¡Hola! Siento muchísimo haber tenido una semana sin tener noticias de SE pero entre que estaba resfriada y que tenía exámenes, no pude sacar tiempo para escribir. Hoy ya me he decidido y a pesar de que sigo un poco mal, he hecho el esfuerzo y actualizo.
He llegado a los 181 votos en el capítulo anterior, así que como ya os esperaréis, pido 180 votos para actualizar el siguiente, así también tendré más tiempo para escribir e iré más relajada. He leído muchos comentarios y me encanta que os involucréis en la historia, me hace sentir que estoy haciendo las cosas bien.
Como ya dije, tengo ask, el link está en mi perfil (no lo pongo aquí ya que no funcionan) podéis preguntarme lo que queráis, no muerdo (?
Un beso xx
KATH
-¿¡Pero quién cojones ha sido capaz de hacerle esto a mi coche!? –Escuché gritar a Jonh perdiendo los nervios. Caminé hacia él y le entregué la nota, la leyó y frunció el ceño- ¿Y qué quiere decir esto? –Preguntó.
-No lo sé, pero si descubrimos quien ha escrito esto, sabremos quién te ha roto el coche. –Podría hacerme una ligera idea de quien había sido pero realmente no quería aceptarlo, así que me engañé a mí misma para pensar lo contrario de lo que sabía.
-¿Ahora cómo voy a ir a trabajar? –Resopló llevándose las manos a la cabeza.
-Tranquilo, llamaré a mi madre y ella vendrá con un coche para llevarnos a ambos. –Él asintió y esperamos en silencio a que contestara la llamada- Mamá, tienes que venir a recogernos a un amigo y a mí porque su coche está roto.
-Tengo que arreglarme, dime dónde es y estaré allí en una hora. –Dijo con voz ronca. Eso me molestó, podría ser una tontería pero no podíamos esperar, por lo que le metí prisa.
-¡Mamá joder que Jonh llega tarde al trabajo y yo quiero volver a casa! ¿No puedes hacerte una puta coleta y ponerte un chándal y venir con un coche a recogernos? –Le grité. Ella se calló y yo le di la dirección antes de colgar.
-¿No crees que eres un poco dura con ella a veces? –Preguntó y lo miré levantando una ceja, incrédula.
-¿Me lo estás diciendo enserio o es una broma? –Él levantó las manos como si lo estuviera apuntando con un arma y se dispuso a hablar.
-Veo que no te haré cambiar de opinión en este tema así que mejor será que me calle. –Yo asentí y me di la vuelta para buscar algún sitio libre y así poder sentarme aunque fuera en el suelo.
Vi una silla de plástico y me dejé caer en ella. Revisé mi móvil por si tenía alguna novedad de alguien pero no era así. Al parecer nadie me quería molestar ahora y yo se lo agradecí a todos.
Mi madre tardó unos veinte minutos en llegar, tal y como le había gritado, iba informal; con unos vaqueros, una camiseta y el pelo recogido en una coleta alta. Subimos al coche, ambos montamos atrás, simplemente no quería estar a su lado todo el camino.
El trayecto fue silencioso e incómodo en mi opinión, dejamos a Jonh en la tienda y volvimos a casa. Me miraba las manos para evitar cualquier contacto visual con ella por el espejo.
-¿Puedo preguntarte una cosa? –Dijo y yo me encogí de hombros desviando la vista a la ventana. Sabía que pregunta iba a ser y no quería que la hiciera pero no podría pararla, así que no me quedaba más remedio que respondérsela- Ese chico y tú, ¿tenéis algo? Es muy guapo, no me importaría tenerlo de yerno, siempre y cuando no sea problemático. –No pude evitar reírme ante su conclusión, nunca se me pasaría por la cabeza salir con Jonh, es solo un amigo y ya, nada más.
-No te subas por las ramas, solo es un amigo. –Le contesté negando con la cabeza.
-¿Y qué hay del tal Harry? –Me puse tensa y apreté la mandíbula a la vez que me arrugaba el borde de la camiseta con las manos.
-Nada. –Solté sin ganas de hablar del tema.
-Entiendo. –Sentenció y no dijo nada más hasta que llegamos. Antes de quitarme el cinturón y de salir corriendo lejos de ella me dijo- Siento haberte preguntado por él. –Yo la miré por el espejo y asentí.
Abandoné el coche y caminé rápidamente hasta la casa, toqué al timbre y Ben me abrió, subí las escaleras esquivándole y me encerré en mi habitación. Me puse las manos en la cabeza apartándome el pelo de la cara y me deslicé por la pared hasta el suelo.
No tenía ganas de que me recordaran a Harry y menos ahora que estábamos tan mal. Hice una posición extraña para poder sacar el papel del bolsillo de mis pantalones. Lo volví a leer, estaba escrito a ordenador por lo que podría haberlo hecho cualquiera pero solo una persona tendría una razón, digamos lógica, para hacerlo.
Tenía que ser él, es que no me cabía en la cabeza otra persona capaz de romper el coche de Jonh sin motivo. Sabía que tenía que hablar con Harry de esto para saber qué narices le pasó. Estaba enfadada y asustada a la vez, no quería hacerlo porque me daba miedo escuchar de nuevo su voz.
Lo llamaría… pero después de… hacer algo. Todavía no sabía el qué pero algo se me ocurriría para evitar esa situación. Las cosas estaban tirantes entre nosotros y nos íbamos a decir de todo a la cara. Realmente no quería verlo en persona, sería muy raro porque yo todavía sentía cosas por él, aunque no quisiera admitirlo, y no quería parecer débil delante de él.
Saqué el móvil de nuevo y marqué su número, ¿qué mierda te pasa Kath? ¿No estabas diciendo que no querías llamarlo? ¿Por qué lo haces entonces? ¡Cuelga! ¡Cuelga ya! Antes de que contestara terminé la llamada.
Golpeé mi cabeza contra la puerta por lo tonta que había sido, no entiendo por qué lo había hecho, había sido un acto impulsivo. El teléfono empezó a sonar y lo tiré asustada, me estaba comportando como una patética imbécil y quería meter la cabeza bajo tierra.
No paró de sonar hasta que se cortó, fui hacia él y lo miré con cuidado sin tocarlo. Era una llamada perdida de Harry, mierda, mierda, mierda. Me estiré del pelo mientras me mordía el labio.
Comenzó a sonar de nuevo y lo miré, suspiré y contesté. No sabía que decirle, esto era muy extraño y bastante doloroso. Me arme de valor y antes de que pudiera soltar alguna palabra por su boca, hablé yo.
-¿Por qué cojones le has hecho eso al coche de Jonh eh? –Dije lo más firme que pude.
-¿Qué? –Preguntó, mierda, se me apretó el corazón al escuchar su voz.
HARRY –La noche anterior-
Llamé a Liam porque sé que él tendría bates de beisbol o algo resistente para lo que tenía pensado hacer, sé que podría ser muy infantil por mi parte pero estaba celoso, joder muy celoso de Jonh. Al segundo pitido contestó.
-¿Qué coño quieres ahora? Es tarde y estaba durmiendo. –Dijo con voz ronca, se aclaró la garganta y hablé.
-¿Quieres pasártelo bien durante un rato? –Le pregunté.
-¿En qué sentido va eso? –Pensé en cómo había formulado la frase y me reí.
-No es eso, me refiero a que si te apetece venir conmigo a romper un coche. –Le solté, hubo un pequeño silencio, se lo estaba pensando o puede que se hubiera quedado dormido de nuevo- Liam, ¿estás? –Le llamé.
-Sí, sí, sigo aquí, me estaba poniendo los vaqueros. ¿Dónde nos vemos y qué llevo? –Sonreí maliciosamente y le dije que trajera lo más duro que tuviera, se rió pero me hico caso. Monté en mi coche y fui a donde habíamos quedado.
Llegué pronto y lo esperé, suponía que él llegaría a pie y por eso estaba tardando tanto así que no le di importancia. Después de un rato, a lo lejos distinguí su silueta. Iba cargado con una bolsa al hombro.
Llegó hasta mí y me chocó la mano.
-Quiero saber por qué vamos a destrozar un coche, no sé, tengo curiosidad. –Confesó encogiéndose de hombros.
-Sonará obsesivo o algo, me da igual, la cuestión es que un tío está con mi novi… ex novia y no me gusta eso, así que vamos a darle un pequeño aviso. –Asentí convencido y él lo pensó por un momento.
-Me parece bien. –Montamos en mi coche y conduje hasta donde recordaba que estaba la casa del muy listo de Jonh. Al llegar, la música estaba tan alta que se escuchaba desde el exterior. Miré por las ventanas de pasada para comprobar que era ésta y, al ver su melena, aunque ahora fuera blanca, sabía que era la casa correcta.
Le hice a Liam una señal para que viniera y le indiqué a la chica.
-¿Ella es Kath? –Preguntó y yo asentí. Durante el trayecto le había contado un poco sobre ella y se había quedado alucinado- Es muy guapa pero las prefiero sobrias. –Dijo encogiéndose de hombros. Me fijé bien y la vi tambalearse, estaba borracha como una cuba.
Fruncí el ceño y apreté las manos porque estaba enfadado. No sabía justamente la razón de mi enfado pero simplemente lo estaba.
Caminamos con cuidado hasta su coche y lo miré, sonreí porque el mío era mil veces mejor. Liam me pasó un bate y él sacó de la bolsa una palanca de metal. No sabía de donde conseguía todo esto pero era genial tener contactos como él.
Ambos levantamos nuestras armas y nos dispusimos a atacar. Yo di la salida. Tenían la música tan alta que ni se darían cuenta del ruido, todo iba como esperaba.
-Uno, dos, tres. –Dije y empezamos a romper los cristales, a pinchar las ruedas y a aboyar el capó y las puertas.
Cuando terminamos me apoyé en el bate exhausto. Me pasé la mano por la frente y solté un suspiro. Había quedado hecho una mierda. Saqué de mi bolsillo una nota que tenía preparada para cualquier ocasión que se me presentara, la usaría para dejar una firma anónima.
Caminé hasta Liam y le choqué la mano antes de volver al coche.
-Gracias por ayudarme, no sé con qué lo habría hecho sin tu ayuda. –Giré la cabeza por un segundo para mirarle.
-No hay de qué, siempre es divertido romper cosas antes de que salga el sol.