Narra Eric:
Abrí los ojos, acto seguido empecé a estirarme. Mire el reloj que está en la pared. 8:00 p.m. Ya es noche. Escuche ronquidos. Es Alice, sigue dormida. Me levante de la cama tratando de hacer el menor ruido posible. Me vestí. Debo buscar a Cuatro y ver cuál es el plan que sigue.
Antes de salir, mire a Alice, se ve tan tierna durmiendo.
-Te quiero
Salí. Al parecer aquí en Verdad son personas muy activas, todo el mundo está por aquí y por allá, moviéndose a todos los lugares posibles, o tal vez solo están en busca de algún chisme.
- ¡Hey Eric!
Es Cuatro.
- ¿Qué pasa?
-Osadía está dispuesta a luchar por lo que nos pertenece.
-Seguimos siendo muy pocos
-Pero podemos hacerlo, los abandonados han robado algunas armas, podemos hacer que roben otras. No lo sé Eric, tengo un presentimiento, sé que esto saldrá bien
-Eso espero Cuatro
Se empezaron a escuchar disparos.
- ¿Qué fue eso? -. Pregunto alarmado Cuatro.
-Son disparos
Ambos empezamos a correr en busca de algo para defendernos. En pocos minutos varios tipos entraron por las puertas. Empezaron a disparar. Intente esquivar las balas, pero uno alcanzo a darme. Sentí como todo se iba desvaneciendo poco a poco. ¿Acaso así se siente morir?
(...)
Narra Alice:
Desperté aturdida, mirando a mi alrededor. Estoy en mi habitación, solo recuerdo escuchar disparos, estar vistiéndome y recibir un disparo. Toque mi cuerpo, no sale sangre por ningún lado. Sentí una bolita en el estómago. Mire esa bolita, es plateada, probablemente de metal. Intente quitarla, duele. Una imagen de Eric paso a mi mente. Debo buscarlo.
Así que salí lo más sigilosa posible y empecé a caminar por el pasillo. Escuché golpes en una puerta, me dirigí ahí. Para mi sorpresa, es Beatrice intentando abrir una habitación llena de armas.
- ¡Ayúdame!
- ¿Qué está sucediendo?
-Tu tío Max está aquí. Al parecer están buscando divergentes.
- ¿Por qué estamos despiertos? -. Escuche decir a Uriah
-Eres divergente-. Dijimos Beatrice y yo al unísono.
El hizo una cara de sorpresa.
- ¡Pero miren a quiénes tenemos aquí!
Es Max.
Me coloqué en posición de ataque.
-Ustedes dos llévense a la rubia y al moreno. Los otros dos tomen a la castaña.
Los tipos venían a nosotros. Intente a golpear a uno, pero esquivo mis golpes. Lancé una patada, para mi suerte le di, pero el otro me lanzó un buen golpe en la cara provocando que todo me diera vueltas.
- ¡Alice! -. Escuche el grito de Uriah
Poco a poco mis ojos se fueron cerrando.
(...)
Narra Eric:
Desperté. Estoy vivo, no he muerto. Escuché un disparo, corrí hacia el sonido, esperando encontrar a Alice.
- ¿Qué pasa? -. Le pregunté a Cuatro.
-Este tipejo ha matado a tres personas
Mire el cuerpo. Es Andrew. Se lo merece.
Rápidamente, muchas personas comenzaron a llegar.
- ¿Dónde está Alice?
-Escuche el sollozo de Uriah
- ¿Qué pasa? -. Comenzaba a alarmarme.
-Se la llevaron.
- ¡A dónde! -. Grite.
-Con Jeanine, Max se la llevo-. Dijo una apagada Alice.
Tomé la primera pistola que vi. Iba a salir, pero Cuatro corrió a taparme mi salida.
-No puedes irte
-Tengo que buscarla
-No ahora
Lo empuje.
El me devolvió el empujón.
-Largo de mi vista Cuatro
Le di un buen golpe provocando que cayera al suelo. Velozmente él se levantó y me devolvió un buen golpe. Comenzamos a pelear, necesitaba salir de aquí, sentía enojo, tristeza y preocupación, todo a la vez. Recibí una patada en mis costillas. Caí al suelo de rodillas. Mis ojos se cristalizaron.
-Nece... Necesito salir hermano, tú no sabes lo que mi madre es capaz de hacerle.
Cuatro se puso a mi altura.
-Lo sé, pero no lo harás solo.
Imágenes de la muerte de mi padre vinieron a mi mente, y después la vi a ella, con un disparo en la cabeza. Iba a llorar, no podía hacerlo, no enfrente de esta estúpida gente.
-Ven acá Eric
Uriah y Cuatro me ayudaron a levantarme.
-Yo te voy a ayudar-. Dijo Cuatro.
Narra Alice:
Según yo tengo los ojos abiertos. Pero no puedo ver nada, tal vez, solo es un sueño. Escuché pasos en alguna parte de este lugar, me tensé. Tengo miedo.
Se escuchó el chirrido de una puerta y seguidamente una luz muy blanca me cegó por completo.
- ¡Enciendan las luces! -. Es Max
Luz llego a la habitación. Es pequeña, de cuatro paredes. En el rincón hay una cama, bastante limpia a mi parecer.
--¡Oh mierda! Creo que te han dado un buen golpe-. Señalo un espejo
Corrí a él. Miré el reflejo de mi rostro, tengo un buen moretón entre mi pómulo y el ojo.
- ¿Dónde está Eric?
Max se carcajeo.
-Después de tanto tiempo sin verme. ¿Esa es tu pregunta sobrina?
-No soy tu sobrina
-Lamentablemente lo eres. Ahora dime, ¿Dónde está el imbécil de tu padre?
-No lo sé-. Mentí
El suspiro.
-Mira sobrinita, yo puedo salvarte de lo que quiere hacerte Jeanine, si me dices dónde está tu padre.
-Ya te lo dije. No lo sé.
Recibí un golpe de parte de él. No lo vi venir.
Me tomo fuertemente de los hombros.
-Te lo preguntaré por última vez... ¿Dónde...
-Vete al diablo-. Le interrumpí.
El me aventó contra la pared. Sabor de hierro vino a mi boca. Es sangre.
-Intenté ayudarte niña, pero no quieres. Así que te puedes ir al infierno.
Se dirigió a la puerta.
-Por cierto, el idiota de tu novio está muerto. Yo me encargue de matarlo, lo hubieras visto. El imbécil me rogó tal cual perro.
- ¡No es cierto!
-Lo es. Y pronto estarás tú con él.
Cerro la puerta y apagó las luces.
Sollocé. Tenía miedo, tenía miedo de que él estuviera muerto.
(...)
Narra Eric:
-Debemos ir con los abandonados. Debemos prepararnos para la guerra-. Escucha decir a Cuatro.
-Pero no estamos preparados.
-Lo estamos, tenemos que estarlo. Partimos en 5
Cuatro vino a mí.
- ¿Cómo la llevas?
-Cómo crees
El toco mi hombro.
-Ella está bien
-Tú no sabes como es mi madre, no sabes de lo que es capaz
-Tu madre tiene algo. Según Peter, ella descubrió un disco que habla acerca de cómo era la vida antes.
- ¿Quieres ir por ese disco?
-Tenemos que, tal vez tenga algo que nos sirva
-Yo sólo quiero a Alice devuelta...
-Lo sé. Pero Osadía te necesita bien a ti. Eres su líder.
-No soy su líder
-Ellos te siguen viendo como tal
Suspire con frustración. Volví a mi cara de ser sin sentimientos.
-Diles que se muevan. No tenemos su tiempo. Actuaremos rápido. No me importa lo que tu Madre piense Cuatro, si ella no quiere seguirnos, me da igual.
Por una extraña razón. Cuatro sonrió. Pero termino obedeciendo lo que dije.
Narra Peter:
-Toma-. Max me entrego un plato de comida.
-Ya he comido
-No es para ti Imbécil. Es para nuestra encarcelada. Después de que termine de comer, que se dé un baño. Jeanine necesita verla
Asentí. En mis adentros rezo porque sea la estirada. No me agrada, nunca lo ha hecho, me gustaría verla sufrir.
La habitación esta obscura. ¿Por qué no encienden la maldita luz? Cuando la encendí, me di cuenta de quién es la persona del otro lado. Alice.
- ¿Alice?
Ella me miró. Se ve fatal. Esta mucho muy delgada, restos de sangre por la frente y llena de moretones, en el rostro tiene uno que sobresale de los demás.
- ¿Qué estás haciendo aquí Peter?
-Eso mismo te pregunto yo
-Me capturaron
-Me paso lo mismo. Pero logré ganarme la confianza de Jeanine. Deberías hacer lo mismo.
-Me lleve a su hijo, cambie a su hijo por completo. ¿Crees que así me quiera? Yo no
Cerré la puerta.
-Te ayudaré a salir de aquí.
- ¿Cómo?
-No lo sé. Intentaré contactar con Cuatro. Me arriesgaré, pero no te dejaré aquí. Jeanine te matará.
- ¿Por qué me estas ayudando?
Quería decirlo. Pero no podía.
-Come, esta es tu comida. Después iremos a que te des un baño y te llevaré con Jeanine.
- ¿Me llevarás con el Lobo?
-Debo hacerlo
(...)
Narra Alice:
Me encuentro en otra habitación, esta es un poco más larga. Jeanine está enfrente mío. Un cristal divide la habitación.
-Dios mío, te vez fatal niña. ¿Tan mal te trata mi hijo? -. Fue lo primero que me dijo Jeanine
-Me llamó Alice. No soy una niña-. Respondí seria.
- ¿Cuánto es su porcentaje?
-No le hicimos la prueba-. Le contesto un tipo.
- ¡Pues que esperan para hacerlo!
Me colocaron un aparto enfrente de mi rostro. Este comenzó a girar.
-Divergente 70%-. Hablo el aparato.
- ¡Vaya! No eres tan buena, así que hacerte análisis no serviría de mucho, menos sacar y analizar tu cerebro-. Me dijo Jeanine
- ¿Quiere que la matemos?
-No, puede ayudarme en unas simulaciones creadas por mí.
-Pueden retirarse y díganle a Caleb que entre.
Me quedé sin aliento. ¿Qué diablos está haciendo Caleb aquí?
-Escucha Alice, tu nivel de divergencia es algo pobre. Pero necesito que pases un grupo de simulaciones, necesito saber cómo piensan los seres como ustedes.
Vi como apretó unos botones, esto provoco que cositas con filo salieran del techo. Se clavaron en mí. Se siente como un piquete, pero duele como el demonio. Poco a poco mis ojos se hicieron pesados, haciendo que se cerraran.
Estoy en Osadía, específicamente en el lugar de las peleas.
- ¡Ayúdame Alice!
- ¡Alan! -. Grite. - ¿Dónde estás?
- ¡En el abismo! ¡Ayúdame!
Corrí lo más rápido que pude. Necesito verlo. Llegue al abismo.
- ¿Dónde Alan?
-Aquí abajo.
Mire hacia abajo del abismo. Ahí está, aferrándose a una roca, para evitar caer.
- ¿Podrías dejar de mirarme y ayudarme?
-Oh si lo siento, lo... Siento... ¡Estás vivo Alan!
-Pronto no lo estaré ¡Así que actúa rápido! Parece que hay una cuerda en el puente, búscala y ayúdame a salir de aquí.
Busqué el puente con mi mirada. Está muy lejos y para llegar a él debo saltar algunas rocas. No me importo, corrí lo más rápido que pude hasta llegar al puente. Tomé la cuerda y regresé. Busque un lugar en donde pudiera amarrar un extremo, no encuentro ninguno. Así que me amarre bien la cuerda en la cintura y le lance el otro extremo a Alan.
- ¡Tómala y sube!
-Estoy en eso Alice...
Después de mucho rato y un gran esfuerzo de mi parte, por soportar su peso, logré verlo enfrente mío. Corrí a abrazarlo, pero no pude llegar a él, o más bien el cayó al piso de boca. Gire su cuerpo, en la cabeza tenía un enorme agujero, un disparo.
Lloré.
- ¡Por favor no! ¡Vuelve!
Todo se volvió borroso.
Volví a la realidad. Caí de rodillas.
- ¡Impresionante! Murió al igual que sus padres, ¿si murió verdad?
No respondí.
-Te estoy hablando niña mal educada
Solté lágrimas.
-Caleb, dile a Peter que la lleve a su celda
- ¿Dónde está mi hijo?
Seguí sin decir nada.
-Te sacaré la verdad tarde o temprano niña
Peter entró a la habitación y me ayudo a levantarme del suelo.
-Vamos
-He, no hables con estas personas Peter
-Lo siento
Peter me llevó a la habitación. Apagó las luces y cerró la puerta. Acto seguido, busqué a ciegas la pared y comencé a llorar. Quería ser fuerte pero no podía. Quería salvar a Alan y no pude hacerlo. Quería hacer muchas cosas, pero siempre he sido muy torpe para hacerlas.
-Perdón-. Le dije al viento
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¡Hola Chicas!
¡Estoy devuelta! Espero que el capítulo sea de su agrado. Ya estaré más tiempo por aquí. Ya me lo prometí a mí misma y a ustedes. Voy a hacer todo lo posible.
Solo que pues, tengo algunos problemillas, ya los he explicado.
Pero ya me pondré las pilas.
Cualquier cosa, no duden seguirme en mis redes sociales.
¡Las amo! Y les mando muchos besos desde mi México querido.
Con amor.
-G.G