Capitulo 1: Sueños

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Desperté con un leve dolor de cabeza, «¿en donde estoy?», me siento sobre lo que estoy recostada, una cama con sábanas blancas, al momento miro mi ropa, traigo puesta... ¿una bata? como la de los hospitales solo que traigo ropa interior.

Miro hacia todos lados y lo único que veo es la "nada" ya que estoy en un cuarto completamente blanco, lo único que lo hacía parecer "normal", era la mesita a lado de la cama, donde había una foto de una pequeña familia, «que extraño» pensé, ya que se me hacía familiar, en especial la mujer que allí se podía observar, pero ¿a quién?

Antes de poder seguir pensando en cualquier otra cosa, escucho a alguien comenzando a abrir la puerta lentamente, seguido de un murmullo, «con cuidado, puede haber despertado, hay que tener cuidado con ella, no podemos asustarla...» dijo una voz masculina, que de pronto no pude escuchar más, y repentinamente apareció un sonido agudo en mis oídos como si fuese un zumbido de abeja, pero peor, era veinte veces más fuerte, entonces me cubro los oídos con las manos para no escucharlo más, pero allí sigue, y con cada segundo que pasa se hace más fuerte, hasta que de la nada, calla, dejandome con una rara sensación, igual a cuando le ponen un chupón a un bebé que estuvo llorando por un muy buen rato para que se calme.

Creí que todo acabaría allí pero no fue así, de un momento a otro comienzo a sentirme mareada, con nauseas, mi estomago empieza a doler, ¿que me está pasando?

Mi vista comienza a nublarse, cada vez miro menos, todo se pone borroso, justamente en ese tiempo, escucho un rechinido, proveniente de la puerta; a pesar de que no puedo ver con claridad, logro distinguir, pero a medias, la silueta de una mujer y un hombre más alto que ella, esto es lo último que alcanzo a ver antes de desmayarme.

Entonces desperté, sentándome de golpe, estaba sudando, vi la hora y eran las 4:23 de la mañana, aún faltaban dos horas y media para la escuela, así que me volví a acostar, obligándome a cerrar los ojos y seguir durmiendo, pero por más que trataba no podía, por temor a volver soñar lo mismo o peor, esa sería una noche larga... una de muchas...

***

Habían pasado tres días desde aquel horrible sueño.

Era viernes por la mañana, el día era soleado aunque fresco a la vez, además de qué, las hojas de los árboles comenzaban a caer dejando las calles con ellas encima, supongo que esta es la manera con la que el otoño nos da la bienvenida.

Estaba por iniciar la primera clase de la mañana, cuando el maestro Peterson llega con dos alumnos obviamente nuevos, ya que no los había visto antes, ni siquiera en otro curso; no es que conozca exactamente a todos los alumnos, es solo que asocio caras con la escuela al recordar alguna vez haberlos visto en ella.

Casi automáticamente al llegar se presentaron, lo cual me pareció algo curioso a decir verdad, parecían algo nerviosos y un tanto distraídos.

Por lo poco que nos contó el maestro y los breves comentarios de presentación que dieron ambos chicos, sus nombres son Ryan y Axel, tienen 17 años, se acaban de mudar y son hermanos, aunque para mí no lo parecen...

Por un lado esta Ryan, el es un rubio de ojos azules muy alto (al menos desde mi perspectiva) quizás mida 1.78 o 1.80; por otro parte, se encuentra Axel, su cabello es castaño y ligeramente rizado, sus ojos son de un tono verde oscuro y el es alto al igual que Ryan, aunque Axel es un poco más bajo que el, solo como por dos o tres centímetros.

Luego de presentarse brevemente, tomaron asiento dos columnas a mi derecha.

No se si es cosa mía o que, pero los noté algo ansiosos, lo cual, me resulto un poco inquietante, y tal parece que esto se reflejo en el receso, ya que comenzaron a comportarse de manera extraña, haciendo cosas un poco raras a mi parecer, como comerse la pizza y la hamburguesa con cubiertos, digo ¿quien hace eso? se que algunas personas lo hacen pero... sigue siendo extraño, o también cuando iban a ir al baño, (no es que los estuviera vigilando o siguiéndolos, tan solo pasaba por allí) fueron juntos, y no solo eso, se equivocaron y entraron al de mujeres, y eso que hasta la puerta lo decía claramente "mujeres", quien sabe por que estaban tan raros.

Deep in the forestWhere stories live. Discover now