- ¿Puedes, por favor, dejar de mirarme como si fuera alguna clase de fenómeno extraño?
Había tenido la pregunta bailando en la punta de mi lengua durante las últimas dos horas, debido a la mirada incesante que Chris me había empezado a dirigir desde el segundo en que entré por la puerta de clase
Teniendo en cuenta que ya estábamos cerca de terminar la tercera hora, bastante tiempo había logrado aguantar sin decirle nada
- No te estoy mirando como si fueras una clase de fenómeno extraño – dijo él por fin, mirándome con el ceño fruncido, en lugar de con cara de sorpresa, como había hecho hasta ahora – Solo estoy intentando averiguar qué fue
- ¿Averiguar que fue? – pregunté entonces, mientras elevaba una ceja - ¿Te piensas que esto me lo hizo un perro o algo así? – dije, señalando finalmente hacia mi cuello
Aquella misma mañana, y desde el primer momento en que me había mirado al espejo, había sabido perfectamente lo que me esperaba cuando llegara a clase
Mi madre, al igual que todos los del instituto, simplemente habían interpretado que los grandes chupetones que tenía en el cuello me los habría hecho alguna afortunada chica – a ver dónde se encontraba una mujer con semejante boca tan grande - del instituto durante la noche de celebración por el partido que habíamos ganado ayer
Sin embargo, Chris no lo pensaría
Él no era tonto
Me había dejado solo en los vestuarios
Y lo más probable es que supiera perfectamente que no salí de ellos hasta bien entrada la noche
- No, no me estás entendiendo – dijo él entonces, rodando los ojos – Me refiero a si fue un él o un ella
Tragué saliva lentamente. Una pequeña, aunque más bien ínfima, parte de mi había esperado que Chris simplemente sobreentendiera que había sido alguna chica con la que me había enrollado en la fiesta, como todos habían hecho y como yo antes solía hacer siempre. Bueno, claro, había sido siempre así hasta de que llegó el señor don "llamame papi y déjame azotarte", claro está
Supongo que mi silencio le dio la respuesta que tanto estaba esperando
- ¡¿Fue Jonas?! – preguntó entonces, en un tono quizás demasiado alto
Las dos chicas que estaban sentadas delante de nosotros se giraron y nos miraron con el ceño fruncido
- Shhh – dije, incluso más alto de lo que él había hablado, poniendo un dedo índice sobre mis labios - ¿Puedes bajar la puta voz? Aun no quiero que todo el mundo se entere de eso, pedazo imbécil – dije entonces, en un tono de voz lo suficientemente bajo como para que sólo él pudiera escucharme, lo que hizo que las chicas perdieran el interés y volvieran a atender a la profesora de inglés
- Vale, perdón, perdón, pero ahora cuéntame. Últimamente siento que solo me estas excluyendo cada vez más y más de tu vida – dijo, ahora haciendo un lindo puchero con sus labios
Rodé los ojos maldiciéndole internamente. Si me decía algo así no era capaz de mentirle o no contárselo
Sería mejor empezar por el principio
El principio, principio
- Ayer, antes del partido, fui a casa de Jonas – comencé a decir, pero rápidamente fui interrumpido por él
- ¡¿Y bien?! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Se besaron?!
Tuve que contenerme de darle un puñetazo, contentándome con volver a mandarle a callar
- Sí, en realidad – dije, viendo como los ojos de mi amigo se iluminaban por la emoción
Sin embargo, no le dejé siquiera decir una palabra más antes de que le soltara toda la historia de sopetón, sin darle tiempo a protestar o a hacer comentarios entremedias
- Entonces.... – dijo finalmente - ¿Uno te metió la lengua en la boca y el otro hermano te la metio en...?
- Si -dije interrumpiéndole rápidamente – Buen resumen Chris
Se quedó evaluándome en silencio algunos segundos, antes de decir muy despacio
- Isak....¿de veras te gusta tanto ese tal Even?
Le mire como si le hubieran salido monos en la cara
Bueno, incluso eso hubiera sido más común que lo que me acababa de preguntar
- ¿Qué? Por supuesto que no me gusta. El único chico que me ha gustado y me gustará es Jonas – dije, más a la defensiva de lo que esperaba sonar
Él se volvió a quedar en silencio, ahora más serio incluso que antes
- ¿Entonces por qué estás haciendo esas cosas con él a las espaldas del chico al que tanto quieres?
Tragué saliva lentamente mientras retiraba mi mirada
Muy pocas veces resultaba que Chris tenia razón. Por lo general, o la tenía yo, o la teníamos ambos, o simplemente yo no la tenía, pero lo cabezota que soy no me dejaba admitirlo. Ni siquiera a mi mismo
En esta ocasión era diferente. No podía siquiera discutírselo
- Escucha – dijo, mirando alrededor y asegurándose de que no quedaba ya nadie en clase, debido a que la alarma había sonado a mitad de mi relato de los acontecimientos de la noche pasada y la gente estaba pasando el descanso en el patio del instituto – Te voy a contar un secreto sobre mi – dijo, con una amplia sonrisa abriéndose paso en sus labios
- Hm.... ¿de acuerdo? – dije, con una ceja elevada y sin saber bien qué decirle, aun cuando todo aquello me daba más bien mala espina
- Tengo un crush muy fuerte con una cantante famosa; se llama Dua Lipa – dijo, volviendo a sonreír ligeramente
- Hmhm – asentí, cada vez entendiendo menos lo que mi amigo quería decime con todo aquello
Osea sí, la chica estaba buenísima, ¿quién no tendría un crush con ella? ¿Pero acaso me iba a hacer una metáfora incluyendo a Eva – el supuesto amor de su vida – y a Dua?
- Y ahora te voy a enseñar lo que, a partir de hoy mismo, será tu canción con Even
- ¿Mi canción con even? - 'pregunté entonces, con el ceño incluso más fruncido -¿No se supone que quieres que deje lo que quiera que sea que tengo con él? No creo que hacer que tengamos una canción vaya a ser de mucha utilidad....
- Tu solo calla y escúchala – dijo, rodando los ojos mientras le daba play a la canción en su móvil
Hablando por la noche en mis sueños
Volviéndome loca
(Mal de la cabeza, mal de la cabeza)
Lo escribí y lo leí en voz alta
Esperando que pudiera salvarme
(Demasiadas veces, demasiadas veces)
Mi amor, me hace sentir como nadie mas
-Él no es mi amor, ni siquiera me gusta– dije entonces, rodando los ojos ante la letra de la estúpida canción
Él me dirigió una mirada entre dolida por haber interrumpido a su diosa musical, y enfadada
- Al menos ella puede poner eso de excusa, ¿Cuál es la tuya para dejar que te coma el culo?
Decidí mantener la boca cerrada mientras él le daba para atrás a la canción, para que así pudiera seguir escuchándola desde el momento en que la interrumpí
Pero mi amor, no me ama
Así que me dije a mi misma, me dije a mi misma
Uno, no cojas el teléfono
Sabes que solo te está llamando porque está borracho y solo
Dos, no le dejes entrar, luego tendrás que sacarle de nuevo
Tres, no seas su amigo; sabes que te despertarás en su cama a la mañana siguiente
Y si estás debajo de él, es que no lo estás superando
Llegados a este punto paró la canción y me dio un bolígrafo
- ¿Qué se supone que quieres que haga con esto? – pregunté entonces, elevando una ceja, incrédulo
- El primer paso es escribirlo y leerlas en voz alta – dijo, con una sonrisa enmarcando todo su rostro
- Creía que el primer paso era no coger el teléfono – dije entonces, sonriendo ligeramente
- Pues esto es el prólogo, solo hazlo. Mientras, te voy a poner el resto de la canción
Harto de discutir, me limité a rodar los ojos y escribir lo que me estaba dictando
Even me había enviado dos mensajes en lo que llevábamos de mañana.
Ante la mirada de pocos amigos de Chris, que estaba atento siempre que mi móvil vibraba, decidí no leer ninguno de los dos, pues así me sería más fácil ignorarlo
"Uno, no cojas el teléfono"
Vale, bien, joder. Quizás tenía razón. Quizás Even solo me estaba usando para obtener placer físico – pues estaba totalmente seguro de que eso era lo que pensaba Chris, aparte de que yo tenían un crush fuerte con Even - pero yo también lo estaba haciendo. ¿Qué había de malo en todo eso?
"Que te trata como una mierda cuando no necesita que estés chupándole la polla" dijo una vocecita en mi cabeza "Y eres mejor que eso, todo el mundo es mejor que eso"
El timbre que daba por finalizada la ultima clase del día sonó antes de que pudiera seguir odiándome por lo que había pasado la noche anterior. Recogí lo más rápido que pude y metí las cosas en mi mochila, maldiciendo en voz alta que por la mañana hubiese hecho tanto frío y yo hubiera cogido tres abrigos; de los cuales, ahora, solo tenía puesto uno
A falta de espacio en la maleta donde pudiera meter mi carpeta – pues había metido como había podido los otros dos abrigos restantes - me resigné a llevarla en la mano
Sabía donde estaría incluso antes de salir por la puerta principal. La parte positiva, es que podía huir de él alegando que no le había visto. La parte negativa, era se me iba a hacer muy difícil no mirarle
¿Pero quien no le miraría?
"No hay hacia donde girar, no hay hacia donde girar"
Maldita canción, ¿tenía que ser perfecta en todo momento?
Justo cuando estaba a punto de llegar a la calle por la cual tenía que subir para ir en dirección a mi casa, una mano agarró con fuerza mi brazo hacia atrás para que así parara la marcha rápida que había emprendido
Iluso yo que pensaba que podría huir y tener una linda y tranquila caminata hacia mi casa
- ¿Por qué me estas ignorando? – dijo entonces, mientras soltaba mi mano (sin nada de delicadeza) y sus ojos azules fríos como el hielo– ya no quedaba rastro del Even dulce de anoche, en absoluto – me evaluaban despacio
- No lo estoy haciendo, simplemente no te vi – dije, encogiéndome de hombros
- Oh, ¿Cómo mis mensajes entonces? – Su voz se sintió como un cuchillo pasando suave y peligrosamente por mi garganta
Tragué con saliva fuerza
- Estaba en clase, no puedo simplemente responderte los mensajes porque a ti te de la gana que lo haga
Algo peligroso brilló en sus ojos, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa nada amigable
- Eso no fue un problema la última vez que te corriste con mi audio en el baño
Fruncí el ceño, en parte molesto por el tono de burla con el que lo dijo, y en parte porque, en este caso, él tenía razón
- Bueno, pues resulta que ahora estoy intentando ser más serio en cuanto a mis estudios, discúlpame por eso
- Disculpado – dijo, mientras apartaba la vista de mi – Ahora sube al coche
Me reí ligeramente. Al ver que ni se inmutaba, y, por tanto, al darme cuenta de que lo decía en serio entrecerré los ojos observándole con escrutinio
- No te pensarás en serio que me voy a subir a tu coche solo porque tu me lo digas, ¿verdad?
Una mirada de confusión cruzó por su rostro antes de girar la cabeza para volver a mirarme, con el rostro serio
- ¿Es una pregunta retórica?
Bufé, mientras abría los brazos exasperado, con cuidado de no tirar al suelo mi carpeta
- ¡No! Es una pregunta que deberías responder
- Vale – dijo, volviendo a encogerse de hombros – Sí, pienso que te vas a subir a mi coche, porque si no te arrastraré y terminarás en él de todas formas. Y no, no tienes ni voz ni voto en esto
Sabía que lo estaba diciendo solo para molestarme, pero aun así eso hizo hervir mi sangre
Pero no, no pensaba dejar que se saliera con la suya
No otra vez
- Oh, ¿de veras? – dije entonces, con una sonrisa maliciosa en los labios – Pues obsérvame hacerlo
Después de eso salí corriendo en dirección contraria a donde él se encontraba, con toda la rapidez y fuerza muscular que mis ocho años en fútbol me habían dado
Llegué a mi casa en apenas unos minutos, cuando, por lo general solía tardar veinte minutos en llegar caminando. Orgulloso de mí mismo, y con una sonrisa triunfal en mi rostro, entré en mi casa, no sin antes echar un vistazo a la casa de al lado y ver como, en efecto, el coche de Even estaba ahí aparcado
Que se joda por mandón
Desde que mi madre había empezado a trabajar de nuevo, me pasaba casi todas las tardes solo, aunque la verdad es que no podía quejarme. Después de años encerrado en casa por las tardes sin nada de privacidad – debido a que mi madre siempre ha tenido la mala costumbre de entrar en mi habitación sin llamar a mi puerta – tener un respiro era justo lo que necesitaba
Dejé la maleta en la cocina viendo como mi madre me había dejado la comida preparada antes de irse. Eso me hizo sonreír
Subí las escaleras despacio quitándome la camiseta por el camino, debido al calor que estaba generando mi cuerpo por el deporte que acababa de hacer, hasta llegar a mi habitación
- Vaya, me encanta saber que vienes así de preparado para mí
Salté de mi sitio del susto tan grande que me llevé por la voz que escuché. Cuando por fin mis pulsaciones se normalizaron, Even colocó una de sus manos en mi hombro desnudo, comenzando a bajarla sensualmente hasta llegar a mis muñecas
Sus labios contactaron con mi oreja con suavidad antes de decir
- ¿De veras creías que te librarías de mi tan fácilmente?
Intentando controlar mi voz lo máximo posible, respondí
- Ahora mismo lo único que me preocupa es saber como narices te metiste en mi habitación. O bueno, aun mejor, en mi casa, en general
- No deberías dejar la ventana del balcón abierta, menos aun si hay un árbol justo al lado de él – dijo, con sus labios cepillando mi cuello, por los lugares donde aún relucían las marcas que me había dejado hacía tan solo unas horas
- Estas empezando a rozar la locura Even – dije, consiguiendo que mi voz sonara dura
A pesar de que lo único que tenía duro en aquellos momentos era otra cosa....
Él se separó entonces de mí, observándome en silencio durante algunos minutos, aun con su pecho pegado a mi espalda
- ¿Por qué lo dices? ¿Te gustaría que te estuviera rozando otra cosa?
Rodé los ojos mientras él comenzaba a reírse de su propio chiste
Me giré empujando su pecho y alejándolo de mí
- ¿Es que no puedes tomarte nada en serio?
Justo entonces le miré
Le miré por primera vez desde que había entrado en la habitación
Estaba desnudo
Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios
- Verás, cuando te vi correr así, mi primer instinto fue chillarte, o pegarte – dijo entonces, mientras comenzaba a caminar alrededor de mí, como un león acechando a su presa, agarrando la carpeta que había tenido en la mano en todo momento – O quizás azotarte – dijo en mi oído, consiguiendo que me estremeciera – Pero, lo segundo que pensé me gusto más – terminó diciendo, mientras apoyaba su desnudo trasero sobre el escritorio de mi habitación y dejaba la carpeta a su lado
- ¿Y fue....? – pregunté, tragando saliva con fuerza, y obligándome a mantener los ojos en su cara
- Darme cuenta de que llegarías a casa bastante sudado, por lo que querrías ducharte – dijo entonces, ladeando ligeramente la cabeza – Como hay tanta escasez de agua, ¿por qué no ahorrar y hacerlo juntos?
Cerré los ojos intentando contenerme con todas mis fuerzas. Las reglas, las reglas, las reglas, las reglas
Pero las reglas no decían nada de "no te bañes con él, ¿cierto?"
- No voy a follar contigo – dije entonces, volviéndolos a abrir y mirándole con fiereza
- No necesito que lo hagas – dijo él entonces, encogiéndose de hombros – No es como si no pudiera conseguirlo en otro sitio – terminó diciendo, esta vez en un tono de voz más duro
- Bien – dije entonces, el veneno saliendo de mi boca en forma de palabras – Mejor así, teniendo en cuenta que yo también quiero buscarlo en otro lado
Pude notar como los músculos de sus bíceps se tensaron ligeramente. Aun así se las arregló para sonreír sarcásticamente y decir
- Me alegra escuchar eso, pero tengo una pregunta. ¿Por qué no conmigo? Digo, por eso de que ya estamos aquí y ahorraríamos tiempo
- Porque eres el hermano de mi futuro esposo
Esta vez fue un músculo de su cara el que se contrajo
- Aunque lo sea, no lo es ahora. No contaría como cuernos
- Lo sé, pero no lo hago por un tema de infidelidad
- ¿Y entonces cuál el tema? – preguntó, con algo de burla en su rostro, algo más relajado – Yo te quiero follar, tu me quieres follar, así que, ¿Qué problema hay?
Respiré lentamente pensando bien en qué haría a continuación. Había muchas posibilidades de que aquello saliera mal, pero llevaba mucho tiempo tocándome las narices; ahora me tocaba a mí hacerlo
Me acerqué ligeramente a él, inclinándome para quedar a su altura, debido a que seguía apoyado en mi escritorio
- Mira, de veras que tengo ganas de sentir una polla en mi interior – dije, raspando con mis labios su mejilla, mientras él se estremecía – Una dulce y rica polla que me llegue hasta la próstata y me haga ver luces, que me parta en dos mientras me da cachetadas en el culo, mientras yo me enrollo alrededor de ella y la apreto, hasta sentir su caliente líquido bajando por mi culo
Pude ver como el pene de Even dio un salto ante mi vocabulario sucio
Me separé de él con una sonrisa seductora, hasta pegar mis labios a los suyos y susurrar en ellos
- Pero te aseguro que no serás tu el que me la meta
Sus ojos, hasta entonces prácticamente negros por la excitación me miraron de manera amenazante. Se levantó rápidamente de la mesa dejando caer al suelo mi carpeta, de la que salió volando un pequeño papelito
Even se agachó y comenzó a leerlo sin que pudiera evitarlo
Una mueca de furia se mostró en su rostro antes de que comenzara a reír y arrugar el papel entre sus dedos, haciendo una bolita con él y tirándola lejos
- ¿Sabes lo que tiene gracia Isak? – dijo, mientras se acercaba a mí, mirándome con asco – Que te las des de santo, que me pongas a mi como el capullo que solo quiere follarte cuando es exactamente lo que tu estás haciendo – Entrecerró ligeramente los ojos - ¿Acaso hemos hecho algo que tu no me hayas pedido en algún momento?
- Me has coaccionado con sexo, eso no cuenta – dije, aun sabiendo que no debía hacerle enfadar mas
- Vaya, tiene su gracia que digas eso cuando no hemos tenido relaciones aun – dijo, pegado su nariz a la mía – No tienes ni puta idea de lo que es que se aprovechen de ti, y no hay nada que me das asco que una pequeña zorra que no admite que le pongo cachondo, y me eche toda la culpa a mí
Me quede callado unos minutos intentando relajarme antes de decir
- No he dicho en ningún momento que me hayas obligado a nada, no es eso lo que pone el jodido papel. Solo dice la verdad: solo me quieres por el sexo, y cuando no tienes a tu amiguito Mikael contigo
La furia brilló con más fuerza que nunca en sus ojos
- Tiene gracia que me lo diga el que deja que lo toque mientras está pensando en mi puto hermano
- ¿Y qué si lo hago? No te debo absolutamente nada – contrataqué, sin poder cerrar mi boca antes de pensar en lo que estaba diciendo
- ¿Y en qué mierda hacemos aquí entonces Isak? – preguntó, alejándose de mí, pero elevando su tono de voz, mientras e pasaba las manos por el rostro
Preferí guardar silencio porque ni yo mismo tenía la respuesta a esa pregunta
Un silencio pesado se hizo entre nosotros mientras él comenzaba a vestirse despacio
- ¿Qué es lo que quieres? – preguntó, aun dándome la espalda
- Podría preguntarte lo mismo – respondí, apoyando mi cabeza en la pared mientras observaba como se giraba, con una cara sorprendida
- Creía que había dejado eso claro desde el primer momento – dijo entonces, con la voz más fría que nunca – Me encanta tu culo, me lo podría follar toda la noche. No hay nada más allá de eso. Nunca lo habrá
Pude sentir como algo en mi interior se rompía. Pero ¿de qué me sorprendía? ¿No era eso lo único que yo también quería?
- Pero soy consciente de cuando alguien esta dispuesto a dejarme hacer lo que quiero y cuando no. Así que creo que lo mejor que podríamos hacer es dejar de vernos
Crack, crack, crack. Otro estallido de algo rompiéndose en mi interior
Se dirigió hacia la puerta en silencio, y, antes de salir del todo de la habitación, se giró y me dijo
- Mucha suerte conquistando a mi hermano
Tras eso se fue
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Se que he estado desaparecida, incluso no debería haberme puesto a escribir esto porque estoy llena de exámenes (no tengo nada de tiempo libre) pero de veras que necesitaba escribir para salir un poco de los terribles meses de exámenes que me esperan
Así que denme mucho amor, por favor
Como siempre no se cuando volveré a subir capítulo porque es cuando me viene la inspiración y/o cuando tengo tiempo
Les quiero con todo mi ser, Kat