Sueles ver a través de un espejo roto
como la vida se pasa llorando brisas de otoño
mientras nada puede hacer la luna
si observa a quienes escriben al son
de un arpa
y olvidan a través de flores muertas
que un rayo de luz
con la esperanza de quemar los poemas
sobre sus desgraciadas muertes.
Qué se compara a la inmensidad del océano
pintado de azul
por almas invisibles
y jaulas de interminable profundidad
dueñas de aves cuya belleza no es más que desgracia;
si fueran mudas obtendrían el pálido cielo,
siendo invisibles
escaparían a la muerte,
ella espera con ansia en las estrellas.
Oye al tiempo correr en deseos congelados
y corazones de fénix,
brilla al igual que un diamante,
cae al río hecho de mentiras
dejando un eco
que llama a los sueños.
Aprecias las paredes desgastadas,
las limitaciones
fallecen transformándose en lejanía
y soledad;
aquellas que te obligan a atrapar luciérnagas
para luego desvanecerse.
Hay violencia en las rosas,
vejez en las canciones de la juventud
cantadas entre árboles,
felices serán tus sombras
regocijando su fugacidad
cuando las espinas golpeen
el vacío.