La luz del sol daba directo a mi rostro haciéndome despertar. Apreté los párpados a causa de la molestia que me daba el amanecer. Sentí una mirada sobre mí y abrí los ojos lentamente. Niall estaba ahí, totalmente despierto pero aún recostado, plasmando toda su atención sobre mí.
-¿Cuánto tiempo llevas observándome? - Reí
-Un rato. -Dijo encogiéndose de hombros. -¿No vas a gritar?
Fruncí el ceño en señal de que no entendía.
-La noche pasada gritaste como loca porque creíste que nos habíamos acostado, y... esta sí pasó. -Dijo divertido
-Oh cállate. -Dije mientras me avalanzaba sobre él y reíamos.
Comencé a llenarlo de besos por toda la cara y él me tomó de la cintura, apretaba sus ojos y sonreía a causa de mis mimos.
-Wowowo. -Rió y me separé sólo unos centímetros. -Creo que deberíamos hacerlo cada noche para que todas las mañanas me recibas así. -Hizo a un lado mi cabello y me plantó un beso en los labios.
-Sólo estoy feliz por el simple hecho de amanecer a tu lado. -Ahora yo lo besé. -Pero... tu oferta es muy tentadora.
-Sólo tienes que aceptar el trato. -Respondió pícaramente, lo cuál me hizo reír.
-Te adoro. -Le dije con una sonrisa.
-Yo también. -Puso sus manos en mi nuca y me atrajo para fundirnos en un tierno y largo beso.
-Oye preciosa, alístate porque hoy vamos a salir.
-¿Qué? ¿A dónde?
-Es sorpresa, llevo días planeándolo. -Dijo orgulloso y solté una risita, era mi novio era muy tierno.
-¿A qué hora será?
-Saldremos de aquí a las 5pm.
-Son las 10am, aún tenemos tiempo. Vamos a desayunar. -Dije mientras bajaba de su cuerpo.
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Ya me había bañado y aún no sabía qué ponerme, Niall no quiso darme pistas del lugar así que no sabía si vestir formal, de fiesta, casual... Al final elegí algo casual pero muy chic. Me pondría un gorro y un cubrebocas para fingir que tenía gripa y así nadie podría ver mi rostro.
-Ya estoy lista. -Dije en la entrada de la habitación de Niall, él iba casual también, pero con su estilo único, vistiendo colores cálidos como lo había hecho últimamente.
-Mmm qué sexy. -Me sonrojé. - Basta, ahora me das ternura.
Reí tímidamente y fui a abrazarlo.
-Tu te ves muy guapo.
-Hoy andas muy cariñosa Miranda, en serio. ¿Acaso hiciste algo malo? - Entrecerró los ojos como si sospechara algo.
-Claro que no Niall. -Lo golpeé juguetonamente en el estómago.
Comencé a ponerme el cubrebocas pero Niall me detuvo.
-Oh no, no usarás eso.
-No quiero usar bufanda.
-No lo necesitas, tengo algo mejor. -Fue a su armario y comenzó a buscar algo en un cajón. Luego sacó una peluca de cabello largo, lacio y rojizo.
-Toma. -La lanzó a la cama.
-¿Niall James Horan por qué tienes esto entre tus cosas? -Mencioné con un tono asustado.
-No quieres saber. -Rodé los ojos divertida, ese chico estaba medio loco.
Me la puse y encima coloqué mi gorro, ambos estábamos frente al espejo sólo dando pequeños retoques a nuestros outfits.
-Ahora te ves más ardiente.
-Niall, yo ando de cariñosa y tú andas de caliente. -Dije con ironía mientras reía.
-Ya sé, mañana me te toca ser la caliente y yo el cariñoso.
-Eres un tonto. -Solté una carcajada. -Ya vámonos, ya quiero ver tu sorpresa. -Dije haciendo un puchero.
-Esta bien, ya vámonos preciosa. Te encantará.
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Llegamos al lugar, minutos antes Niall m hizo vendar los ojos.
Al entrar pude escuchar mucho movimiento, dejamos de caminar varias veces, escuchaba que lo saludaban muy felices, y de repente me pasó un listón por la cabeza, algo colgaba en mi pecho, lo toqué y era como un gafete o credencial.
Niall golpeó suavemente una puerta.
-Hey, ¿podemos pasar?
-Claro. -Se escuchó al otro lado. No podía ser posible, esa voz rasposa era inconfundible. Mis nervios aumentaron.
Escuché como cerraron la puerta, Niall aún no soltaba mi mano.
-Ya puedes mirar, linda. -Dijo esa voz suavemente.
Bajé lentamente la venda y estaba ahí, con sus manos entrelazadas, esperando mi reacción.
Miré a Niall, quién seguía de la mano conmigo, me sonrió y con dedo pulgar hacía círculos sobre mis nudillos.
-Harry. -Dije en voz baja.
-Hola hermosa. -Extendió su brazo hacia mí.
Me solté de Niall y fui a abrazar a Harry, aún un poco insegura, estaba realmente sorprendida. Harry lo percibió y me abrazó más fuerte, me adentré en el momento, todo lo que decían en internet era cierto, sus abrazos eran acogedores y te brindaba seguridad.
-¿Cómo estás? -Rompió el abrazo para mirarme.
-E... excelente. -Sonreí algo tímida.
Volteé a ver a mi novio, se veía feliz.
-Gracias Niall. - Lo abracé. -Eres el mejor novio del universo.
-Con los mejores amigos del universo. -Continuó Harry y todos reímos.
Estuvimos más de una hora en el camerino con Harry, Niall ya le había contado la historia de cómo llegué a su vida y en ese rato sólo nos conocimos y bromeamos. Harry era muy sencillo y tranquilo, los nervios desaparecieron en unos segundos y sentí que ya lo conocía de hace años, bueno... en teoría era cierto, en práctica no jaja.
Faltaban 5 minutos para que comenzara el concierto, yo estaba en primera fila y Niall en el balcón con unos amigos. No debían vernos juntos, a él sí, a mi no.
La verdad no sabía cómo actuar, por fin estaba en primera fila del concierto de uno de mis artistas favoritos y mi novio podría verme volviéndome loca, no sería problema si fuera cualquier artista, pero era uno de sus mejores amigos, oh y Harry podría verme, hace unos minutos actué casi normal y aquí estaría muriendo, qué vergüenza.
Decidí disfrutarlo a mi manera, ambos ya sabían que era Directioner ¿no?
Las luces se apagaron y el telón se abrió.
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El concierto ya había terminado, fue increíble, me divertí como nunca. Nos despedimos de Harry y salimos al estacionamiento.
El lugar estaba desierto, pero en un momento cientos de flashes bloquearon mi vista, Niall me tomó de la mano y comenzamos a correr. Con mi mano libre traté de cubrir mi rostro, agaché la cabeza y sólo me dejé guiar por Niall.
"¿Quién es ella?" "¿Nueva novia?" "Dedícanos unas palabras" "¿Habrá reunión de One Direction?"
Eran sólo algunas de las preguntas que los paparazzis lanzaban.
Llegamos a la camioneta, y aún cuando Niall estaba arrancando, tomaban fotos y golpeaban las ventanas.
Finalmente llegamos a la casa, en todo el camino no salió una sola palabra de nuestra boca. No quería ni verlo a la cara.
Me quité el gorro y la peluca y volteé a ver a Niall, estaba dejando su chaqueta en el sofá.
-Niall... lo siento. -Comencé a llorar. -Perdóname por favor.
-¿Qué? Miranda ¿Por qué me pides perdón?
-Pu-pues porque sólo vine a traerte problemas, ahora tienes que mantenerme, cuidar que nadie sepa de mi existencia y... y... esto saldrá en todas las noticias, yo...
-A ver, Miranda mírame. -Se acerco a mí y tomó mi barbilla. -Fuiste un regalo para mí, soy el hombre más feliz contigo, no tienes por qué pensar esas cosas, yo te amo ¿está bien? -Me envolvió en sus brazos y comenzó a acariciar mi espalda, tratando de calmarme.
Me recargué en su pecho y poco a poco las lágrimas dejaron de salir.
Niall no me soltaba, nos movía suavemente de un lado a otro, como si estuviera arruyando a un bebé.
Me separé un poco de él limpiando mis mejillas y él me dejó un fraternal beso en la frente.
-No te preocupes por nada, preciosa. Arreglaré lo que pasó hoy. -Asentí con una media sonrisa. -Vamos a la cama bebé.
Se agachó y me tomó en sus brazos, como si fuéramos recién casados.
Escondí mi rostro en su cuello y lo abracé fuertemente.
-Te quiero, Niall.