilla del menor, quien hasta ese momento seguía viendo el sitio por donde el mediano de ellos se había ido.

— De Daehyun hyung. — Pronunció y Himchan tragó algo de saliva de forma sonora.

Temía que la razón del brillo de aquellos ojos fuera esa, respiró hondo y se preparó para cualquier cosa que el menor le dijera, buena o mala, estaba intentando ser fuerte para ambas noticias.

— Él me dijo que le gusto, hyung — Murmuró y los labios de Himchan se fruncieron en una mueca mientras miraba a un punto invisible en la nada.

¿En qué momento de nuevo Daehyun le cobraba ventaja? Sintió un punzante dolor de cabeza y cerró sus ojos unos instantes.

— No creí que fuese así, pero al parecer es verdad no creo que estuviera mintiendo— Susurró Jongup.

— Ya veo. ¿Le dijiste entonces sobre lo que sientes por él? — Si lo había hecho ya no debía luchar más, ya podía bajar los brazos y esperar a que todo se desenvolviera.

— No, pero supongo que sabe que me gusta también, porque ambos acordamos que lo mejor es seguir siendo amigos como siempre. — Jongup suspiró y de pronto ese brillo en su mirada se llenó de sombras. — Porque es lo correcto, no queremos dañar a nadie. ¿Verdad?

Algo no le cerraba a Himchan, ¿Daehyun había recapacitado? Quizá necesitaba eso, que Jongup también le demostrase un sacrificio para él poder ser consciente de las consecuencias y frenar sus impulsos.

— ¿Te arrepientes de haberle dicho eso? — Notó como la duda invadía al joven en aquellas palabras.

— Un poco — Admitió, desde que se había separado de Daehyun se encontraba pensativo en si había hecho bien o no. —. Hyung, ¿qué me aconsejas?

Himchan respiró profundo y tiró su cabeza hacia atrás, soltó por fin la rodilla del menor y recostado en el respaldo cerró unos momentos sus ojos.

En el fondo, quería decirle a Jongup que corriera a la los brazos de Daehyun, después de todo éste se le había adelantado varias veces, no solo había logrado conquistar el corazón de su bebé Jongup sino que también se le había confesado, además de que siendo ambos conscientes de lo que sentían ahora solo les restaba un futuro de un amor frustrado y eso le lastimaría hasta a él. Pero a la vez las dudas, el temor, todos los malos presentimientos le frenaban a decir aquellas palabras.

De pronto Himchan recordó una parte de su pasado cercano, cuando una vez su amor fue rechazado y los motivos por lo que lo fue, su corazón se oprimió en angustia; ¿por qué Jongup debía pasar por lo mismo que él?

«Por el bien de todos, eres su hyung, debes dar un buen ejemplo» tragó saliva repitiéndose a sí mismo, o quizá fue su conciencia la que le habló con grave voz en su mente.

— Hiciste bien Jongup, será difícil pero ya son adultos y saben que las consecuencias en algunas acciones pueden llevar a desastres y yo no quiero que sufras por eso. — Llevó su mano, la que antes descansaba en la rodilla ajena, esta vez a la cabeza del menor y con cariño acarició sus cabellos despeinándole un poco.

— Me quedo más tranquilo ahora, temía haber arruinado todo con Daehyun hyung.

Himchan le miró, volvió a suspirar otra vez y se quedó en silencio tan solo observándolo, por un momento se vio reflejado en él.

— Vayamos a Dormir, Jonguppie.

Le había costado un poco pero Youngjae logró escuchar lo suficiente como para enterarse de que el motivo de que Jongup estuviese tan decaído era que él también estaba enamorado de Daehyun, pero a diferencia de éste él sí había hecho caso a las palabras de Himchan que le habían advertido de lo malo que podría pasar.

Ignoraba el momento en el que el mayor le había hablado de eso al pequeño, quizá cuando salieron del camerino, la verdad no importaba pues lo transcendental en sí era que Jongup también sentía algo por Daehyun y el temor a lo que pasase en el futuro le estaba reprimiendo.

Por otra parte estaba el hecho de que Daehyun al fin había confesado sus sentimientos y parecía haber aceptado la decisión de Jongup de dejar todo en una simple amistad. ¡¿Se había vuelto loco?! Youngjae se sintió frustrado, con todo lo que él había hecho en ese tiempo para ayudarle y Daehyun era quien se echaba para atrás.

Con un poco de molestia se encerró en su dormitorio y marcó una llamada en la aplicación que usaba para comunicarse con el mayor.

Uno, dos, tres y hasta cuatro tonos antes de que su ronca voz atendiera.

— ¿Cómo puedes dormir en un momento así? — Reprochó. Los ojos irritados de Daehyun que no podía ver le regañaron por aquella pregunta.

Había llorado, como un tonto enamorado hasta que el cansancio del acto en sí lo llevó a dormirse y encima el otro le reprochaba eso.

— ¿Qué quieres Youngjae?

— Es lo que quisiera saber yo, después de todo lo que dijiste, que lucharías por Jongup, ¿ahora te rindes tan fácil? ¿Qué demonios querías entonces? — A pesar de que intentaba bajar la voz casi no podía, debía estarse controlando.

— Ah, ¿Jongup te lo dijo? ¿Cómo te enteraste? — Hizo una pausa del otro lado de la línea. — No importa, me rechazó, no siente nada por mí.

Youngjae hizo una mueca sin comprender.

— ¡¿Qué?! ¿Tú estás tonto o qué?

— ¡Oye soy tu hyung! — Se sentó en la cama molesto aunque el otro no pudiera verle. Youngjae quiso golpear el celular pero a diferencia de eso chasqueó su lengua.

— Un hyung muy idiota. Jongup te quiere, tonto ¿me escuchas? Te quie-re — Recalcó separando en sílabas — Si te rechazó es porque piensa que Himchan hyung tiene razón, ya sabes, esa misma cantaleta de que todo saldrá mal.

— ¿Himchan hyung? Espera, ¿Cómo que me quiere? — Apenas si podía creer las palabras del menor, su voz fue calmando mientras el corazón se le aceleraba.

— Lo escuché, Jongup siente lo mismo por ti que tú por él; dime algo ¿te dijo directamente que no te quería o te rechazó diciéndote algo parecido a lo que Himchan hyung te dijo cuándo te amenazó?

De pronto Daehyun tragó saliva, recordó toda la escena antes vivida centrándose más en las actitudes del menor que en el dolor propio y comprendió que aquellas palabras que Jongup le había dicho antes no eran en sí de desamor. No lo había rechazado diciéndole que no lo quería, incluso hasta había dejado que él se acercara, que le abrazara por la espalda y le besara la mejilla, no fue un rechazo con asco o desconcierto, fue un rechazo lleno de tristeza, por fin Daehyun recordaba la expresión desanimada de su rostro y podía ver más allá de la sonrisa afligida de Jongup, y como le decía que no quería dañar a los demás.

Se sintió un tonto, golpeó su cabeza con la mano libre varias veces mientras cerraba sus ojos con fuerza. Jongup le correspondía, o al menos así parecía y Youngjae mismo se lo estaba confirmando.

Daehyun no sabía si sentirse feliz, conmovido o como un idiota cayendo en la redundancia de como Youngjae le había llamado tantas veces.

— ¿Daehyun? — El silencio ponía nervioso a Youngjae. — ¿Lo entiendes ahora?

— Sí.

— ¿Y qué harás?

— ... — De nuevo el silencio. — Primero, me iré a dormir. Mañana te veo Youngjae — Su tono de voz lejos fue uno amargo, era grato, divertido y animado. El menor supo que Daehyun no se iba a rendir y eso le tranquilizaba, Himchan podía ser capaz de verlos aguantar en silencio, mas no él. — Sueña conmigo ¿si?

— Será una pesadilla entonces. — Dijo antes de cortar la llamada sintiendo la carcajada del mayor antes de hacerlo.

La mañana era hermosa, un cielo azul despejado sin una escasa nube se pintaba sobre el lienzo del mundo, los aviones volando sobre la ciudad emitían su sonido característico que amenguaba ese tránsito ajetreado de un día de semana; el sol que iluminaba en su ventana le despertaba poco a poco saludándole con entusiasmo.

La mañana era feliz.

Daehyun era feliz.

El joven se estiró en su cama, desperezándose con una sonrisa de placer al hacer dicha acción mientras sus hinchados ojos luchaban contra la luz para poder adaptarse y empezar a ver el nuevo día.

Jongup le correspondía. Y él al recordar aquello ensanchó su sonrisa, dio leves gritos como un adolescente y pataleó entre las sábanas despertando por completo; todo parecía un sueño.

Pero no, no lo era, Youngjae le había llamado la noche anterior, la había contado todo y Daehyun había recargado sus pilas por completo.

Con emoción empezó su rutina; pronto ya para salir de su apartamento después de echar un ojo a su reflejo en el espejo, su rostro parecía iluminado y la confianza explotó hasta por sus poros. Tomó su mochila y se fue.

Media hora pasó de aquello para que los golpes en la puerta se hicieran escuchar por todo el apartamento, el timbre no le bastaba y llamaba a la puerta con insistencia. Youngjae, con un ojo abierto y otro cerrado mientras lo frotaba con su mano se acercó a abrir arrastrando sus pies descalzos.

Mataría al que se había atrevido a molestarlos tan temprano en la mañana y estaba haciendo tanto alboroto.

— ¡Voy! — Exclamó con voz afónica aun por el sueño.

Abrió la puerta y del otro lado la radiante sonrisa de Daehyun asomó. Sin pensarlo mucho le cerró la puerta en la cara.

— ¡Youngjae!

— Vete de aquí, la gente duerme. — Se quejó molesto pero los golpes se volvieron a repetir. Suspiró resignado y abrió la puerta. — ¿No te rindes, no?

— ¿Qué te pasa? Cuando me rindo es porque lo hago y cuando no es porque no, Youngjae tú eres un histérico. — Afirmó cruzándose de brazos, asintiendo seguro y aguantando la risa entre sus labios. — Pero así te quiero — Intentó darle un beso en la mejilla y el otro le empujó con sus brazos.

— Cállate, no lo hagas... — El menor vio de reojo una bolsa de papel que el otro traía en sus manos — ¿Y eso?

— ¡Oh sí! — Exclamó entusiasmado y separándose se adentró al departamento quitando sus zapatos. — ¡Jonguppieeee!

Ante el grito del joven Himchan y Jongup se terminaron de despertar por completo, habían sentido los golpes y el timbre mas permanecían en sus respectivas camas deseando que quien estuviera haciendo el alboroto se fuese rápido para ellos seguir durmiendo.

Pero ante la voz tan peculiar ambos se levantaron corriendo, llegando a la sala donde los otros dos se encontraban.

— ¿Hyung? — Jongup le miró confundido, aún estaba algo adormilado y toda la escena le parecía surrealista.

— ¡¿Qué crees que haces?! — Himchan le regañó pero el otro le ignoró. Pasó por su lado llegando hasta Jongup y le extendió el regalo frente a él.

— ¡Ta dah! Buenos días Jonguppie, espero te agrade. — Dijo con una amplia sonrisa aniñada.

Jongup tomó el presente en sus manos, arrugó su ceño examinando lo que la bolsa contenía y se sorprendió de ver un peluche de pokemon.

— Habían muchos Pikachu, pero solo un Eevee por eso me pareció más especial.

— No entiendo, ¿por qué me regalas esto hyung? — Jongup manifestó la dicha en su interior con una sonrisa angelical pero aún confundido.

— Porque te amo, te lo dije ayer.

Dijo aquello de manera obvia mientras a su alrededor las diferentes reacciones se generaban. Youngjae se sorprendió incluso más de lo que Jongup lo hacía, pero se sorprendía de una manera divertida como si estuviera viendo una obra de teatro de género comedia; Himchan quedó anonadado por aquel descaro y en cuanto al menor de todos, él sentía que podía desfallecer en ese momento, su cuerpo cosquillaba al escuchar esas palabras, produciendo en él miles de sensaciones agradables que se expresaban en aquella enorme sonrisa con la que miraba a Daehyun.

Por unos instantes de nuevo nada existió a no ser los ojos de ellos conectados.

— ¡Jung Daehyun! — Himchan chilló y se acercó al menor, con su brazo tomó la cintura del joven y lo empujaba hasta la puerta.

— ¡Jonguppie, no te acepto un no por respuesta! ¿Me oíste? — Decía mientras luchaba con el mayor, pataleaba y terminaba por dar un giro para zafar del brazo ajeno y volver corriendo a Jongup. — Serás mío. — Dijo seguro al momento en que sus manos se apretaron a los costados del rostro del menor y le dio un sonoro y exagerado beso en la frente.

Himchan lo intentó separar y al advertirse del cuerpo del mayor junto a él Daehyun dio una vuelta corriendo alrededor del menor de todos, en un descaro estiró su mano y pellizcó una nalga de Jongup, culpando a éste por estar de nuevo solo en ropa interior.

Su sonrisa era feliz, su ánimo era elevado y Jongup dio un brinco en el lugar al sentirlo; fue solo un instante pues el otro continuó su apresurado paso hasta la puerta escapando de Himchan.

— ¡Daehyun! — La gruesa voz salió casi aguda por el chillido al ver aquello y lo persiguió hasta asegurarse de que saliera.

Himchan cerró la puerta apenas le sacó y cerró sus ojos respirando hondo.

— ¡TE AMO! — Se oyó el grito desde el otro lado.

Jongup miró a Youngjae el cual le devolvió la mirada, ambos menores rieron negando con sus cabezas. El mayor de los tres volvió a girar para verles, su expresión era seria y ante ese rostro ellos intentaron callarse mordiendo sus labios y desviando la mirada.

Aun si su hyung parecía regañarle con los ojos y aquel puchero infantil y caprichoso que se formaba en sus labios junto a un bufido le anunciaban un berrinche, las manos de Jongup apretaron el peluche contra su pecho volviendo a sonreír.

Tonto Daehyun, que activaba el rápido palpitar de su corazón.

Misa dice:

"Lamento haberlos hecho esperar, tuvimos algunos problemas :( espero que les haya gustado el capitulo y agradezco su apoyo y que sigan regalandome unos momentos de sus vidas en leer mi historia ♡ gracias."

Pero yo no soy tan melosa(?)

@CrownCupcake  al habla, aloooo. Baby A tomando el mando de esta shit ¿vieron esas semanas sin caps? pues fue mi culpa, pero si se quejan hay tabla, porque entonces no tendrán cosas buenas en un futuro, Baby A tiene trabajo que hacer muchachos,Y QUIEN SIGA A MISA SABE QUE SIGNIFICA BABY A TRABAJANDO

no mentira, es bromeando, mi único trabajo aquí es leer y publicar. No se emocionen. 

Pero en serio perdón por ese mini hiatus, sorry. PERO YA VOLVIMOS CON LAS PILAS BIEN PUESTAS <3 Disfruten, señores. Disfruten. 


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