CARTER
¡Maldito Anderson!
Detesto sentirme una perdedora. Odio sentir el rechazo, odio saber que en mucho tiempo no le pedía disculpas a un chico, y que para colmo ¡las rechazo!
Es molesto, aparte todo esto es realmente estupido. Nunca debí haberle pedido disculpas, pero eso me pasa por abrir mi boca y decir palabras hirientes.
Estoy molesta, una parte de mí realmente está en llamas porque una persona que todavía tiene la decencia de pedir disculpas a alguien, y más rechaza, es realmente estupido y molesto. Solo Anderson cree que porque es un chico popular todos tenemos que estarle rogando por su estupido perdón.
Pero demonios, yo la cague. Él estaba bien, se preocupaba por mi. Y yo simplemente me dediqué a juzgar su vida cuando la mi es realmente una jodida mierda.
No me sorprende que no me haya disculpado.
Porque realmente, aunque me arda decirlo, Anderson no es mal tipo. Si, lo juzgue mal, eso hago todo el tiempo.
No digo que no sea un idiota, en sus genes al parecer ya lo tiene. Pero si fuera realmente un idiota, no hubiera ido hasta mi casa para saber como me encontraba, no me hubiera apoyado en los momentos con Vee, tenía tiempo sin hablar con un chico y no aburrirme.
Me siento mal por haberle dicho lo que le dije, me siento mal por insultar como estaba su vida. Yo no tengo derecho para hacerlo, cada quien es libre de vivirla tal y como quiere.
Pero en esos instantes la rabia que tenía sobrepasó mi límite. Quería calmarme, de verdad que si. Pero por alguna razón el <<cálmate<< no funcionaba en mi mente en esos momentos. Me pase, mi rabia comenzó cuando pensé en que él no era alguien estable en mi vida, no digo que no siga sintiendo la curiosidad de saber porque se hizo presente, pero por alguna extraña razón no quiero que sin cerebro se vaya.
Después de aceptar que había sido rechazada, camine hasta llegar a casa.
He descuidado mucho mi trabajo, falte casi toda una semana y no quiero ver la cara de mi estupido jefe al verme de nuevo. Quizá se pongan el triple de mandón como lo es todo el tiempo. Ese hombre tiene estampado la palabra idiota en la frente.
Hoy, tengo que asistir. Quizá mi ánimo no sea el mejor, quizá me siento un total asco, pero aún así, tengo que ir a trabajar. Necesito el dinero, ya que si me quiero largar de este maldito lugar, necesito tener el suficiente dinero. Mamá hace realmente un gran esfuerzo por mi, pero tener un trabajo en una oficina no es fácil. Ella tiene días duros, muchas veces en el día no la llego a ver porque se queda trabajando. Quizá trabaje mucho, pero ahora las situaciones empeoran cada vez más, y el sueldo de mi mamá no aumenta.
Si quiero irme a una universidad buena, debo ser independiente. Trabajar para pagar mis propias cuentas y yo sola reunir lo que pueda para irme.
Entrando a casa, mamá no estaba. Había dejado comida, así que la calenté y comí sola como comúnmente lo hago.
Si quería descansar, era muy tarde. Había perdido una máxima de tiempo esperando a que Noah dejara de hablar con sus amigos para así poder hablar a solas.
Cuando vi que Oliver se acerco a Anderson, quede sorprendida.
La preparatoria Withmore es un mar de rumores, enserio. Escucho los rumores, y según escuche, Noah y Oliver no tienen la mejor relación del mundo. Dayna Johnson dijo en los vestidores que, ambos peleaban por el pavoroso lugar de capitán en el equipo. Y según escuche una vez, Oliver le robó una novia a Noah.
Más yo no soy una chica que saca conclusiones, no afirmo si son verdad o mentira porque inventan cada estupidez de mi que no me sorprendería qué inventarían de Noah, el chico popular de la preparatoria.
No escuche de que hablaban, estaba demasiado alejada como para escucharlo. Pero me moría por hacerlo.
Noah al ver que Oliver se acercó a hablarle, tenso su mirada y apretó su mandíbula, al igual que Oliver. Ambos eran altos, del mismo vuelo, ninguno era más bajo ni el otro más alto.
Los dos son unos idiotas.
En fin, al fin y al cabo, ya no debo interesarme por ninguno de los dos.
Cambie mi ropa normal y me puse el detestable uniforme de trabajo. Al vestirme, metí mi ropa normal para cambiarme en una bolsa y tome mi móvil de mi cómoda.
Antes de comenzar a caminar, un auto rojo se postró en mi entrada. Supe fácilmente que era Kylie. Bajo el cristal y vi que estaba arreglada.
—¡Sube! —dijo quitando el seguro. No dude y me subí al coche. Cuando entre, vi que estaba lo suficiente arreglada como para saber que saldrá.
Yisus, que no haga tantas pendejadas este día.
—¿A donde vas? —Le pregunte acomodando mi gorra del trabajo.
Ella sonrió. —A tu trabajo.
Fruncí el ceño. —¿A que?
Ella sonrió aún más y se acomodó su trenza enorme con ese cabello.
—Saldré con alguien.
Peligro.
Suspire. —¿Y con quien es esta vez?
—Con un chico llamado Marco. Marco Bayers. Es un chico del equipo de Fútbol. —sonrió, y yo también le sonreí—Es guapo, muy guapo. Es divertido, y es amable. Lo ayudaré a estudiar para el examen de cálculo.
Intenté acordarme de quien era el tal Marco, pero mi mente estaba en blanco.
—No se quien es —admití—pero ojalá y te la pases bien. Y no la cagues tanto esta vez.
—Tu y yo sabemos que la voy a cagar, es un don que tengo.
—Sigo pensando que eso es tan deprimente. —le dije riendo. Nos paramos en un semáforo.
—Tu ya sabes que mi vida es deprimente y un caso perdido.
—Me sigue pareciendo deprimente.
Ella echó un suspiro ahogado y dijo una tontería para cambiar de tema. Así siempre ella intenta alejarlo, la entiendo, es algo raro.
—¿Por que te perdiste algunas clases hoy? No sabes lo horrible que fue trabajar con Bobbie Andrews en química. Ahora me odia.
Arrugue las cejas. —¿Por qué?
—Eché a perder el experimento, casi quemó el laboratorio. Suerte que Bobbie lo controlo.
—Te preguntaría como, pero eres tan torpe que todo te pasa.
—¡Hey! —chillo ofendida—deja de criticarme. Y no evites mi pregunta.
No quería decirle que me había peleado con Vee, aunque Kylie es demasiado torpe, le gusta vengarse. Aparte, no quiero que piense que estoy dando excusas como para que no le hable a Vee, como digo, yo me pelee con ella, no Kylie.
—Discutí con el idiota de Anderson, me puse realmente de malas. No me sentía bien.—le dije tratando de evitar el tema de Vee. Aunque ahora estará preguntándome por Noah.
—¿Por que discutieron?
Suspire y pase las manos por mi cara. Tenía que admitir que fue mi culpa, y me caga admitir mis errores.
—Estaba de malas, había visto a Oliver y a Vee y estaba de un humor de la mierda—le respondí—la pague con el, y le dije varias cosas ofensivas, y el se enojo, y igual me dijo cosas ofensivas. Más creo que yo dije más.
Ella se detuvo en la entrada de la pizzería, me miró con una cara bastante enojada. Yo solo fruncí el ceño. Apago el auto.
—¿Por que siempre la cagas con los chicos?
Suspire frustradamente. —No lo se, Kylie. Después de Oliver soy demasiado estupida con los chicos. Y se que la cague, pero estaba de malas.—intenté justificarme, pero sonaba demasiado ridículo.
—¿Te disculpaste?—Pregunto.
—Si, y las rechazó.
—Uy—dijo mientras salíamos ambas del coche—creo que lo ofendiste de verdad, Carter.
Al entrar, habían tantos clientes como yo esperaba. Lisa estaba meserendo y Mitchel mi compañero de caja atendía a una señora. Mi estupido jefe daba órdenes a los camareros.
—Bueno, me voy. —informó Kylie dándome un apretón en el hombro y después se dirigió a una de las mesas del centro. Efectivamente, el tal Marco estaba ahí, con un par de libros en la mano y una sonrisa plasmada al ver a Kylie.
Era simpático, un chico que le conviene a Kylie, espero que no sea un idiota y la dejé por el simple echó de que Kylie caga todo.
—Hasta que te apareces Brewford.
La voz de Carlos, mi jefe, me hizo estremecer y soltar una maldición en susurros. Me iba a matar el panzón ese.
—Perdón señor Carlos, me enferme estos días.
De depresión porque mi mejor amiga se acosto con mi ex novio ¡yei!
El me frunció el ceño y se cruzó de brazos. —espero y sepa recuperar el tiempo. Entre menos días llegue su salario baja, téngalo en cuenta.
Dijo esto y se fue a seguir jodiendo en otra parte.
Salude a mis compañeros y me puse a estar en la caja. Después las personas comenzaron a venir conmigo para pagarme. Así estuve toda una hora.
En esa hora, Kylie estaba aún con Marco. Ambos se reían, parecían estarse divirtiendo, les estaba yendo muy bien.
Más claro, Kylie la cago. Por accidente, le metió el pie a un mesero haciendo que la pizza le cayera a unos clientes que se enojaron bastante. Kylie les pidió una enorme disculpa, y ellos de mala gana, se las aceptaron.
Eso se hace cuando te piden disculpas.
¡Se aceptan!
—Quiero pagar dos pizzas medianas y dos refrescos. —La voz varonil de un chico llamo de nuevo mi atención. Mire a aquel chico, y sentí esa curiosidad de saber quien era. Recuerdo haberlo visto en alguna parte. Tiene los ojos realmente cafés, cabello castaño rebelde y se ve que su piel es suave.
No logro recordarlo.
—De acuerdo. —le dije mientras veía hacia la pantalla la cantidad que iba a pagar.
—Oye—dijo de pronto haciendo que nuestros ojos se encontraran—Recuerdo haberte visto.
No soy la única que pensaba que ya nos conocíamos. Solo espero que él sepa de donde.
El chico vestía una camiseta negra y nos vaqueros. Era simpático, o honestamente, tenía buen físico.
—¿De donde? —le pregunte curiosa.
El chico sonrió. —De la fiesta de Jackson. Era el que atendía las bebidas un rato. Tú eres la bebe agua.
Al escuchar eso una risa escapó de mi boca. —Creo que no soy la única que toma agua.
El se echó a reír. —Soy James. James Leaster.
—Soy Carter, Carter Brewford.—me presente.
—Entonces ¿cuánto pagaré bebe agua?
Rodee los ojos y me fije en la pantalla.
—veinte dólares.
El chico me dio el dinero exacto y yo lo puse en la caja. Le di su recibo. El solo me dio una sonrisa.
—Espero verte luego, Carter.
James se despidió de mi, solamente se me ocurrió despedirlo con un ademán en mi mano. Soy torpe, que esperaban.
—Brewford—el idiota del jefe me llamo, con una mala cara camine hacia donde me había llamado. En vez de que la gente se comience a ir, llegan más y más.
—¿Que? —Respondí, amablemente.
—El otro chico de las órdenes se fue y hay mucha gente, cúbrelo mientras llega el otro. —me ordenó y después se fue. Rodee mis ojos y eché un suspiro.
Luego te lo compensarás, Carter.
Tome la estupida libreta y el lapicero. Busque una hoja desocupada y un chico de espaldas alzó la mano. Supongo que eso significa para ordenar.
Me dirigí hacia ella, me puse en frente y vi la hoja para comenzar a escribir.
—Una pizza mediana, un agua y un refresco por favor.
Escuche la voz de Noah y me quede paralizada. Al verlo a los ojos, parecía como si el no le sorprendiera encontrarse conmigo. Estaba normal, más ya no me sonreía. Me dio solo una mirada rápida, y después miró hacia otro lugar.
En estos instantes se ve había olvidado que me había rechazado y quisiera pedirle disculpas de nuevo. Pero tengo un poco de dignidad.
—¿El agua la quiere natural?
—El agua es natural, Carter. Por eso se llama agua.
Pendeja.
Quería golpearme en la frente y después darme contra la mesa. Soy tan pero tan tonta que no me di cuenta ni lo que Pregunto. Quizá el hecho de mantener una conversación con Anderson no me doy cuenta ni de que mierda Pregunto.
—Ah si, cierto.
El se rascó su nuca, haciendo mover su cabello despeinado dejando de cubrir una pequeña parte de su cuello, y en ese instante me di cuenta de que tenía un tatuaje. Era la forma de un diamante, era pequeño. Contrabajo y se lo vi. Pero me pregunto porque un diamante. ¿Qué significado tendrá? Porque de las millones figuras, frases o cosas que pueden hacerse en un tatuaje, no de la nada eliges un diamante.
—¿Que? —Pregunto dándose cuenta de que lo observaba.
—Nada. —Respondí tratando de evitar sus preguntas. A pesar de que me moría por preguntarle sobre su tatuaje.
El suspiro. —Creo que ya ordene todo. Gracias.
Su sarcasmo y su cero ganas de hablar conmigo eran totalmente evidentes. Su mirada fría y tensa que me daba hacía que se me removiera el estómago. Pareciera como si me hicieran falta su sonrisa de siempre.
Quiera o no, debo disculparme. O no disculparme, pero creo que tengo que hablar con el. Porque el no se merecía que yo le dijera lo que me dijo. Soy consciente de que eso me hará realmente mal, pero ahora me siento como si me tuviera que disculpar, como si tuviera que sacar ese sentimiento de culpa a pesar de que no hice nada, sacar ese sentimiento de mi cuerpo.
—Noah...—Al pronunciar su nombre el me miró, encontrando sus ojos avellana con los míos. El estaba tenso, al igual que yo. —quiero hablar de...
—Ya volví del baño, Noah.
Alice Stuard se hizo presente, con su cara de mustia y su cabello rubio atado en una coleta alta. Usando un vestido descotado rosado y su bolso en la mano.
Acto seguido, se sentó junto a Noah y juntaron sus labios.
NOTA:
Jujujuju huelo a drama y celos???
Hola sin cerebros! Jeje espero que estén todos muy bien y les agradezco mucho sus comentarios diciendo que les gustaba la obra y exigiéndome capítulo jajajaja. Aclaro de una vez aquí que no pondré fecha de subida de capítulos, porque yo terminando de escribirlos los publico, así que no les queda que esperar jajaja. Aunque intento siempre apurarme para subirlos rápido.
¿Que crees que signifique el tatuaje de Noah?
Ya lo descubriréis, no te separes de Sanando el corazón si?
Les mando un besote a todos y un enrome saludo💗