Like I Would (Evak/Josak)

By Katlovedyou

40.7K 2.4K 4.9K

Isak tiene un gran problema, o bueno varios Siendo el chico más popular de todo Nissen, tiene un flechazo mu... More

Antes de leer...
Los polos opuestos se atraen
Even
La puerta separa cuerpos
Nota :D
Mudanza
Texto #2
No vale la pena
No es por ti
Papi
Reglas
Mil y una vez
"Broken trust and broken hearts"
Fase de negación
INFORMACIÓN: ESTO NO ES UN CAPÍTULO
It all came out in the wash - Parte 1
It all came out to the wash - Parte 2
Till I forget about you
Halla de nuevo
Hay manchas que se pueden quitar... y otras que no
Sabiendo que tus besos matan, moriré de amor
To loved and to be loved
La verdad le destrozará
Libre
Capítulo extra 1: Todo

"If you're under him, you ain't getting over him"

2.1K 113 265
By Katlovedyou

Como no se me permite dedicar el capítulo a dos personas con la opción habitual, Joy e Isa, este cap es para vosotras 



Había empezado a nevar

Por lo general, que en Noruega nevara en medio del invierno, no era nada nuevo ni a destacar

Sin embargo, que nevara tan fuerte que no pudiera salir a la calle ni siquiera para llegar a mi casa, que estaba a menos de 20 metros de la de Jonas, sí que era algo a destacar

- En serio, señor y señora Noah – dije entonces, intentando excusarme y salir de allí lo más rápido posible – Puedo ir hasta mi casa

- Isak – dijo entonces Jonas, que estaba a unos metros de donde yo estaba, mirando por la ventana, sentado sobre el alféizar de esta – No se ve ni tu casa de toda la nieve que está cayendo - dijo entonces, con una mueca de preocupación en su cara

Suspiré pesadamente volviendo a dejar mi abrigo sobre el sillón, tras lo que comencé a juguetear con mis dedos, nervioso

- No es ninguna molestia tenerte aquí Isak - dijo entonces la madre de Even, con una sonrisa cansada en su rostro – Eres un chico encantador

La miré preguntándome qué narices le habría pasado aquella mujer en su vida para estar siempre tan cansada. No era que no fuera simpática, o feliz, porque lo era, se notaba que lo era, pero era como si toda su cara representara cicatrices de un terrible pasado

Y si ella había pasado por algo tan terrible, ¿Acaso Even también?


Jonas me llevó a la habitación de invitados, que, irónicamente, estaba entre la suya y la de Even. Por suerte, ya a aquella hora los chupetones casi no eran visibles, lo que me iba ahorrar tener que darle explicaciones que no podía -o quería- darle, aunque dudaba mucho que Jonas no los hubiera visto durante las horas de clase, de todas maneras

- Si no te molesta me gustaría quedarme un poco contigo aquí – dijo él entonces, sonriendo de una manera tan mona que hizo que mi corazón saltara dentro de mi pecho – Siempre antes de dormir suelo hablar con Even, pero como está cansado y hoy tú estás aquí, pues prefiero que seas tú. Si no te importa, claro – terminó diciendo, algo ruborizado

- Oh no, claro que no – dije, con una amplia sonrisa en mi rostro

Después de unos largos segundos en silencio, en los que Jonas y yo nos limitamos a sentarnos al lado de la venta y en la cama, respectivamente, me decidí a preguntarle a Jonas algo que había estado rondando mi cabeza desde hacía un tiempo, rezando porque mi tono de voz no delatara la curiosidad tan grande que sentía por saberlo

Aun cuando la curiosidad no fuera el único motivo por el cual me decidí a hacer esa pregunta

- ¿Te llevas muy bien con tu hermano?

Jonas frunció el ceño antes de girar su cabeza y mirarme, claramente sin entender del todo a que venía esa pregunta

Aun así, respondió

- Al principio no fue nada fácil de tratar. Él solo se escondía en sí mismo, sin dejarnos saber ni a mí ni a su madre (menos aún a mi padre) lo que pensaba. Even hace creer a todos que es una persona fría a la que no le importa en absoluto hacerle daño a los demás, pero es de las personas más sensibles que conozco. Pasaron algunos años hasta que al final entendí su forma de comportarse y aprendí a quererle cada vez más – dijo, mientras miraba a un punto perdido en la ventana – A día de hoy, es sin duda es la persona más importante de mi vida

- ¿Aunque te tratara mal de pequeño? – pregunté entonces, con el ceño fruncido

Jonas entonces me miró, con más curiosidad que antes, quizás por lo interesado que yo estaba en el tema

- Claro que sí. Sé que no has tenido mucho contacto con él aun, pero Even es una persona maravillosa, incluso mejor que yo. Es solo que él no lo demuestra

Tragué saliva recordando como solo me había usado para conseguir sexo

- ¿Y con ese amigo? ¿Mikael? ¿No te parece mal que le use solo para tener sexo casual?

Algo de molestia brilló en los, hasta entonces, dulces ojos de Jonas

- No lo usa. Even siempre le ha dicho que no va a conseguir absolutamente nada de él, no mas allá del sexo, al menos. Es Mikael el que acepta eso, y el que se niega a creer que no tiene ni la más mínima oportunidad. ¿Por qué eso debería ser culpa de él? ¿No es acaso lo que tú haces con las chicas de nuestro instituto?

Me quede en silencio recordando aquella vez que Even me había dicho algo similar a ello. ¿Realmente Even era como yo?

Pero a mí, en ningún momento me había dejado las cosas tan claras como supuestamente si a Mikael

¿Por qué no?

- Además, no deberías juzgar las cosas que hace o no Even, menos aun si le conoces tan poco – dijo, algo molesto aun

- Lo siento – dije entonces, bajando la cabeza – No debería haberme metido. No es asunto mío

Mordí mi labio ligeramente mientras pensaba en que, efectivamente, eso no era asunto mío, y que, por tanto, no debería seguir interesándome en la vida de Even

El no era ya nada en mi vida

- Es solo que.... – dijo él, como si le costara hablar de ello – Simplemente jamás admitas que sabes lo que estoy a punto de decirte, ¿de acuerdo? – preguntó entonces, suplicándome silenciosamente con sus preciosos ojos marrones

- Por supuesto que no diré nada, puedes confiar en mí – dije, completamente seguro de que jamás me atrevería a contar nada personal sobre el pasado de Even

Aunque no lo haría exactamente por los motivos que Jonas estaba pensando

- El padre de Even jamás fue cariñoso; prácticamente no estaba nunca en casa, ya que siempre estaba demasiado ocupado emborrachándose y buscándose a cualquier prostituta que le pudiera satisfacer – dijo, devolviendo su vista hacia la ventana, sin poder sostener mi mirado – Sin embargo, jamás le levanto un dedo a él o su madre.

<<Un día, su madre se cansó de ser la cornuda del pueblo, por lo que decidió dejarle. Él le suplico una y otra vez que no lo hiciera, pero ella no estaba dispuesta a seguir viviendo de esa manera; eso fue cuando Even tenía cerca de seis o siete años.

Unos años más tarde, creo que dos, Even empezó a sentir algo por un niño de su clase; sí, un niño. No era nada serio, por supuesto, solo el típico enamoramiento de niños de ocho años, pero eso no hizo que no se dieran un beso

Todos hemos tenido esos besos, eso pequeños y tan inocentes besos en primaria con la niña que nos gusta; si no lo tuvimos, al menos hemos escuchado hablar de ello. Nada malo ocurrió, el único cambio que hay en el caso de Even es que no fue con una niña, sino con un niño, que, por cierto, sentía exactamente lo mismo que él

Sin embargo, esa misma noche su padre entró borracho a su casa; al parecer, su madre, al nunca haber recibido ninguna clase de comportamiento violento por su parte, no se molestó siquiera en cambiar la cerradura. Una vez que entró en la casa, fue directo a por Even, aprovechando que su madre no estaba en casa. Le dio una buena paliza por lo que me ha sicho mi padre, e incluso llegó a estamparle la botella de vino que llevaba en ese momento en su espalda, dejándole una cicatriz, que yo mismo he podido ver>>

Tragué saliva lentamente al sentir como la bilis se me acumulaba en la garganta, dándome ganas de vomitar, mientras sentía mis ojos escocer. Even solo tenía ocho años, no merecía nada de aquello

Menos aun por haber querido a alguien

- Sin embargo – continuó Jonas, después de tragar saliva para calmarse, pues al parecer él, al igual que yo, se había emocionado con la historia – Pegarle no fue lo único que hizo, pues estuvo cerca de una hora diciéndole cuan mierda y marica era

<< Lo peor vino cuando su madre llegó a casa después de hacer la compra. Su padre, aun con una violencia que ninguno de ellos había visto hasta entonces -es probable que la desarrollara al quedarse solo -, se lanzó sobre ella mientras esta intentaba proteger a Even. Al principio no pasó nada grave, no le pegó a su madre de la misma forma en la que le pegó a él, sino que simplemente la empujaba lejos para poder seguir con los golpes a su hijo

Lo peor vino después; De repente su padre frenó en seco y comenzó a decirle montón de mierda sobre como los maricas no sabían defender a las personas que querían, sobre que solo quería sentir una polla en su culo – como si los gays no la metieran también – y montón de mierda mas que prefiero ni comentar

Lo siguiente que sabemos es que se llevó a rastras a su madre hasta el que fue su cuarto durante tantos años y la violó, dejando que Even, tirado en el suelo malherido por los golpes, escuchara en todo momento como su madre gritaba durante la violación

Todo acabó cuando la policía llegó, alertada por los vecinos que habían escuchado los gritos, y se llevaron a su padre>>

Sentí como si el aire me faltara en los pulmones. Tuve que abrir la boca y dar grandes bocanadas, mientras algunas lágrimas caían por mis ojos para poder recuperarme un poco

Even, mi Even

Había pasado por todo eso

Había tenido que soportar verse incapaz de ayudar a su madre

Había tenido que escuchar como su padre violaba a su madre mientras él estaba en el suelo sangrando y sintiéndose culpable

Y yo prácticamente le había acusado de obligarme a hacer algo que no quería


"No tienes ni puta idea de lo que es que se aprovechen de ti"


Las palabras que me había dicho hacían tan solo unas horas resonaban en mi cabeza una y otra vez, como un eco incesante que me arrancaba a trizas el corazón

- Even se ha odiado desde ese mismo momento, cien por ciento seguro de que era alguien tóxico e inútil – terminó diciendo Jonas, mientras retenía algunas lágrimas

El silencio se volvió a hacer presente entre nosotros, o quizás incluso es que simplemente dejé de escucharle. No podía dejar de pensar en como las manos de Even siempre me acariciaban, como si fuera algo precioso que tuviera miedo de romper. Como había sonreído aquella vez en los baños, como siempre me decía que le pidiera que hiciera las cosas antes de hacerlas, para sí estar seguro de que eso era algo que yo también quería

– Ya sé lo terrible que es la historia – dijo entonces Jonas, con un tono de voz cariñoso, mirando en mi dirección – Es por eso por lo que me pongo tan a la defensiva cuando alguien le juzga

Asentí ligeramente, aun sin saber qué decir o qué hacer

Solo podía pensar en Even

- Yo...ne-necesito ir al baño – dije entonces, levantándome abruptamente, algo tembloroso

- Oh, pues tendrás que ir al de la habitación de Even – dijo Jonas como respuesta, levantándose él también – El baño común de la casa se ha roto y el mío es algo más pequeño. Aun así, si quieres venir al mío porque te es más cómodo así puedes hacerlo -terminó por decir, sonriendo de manera adorable mientras se acercaba a donde yo me encontraba

- No, tranquilo – dije entonces, negando con la cabeza – Puedo ir. Y solo – añadí, consciente de que eso sería lo próximo que me ofrecería

Jonas entonces bostezó, como si fuera un pequeño y lindo gatito

Después de frotase los ojos dijo, con voz algo somnolienta

- Hoy he tenido un día agotador, ¿te molesta si me voy ya a mi habitación a dormir?

- No, por supuesto que no – dije entonces, sonriendo emocionado por lo lindo que era

Jonas entonces se puso ligeramente de puntillas, dejando un dulce beso en la comisura de mis labios, tras lo que se sonrojó violentamente y salió con rapidez de la habitación

"Ojalá pudiera ir detrás de ti y darte muchos besos más Jonas" dije en mi cabeza "De veras que ojala pudiera, pero ahora tengo que ocuparme de otro asunto"


Después de diez minutos quieto delante de la puerta de la habitación de Even, sin saber bien que haría una vez que entrara en la misma, suspire cansado y decidí armarme de valor

Entré sin llamar a la puerta; sí, quizás aquello no había sido muy educado por mi parte, pero estaba seguro de que, si me esperaba a que viniera a abrirme, me iría corriendo en la dirección contraria, encerrándome en mi habitación sin hablar con él

Lo primero que vi fue como Even levantaba la vista de su portátil y me miraba con una mueca de extrañeza. Tenia el pelo revuelto y los ojos rojos, como si hubiera estado en la cama llorando durante un largo rato


"Even se ha odiado desde ese mismo momento"


- Necesito usar tu baño – dije entonces, intentando no bajar la mirada hacia su pecho desnudo

- Adelante entonces – dijo entonces, devolviendo una mirada desinteresada a su portátil


"El solo se escondía en si mismo, sin dejarnos saber nunca lo que pensaba. Even hace creer a todos que es una persona fría a la que no le importa en absoluto hacerle daño a los demás, pero es de las personas más sensibles que conozco"


¿Y si estaba haciendo eso conmigo también?

Me había dicho que me necesitaba el otro día en el baño

¿Acaso era posible que...que realmente me necesitara?

- No en realidad – dije entonces, cerrando la puerta a mi espalda y pasándole el seguro, tras lo que me apoyé sobre ella, cruzando los brazos por delante de mi pecho

Él volvió a levantar la vista del portátil, con el ceño fruncido, y algo sorprendido

- ¿Qué?

- Que no vine aquí por el baño – dije de nuevo, cada vez más firme

- Isak si estás aquí porque estas caliente mejor vete y llama a mi hermano ... - comenzó a decir, mientras cerraba los ojos, claramente controlando su ira

- No estoy aquí por un calentón – dije, de nuevo con el mismo tono de voz autoritario

- ¿Y entonces que mierda haces aquí? – dijo, cerrando el portátil y cruzando los brazos sobre su pecho, como yo estaba haciendo, con sus ojos brillando por la rabia contenida

- Ni yo mismo lo sé – mentí, mientras le sostenía la mirada

El tragó saliva lentamente, como si le estuviera costando horrores no gritarme. O echarme de la habitación. O tirarse encima de mi y comerme. O quizás todas al mismo tiempo

- Isak, vete, por favor – dijo entonces, con la voz completamente rota

Se aclaró la garganta rápidamente fingiendo que su voz rota había sido producto de una tos, pero a mi no lograría engañarme con eso

No de nuevo

- ¿Por qué? – pregunté, sin modular ni un poco mi tono de voz. No podía dejar caer mi barrera, no ahora

Desde el momento en que Even me viera debilitarme, me atacaría ferozmente hasta que lograra enfadarme y echarme

- Porque si sigues aquí no me haré responsable de lo que pase, y no quiero que luego te arrepientas – dijo entonces, escondiendo la cara entre sus manos, ahogando en ellas un largo y cansado suspiro

- No me arrepiento de nada de lo que ha pasado entre nosotros – dije entonces, ante lo que él elevó la mirada, para hacer contactar nuestros ojos – Jamás he sentido lo que sentí cuando me besaste, ni cuando me comiste el culo, pero es cierto que jamás nadie había hecho eso antes, así que no sé si eso también cuenta

Even entonces entrecerró los ojos, volviendo a ponerse su máscara de indiferencia

- ¿Esperas que me crea eso? Sé que besaste a mi hermano, tu futuro esposo, ¿recuerdas?

- Lo sé, lo recuerdo – dije, asintiendo con la cabeza y haciendo con mis labios una fina línea

- ¿Entonces? ¿Con que fin vienes a mentirme y a decirme que he sido tu mejor beso cuando es obvio que no lo he sido? – dijo, apretando la mandíbula

Me quedé en silencio observándole despacio. Sus ojos tenían unas pequeñas arruguitas en ambos lados, debido a como estaba frunciendo el ceño. Sus labios estaban apretados en una fina línea, de manera similar a como se encontraban los míos, mientras que sus ojos azules me miraban con rabia

Con rabia

Even me estaba mostrando una emoción

- No te he mentido. Dije que has sido el mejor beso que he tenido, y lo eres – repetí, esta vez más firme

Even dejó de fruncir el ceño entonces, pasando a observarme con curiosidad. Abrió la boca para decir algo, pero rápidamente la volvió a cerrar

- Y lo digo en serio – completé, comenzando a acercarme a él

- Isak – su tono de advertencia me decía que debía salir corriendo ya mismo de ese sitio, y olvidarle para siempre – No sigas acercándote

- ¿Por qué? – pregunte entonces, mientras ponía una de mis rodillas sobre su blando colchón, sin dejar de mirarle en ningún momento

- Porque esto no está bien – dijo entonces, dejándome entrever lo mucho que le estaba costando mantenerse quieto mientras yo cada vez me acercaba más

- No me importa – dije entonces, poniendo mi cara a la altura de la suya, aunque dejando cierta distancia entre ambas

- Porque voy a hacerte daño. Sentimentalmente – aclaró con rapidez al ver como yo elevaba una ceja, juguetón

- No me importa, ya me preocuparé de eso cuando pase – dije entonces, restándole importancia con un gesto de mi mano

Mano que luego apoyé sobre su cuello, donde comencé a hacer círculos en su piel

Los ojos de Even rápidamente comenzaron a ponerse negros debido a la excitación, y, sin poder evitarlo se acercó peligrosamente a mí, que aún estaba de rodillas delante de él, lo que me hacía parecer más alto

- Porque si empezamos esta vez no voy a poder parar – susurró, directamente en mis labios, dejando que su aliento cálido me hiciera cosquillas en los labios

- No quiero que pares - dije, más como un gemido que como una frase coherente

Even dejó que sus manos volaran hasta la parte baja de mi camiseta, tras lo que las introdujo por debajo de esta, dejando que sus dedos rozaran la piel de mi espalda

- ¿Quieres decir que....? – dijo, pegando mi cuerpo al suyo, con un ligero empujón que me dejó sentado a horcajadas encima de él

- Si, eso exactamente quiero decir

Tras eso comencé a besarle con fiereza, sin darle tiempo siquiera a poder protestar. AL principio intentó pararme, cerrando los labios con fuerza, pero tan pronto como deslicé mi lengua por sus labios los abrió, dándome paso

Sus manos viajaron por mi espalda dándome corrientes eléctricas por todo el cuerpo, que me tenían gimiendo sin parar en su boca, mientras yo me aferraba a su cuello y comenzaba a balancear las caderas sobre él

Nos separamos solo en el momento en que nos dimos cuenta de que si no parábamos en ese mismo instante, acabaríamos muriendo por la falta de oxigeno

Sus ojos conectaron con los míos de una forma tan íntima que enseguida supe lo que me estaba queriendo decir

Para

No sigas

Esto no está bien

Lo más probable es que mis ojos estuvieran representando exactamente lo mismo, pero no me importaba. En aquel mismo instante lo único que me importaba era Even

Even el que jamás había sido amado por nadie, ni siquiera por él mismo

Even el que siempre hacía como que nada le dolía, y estaba librando todos los días una terrible batalla en su interior

Even el que sólo se comportaba como un ser humano cariñosos y lleno de amor conmigo

Respiré hondo y bajé mis labios por su cuello sintiendo como comenzaba a temblar, lo que hizo que su corazón se disparara

- Creía que el gay virgen aquí era yo – bromeé, mientras con mi lengua recorría el camino de su yugular, consiguiendo que volverá a estremecerse

Él rio ligeramente bajando las manos hasta mi culo y dándole un fuerte apretón a mis nalgas, que hicieron que soltara un gemido

- ¿Qué decías? – dijo entonces, contactando nuevamente nuestras miradas mientras una sonrisa burlona aparecía en sus labios

Sentí la boca seca de repente al darme cuenta de que, por primera vez, la sonrisa de Even llegaba a sus ojos

Sin perder más tiempo contacté nuestras bocas de nuevo, de una manera mucho más suave en esta ocasión

No tardamos en quitarnos la ropa mutuamente, hasta quedarnos con los calzoncillos puestos

Vi la hambrienta mirada de Even recorrerme entero, sintiendo como si cada aleteo de sus pestañas, tan lento y tan suave, fueran una caricia

Me volví a sentar encima de él sintiendo toda su hombría en mi culo, mientras comenzaba a mecerme encima de él y él dejaba un rastro de besos y marcas por todo mi cuello, hasta llegar a mi pezón el que mordisqueó con suavidad para luego empezar a succionar con fuerza

Hice mi cabeza hacia atrás mientras me movía sobre él con mas fuerza, mordiendo mi labio para no chillar del placer que me estaba dando con solo su boca en mi pezón y su dedo jugueteando con mi entrada, por encima de mi ropa interior

Se saco el pezón de la boca para decir, casi sin aliento

- Acuéstate

Le obedecí levantándome de sus piernas, pero cuando estaba a punto de colocarme en la cama, me tiró con suavidad encima de esta, quedando así yo acostado boca abajo. Luego se deshizo de sus calzoncillos y se subió a la cama, detrás de mí

Puso sus dos enormes manos directamente en mi trasero y comenzó a masajearlo con lentitud, volviéndome loco y sacándome suaves suspiros

Luego tiró hacia arriba de mis muslos dejándome con las rodillas flexionadas y el trasero ligeramente levantado (haciendo que una pequeña parte de mí se riera de la situación pues parecía una rana en esa posición), poniéndome un cojín debajo de la parte baja de mi abdomen para así tener más acceso a mi entrada

Movió la lengua desde la mejilla de mi nalga hasta mi entrada, ante lo que gemí con fuerza y me aferré a sus sábanas, mordiendo ligeramente mi labio para no volver a hacerlo tan alto

- No te muerdas – dijo él entonces, estirándose para poder pasar su dedo por mi labio, obligándome así a liberarlo

- ¿Y si me escuchan? – pregunté entonces, mirándole a los ojos, con miedo

- No me importa, pondré alguna excusa. Están acostumbrados a que traiga gente a casa – dijo él, restándole importancia con un movimiento de su hombro

Antes de que pudiera hacer algún comentario al respecto, o siquiera retirar la mirada por lo mal que me sentó esa frase – que, aunque sabia que era cierta, dolía igual- él subió la mano desde mi labio, donde aún la tenía, hasta mi mejilla, la que acarició suavemente

- Me encanta verte con los ojos llorosos por el placer que te estoy dando – dijo, con una sonrisa cariñosa en su rostro

Después de eso, y sin esperar una respuesta por mi parte, depositó un pequeño beso en mi nariz, tras lo que bajó hasta mi trasero de nuevo

Esta vez colocó las manos en mi trasero para separar mis mejillas y comenzar a meter y sacar su lengua de mi entrada, dejándola dentro unos segundos haciendo movimientos circulares, mientras apretaba y masajeaba mis nalgas

Sabía que lo más probable es que al día siguiente me quedaran marcas en mi trasero por eso que él estaba haciendo ahora con sus manos, pero en ese momento no me podía importar menos

Después de varios lametones, y de que yo me frotara sin control contra las sábanas de la cama, intentando así satisfacerme un poco, se separó ligeramente de mí, no sin antes soplar en mi entrada sacándome otro amplio gemido

- No quiero que te corras tan rápido cariño, es por eso por lo que paro

Yo tomé una gran bocanada de aire y me giro sobre mi mismo, quedándome sentado en la cama. Even estaba delante de mí, de rodillas, mirándome con curiosidad

- Si quieres parar... - comenzó a decir, pero rápidamente le interrumpí

- No es eso

Él se quedó en silencio observándome sin comprender

- Quiero.... – comencé a decir, aclarando mi garganta, intentando hacer algo de tiempo mientras reunía el valor necesario para decirlo – Quiero lubricarte

Él frunció el ceño y me miró como si tuviera monos en la cara

- Yo... no creo que te esté entendiendo... Hay condones, y además tengo un bote de lubricante que....

- Mira Even – dije entonces, comenzando a perder la paciencia – Lo de lubricar era una buena excusa para decirte que quiero meterme tu pene en mi boca. Por supuesto que sé que vamos a usar un condón y lubricante, yo solo...

Entonces él comenzó a reír; una risa sincera, sin nada de burla o sarcasmo en ella

Una risa que iluminó todo su rostro

- ¿De que mierda te ríes? – pregunté entonces, algo molesto

- De que al principio lo decías tan tímido, como si tuviera vergüenza de decir algo así. Pero entonces te enfadaste porque yo no lo pillaba y... lo dijiste tan tranquilo. Incluso con el ceño fruncido y... - tuvo que interrumpirse por la risa que estaba naciendo directamente de su garganta – y yo no podía parar de pensar en lo jodidamente adorable que te veías – dijo esto ultimo rozando su nariz con la mía, para lo que puso las manos a ambos lados de mi cadera, inclinándose un poco sobre mi

Luego nos comenzamos a besar despacio, y me atreví a deslizar las manos por su pecho denudo, hasta colocarlas por detrás de su pelo, dando suaves tirones en este.

Poco a poco, y con mucha delicadeza me fue tumbando sobre la cama, sin dejar de besarme en ningún momento

Después de unos minutos en los que simplemente nos besamos y acariciamos a nuestro antojo, como si quisiéramos dejar nuestras huellas dactilares por todo el cuerpo del otro, Even alcanzó una botella de lubricante y un condón que tenía dentro de uno de los cajones de su mesita de noche

- Isak quiero saber que estás completamente seguro de esto – dijo mientras comenzaba a rasgar el papel del condón

- Lo estoy – dije, sintiendo como el estómago me revoloteaba por los nervios

- ¿Cuánto de seguro estás? – preguntó, mientras se colocaba el condón en lo que me pareció el gesto más sexy que había visto nunca, aun cuando no lo estaba haciendo conscientemente

- Super seguro – respondí, mientras mordía mi labio para no dejar escapar el gemido que tenía guardado en la garganta, por verle untarse sus largos dedos con el lubricante

- De acuerdo – dijo una vez que tenia los dedos completamente untados – Esto te va a doler un poco al principio, siempre es así. Es importante que te relajes, ¿si bonito? – dijo esto ultimo cepillando sus labios en mi ombligo, ante lo que asentí ligeramente, tragando saliva con fuerza

Even movió su dedo muy suavemente sobre mi entrada, introduciéndolo con tanta suavidad y delicadeza que estuve a punto de darle las gracias. No pude hacerlo, sin embargo, debido al dolor que sentí una vez que lo introdujo por completo

No grite, sin embargo, pero Even pudo verlo en mi cara, por lo que se acercó y comenzó a llenarme de besos el rostro: en mis ojos, mi nariz, mis labios y mis mejillas. Incluso me dio un beso por detrás la oreja en un punto donde tengo cosquillas, lo que hizo que me riera ligeramente

Luego comenzó a mover el dedo en su interior, primero sin sacarlo, sino solo haciendo movimientos circulares en el interior y luego penetrándome con él. Una vez que me acostumbré del todo y empecé a gemir con fuerza, el metió el dedo más profundamente, con mucha más rapidez y brusquedad

Introdujo otro dedo cuando me hice un lio de gemidos que solo suplicaba "más por favor". Los sacaba prácticamente al completo para luego meterlos con fuerza, tocando, en una de esas ocasiones, un punto en mi interior que hizo que viera las estrellas

Pude escuchar la sonrisa de suficiencia que puso hasta con los ojos cerrados

Aprovechando que había sacado los dedos le dije

- No pongas esa sonrisita, no lo estoy disfrutando tanto

Él sonrió de medio lado confiado y sus ojos brillaron por el desafío

- Eso lo dices porque aun no me has sentido dentro bonito

Alineó despacio su pene en mi entrada, sin dejar de sonreír en ningún momento

Yo también estaba sonriendo

Me miró a los ojos cuando estaba a punto de penetrarme y se alargó para besarme en los labios, despacio, profundo y saboreando cada parte de mi boca, como si me estuviera suplicando que por favor que no me arrepintiera

Como si a estas alturas pudiera hacerlo de todas formas

Luego empezó a penetrarme, tan despacio y tan cuidadoso como cuando lo había hecho con su dedo, sin desconectar ni un segundo sus preciosos ojos azules de los míos

Sin poder contenerme dije:

- Eres hermoso

A diferencia de lo que había pensado, no se asustó ni se molestó, por el comentario, sino que se limitó a decir

- Es solo porque no te has visto a ti con mis ojos

Justo entonces terminó de llenarme, dejando caer su cabeza en el hueco de mi hombro

Sentí entonces que estaba temblando de nuevo, por lo que pasé una mano por su pelo, enredando mis dedos en el mismo, y dejando que nuestros labios contactaran suavemente

Justo entonces entendí que estaba temblando por el deseo contenido

Porque se estaba muriendo de ganas de penetrarme, pero aun así estaba quieto para dejar que yo me acostumbrara

Algo en mi pecho saltó, y si fue amor, jamás lo admitiría

Me separé de sus labios solo para mirarle y trasmitirle con ellos que ya podía, que podía hacer lo que quisiera hacer con mi cuero

El me entendió, pues colocó sus manos a ambos lados de mi cabeza y comenzó a penetrarme

Al principio dolió, sería una mentira decir que no. Podía sentir la quemadura en mi interior cada vez que se movía ligeramente, solo tanteando el terreno. Puse mis brazos alrededor de su cuerpo clavando mis uñas en su espalda, gimiendo y pegándole más a mi cuerpo

Como si no fuera suficiente, como si jamás pudiera tenerle lo demasiado cerca como para satisfacer mi necesidad de estar a su lado

Una vez que me acostumbré, y mis gemidos de dolor pasaron a ser unos mucho más placenteros. Even entonces comenzó a sacar su pene de mi casi por completo para luego penetrarme con fuerza, haciendo que la cama chirriara y que se escuchara el sonido de nuestras pieles chocando

Después de su risa y sus gemidos en mi oreja, ese era mi sonido favorito, sin duda alguna

Luego comenzó a coger más velocidad, volviéndose así sus movimientos más bruscos y apretándose mas sus bíceps, de los que me agarré con una mano

Su boca se unió con la mía en un beso completamente descontrolado, solo lengua chocando con otra lengua, intentando acallar los gemidos que no dejaban de escapar por nuestros labios

La nariz de Even acarició mi cuello hasta llegar a un punto algo por encima de mi clavícula, donde me comenzó a chupar la piel, dejándome lo que seguramente mañana seria una gran mancha rojiza

Acaricio suavemente mi muslo sin dejar de penetrarme con la misma velocidad y fuerza hasta llegar a la parte posterior del mismo, tras lo que lo levantó colocándolo en su hombro, entrando en mí así más profundamente y llegando nuevamente a ese punto que antes me había hecho ver las estrellas

Bueno, si antes me había hecho ver las estrellas, ahora casi me había hecho correrme

Hice acopio de toda mi fuerza de voluntad para no venirme tan rápido, apretando con más fuerza el agarre que aun ejercía en el brazo de Even y rasgando un poco más la piel de su espalda con mi otra mano, sin dejar de gemir cada vez con más fuerza

Terminamos corriéndonos al mismo tiempo después de lo que fue el polvo mas placentero y largo de mi vida, yo en nuestros vientres, y él dentro del condón

Cuando terminó, cayó rendido en mi pecho, respirando con dificultad e intentando recuperarse del orgasmo tan fuerte que le acababa de dar. Le entendía, yo estaba igual

Después de eso salió muy lentamente de mí, como si realmente no quisiera hacerlo – bueno, yo tampoco quería- y se quitó el condón, haciéndole un nudo y tirándolo en la papelera que había al lado de su habitación

Luego me mostró una maravillosa vista de su pequeño trasero mientras iba en dirección al baño, del que salió con una toalla húmeda. Sin decir una palabra, pero transmitiéndome millones de cosas con sus ojos, se puso de cuclillas al lado de la cama donde yo seguía acostado y me limpió, dejando que sus dedos acariciaran ligeramente mi piel. Una vez que terminó depositó un suave beso en mi frente y volvió a dejar la toalla en el baño, tras lo que recogió sus calzoncillos

Cuando vi que se dirigía hacia la puerta me senté sobre la cama y agarré su mano, impidiéndole que saliera

- ¿Adónde vas? – pregunté, con la voz mas rota de lo que pretendía. No quería que supiera lo mucho que me dolería que se largara después de lo que acababa de pasar

- Pensé... - dijo entonces, con una debilidad en sus ojos y una confusión en su rostro que le hacían parecer mucho mas joven de lo que realmente era – Pensé que no querrías sestar conmigo. Pensé que te arrepentirías

Le sonreí con cariño mientras comenzaba a acariciar la muñeca que aun sostenía entre mis dedos

- No me arrepiento, y quiero que te quedes. Supongo que soy de ese tipo de personas que se pone cariñosa después del sexo – dije, encogiéndome un poco de hombros

Los ojos de Even brillaron mientras una sonrisa se abría paso en sus labios. Me indicó que me levantara para que así pudiéramos acostarnos debajo de las sábanas, pues debido a la tormenta que había fuera, hacía frío

- Lo que menos quiero ahora es que resfríes – dijo en mi oído una vez que nos acostamos, siendo yo la cucharita pequeña

- ¿Y que es lo que más quieres? – pregunté, sin poder contener una sonrisa

Los dedos de Even acariciaron mi abdomen

- Lo descubrirás con el tiempo pequeño – dijo tras lo que depositó un suave beso en mi frente

Poco a poco fui durmiéndome en sus brazos, con una sonrisa que no me cabía en el rostro

���»Z�Q4

Continue Reading

You'll Also Like

20.1K 1.9K 18
Un correo puede cambiar todo. Un error para tu jefe puede salir bien o mal. *PORTADA HECHA POR MI * ADAPTADA
96.8K 6K 131
@Zayn te ha seguido. @Zayn le ha gustado tu foto. En donde; Niall Horan es un chico de diecinueve años. Es homosexual a morir, sin embargo, sus pad...
490K 67.8K 43
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
9.7K 1K 11
Después de evitar que la guerra entre el cielo y el infierno se llevara a cabo, Crowley y Aziraphale se sienten relegados por sus respectivos jefes...