Desperté con un leve dolor de cabeza, «¿en donde estoy?», me siento sobre lo que estoy recostada, una cama con sábanas blancas, al momento miro mi ropa, traigo puesta... ¿una bata? como la de los hospitales solo que traigo ropa interior.
Miro hacia todos lados y lo único que veo es la "nada" ya que estoy en un cuarto completamente blanco, lo único que lo hacía parecer "normal", era la mesita a lado de la cama, donde había una foto de una pequeña familia, «que extraño» pensé, ya que se me hacía familiar, en especial la mujer que allí se podía observar, pero ¿a quién?
Antes de poder seguir pensando en cualquier otra cosa, escucho a alguien comenzando a abrir la puerta lentamente, seguido de un murmullo, «con cuidado, puede haber despertado, hay que tener cuidado con ella, no podemos asustarla...» dijo una voz masculina, que de pronto no pude escuchar más, y repentinamente apareció un sonido agudo en mis oídos como si fuese un zumbido de abeja, pero peor, era veinte veces más fuerte, entonces me cubro los oídos con las manos para no escucharlo más, pero allí sigue, y con cada segundo que pasa se hace más fuerte, hasta que de la nada, calla, dejandome con una rara sensación, igual a cuando le ponen un chupón a un bebé que estuvo llorando por un muy buen rato para que se calme.
Creí que todo acabaría allí pero no fue así, de un momento a otro comienzo a sentirme mareada, con nauseas, mi estomago empieza a doler, ¿que me está pasando?
Mi vista comienza a nublarse, cada vez miro menos, todo se pone borroso, justamente en ese tiempo, escucho un rechinido, proveniente de la puerta; a pesar de que no puedo ver con claridad, logro distinguir, pero a medias, la silueta de una mujer y un hombre más alto que ella, esto es lo último que alcanzo a ver antes de desmayarme.
Entonces desperté, sentándome de golpe, estaba sudando, vi la hora y eran las 4:23 de la mañana, aún faltaban dos horas y media para la escuela, así que me volví a acostar, obligándome a cerrar los ojos y seguir durmiendo, pero por más que trataba no podía, por temor a volver soñar lo mismo o peor, esa sería una noche larga... una de muchas...
***
Habían pasado tres días desde aquel horrible sueño.
Era viernes por la mañana, el día era soleado aunque fresco a la vez, además de qué, las hojas de los árboles comenzaban a caer dejando las calles con ellas encima, supongo que esta es la manera con la que el otoño nos da la bienvenida.
Estaba por iniciar la primera clase de la mañana, cuando el maestro Peterson llega con dos alumnos obviamente nuevos, ya que no los había visto antes, ni siquiera en otro curso; no es que conozca exactamente a todos los alumnos, es solo que asocio caras con la escuela al recordar alguna vez haberlos visto en ella.
Casi automáticamente al llegar se presentaron, lo cual me pareció algo curioso a decir verdad, parecían algo nerviosos y un tanto distraídos.
Por lo poco que nos contó el maestro y los breves comentarios de presentación que dieron ambos chicos, sus nombres son Ryan y Axel, tienen 17 años, se acaban de mudar y son hermanos, aunque para mí no lo parecen...
Por un lado esta Ryan, el es un rubio de ojos azules muy alto (al menos desde mi perspectiva) quizás mida 1.78 o 1.80; por otro parte, se encuentra Axel, su cabello es castaño y ligeramente rizado, sus ojos son de un tono verde oscuro y el es alto al igual que Ryan, aunque Axel es un poco más bajo que el, solo como por dos o tres centímetros.
Luego de presentarse brevemente, tomaron asiento dos columnas a mi derecha.
No se si es cosa mía o que, pero los noté algo ansiosos, lo cual, me resulto un poco inquietante, y tal parece que esto se reflejo en el receso, ya que comenzaron a comportarse de manera extraña, haciendo cosas un poco raras a mi parecer, como comerse la pizza y la hamburguesa con cubiertos, digo ¿quien hace eso? se que algunas personas lo hacen pero... sigue siendo extraño, o también cuando iban a ir al baño, (no es que los estuviera vigilando o siguiéndolos, tan solo pasaba por allí) fueron juntos, y no solo eso, se equivocaron y entraron al de mujeres, y eso que hasta la puerta lo decía claramente "mujeres", quien sabe por que estaban tan raros.
Tal vez, tan solo tienen curiosas maneras de comer y quizás solo querían ir juntos para que uno de ellos no se quedara solo... No se siquiera porque me preocupo por eso, tengo que ser realista, es solo su primer día, tal vez tan solo están nerviosos, cualquiera lo estaría, acaban de mudarse y no conocen a nadie, debe ser eso... ¿no?
***
Al terminar las clases lo primero que hago es dirigirme a mi casa.
Cualquier otro día estaría en mi taller de dibujo, pero hoy, por alguna razón la profesora lo canceló, no sé exactamente a qué se deba, el mensaje que envió mi profesora solo decía, "Lo siento chicas, tuve un pequeño percance... el taller se cancela por hoy, nos vemos hasta el lunes, disfruten su fin de semana ^-^", espero que esté bien y no sea nada grave, sinceramente ella es de mis profesoras favoritas.
Aparte de que se cancelara mi taller, me he tenido que ir sola, suele acompañarme Stephanie, mi mejor amiga, pero dado que está enferma... Y no es que no tenga más amigos o algo así, es solo que además de Stephanie nadie de mi clase vive por dónde yo, si le pidiera a alguno que me acompañase lo haría dar doble vuelta, así que, por hoy, no tengo quien me haga compañía de regreso a casa.
Brownwood no es una ciudad muy grande que digamos, pero eso es lo que la hace especial, al menos para mí, ya que, al tener una pequeña población, los robos no son muy recurrentes y ni que decir de los homicidios, son prácticamente inexistentes, aquí todo es muy tranquilo.
Durante mi trayecto, me llamo la atención un extraño sonido que, por lo que me pude percatar, provenía de un callejón oscuro entre dos edificios, el cual, parecía desolado, pero cuando me detuve para mirar mejor, no era así, allí habían dos hombres y... ¡¡Estaban golpeando a una mujer!!
El trapo que tenía al rededor de su boca y que hacía función de una mordaza, provocaba que sus gritos sonarán ahogados, estos eran el "extraño sonido" que escuche.
Por otro lado, en la esquina del callejón, a pocos pasos de la mujer, se encontraba una niña llorando aterrada al ver a la mujer, supongo su madre, ser golpeada por aquellos intimidantes hombres y no poder hacer nada para salvarla.
Sin duda algo difícil de presenciar para un niño.
Luego de unos segundos de estar observando aquello un tanto anonadada y sin saber que hacer o como actuar ante lo que estaba ocurriendo frente a mis ojos, la niña entonces se percata de mi presencia, mirándome con ojos llenos de lágrimas pero esperanzados, como si yo fuera la luz que iluminó su camino, al tiempo que decía, «Señorita, por favor, ayude a mi madre, no la deje morir aquí» dijo con tal desesperación y dolor que mi corazón crujió; esas palabras consiguieron disipar hasta las menores ganas de alejarme de allí y olvidar lo que ví.
Por unos segundos preterí de lo que estaba frente mío, abrumada por lo que estaba ocurriendo, que ni siquiera me percaté de que la niña al hablar, sin así quererlo y por obvias razones, alertó a los atacantes de mi presencia, por lo cual, al regresar a la realidad, me sorprendió el toparme en frente mío a uno de esos intimidantes hombres.
Su cabello era castaño y bastante alto a decir verdad, y aún más a mi lado, yo mido 1.67 aproximadamente, no me consideraba muy baja de estatura, al menos no hasta ahora, con ese hombre de, al menos 1.83, justo en frente mío.
—Niña, será mejor que te vayas o las cosas se podrían poner feas para ti.—dijo con una voz muy grave y amenazante.
Estaba claro que era una advertencia para que me fuera antes de que todo se pusiese peor, y no solo para mí, si no para ellas, «si es que puede irles aún peor» pensé.
A pesar de ello, no me iría de allí, no hasta saber que la mujer y la niña se encuentran fuera de peligro, no podía irme sabiendo lo que le estaban haciendo. Algo dentro de mi no me lo permitía, no podía hacerles eso.
—N-n-no creas que con eso lograrás hacer que me vaya.—dije tartamudeando un poco al principio, pero rápidamente arreglándolo con falsa confianza, que espero se haya creído.
—Entonces, abstente a las consecuencias.— sus ojos se tornaron de un café claro a uno intenso, si es que eso es posible, lo cual me asusto mucho.
Es entonces que el hombre lanza un golpe con dirección a mi rostro, golpe que por suerte evite al ser más rápida que el, aunque por muy poco, no tengo experiencia con pelear ni nada por el estilo, a menos que ver pelear a la gente en películas y series cuente como "experiencia visual".
Sentía la adrenalina andar por mi cuerpo, mi corazón comenzó a latir más rápido, al tiempo que veía pasar el tiempo más lento, ¿Pero que...?, lo note cuando el hombre iba lanzar otro golpe, pero este iba muy lento, ante esto, aproveche la oportunidad y me le adelante, rodeando su golpe sin moverme de mi lugar, al momento que agarraba una tapa de metal de un bote de basura que se encontraba en el piso, y que por fortuna estaba muy cerca mío; y con toda la fuerza que pude, golpeé un costado de su cabeza.
No creí que ese golpe fuera hacerle mucho daño dado su tamaño y lo fuerte que parecía, pero tal parece que si, al pegarle con la tapa, al parecer, logre hacerlo perder el equilibrio, por que se tambaleó tanto que consiguió golpearse contra la pared a mi izquierda, para así, caer al suelo.
El otro hombre al darse cuenta de que derribe a su amigo, (que sigo sin comprender como derribe), deja de golpear a la mujer y se vuelve hacia mi; si su amigo era grande y fornido, el es casi el doble, o al menos a mi parecer.
Su cabello era negro y sus ojos de un café sumamente oscuro, tan oscuro que podría hasta decir que eran negros.
No había notado del todo su presencia, ya que durante todo este lío no dejo de golpear a la mujer, además de que su amigo me había distraído hasta ahora; este hombre frente a mí, se veía tres veces más intimidante que su amigo.
Comenzó a acecharme la idea de solo poder salir de aquí a través de una ambulancia y directo a un hospital y de urgencia por múltiples heridas y... «Calmate Emma, estás exagerando las cosas, ya pudiste con uno, y sí, puede que su compañero sea más intimidante y grande que el otro pero ¡Hey! ¡No te rindas!, ¡No dejes que sigan lastimando a esa mujer, haz todo lo que este en tus manos, trata de lograr que regresen sanas y salvas!» ¡Maldición! ¿Por qué siempre algo dentro de mi borra hasta la más mínimas ganas de rendirme?
—Pudiste con el, pero conmigo no será tan fácil, prepárate para lo que viene— dijo decidido y con aires de superioridad.
No voy a negarlo, estaba asustada, el simple hecho de haber derribado a su compañero era ya un logro, realmente no soy muy fuerte y siendo sincera, un hombre es más fuerte que una mujer y aún más con el tamaño y complexión de este hombre en frente mío.
Cuando en eso, el hombre se empieza a alterar como si un fantasma se le hubiese aparecido en frente.
—Ni-ii...ña-aa— empezó a decir tartamudeando y arrastrando un poco las palabras —¿co...co...como has hecho eso?— Su semblante tuvo un cambio radical, de rudo a asustado.
—¿Hacer que?—pregunte confusa.
Cuando de pronto saco una navaja y la empezó a mover de un lado a otro como si no viera lo que ataca y yo como mecanismo de defensa caminaba hacia atrás bruscamente, hasta que por fin tuve la oportunidad de atacar, al hacer una pequeña maniobra con mi pie, lo cual, para mí sorpresa, logro hacerlo caer de senton al piso.
—¡¿Dónde estás?!—dijo exhaltado y con ojos aterrorizados, sin saber que hacer.
Cuando de pronto, cae de golpe al suelo.
¿Qué demonios...?, me acerque un poco a él en busca de su pulso, al parecer estaba consiente, lo que significa que se desmayó, pero, ¿Porque?, «bueno eso no importa ahora, aprovecha que se desvaneció para poder sacar a esta mujer y niña de aquí» reaccione al momento, es cierto, no puedo pensar en ese hombre ahora.
Entonces dirigí mi mirada hacia la mujer que los hombres estaban golpeado, me quedé helada al ver con más detenimiento lo lastimada que estaba, tenía moretones en la sien, la mejilla y ambos brazos, sangraba su labio inferior y una de sus cejas.
Su hija, luego de mirar a su alrededor atentamente y darse cuenta que los hombres no se encontraban en posición de hacerles nada se levantó del suelo a abrazarme.
—¡Gracias!— dijo mientras me abrazaba, al tiempo que sentía como mojaba mi uniforme con sus lágrimas, yo no puede hacer más que devolverle el abrazo, no tenía nada en mente para responderle.
Al finalizar el abrazo me dirijo hacia la mujer.
—¿Esta bien?¿quiere que llame a una ambulancia?— le pregunte preocupada por su estado.
—No, muchas gracias, estoy bien— dice con una asombrosa paz en su voz
De pronto se levanta del suelo con un poco de dificultad, trato de ayudarla pero me hace un ademán con la mano de que está bien, luego de lograr levantarse, toma la mano de la niña y comienza a caminar.
—¿Segura que se encuentra bien?— volví a preguntar
—Si, no se preocupe y gracias por todo— dijo para finalmente ladear su mano a modo de despedida.
Que confuso fue todo esto.
¡Hola! Este es el primer libro que publico, espero que les guste, si es así, regálenme un voto, se los agradecería mucho :D todavía soy escritora principiante y por obvias razones tengo faltas ortográficas (espero no tener muchas) así que les pido una disculpa si llega a suceder así.
¿Qué les pareció el capítulo? No les pareció interesante(? ¿Qué creen que pase en el siguiente?
Por favor no sean lectores fantasmas, comenten qué les está pareciendo la historia, me ayudaría mucho a mejorar 🥺
Son actualizaciones lentas pero seguras, no se enojen conmigo 😔
Gracias por su atención, y hasta el próximo capítulo, los quiero ^-^
-M