Aquella noche intenté disculparme con Camila pero no funcionó. Lo deje estar con la esperanza de volver a verla el primer día de clases, en el trabajo comunitario.
Tal vez mi idea hubiera funcionado de no ser por la presencia de Ariana en la cafetería.
-Feliz año nuevo, Laur.- se acercó con una enorme sonrisa. Dinah golpeo mi brazo sin ningún tipo de discreción. Negué suavemente con la cabeza antes de centrarme en la chica frente a mí.
-Feliz año nuevo, Ari.- sonreí sincera.
-¿Cómo estuvieron tus vacaciones?- interfirió Dinah para seguir haciendo plática.
En varias ocasiones evité el tema de Ariana. Dinah seguía insistiendo en que era tiempo de darle una oportunidad. En cuanto llegué al instituto de Dinah, la chica se acercó a mí pero estaba muy dolida como para dejar que alguien nuevo entrara a mi vida. Había sido mi pretexto por meses pero en estos momentos ya no tenía un motivo para evitar conocerla, excepto Camila. No sabía que era exactamente lo que había entre nosotras pero deseaba creer que al final, lograría algo con ella.
Tal vez lo lograría como el idiota de Aarón lo logró al volver a su vida. De repente una punzada de celos me hizo prestarle atención a la pequeña frente a mí. Era muy linda y tierna, no podía negar que en más de una ocasión se preocupó por mí.
-…. Y terminé visitando a mis abuelos. Creo que comí tanto que no puedo ingerir algo más que no sea agua.- terminó mostrándonos una botella de agua que tenía en sus manos. Dinah y yo reímos.
-¿Te sientas con nosotras?- pregunté bajo la mirada sorprendida de mi mejor amiga y la enorme sonrisa de Ari.
Al bajar del autobús, la castaña seguía junto a mí, escuchando atenta las mejores anécdotas que tuve junto a los Mackenzie. Por primera vez no fue Camila la que tuvo mi atención y logré creer que era Ariana lo que necesita.
Empecé a salir con ella. Empezamos a tener citas, tomábamos las cosas con calma y sentía que Ariana no trataba de presionarme. Me sentía bien junto a ella y Dinah parecía estar tranquila con lo nuestro.
-Vamos, Ari, convence a tu chica.- pidió la polinesa. Ari me miró con ternura y un poco sonrojada. Era muy tierna.
-¿Podemos ir?- casi suplicó. Negué mientras sonreía.
-No te diría que no, aunque quisiera.- me acerqué para depositar un suave beso en su mejilla.
-Me agrada esta chica.- murmuró Dinah victoriosa.-pasaremos por ti a las 5.- terminó la conversación para ir con un grupo de chicas que la llamaban.
-¿Desde cuándo estas de su parte?- le pregunté tomando su mano sobre la mesa. Ella volvió a sonreír.
-Desde que me dio la mitad de su chocolate.- eso era un gran aviso de que Dinah la aprobaba. Ella no compartía su chocolate con cualquiera.
-Te di mi helado cuando derramaste el tuyo.- fingí tristeza. Ella se acercó a mí para dejar un beso en mi mejilla.
-Gracias por eso, bebé pero estamos hablando de Dinah. Ella no comparte su chocolate con nadie.- se los dije.
Sábado por la tarde pasamos por Lucy pero no por Ari. Al parecer surgió algo que le impidió salir a la hora acordada pero dijo que llegaría en cuanto estuviera libre. Bajamos del auto viendo la cantidad insana de personas en la playa, el festival de música no iba a pasar desapercibido por todos los turistas y la gente del lugar.
Cuando encontramos el lugar perfecto para disfrutar del concierto, The 1975 apareció en el escenario. Me divertí demasiado mientras escuchaba las terribles peleas entre Dinah y Lucy, las iba a dejar que se mataran, pero Ariana llegó para calmar la situación.
-¿En serio Dinah iba a mandar al trasero de Lucy en una bicicleta?- me preguntó en el oído por lo ruidoso del lugar. Su pregunta me hizo reír.
-No, bebé- respondí acercándome a ella para que me escuchara. Ella se sonrojo por mi apodo y no pude evitar tomar su mano. Ella sonrió aún más, dejando ver el tierno hoyito que se formaba cada vez que sonreía.
Realmente estaba divirtiéndome hasta que sentí un frio liquido bajar por mi espalda. Giré suavemente para entender lo que sucedía y ver a Normani con un vaso de cerveza sobre mi cabeza.
-Dime que no lo acabas de hacer.- hablé increíblemente enojada.
-Te lo diría pero en verdad lo acabo de hacer.- respondió Normani con una enorme sonrisa.- No creerías que ganarías esto, ¿No?-
-Voy a matarte.- susurré acercándome a ella.
-No te tengo miedo, loca.-
¡Ella no debió decir eso!
Avancé decidida pero Camila se interpuse en mi camino.
-Lauren, por favor.- dijo colocando una mano en mi pecho. La miré y una parte de mí se tranquilizó.
-A mí no me compras, niñita mimada.- habló Dinah interponiéndose entre nosotras para acercarse con excesivo enojo hacia la pequeña.-Te arrepentirás por lo que tu amiga acaba de hacer.-
No sé si Camila realmente pensó en lo que haría pero solo la vi arrojar el vaso de cerveza que sostenía hacía mi mejor amiga.
-¡Corre, Mani!- gritó desesperada tirando el recipiente vacío para tomar la mano de su amiga y correr.
Empezamos una carrera a muerte. Una parte de mi rogaba porque Camila lograra escapar de Dinah, y por un momento lo hizo. Llegamos a la bahía y con gente y un parque de atracciones, lograron esconderse.
-Es mejor que regresemos, no las vamos a encontrar.- intenté dar por terminado el ataque.
-Ni sueñes que dejaré las cosas así.- dijo enfurecida mientras seguía buscando.- ellas lo van a pagar.-
-Ellas pueden estar en sus autos justo ahora y nosotras…-
-¡Ahí están!- solo escuché su grito antes de volver a correr. Esta vez fingí seguir a Normani pero me detuve a mitad de camino cuando vi lo cerca que Dinah estaba de Camila. Por suerte la pequeña empujo a un chico causando que mi amiga se retrase y pierda su rastro. Me acerqué a ella.
-La vi correr de vuelta hacia la playa.- murmuré haciendo que sonría. Vi sus intenciones de correr pero se detuvo para preguntar por Normani. -La perdí.- mentí vilmente. Dinah finalmente regresó al concierto.
Caminé a los baños donde vi entrar a la pequeña.
-¿En verdad creíste que escaparías de mí?- vi el pánico en sus ojos. No me esperaba a mí.
-No escapaba de ti. Escapaba de Dinah.-
Empezamos a discutir y al final dijo aquellas palabras que me destrozaron por completo.
-Al final tú y yo no somos nada, ni siquiera amigas.-
Agaché la mirada tratando de concentrarme y no desmoronarme frente a ella.
-Tienes razón.- comenté volviendo a mirarla.- tu y yo no somos nada pero aunque no lo quieras, no dejaré que nada malo te suceda.- dije empezando a caminar hacia la salida.
-No necesito que me protejas.- dijo con arrogancia.
-No te estoy pidiendo permiso.- terminé con firmeza.- Buscaré a Dinah. Espera cinco minutos antes de salir.-
Volví a la playa buscando a Dinah, quien seguía buscando a Camila. La convencí de que las vi marcharse en un auto y de mala gana decidió volver al concierto. Lucy y Ariana seguían esperando por nosotras.
-¿Estás bien?- me preguntó la castaña con preocupación.
-Lo estoy.- dije forzando una sonrisa. La conversación con Camila realmente me había sacado de juego.
-Creo que lo mejor será volver a casa.- dijo Lucy con sensatez.
-Se van a arrepentir.- murmuró Dinah caminando hacia el auto.- Normani jamás debió hacerlo y Camila… -era una de las pocas veces que Dinah había vuelto a pronunciar su nombre.- Creo que la pelea de la última vez no le bastó para tenerme el miedo suficiente.- ella se refería a la pelea en el campo de juego. Cuando vi a mi mejor amiga sobre ella y con su puño listo para acertar, no pude evitar detenerla. No podía dejar que le hiciera daño.
-¿Cuál es el problema con ellas?- preguntó Ari tomando mi mano. Con una corta sonrisa respondí a su pregunta.
-Es una larga historia.- fue todo lo que dije antes de salir del lugar.