Maratón 2/?
JaeBum siempre se había considerado un jugador como cualquier otro, pero al escuchar las expresiones de asombro de YoungJae con cualquier movimiento que hacía se sentía el mejor jugador de todo el planeta.
— ¡Wow! — exclamó YoungJae por sexta vez consecutiva cuando JaeBum volvió a encestar.
Lejos de sentirse avergonzado, JaeBum se sentía orgulloso, de mejor forma que nunca. Los demás jugadores miraban a su capitán con un poco de recelo, debía ser lindo tener a alguien apoyándolos como YoungJae lo estaba haciendo con JaeBum.
— Vaya, te sacaste la lotería, Im. — el mencionado se giró a su compañero, JooHeon.
— ¿Lo dices por YoungJae? — JooHeon asintió. — Por supuesto.
— Algún día deberíamos salir los cuatro. ChangKyun, YoungJae, tú y yo.
JaeBum sonrió.
— Claro, de seguro Jae y ChangKyun-ssi se llevarán bien.
— Opino igual. — dijo JooHeon devolviéndole la sonrisa al capitán.
La práctica continuó con normalidad hasta que el entrenador les dio 5 minutos de descanso. JaeBum no tardó ni un segundo en correr a su pequeño para robarlo un beso, YoungJae sonrió de inmediato.
— ¿A qué se debió eso, Bumie?
— A que me hace muy feliz que estés aquí.
YoungJae sonrió aún más viendo la notable felicidad de su mayor, éste se arrodilló frente a él abrazándolo por la cintura.
— Bumie, debes secarte bien el sudor o podría ser malo para tu salud. — dijo YoungJae tomando la toalla que tenía JB sobre la cabeza para recorrer la tela con lentitud por su rostro y cuello, aprovechando la situación para pasar sus dedos por el aún caliente rostro del mayor.
— Con razón eres el capitán, hyung.
— ¿Por qué lo dices?
— Porque eres el mejor, Bumie.
Hora de muerte: 4:23 PM
Causa: YoungJae, otra vez
JaeBum no supo que decir, se quedó sin habla ante la bonita sonrisa que YoungJae le dedicaba, eso junto al suave y cálido tacto con el que le acariciaba las mejillas y la manera tan dulce en que lo miraba.
— Bebé, si me dices cosas como esas yo... Ah.
— Bumie, lo siento... ¿Dije algo malo? — cuestionó el menor asustado al ver que su novio se agarraba el cabello con algo de fuerza.
— Tendrás que hacerte responsable por lo que le acabas de hacer a mi corazón, Jae.
— ¿Cómo? — preguntó el menor peinándole el cabello.
— Pasarás la noche conmigo, en mi casa.
YoungJae se ruborizó al instante. No era la primera vez que lo hacía, pero pasar la noche en la habitación de JaeBum siempre le provocaba unos nervios incontrolables.
— Oh...
— ¿No quieres?
— Sí quiero, Bumie. — respondió antes de dejar un besito en la nariz del mayor, éste sonrió en respuesta.
El silbato interrumpió su conversación, JaeBum tuvo que volver a la práctica.
YoungJae no podía dejar de sonreír al ver la energía y entrega con la que JaeBum jugaba, en el como alentaba a sus dongsaengs y demás compañeros a seguir esforzándose. Era increíble de ver la velocidad con la que corría por la cancha y la agilidad con la que movía sus brazos al driblar la pelota alrededor de su cuerpo para después pasarla o encestar. YoungJae no necesitaba ser un experto en el baloncesto para saber que JaeBum era un excelente jugador.
A YoungJae le encantaba ver la sonrisa de JaeBum al jugar, escuchar su risa al bromear con sus compañeros y también el aura dominante que adoptaba al dar órdenes.
Todos y cada uno de esos detalles lo hacían enamorarse una y otra vez del mayor. Se sentía tan afortunado de ser el dueño de su corazón, de su tiempo y de su atención.
Jamás pensó que llegaría a estar tan profundamente enamorado del chico serio y malhumorado que JinYoung le presentó un año atrás, aquel al que con una sola sonrisa logró enamorar sin siquiera intentarlo, aquel que con un simple "eres muy lindo" logró hacerle sentir lo que nunca nadie había hecho.
JaeBum era su primer amor, deseaba con todas sus fuerzas que también fuera el último. A pesar de ser joven e inexperto aún, sabía que nunca encontraría a alguien que lo hiciera sentir de esa forma. No podría amar a alguien con la misma intensidad que a JaeBum, la misma de un rayo de Sol.
☀️
Un rato después y el partido de práctica acabó, quedando como ganador el equipo de JB. YoungJae se puso de pie dando pequeños aplausos mientras sonreía. JaeBum le lanzó un besito antes de ir a formarse junto a sus compañeros.
Los jugadores se alinearon frente a JYP (como a los miembros les gustaba llamarlo), el entrenador del equipo de baloncesto.
— La fecha del intercolegial me fue enviada esta mañana. — anunció emocionando a los chicos. — Del 6 al 12 de diciembre se llevarán acabo los partidos ordinarios y del 13 al 19 las finales, dependerá de eso cuántos días nos mantendremos en la sede del evento.
YoungJae, quien escuchaba todo dado al alto volumen con el que el mayor hablaba, se llevó ambas manos a la boca son sorpresa.
¡2 semanas sin su Bumie! ¿Cómo podría?
— Partimos el 4 de diciembre, es decir, en cinco días. Cuiden su salud, por favor. No quiero enfermos o lesionados antes del bendito intercolegial, los necesito a todos en perfectas condiciones ¿Entendido?
— ¡Entendido! — exclamaron los jugadores al unísono.
— Pueden irse.
JaeBum giró sobre sus talones y fue directo a su bebé, éste miraba el suelo con un pequeño puchero en sus labios.
— ¿Qué sucede, YoungJae? — preguntó el mayor, ya que él no sabía que escuchó toda información que el entrenador acababa de darle.
— Oh, Bumie. — alzó la vista. — Nada, estoy bien. — respondió sonriendo un poco tratando de lucir convincente, cosa que no logró. — ¿Nos vamos ya?
— Sí, ya.
YoungJae tomó la mano de su novio y se dejó guiar por éste de vuelta a los vestidores. Debido a que los demás jugadores también estaban dentro, JB le pidió esperar en una banca de enfrente.
A los pocos minutos JaeBum salió de nuevo, vistiendo su ropa de antes y con su mochila en uno de sus hombros.
— Vamos a casa. — dijo antes de besar su mejilla.
☀️
La joven pareja entró a la casa de JaeBum, la cual estaba casi tan fría como el exterior.
— Bumie, ¿por qué hace tanto frío?
— Agh, la calefacción está fallando de nuevo. — se quejó al darse cuenta de que el aparato estaba apagado siendo que él lo dejó encendido antes de irse a la escuela. — Vamos a mi habitación, ahí es más cálido.
YoungJae caminó detrás de su hyung, al entrar a la habitación el frío disminuyó considerablemente. El cuarto estaba más calientito que la sala de estar, además de que el aroma de JB impregnado en el lugar le encantaba al menor.
— Iré a hervir leche para hacer chocolatito caliente del que te gusta. ¿Qué te parece?
— ¡Sí, que rico! — YoungJae sonrió contento ante la idea.
— Bien, regreso rápido. — dijo JB antes de besar la frente de YoungJae para luego salir a la cocina.
YoungJae se despojó de su bufanda y su saco, dejó ambas cosas sobre la silla del escritorio y volvió a la cama de JaeBum, donde se dejó caer para disfrutar del delicioso aroma que ésta emanaba. Tomó una de las almohadas del mayor y la abrazó con fuerza.
Dos semanas sin sus abrazos y besos.
Dos semanas sin sus sonrisas y miradas.
Dos semanas sin sus mimos.
Dos semanas sin su presencia.
Dos semanas sin su aroma.
Dos semanas sin él.
Dos semanas sin JaeBum.
Dos semanas sin su Bumie.
¿Cómo podría?
Sin querer, unas cuantas lágrimas se acumularon en sus ojitos, pero fue capaz de retenerlas al escuchar los pasos de JaeBum aproximándose a la puerta.
— Listo, bebé. En unos minutos la leche estará lista para-...
— ¡Bumie, mímame!
☀️
Hola, bellezas. 💖 ¿Qué tal va su semana?
Aquí la segunda parte del maratón jejeje espero que les esté gustando 💙
☀️ Gracias por leer ☀️
[ Última corrección: 31 de mayo del 2021 ]