Desperté casi saltando de la cama, tratando de llegar al baño del pasillo. Descargando todo mi estómago y sin fuerzas me levanto, encontrándome con Anís al final del pasillo viéndome con angustia, solo sonreí y volví a la cama, pero antes de dormir le mande un mensaje a mi hermano mayor, Josh.
Hablando de la realidad, el no es mi hermano de sangre, es alguien que en algún momento conocí y se convirtió en un amigo casi al instante, pero de a poco llegamos a congeniar demasiado que los dos estuvimos de acuerdo en ser algo mas intimo, y los dos llegamos a acordar ser hermanos.
«Hermano, necesito un lugar donde quedarme, ¿podría ir contigo?»
«¿Qué sucede, Cassi? Y si pero si recuerdas que estoy viviendo a las afueras de la ciudad»
«Si, eso no me preocupa, necesito verte y contarte algo importante y quisiera estar unos días fuera»
«Okay»
Con eso entro a la página de la universidad enviando un email, diciendo mis condiciones, dejando en claro si podría terminar la carrera por internet, ya que estoy a unos cuantos meses de cerrar el ciclo.
Dándome noticias buenas y una certificación, junto con un permiso, salgo de allí y entro a mi correo electrónico, donde empezaron a llegarme los deberes y trabajos por hacer, al estar casi una semana sin ir son bastantes pero un fin de semana fuera, un café bien cargado y una buena dosis de chocolates, acabaré para el lunes.
Cierto... El cáfe está completamente prohibido...
Sintiéndome cansada y triste por ello, caigo en brazos de Morfeo.
Con ruidos en toda la casa y mi alarma, me levanto de la cama, recordando todo de la tarde-noche anterior. Con pereza me levantó, me doy una ducha tardando un poco para despejar un poco la cabeza, sin lograrlo, me arreglo y voy al armario buscando un conjunto que me quede.
Sin mas, salí de la habitación y al hacerlo me llego el aroma a café, casi llegando en una nube a la cocina y murmurando un buenos días me sirvo un café con mucha crema y azúcar.
–Anís... Tome algo del armario, espero y no te moleste–. Dije volteandola a ver mientras que doy un sorbo de agua natural, después de haber ido por un vaso limpio.
–No te preocupes, y por si no te has dado cuenta, es tu ropa, de cuando te quedabas aquí, cuando Logan se iba...– ahí fue cuando cambie mi rostro, solo con acordarme de que no dijo nada ni hizo nada, me cambia y me hace recordar.
Como en los viejos tiempos, empezando a decaerme, tome el último sorbo del agua y me levante del banco para volver a la habitación pero antes que eso pasara, Anís me detiene.
–Lo siento, Cassi. Yo sólo quise recordarte el porque tenías ropa aquí, enserio lo sie...– La corte antes de que empezara a sentirse culpable cuando no lo es y por como estaba empezando a hablar no lo dejaría de hacer.
–Anís, tranquila, solo me acorde que ayer me llamo mi hermano–. Con eso sonreí falsamente pero creíble, pero ella no se lo trago por completo, así que solo asintió con la cabeza y se quedo en silencio.
Y leyendo esa cara, apareció una sonrisa maligna a la que le tengo miedo desde la segunda broma que hicimos en el instituto.
Con apenas dos semanas de que iniciamos el segundo semestre a Anís se le había ocurrido una buena broma pero muy pesada, la verdad tardaríamos mucho si lo hacíamos nosotras solas, así que por contactos de ella y míos fuimos por 1000 pescados.
La broma era de que con los 1000 pescados, los esconderíamos en el despacho del director, y en los casilleros de los profesores en la sala de maestros, mientras que un grupo de chicos de otra escuela, nos ayudaban con lo de la sala de maestros, nosotras dos iríamos al despacho del director.
Al estar frente a la oficina, tocamos, esperamos y no se escucho ningún ruido, así que con sigilo abrí la puerta solo para asomarme y comprobar que no haya nadie.
Después de que dejáramos un pescado en cada cajón, pusimos pegamento en el sillón del director, pero antes de salir se escucharon murmullos en el pasillo, así que nos vimos y corrimos a los primeros escondites que encontramos.
Yo debajo del escritorio y Anís en un mini cuarto donde estaban abrigos, los murmullos se acercaban cada vez mas hasta que abrían la puerta, ese momento se me ocurrió decirle a los chicos que nos ayudaran. Prendiendo mi celular, bajando el brillo y poniéndolo en vibración.
Envie un mensaje en el grupo que estábamos los chicos y nosotras, decía...
«Chicos, AYUDA!!! Estamos en el despacho del director y esta en la puerta, AYUDAA!!»
«La caballería ya va en camino ;)» Chad
Chat con Anís
«Ya vienen los chicos, dijeron que en 5 min salgamos corriendo»
«Okay»
Con es apago el aparato y espero, después de unos minutos ya no se escucha nada, así que salgo de mi escondite para caminar en dirección a la puerta, pero antes de salir, me acorde que Anís seguía en el closet, me devolví y le dije que ya podíamos irnos.
Sin mirar atrás, riéndonos y dándonos miradas cómplices salimos del instituto viendo a los chicos...
Antes de seguir recordando, me di cuenta que llegue a la habitación y con el teléfono en mano, llame a Josh.
Le pedí que fuera por ropa a con Logan, para que solo pudiera venir y yo estar una semana con él.
Lo espere y en media hora ya se encontraba en la puerta de la casa de Anís, pero antes de poder llegar a la puerta, todo se vuelve negro.