Estábamos llegando a Francia, ya estaba agotado, nos hicieron entrenar antes de subir al avión, no nos dieron mucho tiempo para cambiarnos, parecía que el vuelo estaba forzado a esa hora y no se podía postponer un poco mas. París es una ciudad hermosa, creo que de las mejores del mundo, nunca había venido, por eso estoy asombrado y aquí se juega muy buen fútbol, estoy ansioso por llegar al primer campo de entrenamiento.
-Bonjour, continuez. - Por lo que se eso quiere decir "Buenos días, pasen adelante" pero me quede trabado y no supe como responderle al portero del hotel, solo le salude con la mano, espero que esta vez me toque un buen compañero de cuarto, la ultima vez me toco Thiago y no fue muy agradable, el siempre esta amargado y nunca respondía a lo que le decía, aunque a mi tampoco me guste hablar mucho.
-¡Austin! Tendrás de compañero de habitación a Nathan, apoyalo mucho porque es su primer año en el equipo.
-Esta bien entrenador, ven Nathan - En realidad este chico es muy extraño, no se si estará nervioso o esa es su personalidad, pero siempre anda callado o escondido.
Nos dejaron subir un momento a dejar nuestro equipaje en las habitaciones y luego volver, en todo ese trayecto Nathan no soltó ninguna palabra, y yo no trate de hacerle hablar. Cuando salíamos de la habitación para ir a un evento que nos tenían preparado:
-Austin, ya sabia que tu me tocarías de compañero de cuarto, por eso te obsequio esto - Me dijo y me regalo una pulsera con mi nombre.
-Gracias, me la colocare enseguida - Admitiré que fue algo extraño, ¿De donde pudo sacar una pulsera con mi nombre tan rápido? Pero lo deje pasar, no le di la mayor importancia, me coloque la pulsera y bajamos a reunirnos con todos para ir al evento.
Antes de salir del hotel, el entrenador nos reunió a todos y nos dijo:
Saldremos a la fiesta que se les hace a las selecciones participantes en este mundial juvenil, manténganse juntos, para volver a la misma hora.