El sonido proveniente de un celular hizo que me despertara.
Gruñi y sali de la cama para perseguir el sonido de esa porqueria que venia de la cocina.
-Hola cariño.-La voz de James me dejo helada. Mordi mi labio y espie por el pasillo.-No.. Okey, a las 8?.. Si.. Siempre te ves bella..-Sonrió.-Adios, yo a ti.
Comence a caminar lentamente hacia atras y la madera hizo ruido.
Mierda.
-Ya puedes salir Oriana.-Dijo secamente.-Tu cabeza se ve a kilometros.
-Solo venia por un vaso de agua.-Rodee los ojos y fui a la heladera.-Con quien hablabas?.-Hable con mi mejor aire despreocupado.
-Una amiga.-Se apoyó en la mesada y me miró.
-Amiga se le dice ahora.-Susurre y apreté mis dientes.
-Como digas.-Rodo los ojos y beso mi frente.-Descansa.
-Y tu.-Hice una mueca al verlo irse por la puerta del pasillo.
No se que esperaba, separarme y que él este a mi disposición luego de la noche en el restauran?.
Claramente iba a averiguar con quien coños hablaba.
Me meti nuevamente a la cama y deje de maquinarme la cabeza por algo que no tenia que importarme.
Pero si me importaba.
Mierda.
-CAMPAMENTO!!.-Gritó Han cuando entre en el comedor refregando mis ojos.
-Pero que?.-Bufé.-Acabamos de llegar a casa
Nos habiamos levantado super temprano para poder volver a casa, no me van a sacar de aqui ni de coña.
-Ella tiene mucha razón.-Dijo James apoyado en la barra.
-Si lo se.-Rode los ojos y mire a mi amiga.
-Bien, iré con Paul.-Nos señalo con un dedo a mi y a James.-Les toca cuidar la casa una semana.
La estaba matando y amando internamente.
Pero hazte la dificil mensa.
-Ni lo sueñes.-Le lance la mejor cara de odio.
-Te mueres por quedarte con él.-Susurro abrazandome.
-No tengo problema.-Dijo James que se encogia de hombros.
Que podria salir mal?.
-Nosotros ya nos vamos.-Apareció mi padre desde el patio trasero.-Pasenla lindo.-Besó mi frente y luego saludo a James, al que le susurro algo en el oido y comenzaron a reirse.
Han ya estaba en el auto lista y apresurada por dejarnos a solas.
Cuando la puerta se cerro detras de mi padre espere atenta a que James se me acercara y no lo se.. Me mirara a los labios y luego.. Luego..
-Oye..-La mano de James paseaba delante de mi cara.-Tierra llamando a Oriana.
-Oh si..-Dije distraida.
-Llego tarde a un lugar, pero.. Creo que llego a la cena.-Beso mi hombro y paso corriendo a la escaleras.
Me encogi de hombros y agarre una llave para poder ir al super, faltaban tantas cosas en esta casa.
Por suerte al llegar al super no estaba nada lleno y pude buscar mis cosas en paz.
Pase la mercaderia y volvi a casa, feliz y satisfecha.
El auto de James aún estaba aparcado en la entrada y me extrañe.
Abri la puerta en silencio y entre.
Venian sonidos de la planta alta, asi que deje mis bolsas en la mesa y comence a subir las escaleras, pero al llegar al cuarto escalon me di cuenta de que sonidos eran.
¿Gemidos?!.
Al levantar la cabeza me encontre con un par de ojos.
-Oriana?.-Me hablaba James de arriba, pero estaba tan confundida.-Crei que habias salido.
-Yo, acabo de ent..
-James?.-Una voz de ¨zorra perfecta¨ aparecio detras de el interrumpiendome.
Él me miro, disculpandose con la mirada, pero sabia lo que sentia dentro de mi.
Todo se habia ido por la borda.
Las lagrimas comenzaron a caer y comencé a sollozar como si fuera una niña de cinco años a la cual le habian sacado su dulce favorito.
-Oriana..-Susurro y bajo los escalones corriendo.-No es lo que parece.-Me agarro los brazos y el perfume de perra barata llego a mis fosas.
-Que es lo que no parece?.-Sorbí mis mocos y me senti estupida por estar llorando por alguien que ya conocia perfectamente.-Debi saberlo, me lo hiciste una vez.-Negue con la cabeza.-Las personas jamas cambian.-Grite mas de la cuenta.
-De que hablas?.-Su expresión cambió a furia.-Tu te vas, te alejas años sin señales, te comprometes, vienes y.. y.. Pretendes que este a tus pies mientras me ves la cara de idiota?.-Me soltó bruzcamente.-No pensaba que estaba obligado a esperarte, mientras me abstenía a estar con otras mujeres.
-No es lo que quise decir.-Solté avergonzada al saber que él tenia razón.
-Pero es lo que se entendió.-Suavizo la voz y me agarro la cara.-Ve a la cocina, hare que se vaya, empieza la cena y esperame ahi.-Beso mi entrecejo y corrió escaleras arriba.
Acenti y camine a la cocina.
JAMES
Bese su frente y corrí a buscar a Raquel.
Entre a la habitación y la encontré tirada en la cama completamente desnuda.
-No quiero sonar grosero, pero.. Necesito que te vayas.-Me encogí de hombros y entre a la ducha.
A los minutos salí y ella se encontraba preparada para irse.
-Es linda?.-Su pregunta me tomo por sorpresa.-La chica, ya sabes..
-Si, lo es.-Sonreí al pensar en Oriana.
Raquel beso mis labios y me sonrió al salir de la puerta.
Bajamos juntos y la despedí en la puerta principal.
-Cuidala, al menos a ella.-Me abrazó y luego se fue levantando la mano para poder retener un taxi.
Cerré la puerta y me encamine a la cocina, la cual se encontraba con un increíble aroma a vegetales y mostaza.
Sonreí al ver a Oriana con un pequeño delantal rosa y preparando la carne para meterla al horno.
-Creo que esta es mi imagen favorita.-Dije con toda la verdad del mundo.-Te ves tan hermosa.
-Acabas de echar a una prostituta.-Rodo los ojos.-No tienes derecho a decir esas cosas.
-Si lo tengo.-La abrace por la espalda y bese su hombro descubierto.
Queria aprovechar esta noche para poder arreglar nuestra situación.
Sin histeria, sin nada. Solo nosotros.
-Perdoname.-Cerre los ojos y me apoye en ella.-De verdad, lo siento tanto.
-No.-Se giro y quedamos a centímetros.-Tienes derecho, todo lo que me haz dicho es cierto.
Me miro con una expresión sincera y quise comermela a besos, cada centímetro de su piel. Me volvia loco.
-Tengamos una cena en paz.-Dijo y me sonrio.-Dejame terminar con esto y ayudame a ordenar los platos en la mesa.
Le di un casto beso en los labios sorprendiendola y comencé a hacer lo que ella me pidió.
Creo que sera una noche diferente y exquisita.