Las lágrimas comenzaron a rodar por mis ojos. ¿Está bien?
-¿____? ¿Qué pasó? ¿Era Matt? ¿Está bien? -Nash preguntó rápidamente, abriendo los ojos y mirándome preocupado.
-Nash, debemos ir al hospital central, ahora.
Prometí explicar todo en el camino, así que tomamos un taxi, y durante el trayecto lo expliqué todo.
Nash llamó a los chicos, quienes ya estaban casi todos en el Hotel, a excepción de Taylor, que al escuchar la conversación bajó a pedir la limusina.
Al llegar al hospital vi una patrulla policial. Una hombre de mediana edad, un poco barbón y de estatura media se me acercó.
-¿_____ Crawford? -Asentí.- Sígame, por favor.
Nos guió hasta una habitación. Nash fue retenido afuera.
Disimuladamente, y al entrar a lo que era una oficina, inicié una facetime con Nash, para que escuchara todo.
-Señorita Crawford, lamento haber sido tan duro por teléfono.
-¿Está él bien? -sentí mis ojos aguarse.
-Necesito que se tranquilice. No puedo permitirle la entrada a su habitación, pero sí a su diagnóstico médico. Matthew fue encontrado en una barrio bajo del sur de Los Ángeles, su celular tenía la pantalla rota, y no poseía algún tipo de identificación, de no ser porque es conocido, no podríamos haberle brindado atención rápido.
Asentí, pidiendole que prosiguiera.
-Matthew recibió dos disparos.
Sentí mi corazón detenerse. Las lágrimas comenzaron a bajar por mi rostro.
Antes de continuar un doctor entró por la puerta, adelantándose a continuar la historia.
-No se apresure y escúcheme. Recibió un disparo en la cadera derecha, por encima. Y uno en el hombro derecho. Ambos disparos son superficiales, no tocaron ninguna vena importante. Matthew, como ya dijo el oficial Wingstone, no poseía identificación, ni ningún objeto de valor a parte de un celular casi destrozado. Lo importante y grave, es que Matthew calló, lo que le provocó una contución teóricamente grave. Por eso hablamos un estado en teoría crítico.
Recordé a Matt guardando su billetera en su bolsillo justo antes de salir.
-Él salió con billetera -mi voz sonó terrible.
-Eso creímos -asintió el oficial. -Matthew fue víctima de un robo a mano armada. Opuso resistencia y le dispararon.
-Señorita, según las leyes usted no tiene derecho a verlo, pero también somos concientes de su estado. El señor Espinosa está inconciente, podemos permitirle la entrada, sólo por un par de minutos. También necesitamos su información, y la de Matthew. ¿Podría rellenar estos formularios?
Me entregaron un par de hojas, donde rellené con todos los datos médicos de Matt. Me sorprendí a mi misma rellenando la línea de su grupo sanguíneo ¿por qué me sé su grupo sanguíneo? ¡Jesús!
Noté que temblaba levemente, y mi letra salía un poco movida.
Rellené una quinta hoja respecto a información de visitantes. El doctor fue flexible y me permitió que entraramos dos personas. Alguien más y yo.
Carter, obviamente.
Llené las fórmulas con mi información y la de Carter. Me permitirían pasar a verlo en un par de minutos.
Salí de la oficina, y me encontré con todos los chicos. Expliqué la escasa información que poseía, y le dije a Carter que nos permitirían pasar a verlo.
Lloro mientras me abrazaba y me agradecía por permitirle verlo. Sonreí y le dije que él lo merece más que yo.
El doctor salió, le pedí a Carter que entrara primero, mientras el entraba decidí revisar Twitter. #Pray4Matt era Trending Topic Mundial, las chicas rogaban que estuviera bien, y que apareciera pronto, así que decidí twittear.
@crawfordbaby: "Lo encontramos, no en las mejores condiciones. Tengo miedo. Le robaron y recibió dos disparos. #Pray4Matt"
Muchos tweets me preguntaban qué pasaba, prometí explicar todo tan pronto como pudiera.
Me desconecté y llamé a la mamá de Matt.
Oírla llorar fue impactante, le pedí que se relajara, y le prometí mantenerla informada apenas saliera de ver a Matthew.
Carter salió de la habitación.
Mi turno de entrar.