Narra ______:
El profesor llenaba el pizarrón con fórmulas matemáticas que nunca entendí, hablaba y su voz no lograba llegar a mí, la hora no avanzaba nunca.
La imagen de Zayn inundaba en mi mente cada segundo, mi corazón latía fuertemente, pero mi cabeza decía que debía ignrorarlo. Es un idiota.
Logré mirar por sobre mis hombros y Alison no quitaba la vista de su celular, muy pocas personas estaban atentas a la clase. Saqué mi celular y comencé a ver fotos de Nicholas, quizás eso despejaría mi mente.
El timbre que indicaba el recreo logró sacarme una sonrisa, salimosbal patio con mis amigas y vimos a Nicholas y su grupo de amigos.
Estaba un poco nerviosa, me ruboricé al notar que Nicholas me saludó desde lejos. Pero mi felicidad siempre dura unos segundos, Zayn acababa de sentarse a unos metros de mí.
Intenté ignorarlo, pero observaba abobada cada movimiento que hacía.
-Ve a hablar con Nicholas, vamos anda – insistía Alison.
-No, claro que no, no seas infantil Alison – protesté rápidamente al notar que Nicholas se percataba de esto.
-Anda, sabemos que quieres hacerlo, estaremos a tu lado – prosiguió Hannah.
-Está bien – dije con mal gusto, y la verdad es que hablar con él era lo que menos quería.
-Hola Nicholas – me acerqué al grupo de los chicos mientras las chicas estaban tras de mí. Él rápidamente se giró hacia mí.
-Hey Badwi, que cambiada estás - dijo Nicholas mientras me observaba de pies a cabeza.
-¿Eso crees? – me asombré.
-Claro, siempre supe que eras hermosa pero no sabía que te gustaba demostrarlo tanto – los chicos que estaban ahí junto a él comenzaron a molestarnos infantilmente - ¿Qué te parece si vamos a hablar a otra parte? – susurró en mi oído.
-Es una excelente idea – sonreí.
Nos fuimos a un rincón a unos metros de los chicos. Y luego Nicholas se acerco a mí y comenzamos a conversar.
-Quería decirte que te veías hermosa el día de mi fiesta – comentó mientras tomaba mi mano.
-Eso es una mentira, tú te veías encantador Fitz – exclamé.
-No creo que nadie luciera mejor que tú.
-¿Seguirás con tus mentiras? – dije con un tono de picardía.
-No son mentiras, es la verdad – se acercó aún más a mí.
Me incomodé un poco. Pero intenté ignorar este sentimiento. Comencé a recordar todas las incomodidades que sentí el día de la fiesta, la brutalidad de sus besos, su mano recorriendo mi cuerpo, causó escalofríos en toda mi espalda. No sé porqué sigo haciendo esto...
-Deberíamos salir más seguido quizás con otro accidente quedaríamos mejor y más unidos – seguía acercándose a mí.
-¿Disculpa? – me extrañé - ¿Otro accidente? ¿De qué hablas? ¿Acaso quieres que vuelva a pasar por eso?
-No me refiero a eso, quise decir que nos unió más ¿o no? ¡Vamos Badwi! Tómalo con humor.
-¿Bromeas? Estuve sola en el hospital, ni siquiera preguntaste por mí y a eso le llamas juntarnos más... no sabes lo que pasé – me exalté y golpeé fuertemente su pecho.
-Pero linda, si me preocupé por ti e incluso, eh… - hizo una pausa - te regalé el collar ¿Recuerdas?
-¿Y tú crees que eso es más importante que mi salud? – Miré enfadada a Nicholas – Eres un idiota, enserio.
-¡ESCÚCHAME! No me quise quedar ahí porque odio el hospital – me gritó muy cerca.
-¿Y tú crees que me a mí me gusta, que me gustó estar ahí? – miraba fijamente sus ojos.
Una pequeña escena de Zayn envolviéndome en sus brazos, en las camillas del hospital invadió mi mente. Lo único bueno de ese lugar, fue saber que Zayn me visitaría, saber que cada vez que caía, él estaba ahí, me conversaba, me hacía sentir querida, y que alguien se preocupaba por mí.
Por un segundo, quise decir eso, pero ¿Dónde estaba él ahora? Solo lo tomó como un deber.
-¡ESCÚCHAME! – tomó mi brazo, apretándolo e intentando levantarlo.
-¡SUÉLTAME! – intenté soltarme de él, pero tenía demasiada fuerza.
-Sólo… sólo ven – me acercó bruscamente a él...
Me rodeó, con un “abrazo” insignificantemente odioso. ¿Acaso este chico cree que con estas cosas me callará? Y claro, esa no era la única cosa. Intentó acercar su rostro al mío y me besó. Pero no, con mi brazo alejé su duro cuerpo del mío.
-Nicholas suéltame – me alejé de él – Y por favor aléjate de mí, ¡ERES UN BRUTO! – le grité en la cara.
-¿Cómo te atreves? Nadie me dice eso.
Mi mano estaba apretada, su otra mano, apretaba fuertemente mi brazo, sentía un ardor insoportable. A lo único a lo que reaccioné fue a gritar y proteger mi mano enyesada.
Ya que veía venir un golpe en cualquier segundo. Alison y Hannah se acercaron e intentaron detenerlo, estaban alborotadas. Y su brutalidad no llegaría hasta ahí, tiró a mis amigas muy lejos.
Sus ojos me miraban con una furia interna, que me hacía sentir asustada, ¡No sabía qué hacer! Tapé mi rostro, no quería saber lo que ocurriría a continuación.