¿Y si fueras a Hogwarts...?

By SueChocolatina

12.3K 1K 292

Estás aburrida en casa sin nada que hacer, y como de costumbre, tu madre necesita que le hagas unos recados... More

La carta
¡¡Avalancha...!
Albus Dumbledore
El Callejón Diagón
El señor Ollivanders
Una chica con mis mismos gustos.
Un rubiales con un padre de exuberante melena
Honeydukes
Preparativos
Mientras tanto, en la Madriguera...
¡EL GRAN DÍA!
Ginny Weasley, el chico del sapo y Harry Potter.
Fotocopias pelirrojas, altas y pecosas
Ligoteo...
La llegada
¡¡Todos nos están mirando...!!
Shock
Ja, ja, ja... Qué gracioso...
¡¡Sapo a la vistaa!!
Demasiado cerca... ¡Demasiado cerca!
Consejos no aconsejables...
Propuestas, propuestas...
Confusión a traición
Conocimientos de los que no tenía conocimiento.
"Volar es fácil" decían...
Ay... Ayayayayayayay...
Te mato, te juro que te mato...
Vergüenza pintada de rojo.
Visitas, visitas...
"Te has pasado..."
Vuelta a la rutina... Ay...
Castigo "Ricolino"
"¡Te pillé!"
"Ostras..."
¡Déjame un sitio, que me apretujas!
¡Eres tú!
"¡Esa es mi chica!"
"¡Hoy ligo! Espero..."
Está más rico de lo que aparenta...
"Quiero respuestas"
"Amor... ¿Amor-qué?"
Investigación por partida doble.
"¡Eres peor que un muggle intentando volar en escoba!"
No... Puede ser...
¡AAAHHH!
¿Quién dijo que era fácil cuidar de un bebé?
Investigación
Atando cabos sueltos
¡Ostras, pastel!
Madre... Mía...
"¡LA MADRE QUE TE PARIÓ!"
Los amigos, el mejor tesoro que hay.
¿Qué...? ¿¡Qué...!?
Juegos de palabras
¡Por fin en casa...! Creo...
Regalitos irlandeses.
"¿Abuelo...?"
"No es para tanto..."
¡Juguemos al escondite...!
"Bien hecho, chaval. Mis diez"
"¡Sorpresa!"
"¿Echarla de menos? No... No, que va..."
"Mírala..."
¿¡Pero qué haces aquí!?
De vuelta a las desapariciones
Cambiazo
¿Traición...?
San Valentín
No aguanto más...
"Se acabó."
"Hola..."
El admirador secreto
Información a tope
"Qué calores..."
¡La Madriguera!
"¡QUÉ CLASE DE MALDICIÓN ES ESTA!"
"¡TE VOY A MATAAAR!"
El fantasma del ático
"Tengo miedo"
"Ta... Ta-ta-ta-ta..."
"Qué... Bueno está..."
Inseguridad
Investigación (sí, de nuevo)
"¡Animémosla!"
La chica "on fire"
"¡Cumpleaños!"
El color rojo no es mi favorito...
¿Entrenamiento?
Cansancio
Examen, examen... ¡Y MÁS EXAMEN!
Odio los Pigmypuffs
Ahora me gustan los pigmypuffs
"¡JA, JA, JA, SOIS MIS ÍDOLOS...!"
Escapada, pero más sigilosa
Esto no es un adiós.

"Los que se pelean se desean"

83 6 0
By SueChocolatina

Estoy... Preocupada.
George no me ha vuelto a hablar desde ayer.
Me encuentro en el tren, en un compartimento con Justin, donde casi se muere, revive, da un triple giro mortal en el aire y tira fuegos artificiales al decirle que estoy saliendo con George.
Aunque lo último fue verdad.
No estoy de coñas.
Lanzó fuegos artificiales con la varita.
Idich casi muere del susto...
Pero digamos que ahora estoy más... ¿Tranquila sería la palabra? A pesar de lo que he dicho al principio, digo.
Sí, pues ayer a la noche me fui a dormir con las chicas y me despertó cierto pelo zanahorio que confundí en los primeros segundo con mi querida zanahoria, pero luego descubrí que solo era una zanahoria normal y corriente.

Ayer...

-Rosie. Rosie. Rosie. Rosie.
-Mm...
-Despierta Rosie, tenemos que hablar.
-Mm... Cinco minutos más.
-¡Rosie! -me pellizcan la mejilla y yo me levanto, sobresaltada.
-¡YO NO HE SIDO! ¿Eh...? ¿Qué...?
-¡Calla loca! -me parece ver a George en un principio, pero luego descubro que no es más que Fred.
-Ah... Hola Fred. Buenas noches...
Fred ríe y me vuelve a pellizcar.
-Buenas noches. Tengo que hablar contigo.
-¿Conmigo? ¿De qué?
-De cosas.
-¿Sí? Oh, vaya, qué interesante.
-¡Ven conmigo, anda!
-Voy, voy... -suspiro.
¿De verdad me tiene que sacar de la cama para, no sé, recordarme que le encantó la broma del jabón?
Que por cierto, George se partió de risa al ver que, gracias a la capa del esmalte, el jabón no lavaba. Digamos que no hacía espuma.
Qué risas...
-A ver, Fred... ¿A dónde me llevas?
-Tú sígueme.
-Si me vas a llevar a vuestra habitación, olvídalo. Te recuerdo que tu hermano gemelo se ha enfadado conmigo, ¡y ni siquiera sé por qué!
-¡Para eso te he despertado! Para explicártelo. Pero no, no vamos allí.
Me coge un brazo y tira de él para arrastrarme hasta una habitación en la que solo hay trastos, y nunca he estado.
-Es la habitación de Bill, nuestro hermano mayor.
-¿El más mayor de todos?
-Sí, eso es.
Nos sentamos en la cama y él me mira.
-A ti no te gusta Harry, ¿no?
Me lo quedo mirando.
¿Qué?
-¿Qué?
<<¿¡QUÉ!?>>
-Tú respóndeme.
-¡Claro que no! -le digo, toda alporizada. Él me manda callar en seguida y me mira con reproche.- Lo siento. -susurro. Él sonríe y me da palmaditas en la cabeza.
-Ya sabía que no. Pero quería que lo dijeras tú.
-Harry es como mi hermano mayor. Me ha enseñado todo lo que sabe de quidditch y gracias a él, soy la cazadora que soy y juego como juego. ¿Por qué me preguntaste eso?
-Porque George piensa lo contrario. Que te gusta un montón.
Me quedo a cuadros. Como los manteles de las abuelas, o las bufandas, o los mandiles estos... ¿Sabéis lo que os digo?
-Ese tío qué es, ¿tonto?
Fred ríe a carcajada limpia y yo lo mando callar con un par de tortazos.
-¡Luego hablas de mí! ¡Cállate, ruídoso!
-Lo siento... Eres muy graciosa, ¿sabías? Eres perfecta para mi hermano. -sonríe.
Yo me pongo colorada. Espero que, a pesar de su enfado, aunque ya digo, IRRACIONAL, todavía siga pensando que soy... Perfecta no, pero que soy especial para él.
-Lo que tú digas... ¿Pero por qué se le dió por pensar tal burrada?
-Porque... Bueno, sabe de tu buena relacción con él. Además... "El niño que vivió "siempre es mejor partido que, lo dijo tal cual mi hermano, "un pobretón pelirrojo con ropa de sus hermanos y sin nada que ofrecer".
Ennarco una ceja y miro lo miro, intentando procesar la información que acabo de recibir.
-Además, dice que se sintió mal porque lo excluísteis de la conversación cuando hablábais de cosas muggles. Ahora quiere que papá le enseñe todo lo relaccionado con muggles. Y se arrepintió de no haber escogido "estudios muggles" este año.
-En serio, tu hermano es muy tonto. Pero tonto... Tonto, tonto, tonto. -Fred intenta reír en bajo, pero le cuesta mucho.- ¿Pero sabes a lo que me refiero? Tonto para un rato largo.
-Pienso... Pienso decírselo. -dice, riéndose.
-¿Sí? Pues de mi parte le vas a decir esto: Llevo casi todo el curso babeando por su culo, que por cierto, hoy he tenido ocasión de ver, ¡y lo tiene hermoso! Así que me parece una tontería que piense que me gusta Harry por el simple hecho de hablar con él, o porque él no sepa cosas muggles. ¡Yo no sé ni la mitad de cosas mágicas que hay, y no me siento mal por no saberlas! Si no sé algo, pregunto y ya está. ¿Por qué no preguntó lo que no sabía? Se lo hubiese respondido, y con gusto. ¡Pero no me cabe en la cabeza como puede pensar eso! ¿Sabe, por casualidad, que Harry estaba también en Hogwarts cuando nos conocimos, hablábamos y charlábamos? No sé, pregunto.
Fred ríe en bajo y me mira claramente sorprendido.
-Antes de nada, sí, se lo diré todo, y te he escuchado perfectamente, pero en serio, ¿has dicho que te gusta el culo de mi hermano gemelo?
-Sí. -respondo, con seguridad.- Y que no me entere de que ese culito pase hambre.
Fred, ahora sí, ríe a carcajada limpia. Yo le pego en el hombro y él se calla en seguida, dándose cuenta del ruído que está haciendo.
-Perdón. -se apresura a decir.- Y... ¿Te gustarías tocárselo? ¿Darle unos buenos azotes a mi hermano?
Sin quererlo yo, mi enferma mente ya ha empezado a crearse imágenes obscenas.
Y no, no las voy a describir.
Me pongo colorada y sacudo la cabeza para quitarme eso de la cabeza.
-No me presiones, te acabo de decir que me gusta el culo de tu hermano, es un avance.
-¡Un gran avance! -concuerda Fred.- ¿Sabes? George dice que también le gusta tu culo. Y también tus tetas.
Me pongo colorada de nuevo.
Maldito George...
-Dile que le mataré por eso.
-¡Le tengo que decir muchas cosas!
-Pues te aguantas y se las dices.
-Bueno... Vale.
Nos quedamos en silencio y él mira para mí.
-¿Sabes otra cosa? Él... Él tiene miedo de que lo dejes solo.
Lo miro, más sorprendida todavía.
-¿Como?
-Pues eso. Tiene miedo de que te vayas y lo dejes.
Pienso.
¿¡A ESTE HOMBRE QUÉ SE LE DA POR PENSAR!?
-Fred... ¿Podrías decirle una cosa más? -él suspira, pero asiente.- Dile que jamás voy a dejarlo solo. A no ser que me haga daño o que él me lo pida. Si él me pide que lo deje solo, lo haré. Si me hace mucho daño, algo que creo imposible, también. Pero así, sin razón, jamás lo voy a dejar solo. Siempre me va a tener ahí. Lo quiero con locura, Fred. ¿Crees que podrás decírselo?
Él me mira, con ternura y sorpresa. Luego me abraza y me despeina.
-Confirmado, la mejor mujer de la historia. ¡Yo si que voy a matar a George por enfadarse! -ahora la que ríe soy yo, y también la que lleva un golpetazo en el brazo. Nos separamos y nos sonreímos.- Se lo diré todo.
-Muchas gracias, Fred. -le revuelvo el pelo y sonríe aún más.
-Ahora... Ahora quiero hablar contigo.
-Dime Fred.
-Verás... Sé que evitas un poco el tema... Pero quería disculparme.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Por... Por lo que hice la primera noche que estuviste aquí.
Me quedo callada y lo miro con atención. Había... "Olvidado", por así decirlo, el tema.
No lo pasé muy bien aquel día.
-Yo... Lo siento.
-Fred, ya estabas perdonado, yo...
-Espera, espera. Déjame terminar. -me callo al instante y él vuelve a sonreír.- A ver... Me gustas. Bueno, me gustabas. No tiene que ver que como George y yo somos gemelos, tengamos los mismos gustos... Pero a veces pueden darse... Bueno... Digamos que nustros gustos la mayoría de las veces coinciden. Y... George está enamorado de ti, ¿sabes? Te quiere por lo que eres y como eres. Y yo... Bueno... Fue más... Físico que otra cosa. Pero no te preocupes, ya pasó todo. No siento nada más por ti que amistad. Una muy buena amistad, porque eres la novia de mi hermano. Y mi cuñada. En breve.
Río con eso último y asiento. Le doy una abrazo y él no duda en corresponderme.
-Gracias por escucharme.
-Gracias a ti por decirlo. -le digo. Me separo, y me levanto, frotándome los ojos.- Pero en serio... Es tarde. Y querría dormir...
-Claro, por supuesto. Oye... -me dice, mientras vamos hacia la puerta para salir de la habitación.
-Dime.
-George es muy celosillo. Le encanta que le den amor, pero siente mal si ve a otros que están recibiendo, en este caso, tu amor.
-Me lo apunto. -río y andamos hacia la habitación de Ginny.
Nos despedimos con un cálido abrazo y nos vamos a dormir.
Me tapo con las mantas y pienso antes de dormir en mi pelirrojo.
Mucho habla de mi inseguridad... Pero...
<<Que sea muy alto, atractivo y todo eso, no significa que tenga la autoestima siempre alta... Todas las personas tenemos nuestros momentos de bajón y de inseguridad...>>
Debería demostrarle más seguido que le quiero. Solo a él.
Pero, ¿puedo demostrárselo aún más?
Quizás dándole un abrazo más seguido y diciéndole la suerte que tengo de tenerle y muchos cumplidos consiga subirle la moral.
Sí, eso haré.
Pero lo que no puede hacer es contestarme así.
Eso no se lo voy a tolerar.

-¿Crees que George me dirá algo?
-Claro que sí. -afirma Justin, haciéndome dos trenzas.
Sí. Sabe hacer trenzas.
Según me contó, tiene una hermanita pequeña, y esta a veces se enfada porque intenta hacérselas ella misma y no da.
Para que ella no llorara, Justin aprendió a hacerlas, y cada vez que él está en casa, hacen sesiones de peluquería.
Me parto.
Pero eso sí, es muy dulce por su parte.
-Por lo que me has contado, se porta muy bien contigo y es un tío muy... Cariñoso, sí, era esa la palabra. Y pareces gustarle mucho, pues hay algunos detallitos...
-Sí. Como lo de casarse.
-¡Sí, justo! Aunque lo de temer ocho hijos... No sé yo, ¿eh?
-Ahí ya le he dicho que parase el carro. Ocho hijos, a quién se le cuente...
Reímos y le paso una goma para el pelo para que me atase las trencitas. No las tengo muy largas, pero oyes... ¡Molan mucho!
-¡Lista! -me dice.
Me levanto del sillón y me las toco. Parecen muy bien hechas.
-No me veo. -digo, meneando la cabeza.- ¿Qué tal estoy?
-Preciosa.
Justin mira hacia la puerta y yo me giro.
Seamus está apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa y los brazos cruzados.
-¿Qué tal las vacaciones, chicos?
-Eh... Bastante bien. -le responde Justin, aún sobrecogido por la sorpresa.
-Muy bien Seamus. ¿Y las tuyas que tal fueron? -le digo, con una sonrisa.
Pasa dentro del compartimento y se sienta enfrente nuestra, mirándonos.
-Bastante bien. He ido a casa de Dean una semana, y nos lo hemos pasado de miedo. ¡Incluso hemos hecho una exploración en un bosque cercano!
-Suena muy bien. -digo.- ¿Y encontrastéis algo interesante?
-¡Y tanto que sí! Encontramos una cría de unicornio herida.
-¿¡Qué!? -exclama Justin.
-¡No puede ser! ¿¡De verdad!? ¡Pobrecita! -digo, imaginando a la pobre criatura.
Siempre he tenido debilidad por los animales.
-Sí. Aunque no os preocupéis, está ahora en un lugar mejor. -dice, sonríente.
-¿La habéis matado? -pregunta Justin.
Yo le pego un puñetazo bastante fuerte y él se queja, frotándose el hombro.- ¡Eh! ¿Qué haces?
-¡Eres un bruto, Finch-Fletchely! -le riño.- ¡No tienes corazón!
Justin se sigue frotando el hombro y Seamus ríe y se acerca a nosotros, en concreto a mí.
-No, no somos tan crueles. La llevamos con un cuidador. La fuimos a visitar aún ayer. Deberíais verla, ¡era preciosa! Como... -se calla y yo lo miro esperando una respuesta.- Como una noche de estrellas. Porque en serio, ¡tenía el pelo tan oscuro como la noche misma! Debería haberle sacado una foto... -dice, rascándose la barbilla.
-Bueno, gracias al señor que está bien. Me daría toda la pena que, por algún casual, ¡MURIERA! -miro mal a Justin y este niega, rodando los ojos.
-Perdón, ¿vale? -me dice. Seamus vuelve a reír y se levanta.
-Bueno, me alegro de que vuestras vacaciones hayan ido guay. Rosie, lo vuelvo a decir, estás muy guapa con trencitas. Quiero decir, te quedan muy bien... -dice, algo colorado, pero en seguida vuelve a la normalidad.- Me voy ya, Dean ha de estarse preguntando donde me he metido... ¡Adiós a los dos!
-Chao Seamus. -le digo con una sonrisa.
-Adiós. -dice Justin, serio. Cuando se cierra la puerta del compartimento, se gira y se cruza de brazos.- Sabes que todavía siente cosas por ti, ¿no?
-Oh, vamos Justin, lo ha superado. -le digo, señalando a la puerta.
-Eso es lo que crees tú. Iba a decir que la cría de unicornio era tan preciosa como tú. Pero se inventó lo de la noche.
-No creo, Justin.
-¡Sabes perfectamente que es así! ¡No te hagas la tonta! -me tira de una trencita y me quejo.
-Ay... ¡Para!
-Pararé cuando me des la razón.
-¡No voy a darte la razón!
-Cabezota... -tira más de la trenza y yo me quejo, cada vez más.
-¡Me haces daño!
-¡A Seamus aún le gustas!
-¡CÓMO SI LE GUSTO A FILCH, DEJA DE TIRARME DEL PELO!
Justin se echa a reír y me suelta, haciendo que me levante y lo mire, enfadada.
-No creo que le vayas a poner los cuernos a tu novio con Filch, Rosie...
Mientras él ríe, una pequeña sonfisa aparece en mi cara.
¡Será posible que no puedo estar seria ni un minuto!
-Me voy a comprar chuches.
-¡Ya ni vuelvas, vas a ver a George, no te veré hasta la cena!
-¡No es eso! Solo tengo hambre...
-Hambre de novio. -ríe.
-¡Estás tú hoy muy gracioso, ¿no?!
-¡No veas! -ríe. Yo niego, con una sonrisa y salgo del compartimento.
Aunque realmente no sé a donde ir. Puedo ir junto a mis amigos, aunque Harry, Hermione y Ron están en un compartimento hablando de algo de lo que no tengo ni idea. Y Ginny se ha ido con Dean, y Dean está con Seamus.
Solo me quedan George y Fred.
Y si él no me ha venido a buscar, tampoco voy a ir yo de arrastrada, no señor.
No significa esto que esté enfadada con él, ni mucho menos.
Pero creo que debería venir él a disculparse, por lo menos.
Junto a cinco o seis compartimentos se encuentra la señora del carrito, hacia la que corro con una sonrisa que pide dulces a rabiar.
-¡Hola! -digo, alegre.
-Hola querida. ¿Algo del carrito?
-¡Sí, porfa! Quiero dos ranas de chocolate, tres varitas de regaliz, ratoncitos de menta, otraa dos ranas de chocolate... Y ya. -sonrío.
-Muy bien, querida. Son tres galeones y veinticinco sickles.
Rebusco en mi bolsita de dinero para pagar a la señora, pero alguien tiende unas cuantas monedas en la mano de la señora.
-Invito yo. -dice, alguien que conozco perfectamente. La señora me sonríe y se va siguiendo su camino, yendo hacia un grupo de niños que la esperan impacientes.
Me giro y veo que George me mira con una sonrisa. Yo me pongo colorada y juego con el dobladillo de la túnica, que ya me había cambiado.
George me agarra el mentón y hace que levante la cabeza para mirarlo. Me sonríe de esa manera tan tierna y acto seguido...
Pienso que me va a besar, pero en vez de eso, me abraza con ternura.
Yo al principio no entiendo, pero luego sonrío y le abrazo también, acariciándole la espalda.
-Lo siento... -me susurra al oído, y yo sonrío aún más.- Lo siento mucho. Muchísimo.
-Fred te ha dicho un par de cositas de mi parte, ¿a que sí?
-Sí. -ríe.- Soy muy tonto.
-Y tanto.
-Sin faltar, ¿vale? -ríe de nuevo y me aprieta contra él.- Estoy intentando arreglarlo.
-Bueno, está bien. Me callaré.
-Así que... ¿Te gustó ver mi culo ayer?
Suspiro y lo empujo, con una sonrisa.
-Quieres arreglarlo y lo estropeas.
-Lo siento, es que... Me pareció alucinante que dijeras todo eso... -ríe.- ¿Por qué siempre te sueltas más con los demás y conmigo andas... Ahí ahí?
-No sé. Me da vergüenza.
-Pues que no te de. -sonríe y vuelve a acercarse a mí.- ¿Me perdonas?
-Ya te había perdonado desde que Fred vino a hablar conmigo, pero entiédeme, portándote tú mal conmigo, no iba a ir yo a buscarte.
-Claro, por supuesto.
Le sonrío y él me mira, con un brillo en los ojos que no sabría explicar.
La verdad, tiene razón.
Soy demasiado vergonzosa.
Le conozco desde principios de curso. Y ahora que salgo con él, no debería haber ningún problema.
Me acerco a él y le cojo la cara, obligándolo a bajar la cabeza hasta mi altura y lo beso.
Lo beso con la misma intensidad con la que soñaba cuando lo vi, aunque fuese lo suficientemente estúpida como para decir que no era así. Le acaricio el pelo, con el mismo deseo que tenía de hacerlo, cuando éramos solamente amigos. Lo abrazo... Como él me abrazaba a mí, intentando que me diera cuenta de sus sentimientos, pero yo era demasiado lerda como para darme cuenta. Me pego a él... Como él se pegaba a mí los primeros días, temiendo que me vaya de su lado.
Me separo y pego mi frente cuenta n la suya, respirando fuerte y acariciando sus mejillas.
-¿Cuando...? ¿Cuando te darás cuenta... De que yo solo te quiero a tí? ¿Que no amo a nadie más?
Él también respira fuerte, y abro los ojos para mirarlo. Él todavía tiene sus ojos cerrados, y también tiene la respiración alterada. Me abraza y vuelve a besarme en los labios, pausadamente. Se separa y es entonces cuando los abre.
-Te amo. Te amo muchísimo... -me coge la cara con sus manos y me acerca a él, tanto que al hablar parece que nuestros labios van a chocarse.- Y si una cosa tengo clara... Es que quiero vivir el resto de mis días contigo. Estar contigo. Para siempre.
-¡Vaya, vaya, qué bonito...!
Me doy la vuelta y George mira detrás de mí.
Zabini nos mira con reproche, junto con una tía de Slytherin que me parece un tanto ridícula.
-¡La españolita está saliendo con la fotocopia pobretona! Primero el enano explota-cosas y ahora esa zanahoria andante. ¡Estás en racha!
George frunce el ceño y se adelanta, pero lo paro con un brazo, frunciendo el ceño yo también.
-Mira que tenías a chicos detrás, y vas y te quedas con este... No tienes gusto, querida.
-Retira eso. -le dice George, enfadado, queriendo ir junto a él, pero yo le agarro el brazo.
-Quieto, George. -le digo, tranquilizándolo.
-¡Oh vamos! La fotocopia sabe que, incluso, con el explota-cosas te iría mejor. Podrías, al menos, comer tres veces al día. -la niña ríe y yo frunzo el ceño- Y comer algo que no sea... Pan duro.
Noto como George baja la cabeza y se encoge.
<<Maldito seas...>>
-¡Cállate Zabini! -le digo, enfadada.
-¡Uhh, ha sacado las garras! -dice la niña.
Que voz tan impertinente, por Dios...
-Por todos es sabido que los tejones... -se acerca a mí.- No tienen garras más poderosas que los colmillos de una serpiente... -y intenta tocarme la cara, pero George se interpone.
-¿Qué crees que haces?
-¿No lo ves? Ella estaría mejor conmigo. Además, soy más guapo. Y tengo un hogar seguro. Que no tiene goteras. Y que no parece que se la va a llevar el viento.
-¡Zabini, no me busques las cosquillas! -le digo, enfadada. Él ríe y con un movimiento, me aparta de George, agarrándome de la cintura.
-Te las buscaré esta noche, cuando te acaricie toda...
-¡NI SE TE OCURRA TOCARLA! -George saca su varita y Zabini la suya. Ambos se apuntan directamente.
-¿O qué, Weasley?
-Que la sueltes te digo.
-¿Tienes miedo de que pueda irse conmigo, eh? Normal, fotocopia. Esta chica... No te la mereces.
Me deshago de su agarre y le apunto con la varita, pero la niña saca la suya y actúa.
-¡Expelliarmus!
Nos quita a mí y a George las varitas y Blaise vuelve a atraparme con sus brazos.
-Y ahora, pobretón... Vas a ver lo que es que te quiten a la chica... -me mira y yo frunzo el ceño, intentando salir de esa trampa. Él acerca sus labios a mí y yo no doy escapado.
Aunque...
Cuando esta lo suficientemente cerca, echo atrás mi cabeza y le golpeo la suya todo lo fuerte que puedo.
Él se queja y yo no pierdo un segundo.
Lo empujo y recupero mi varita.
-¡Expelliarmus! -la varita de la chica sale volando y me dirijo a Zabini, furiosa.
Le cojo del cuello de la camisa y lo empujo. Voy hacia él...
Y le pego. Con todas mis fuerzas, con el puño en su cara.
-Esto. Por. Meterte. Con. Quién. No. ¡Debes! -digo, pegándole todo lo que puedo. Cuando me canso, lo levanto y lo empujo hacia su amiga.- Lárgate. Y no me vuelvas a tocar en lo que te queda de vida, maldito imbécil, o lo pagarás caro.
Echan a correr y yo los miro con odio. Luego me froto la cabeza y la mano.
Ambas me duelen.
-Hala... -dice George. Me giro para mirarlo y él tiene el semblante sorprendido.
Y yo estaría igual de estar en su situación.
Aunque no debería haber hecho eso.
No queda muy... Fino. Podría haberle echado un hechizo a esos dos y a tomar por saco.
Pero noooo, Rosie "la dura" tenía que pelearse cuerpo a cuerpo con ellos, vaya.
Echo a andar hacia cualquier lugar, pero en seguida George me coge de un brazo y tira de mí.
-¿A dónde vas?
-No tendrías que haber visto eso... ¡No! No tendría que haber hecho eso, sí, eso sería lo correcto.
-¿Bromeas? ¡Ha sido alucinante! Yo... ¡Yo...! -me giro para verlo y descubro que está colorado. Baja la cabeza de una forma muy adorable y me mira, cual niño.
-¿Qué?
-Si te lo digo no me creerías. O te pondrías muy roja.
-¿Más que mi cabeza ahora mismo? No creo.
-Me he puesto cachondo.
Me quedo en silencio y lo miro, con los ojos muy abiertos.
Empieza a entrarme el calor en las mejillas y él sonríe, timidamente. Se encoje de hombros y su sonrisa se ensancha.
Yo todavía no acabo de asimilar lo que me ha dicho.
-¿Tú...?
-Sí, Rosie. -ríe, nervioso.
-¿Pero cachondo de...?
-Cachondo de sentir calor en ciertas partes en las que normalmente no deberías.
...
...
<<Ay Dios.>>
Que Dios nos pille confesados.
Abro todavía más los ojos y yo...
Me niego a imaginar nada.
Al menos delante de él no.
No.
Nooo.
No.
-Para ya, te van a salir los ojos de las órbitas... -ríe.
-Y a ti te van a dar el premio al más sinvergüenza de la historia. -acierto a decir.
-No es raro ponerse cachondo con tú novia. Y menos decírselo.
-Mm. -digo, sin quitarle los ojos de encima.- Ya.
-¿Y tú te pusiste cachonda ayer?
-¡GEORGE!
George ríe y me coge de la mano, atrayéndome a él.
-Era un broma. -me sonríe y me da un pico en los labios.- Estás ardiendo.
-¿En serio? ¡Vaya! ¡No me había dado cuenta! ¿De verdad estoy ardiendo? ¡Hala!
-Que tonta eres... -me coge en brazos y me besa en los labios.- Venga, vayamos a un compartimento. Espero poder echar a Fred y a Lee de allí.
-George... -río y él me besa suavemente.
Nos vamos así, yo en sus brazos y agarrándome a su cuello y él besándome el pelo de vez en cuando.
-Me siento un poco... Mal. -me dice.
-¿Qué? ¿Y eso? -le miro, preocupada.
-Es que... No he podido defenderte. Me sienta fatal que se rían de nosotros. ¡Ni que hubiéramos elegido ser pobres!
Lo miro con pena y me incorporo para darle un beso en la mejilla y acariciarle la cara suavemente.
-Creo que ya te lo he dicho más de una vez, guapo. La familia Weasley tiene algo que no todas las familias tienen. Amor. ¿Te has parado a pensar que se meten con vosotros por envidia?
George me observa atentamente y niega.
-No. Nunca lo había visto así...
Sonrío y le doy un pequeño beso en los labios.
-¿Mejor? -le pregunto.
-Mucho mejor. -sonríe.- Gracias, Rosie. -frota mi nariz con la suya y me da otro beso en los labios.- ¿Sabes en lo qué he pensado?
-No. ¿En qué has pensado?
-En gastar bromas. A Zabini y a Umbridge.
-Me parece una idea...
-¿Estúpida?
-Excelente, iba a decir.
Sonríe con ternura y asiente con determinación.
-Entremos. -dice, al llegar al cuando compartimento.
Yo sonrío y me abrazo a él, cariñosona y George me besa el pelo.
Aunque...
A lo mejor es una fumada muy loca...
Pero...
¿No hay...?
Miro detrás nuestra y no veo nada. Ni nadie.
Mm.
Que raro.
Tenía la sensación de que alguien nos observaba.
Pero supongo que soy yo, que estoy media grogui por culpa del amor que me da George...



Sí.
Sí.
Que sí :v
Sé lo que dije.
Nada de nuevos capítulos hasta la semana que viene.
¡Pero necesitaba ir publicando! Más que nada para volver a coger el ritmo -.-
Ay...
Hace tiempo que no publicaba y comentaba algo, ahora me da corte... •////•
Bueno...
¿Y si alguien te estuviera viendo, Rosie?
¿No os lo habeis parado a pensar...?
Al menos George y Rosie han resuelto au pequeña disputa.
Y en caso de que la estuvieran observando desde su escondite...
¿Quién creeis que puede ser?
Os daré una pista, ya digo, en caso de serlo, Fred no sería XD
No sé que más conentar, la verdad, :v pero me da vergüencilla...
Espero que os haya gustado mucho, mucho, mucho el nuevo capítulo que sé que dije que no iba a publicar hasta la semana que viene...
Así que...
¡Sorpresa! :D
¡Se os quiere! <3

Continue Reading

You'll Also Like

182K 8.5K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...
134K 6.6K 93
𓂋 Spanish translations ៸៸ ⊹ 𓈒 ˚ ⸰ 백 합 𝐓𝐮𝐦𝐛𝐥𝐫 ٫٫ ♡⃞ ⟡ ׅ ﹙ Lector masculino ﹚ ♡︭ ✦⠀⠀ᣞ ⬭ Ninguno me pertenece ...
140K 11.7K 33
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
534K 72.5K 44
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!