[+18] I CAN'T LIE - Adrinette...

By Bugginette_7u7

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¿Qué pasaría si quisieras mentir pero no pudieras?¿Y si tu mayor secreto fuera desvelado sin poder evitarlo? ... More

PRÓLOGO
1. ¿POR QUÉ?
2. ¿CÓMO TE LLAMAS?
3. RENUNCIO
4. MALPENSADO
5. LA CURIOSIDAD
6. NO PUEDO EVITARLO
7. GATO MUERTO
8. DISPUTA
9. CELOS
10. ELLA ES MÍA
11. PERVERTIDO MANIPULADOR
12. RESENTIMIENTO
13. ENAMORADO
14. DE VUELTA
16. CATACLISMO
17. CINCUENTA SOMBRAS
18. ¿RECONCILIACIÓN?
19. HABLEMOS
20. UN DESCUIDO
21. ALGO EMBARAZOSO
22. ¿QUÉ HACER CUANDO ESTÁS ESPERANDO?
23. LA PRUEBA
24. MALENTENDIDO
25. NO MÁS MENTIRAS

15. NO ES DIVERTIDO

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By Bugginette_7u7

Marinette estaba tratando de mantenerse firme, con sus piernas temblando al perderse en las hipnotizantes esmeraldas de su apuesto compañero, mientras él la tenía acorralada en aquel robusto árbol.

- ¿Sabes qué eres preciosa, princesa? - enredó un dedo en uno de sus mechones, contemplándola expectante-
- N-no.

Dejó que sus manos se perdieran por la cintura de la azabache, atrayéndola a sus caderas con una respiración turbia, titubeando al acercar sus labios a los de ella.

- Pues lo eres. - lamió la comisura de sus labios como si de un minino se tratara- y me encantas.

Gracias, Dios. Si esto es un sueño, no quiero despertar.

- ¿Por qué estás tan callada?
- Estaba dando gracias al Señor.

Estupendo, ahora debe de pensar que vas para monja.

- ¿Y puedo saber por qué das las gracias?
- Porqué te gusto. - sus mejillas se tornaron de un intenso color carmesí, haciendo que él sonriera con lascivia- no pongas esa cara, me pones nerviosa.

Nota mental, pon siempre esta cara.

- ¡A-adrien! ¡Déjalo ya!
- Lo siento, es que me gusta provocarte.
- Entonces lo estás haciendo adrede.
- Por supuesto que sí. - ella infló los mofletes, mostrándose disconforme- es lo que hay.
- Con que esas tenemos.

Una sonrisa juguetona se dibujó en los labios de la joven de ojos zarcos, esculpiendo una expresión de incertidumbre en el varón, quien al no saber qué era lo que pasaba por la cabeza de su compañera, arqueó ambas cejas curioso.

Marinette respiró hondamente, animándose a tomar las riendas de la situación al agarrarse a su cuello, atrayéndolo de un impulso a sus labios para besarlo con fiereza, acto que desconcertó al modelo.

Al principio, no sabía como corresponderla, pero al ver como ella se entregaba deseosa, la arrimó a su cuerpo, dejándose colocar de espaldas al árbol con ella siendo quien guiara el compás de sus lenguas y caricias pecaminosas.

- Mari-nette...
- Adrien... - suspiró con anhelo, capturando las manos del chico para deslizarlas hasta sus glúteos- ¿M-me deseas?

Pese a estar sonrojada a más no poder y con los nervios a flor de piel, estaba dispuesta a no quedarse atrás, sacando ventaja de la cruz que compartían de no poder mentir, tragando grueso al apegarse más al torso del ojiverde, que la miraba con creciente interés.

- Más que a nadie en el mundo.
- Y... - reposó la palma en el centro de su tráquea, adhiriendo sus zafiros a las gemas del joven- ¿Hay algo qué quieras hacer?
- Muchas cosas.

Y en todas ellas estás desnuda.

- ¿C-cómo cuáles?

Se humedeció los labios, con las manos temblorosas al deslizarse por el perfecto torso del rubio, deteniéndose en el borde de sus pantalones con la vista fija en los dedos que se inmiscuían por su cinturón.

- Ahora mismo me gustaría hacerte de todo.
- ¿Y qué es de todo?
- Para empezar... - la tomó de la barbilla, mirándola directamente a los ojos con lujuria- ... me gustaría quitarte la ropa para poder ver tu perfecto cuerpo.
- ¿Y... qué más?

Contrólate, Marinette. Tú puedes.

Su pulso se había descarrilado a un ritmo frenético, notando el aliento del chico acariciando sus labios, rozándolos mientras él estrujaba una de sus nachas provocativamente.

- Llevarte a la cama y follarte hasta hacerte perder el sentido.

Muy bien, Adrien. Más específico no podías ser.

Marinette sintió como su intimidad se resentía por las palabras de su compañero, humedeciéndose con un leve hormigueo reclamando porque la satisficieran.

Sus ojos escudriñaron el perfecto y entonces perverso rostro del joven Agreste, deleitándose de la traviesa expresión que se apreciaba en sus sensuales rasgos, ansiando que la tomara entre sus brazos y cumpliera con su osado cometido.

- ¿En tu casa o en la mía?

Adrien abrió los ojos desmesuradamente, mirándola de hito en hito, sin perder detalle de su apariencia tierna mancillada por un deje de perversión, que intentaba camuflar con el tímido sonrojo de su rostro.

- La mía.

El varón sujetó firmemente la mano de la euroasiática, tirando de ella fuera del parque a un paso apresurado e impaciente, sin prestar atención a la gente que los rodeaba.

- ¿En verdad vamos a... ya sabes? - cuestionó la chica algo cohibida-
- Tú no lo sé, pero yo estoy dispuesto a hacerte gritar hasta que bajen los mismísimos dioses del Olimpo. - ladeó la cabeza, regalándole una sonrisa ladina- ¿responde eso a tu pregunta, bichito?
- S-sí.

Y ahora siento que hablé demasiado rápido.

- Haces mala cara... - notó a la vez que aminoraba el paso- ¿Ocurre algo?
- Sí.

Por favor, que no me pregunte.

- ¿Qué te pasa? ¿Qué es lo que te preocupa?

Auch. Mejor no te molestes en desear nada, si sabes que la suerte no está de tu parte.

- Tengo miedo de que eso no quepa o me haga daño.
- ¿Cuándo dices eso te refieres a mi...?
- S-sí, sí. No hace falta que lo digas.

Sus labios se curvaron en una sonrisa socarrona, acogiéndola entre sus brazos en un espontáneo abrazo en medio de la acera, provocando que ella se tensara por el repentino acercamiento y la lascivia que destilaban sus esmeraldas.

- ¿Q-qué haces?
- Abrazarte

Y ponerla más nerviosa de lo que ya está. Irás al infierno, Agreste.

- Pu-pues deja de hacerlo, me estás poniendo más nerviosa.
- Relájate, bichito. - comentó, tratando también de convencerla- no muerdo, solo soy un dulce gatito.
- ¿Dulce? ¿O pervertido?
- Puedo ser todo lo que tú quieras que sea.

Varias personas pasaban por su lado, algunos no pudiendo evitar volver la vista a la pareja, que tan acaramelada se abrazaba ajena al resto.

- Adrien, nos están mirando. - musitó avergonzada al sentirse tan expuesta-
- Qué excitante.
- ¿Pe-pero qué dices? Es vergonzoso.

Adrien se separó ligeramente de ella, dejando que recuperara la respiración y la compostura, posando la vista en su silueta mientras ella se acomodaba la ropa y lo observaba recelosa.

- ¿Y ahora qué es lo que pasa por tu retorcida mente de gato pervertido?
- Que verte así de nerviosa hace que aún te desee más.

Él hizo ademán de volver a aproximarse, con sus manos dirigiéndose de nuevo a las de la muchacha con una actitud desinhibida.

- ¿Marinette?

El rubio se detuvo al escuchar la voz de un tercer integrante a sus espaldas, girándose lentamente para ver de quién se trataba.

La madre que lo parió. Otra vez éste no.

- ¿Luka? - saludó la pelinegra en un hilo de voz, viendo como el chico se acercaba a ambos, ignorando a su acompañante- ¿Qué haces tú aquí?

Jorobar mi existencia, obviamente.

- Iba al instituto. - respondió apaciblemente- ¿Y tú?
- Iba a casa de Adrien.

El de cabellos de ébano se decidió en echar un vistazo despectivo al modelo, con las manos en los bolsillos al contemplarlo con molestia.

- ¿No tenéis que ir a clase?

¿Y tú no tienes a alguien más a quién joderle el día?

- Sí, pero hemos decidido saltárnoslas. - contestó el de iris verdes de forma tajante- ¿Algún problema?
- No. - se encogió de hombros con parsimonia- solo era curiosidad.

Yo creo que, más bien, son ganas de sacarme de quicio.

Luka apenas se dejó intimidar por el pose amenazador del rubio, ignorándolo al desviar su atención hacia la franco-china.

- Espero que podamos retomar lo de ayer. - recalcó con toda intención de molestar a su rival- aquel gato callejero interrumpió nuestra cita.
- Oh...

Como me vuelva a llamar gato callejero, lo meto en la lavadora y lo tiendo bocabajo.

Marinette alternó su vista del muchacho de cabellera oscura al modelo, con un nudo en el estómago que le ocasionaba la ansiedad de verlos tan confrontados entre sí.

- P-pues... esto...
- No creo que vaya a poder ser. - soltó el ojiverde, tomándola del hombro y acercándola a su torso de forma posesiva-
- ¿Acaso te llamas Marinette? No hablaba contigo.

Cárgatelo. Nadie lo echaría en falta, solo hazlo.

- Luka, yo... - titubeó con su corazón atolondrando sus oídos- ... te digo algo, vale?
- Claro, Princesa.

Adrien sintió como le hervía la sangre, sin comprender porqué su dama de mirada azul cielo no lo había largado como el idiota que era, maldiciendo a los cielos por la desfachatez del varón al marcharse con una sonrisa triunfal en sus labios.

Tan pronto como volvieron a quedarse a solas, la chica exhaló sosegada, notando como su compañero se alejaba de ella paulatinamente, desconcertándola.

- ¿Adrien? - el susodicho no dijo nada, cruzándose de brazos- ¿Qué pasa?
- Ah, tú sabrás. - la miró por el rabillo del ojo con reproche- no soy yo quien anda jugando a dos bandas.
- ¿A qué te refieres?
- ¿Qué a qué me refiero? - la encaró controlando el tono de voz- no le has dado calabazas al Luke ése.
- Es Luka.

Eso, tú mete más leña al fuego.

- ¿Es eso? ¿Estás celoso?

No, mira, estoy así por amor al arte.

- ¡Pues claro! - vociferó colérico- encima dejas que te llame Princesa, cuando solo yo puedo llamarte así.

Incomprensiblemente, la adolescente no pudo más que estallar entre risas al ver el berrinche del rubio, haciendo que él endureciera más sus facciones.

- ¿Qué es lo que te hace tanta gracia?
- Que nunca pensé que te vería tan celoso, y menos por mí.
- ¿Y te parece divertido?
- Hombre, un poco sí. - se apartó una de las lágrimas que se habían escapado de sus orbes- Perdona, perdona.

Fuera de todo pronóstico, Adrien no podía hacer como si nada, aún acentuándose más su enojo por los acontecimientos previos.

- ¿Sabes qué? Creo que me voy a ir al instituto.
- ¿C-cómo?
- Lo que oyes. - se colocó bien la mochila sobre sus hombros- de repente, no me apetece saltarme las clases.
- ¿Estás de broma, no?
- No.

Vale, está bien cabreado.

- ¿Y toda esta escena es por no haber dado plantón a Luka?
- Sí.
- Estás exagerando. - se frotó la sien, tratando de aclarar su mente- ¿Te das cuenta de que estás actuando como a un niño pequeño?
- No.
- ¿Te volviste monosílabo que no sabes decir nada más?
- No, pero no tengo ganas de hablar.

Marinette hizo un mohín, poniendo ojitos y tratando de darle pena al chico, quien al ver sus intenciones de disuadirlo, se obligó a mantenerse firme.

- No me mires así. - ella insistió con una mirada suplicante, inclinándose hacia su rostro- Marinette...
- Per-do-ná-me.

Se abrazó a su cintura con anhelo, refregando sus mejillas en el torso del modelo, agazapándose a su cuerpo de forma provocativa.

- No te enfades, gatito. - alzó su vista al cielo, reflejándose en sus esmeraldas- tú eres el único para mí.

Sí, ahora lo veo claro. Los hombres somos el sexo débil.

- ¿Era a mi casa, cierto?

××××

CHAAAAAN!! Regalo de Navidad?🤣🤣
Bueno, como dije, intentaría poder tener capítulo y... lo tengo! Y... volví a cortarlo mauajajaja
Lo siento, tuve que usar a Luka de nuevo, espero no me queráis matar como Adrien a Mari🙈🙈🙈 ahora... qué piensan que pueda pasar? 🙄🙄 yo no digo nada🙄🙄

En fin, solo me queda desearos un Feliz Navidad!!!! Y nos vamos leyendo😍

Un besooo😗

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