Desde la entrada a la cocina puedo verlo, jugando con Makkachin y cómodamente instalado en el suelo de mi sala porque sus ropas se encuentran mojadas. Siento mi corazón arder por el miedo y desesperación que me provoca el futuro. Un futuro que siempre es incierto, indeciso y que cambia constantemente dependiendo de hacia dónde corre el viento.
En mis manos sostengo un par de toallas que le he prometido llevar, pero mis piernas se han congelado en medio del camino, inertes por el pánico de lo que fuera a pasar a partir de ese momento. Yuuri se ha convertido técnicamente en mi todo, sin saber en qué momento.
Enamorarse, definitivamente, es el acto final de la cordura y el primer paso hacia la demencia.
Yuuri ríe cuando Makkachin lame sus mejillas, Yuuri lanza dulces palabras a mi mascota cuando éste se deja acariciar. Yuuri me vuelve a enamorar cuando nota mi presencia y me sonríe tan perfectamente. Y mi corazón una vez más late entre el terror y la angustia.
-Gracias por tu hospitalidad, Viktor—Dice mientras camina hacia mí con la clara intención de conseguir su toalla—Y lamento si fui abusivo anteriormente. Auto-invitándome a tu casa cuando quizás tenías algo que hacer.
-No, la verdad es que no tenía mucho que hacer hoy—Comento extendiendo la toalla. Su mano roza con la mía hace que sea imposible olvidar el primer roce que tuvimos aquella ocasión, cuando su dedo acarició la palma de mi mano inconscientemente. También es imposible dejar de temblar por el recuerdo y todo lo que me provoca tenerlo frente a mí—Y-yo, si quieres puedo hacer algo de beber, un chocolate caliente o quizás...
-Si no te molesta, puedo hacerlo yo. Te veo temblar, debes morir de frío ¿Por qué no te cambias de ropa mientras yo hago algo de beber?
Basta, no soporto su cariño, sus detalles. No quiero falsas esperanzas, no quiero en este momento su cariño si no sabe lo que siento por él.
-Estoy bien así. De hecho, hay algo de lo que quiero conversar contigo.
De repente parece saber a lo que me refiero, tan rápidamente sus facciones cambian a unas de seriedad completa que me aterra. Asiente y me indica que podemos continuar en la sala.
Lleva la toalla en sus hombros y la mía a duras penas consigo sostenerla con mis manos. Me adelanta unos cuantos pasos y se sienta en el suelo, cerca de la gran puerta cristalizada que da paso al balcón de la sala. Afuera llueve y sus gotas chocando contra el asfalto provocan un sonido seco que se cuela al interior de la casa.
Le sigo el paso y me siento a su lado. En un acto cualquiera Yuuri toma la toalla de mis manos y seca mi mejilla derecha a la vez que remueve sus cabellos con su propia toalla.
Fuerzo mis labios para que formen una sonrisa, pero la siento temblorosa y tan falsa que Yuuri lo nota y sonríe más abiertamente.
-Estás algo inquieto, Viktor ¿Sucede algo malo?— Quiero alejar su mano, pero siento que al hacerlo perderé parte de mi corazón. Esto de estar enamorado duele más de lo que todos piensan, quema más que cualquier sentimiento. No creí que mi deseo costaría lágrimas ni que enamorarse fuera tan pesado—¿Viktor?
Tomé aire con fuerza, la mano de Yuuri decayó a su pierna y su mirada se posó seria en mí. Era ahora o nunca, si quería que algo por fin salga bien debía hacerlo con todo el coraje y la fuerza de voluntad que mi alma pudiera entregar. Un hombre es firme, un hombre no titubea.
-Yuuri, hay algo que he querido decirte desde hace un tiempo—Me acomodé frente suyo procurando dar la mirada más estricta y seria que consiguiera hacer—Yuuri, yo estoy...
- ¡Espera!
Su mano se plantó justo frente a mí, me sorprendió el repentino grito que lanzó y la desesperación con la que movía su mano de un lado hacia el otro. Lo miré confundido y algo contrariado. Él estaba sonrojado hasta las orejas, y cubría su rostro con la mano que no trataba de alejarme, también lo vi nervioso y tropezaba torpemente con las palabras al momento de hablar.
- ¿Yuuri?
-No...solo, dame un minuto. Maldición—Se decía cosas a sí mismo que no conseguía escuchar. Rascaba su mejilla y revolvía su cabello como en aquellas novelas románticas cuando el protagonista sabe de...
-¡Ah!—Mi corazón saltó desbocado en mi pecho, siento que pronto saldrá despavorido por mi boca directamente a refugiarse en algún lugar oscuro. Siento mi presión subir y bajar de forma brusca. En cualquier momento inclusive puedo sufrir de un infarto. Yuuri lo sabe, Yuuri sabe lo que quiero decirle. ¡Yuuri sabe que estoy enamorado de él!
- ¿Por qué gritas? Me asustaste—Está sonrojado, muy sonrojado y nervioso. Casi tiembla igual que yo. ¿Lo he asustado? ¡Sí él me asustó a mí!
- ¡Yuuri! Tú...Tú sabes que yo...
-No, no, no, no lo digas espera.... espera un poco ¿Sí? —Revuelve nuevamente sus cabellos de forma inquieta y maldice por lo bajo, yo me alejo al verlo tan jodido. Es más, temo que en cualquier momento salga corriendo en medio de la lluvia.
¿Esto es normal?
-Yuuri...
-Pensé que iba a ser sencillo, que estaba listo pero... ¿Por qué me he puesto tan nervioso? Maldición.
-Lo sabes ¿Verdad? — Tomo su atención al instante y baja la mirada avergonzado—Que me gustas.
El silencio se forma entre los dos, es cuando me hago cada vez más consciente de su presencia. Aprieto las manos pidiendo calma en mi interior, esperando pacientemente que de su boca salga la respuesta tan evidente.
-Sí—Susurra de forma audible—Lo sé.
-Y por eso no querías que lo diga. Te da asco.
- ¡No! —Grita y me mira, yo estoy calmado porque mis emociones se han perdido allá por donde la oscuridad de mi vergüenza domina—Claro que no, eso es mentira.
- ¿Entonces?
-Es solo que...es vergonzoso ¿Ya? Me da algo de pena que alguien se me confiese. No ocurre muy seguido.
-Y menos cuando tienes novia—Yuuri baja la mirada y yo siento mi pecho arder por la verdad revelada— No te voy a exigir nada, Yuuri. Solo me decidí a decírtelo porque no quería cargar con este peso, estoy anímicamente preparado para tu rechazo o cualquier cosa que veas conveniente.
-Es verdad que tenía novia. Pero ya no. Terminamos—Su mirada se volvió opaca, ni siquiera me miraba directamente—Hace más de un mes.
- ¿Y ese beso?
-Solo un beso de despedida. Estuvimos juntos por tres años y terminar tan de repente fue algo duro para ella.
-Si la querías, entonces ¿Por qué terminaron?
-Por ti—Una vez más sus mejillas se sonrojaron y mi corazón latió con fuerza—Viktor, porque sin saber en qué momento ocurrió, me terminaste gustando.
- ¿Qué?
-Fui un completo idiota las últimas semanas. Un idiota que pedía tu atención. Me gustaste desde ese pequeño detalle que hiciste con la lista, desde tus ocurrencias. De cada segundo que pasamos juntos en estos meses. Viktor, me interesé en ti porque en tus ojos brillaba algo inusual. Eres diferente a todos, pero al mismo tiempo tan común.
-Yuuri.
-Debo admitir que cuando me enteré de tus sentimientos estaba inquieto. ¿Por qué le gustaría a alguien como tú? Te tenía como la persona más especial entre todas, y que yo te guste era un poco increíble.
-No soy nada especial, lo sabes.
-No, eres especial. Por eso, cuando me enteré de la lista decidí hablar con Chris. Los malos entendidos no se me dan muy bien, y solo quería estar seguro de que lo que creía no era un error.
-Y Chris te dijo que me gustaba una chica.
-A-algo así—No, me está mintiendo.
-Yuuri ¿Qué te dijo exactamente Chris? —Lo miré fijamente a los ojos—Quiero la verdad.
-B-bueno. Yo le pregunté a Chris sobre la lista y él no hizo comentario al respecto. Entonces asumí que era cierto lo que pensaba. Le pedí de favor que no hiciera algún comentario y que lo mantuviera como un secreto más. Quería ser capaz de hablar contigo de esto cuando me sintiera listo.
- ¿Y cuándo iba a ser ese momento? —No podía molestarme con Chris, debí habérselo preguntado apropiadamente y en su lugar me limité a creer que estaba todo bien.
-No creí conveniente hablarlo si no estabas listo para decirlo. Así que te esperaría, y amablemente rechazaría tus sentimientos. En ese entonces tenía una firme relación de tres años con Minako, no podía pensar en nada más. Pero...mientras el tiempo pasaba y las cosas de la lista poco a poco se iban cumpliendo yo, sin darme cuenta, te empecé a querer.
-¿Qué?
-Empecé a tener sentimientos por ti, de pronto Minako no era lo único que podía ver. Ya te estaba viendo a ti. Y hace un mes y algunos días me di cuenta que, en verdad, me gustabas. Ya no podía seguir con ella si sentía algo por ti.
-Yuuri.
-No es amor, pero si me gustas. Y siento que puedo llegar a enamorarme completamente de ti. Viktor. Terminé con Minako por ti, y estaba listo para hablarlo, aunque tú no y decidí seguir esperando por ti—Sonrió con ligereza tocando su mejilla—¿Sabes? Chris es un buen amigo. Ese día, cuando nos viste, se dio un tiempo para ir a mi casa y golpearme.
- ¿Chris te golpeó? ¿Él te hizo eso?
- Y con grandes razones. Estaba lastimando a su mejor amigo—Su mirada se tornó ligeramente nostálgica—Ahí decidí que te demostraría mi interés de una forma no hablada, pero creo que fue el método más estúpido porque...terminamos en esta situación incómoda.
-Entonces todo lo de la semana pasada fue...
-Para mostrarte que te quería. Que me interesas.
Sentía mis mejillas arder, quizás se encontraban igual de coloreadas que las de Yuuri y posiblemente ambos compartiéramos el mismo sentimiento de salir corriendo a escondernos. Me quise reír y lo hice.
De forma demente, casi desquiciada empecé a reír. Yuuri me miraba y yo solo me limitaba a sostener mi estómago mientras seguía con mi demente forma de liberar el estrés en mi cuerpo. Poco a poco me acerqué a Yuuri y recliné mi frente en su hombro, dejando una última carcajada volar libre por la sala.
-Yuuri, idiota.
- ¿Por qué el insulto?
-Porque quiero—Murmuré—Yuuri, entonces ¿Me quieres?
-No me preguntes eso.
- ¿Me quieres? —Repetí
-Tal vez.
- ¿Me quieres? —Insistí.
-Un poco.
- ¿Me quieres? —Una vez más.
-Sí.
Lo abracé fuertemente, sintiendo la humedad de nuestras ropas. Quise llorar de felicidad, tenerlo de esa forma después de sentirlo tan inalcanzable. Al fin, al fin mis manos alcanzaban a esa estrella que tanto había admirado en la oscuridad. Era tranquilizador, liberador. Era felicidad.
-Yo también te quiero, Yuuri.
-Viktor, es un poco incómodo estar así.
-No me importa. Merezco mi recompensa por la perseverancia hasta ahora. Y por soportarte todo este tiempo.
- ¿Soy tan insoportable?
-Tal vez—Reí—Un poco. Sí.
Yuuri rió, correspondiendo el abrazo me acomodó más cerca de él y me dejó sentir sus brazos sujetándome de la cintura—No me devuelvas nunca a Makkachin, la custodia es completamente tuya.
-Nunca lo haré—Dije firmemente.
________________________________________________________________________________
Con este ahora si podré decir que solo faltan 3 caps para que se termine esta historia T.T
¿Qué les ha parecido hasta el momento?
¿Valió la pena la espera de este cap? Sean rudos conmigo (^.^)
Se extendió un poco porque quería hacerlo en un solo cap.....y...bueno <3
¿Qué les pareció la pareja PhichitxMari? OuO y YuurixMinako U.U Jajajajaja
Con esas y más preguntas paso a retirarme a mis aposentos. Nos vemos el viernes (OuO)/
Miel, mucha miel para ustedes (Y de calidad, de esa que come Winnie the Pooh)